El flúor no se encuentra naturalmente, pero los fluoruros están presentes en el suelo, aire, agua y organismos vivos. Los fluoruros contienen flúor e influyen en la formación de huesos y esmalte dental, previniendo caries. El flúor ingresa al cuerpo a través de los pulmones o tracto GI y se deposita en los tejidos, excretándose por la orina, heces o sudor.