Las reformas borbónicas en el siglo XVIII buscaron fortalecer el control español sobre sus colonias en América Latina e incrementar la recaudación fiscal, lo que perjudicó económicamente a las élites criollas y generó resentimiento hacia España. La invasión napoleónica de España en 1808 debilitó aún más el poder español y creó las condiciones para las guerras de independencia en América Latina.