En 2013 se cumplen 75 años de la reconstrucción de los puentes fijos de Bilbao. Lo más destacable de todo el proceso de reconstrucción es la importancia estratégica y propagandística que se le concedió y los medios que se pusieron por el alcalde Areilza, nombrado por los sublevados. Una de las aportaciones más novedosas de la investigación realizada es la del carácter colectivo de la autoría. Frente a la habitual atribución de cada uno de los puentes a un arquitecto o ingeniero en concreto, puede afirmarse que todo el proceso proyectual y constructivo fue una tarea colectiva de la Oficina de Puentes y así debe ser reconocido.