La adopción existía en la antigua Roma y tenía efectos legales importantes. La adopción se originó en las leyes de las XII tablas y permitía que un hombre libre adoptara a otro como su hijo. La adopción transfiera la patria potestad del adoptado al adoptante y el patrimonio del adoptado pasaba a ser del adoptante. Había varios requisitos para una adopción válida como la edad y el estado civil de ambas partes.