Los ratones debaten cómo detener los ataques de un gato, pero nadie quiere arriesgarse a ponerle el cascabel. Esta famosa frase ilustra cómo a menudo es difícil tomar decisiones difíciles. Tomar buenas decisiones requiere analizar la situación, considerar alternativas, y elegir el curso de acción más responsable a pesar de los riesgos involucrados. Los directivos deben familiarizarse con los procesos de toma de decisiones y tener el valor para decidir incluso cuando hay incertidumbre.