Este documento presenta el contenido de un libro de texto sobre topología general. Incluye 13 capítulos que cubren temas como conjuntos con topología, espacios métricos, funciones continuas, homeomorfismos, compacidad y axiomas de separación. El libro provee una introducción formal a la topología para estudiantes de primer curso en este campo.
4. G
.RUBIANO
vi, 284 p. : 3 il. 00
ISBN 978-958-719-442-5
1. Topolog´ıa general
Gustavo N. Rubiano O.
Topolog´ıa general, 3a. edici´on
Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogot´a
Facultad de Ciencias, 2010
Mathematics Subject Classification 2000: 00–00.
c Edici´on en castellano: Gustavo Nevardo Rubiano Orteg´on
Universidad Nacional de Colombia.
Diagramaci´on y dise˜no interior en LATEX: Gustavo Rubiano
Tercera edici´on, 2010
Impresi´on:
Editorial UN
Bogot´a, D. C.
Colombia
9. G
.RUBIANO
Pr´ologo
El tema central de esta tercera edici´on es presentar un texto que
sirva como gu´ıa para un primer curso formal en topolog´ıa general o de
conjuntos. Se han hecho cambios importantes que justifican que se trate
de una nueva edici´on y no de una simple reimpresi´on de la anterior.
La mayor´ıa de las herramientas y conceptos utilizados en el estudio
de la topolog´ıa se agrupan en dos categor´ıas: invariantes topol´ogicos y
construcciones de nuevos espacios a partir de los ya conocidos.
En la parte de invariantes, el ´enfasis en los espacios 1-contable o es-
pacios que satisfacen el primer axioma de enumerabilidad, como espacios
para los cuales las sucesiones son suficientes para describir la topolog´ıa,
justifica la introducci´on del concepto de filtro como una adecuada no-
ci´on de convergencia, que resulte conveniente para describir la topolog´ıa
en espacios m´as generales; de paso, este concepto nos proporciona una
manera c´omoda para llegar al teorema de Tychonoff, imprescindible en
cualquier curso no trivial, teorema que corresponde a la parte de con-
strucciones.
Nuevos cap´ıtulos, secciones, demostraciones, gr´aficos y referencias
hist´oricas han sido introducidos a fin de motivar al lector y presentar
de manera activa una de las ´areas m´as prol´ıficas de la matem´atica y la
ciencia.
Como en casi todo libro de texto, poco o nada es original por parte del
autor, excepto posiblemente la manera de manejar la influencia de varios
cl´asicos sobre el tema o la introducci´on de algunos ejemplos nuevos.
Agradezco a la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de
Colombia, Sede Bogot´a, el darme ese tiempo extra que siempre necesi-
tamos los docentes para plasmar de forma escrita la experiencia diaria.
Gustavo N. Rubiano O.
ix
11. G
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1 Conjuntos con topolog´ıa
1.1. Los reales —una inspiraci´on—
No hay nada m´as familiar a un estudiante de matem´aticas que el
conjunto R de los n´umeros reales y las funciones f : R −→ R. Si ´unica-
mente tuvi´eramos en cuenta la definici´on usual de funci´on de R en R,
es decir, una colecci´on de pares ordenados (x, y) ∈ R × R donde cada
elemento de R es la primera componente de una y de solo una pareja
ordenada, estar´ıamos desperdiciando el concepto de intervalo que cono-
cemos para los n´umeros reales y, a´un m´as, el hecho de que en R podemos
decir qui´enes son los vecinos de un punto x ∈ R.
En efecto, los vecinos al punto x en una distancia menor que un
ε > 0 son todos los y ∈ R tales que |x − y| < ε; es decir, el intervalo
(x−ε, x+ε) es la vecindad b´asica de x con radio ε. Cuando a una funci´on
de R en R la obligamos a tener en cuenta el concepto anterior de vecindad
b´asica, lo que estamos exigiendo es que se satisfaga la definici´on ε, δ de
continuidad empleada en el c´alculo.
Revisemos esta definici´on de continuidad. La funci´on f : R −→ R se
dice continua en el punto c ∈ R si:
“Para cada n´umero positivo ε, existe un n´umero positivo δ tal que
|f(x) − f(c)| < ε siempre que |x − c| < δ”.
Pero |f(x)−f(c)| < ε significa f(x) ∈ (f(c)−ε, f(c)+ε); as´ı mismo,
|x − c| < δ significa x ∈ (c − δ, c + δ); luego la definici´on entre comillas
la podemos reescribir como
“Dado ε > 0 (ver fig. 1.1) se puede encontrar δ > 0 tal que
si x ∈ (c − δ, c + δ) entonces f(x) ∈ (f(c) − ε, f(c) + ε)”.
Hablando en t´erminos de los intervalos abiertos como las vecindades
1
12. G
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2 Conjuntos con topolog´ıa
f(c)
c
2δ
2ε g(c)
c
Figura 1.1: La continuidad en R.
b´asicas, esta definici´on es:
“Dada una vecindad b´asica de radio ε alrededor de f(c), podemos
encontrar una vecindad b´asica de c y con radio δ tal que
si x ∈ (c − δ, c + δ) entonces f(x) ∈ (f(c) − ε, f(c) + ε)”.
Lo que de nuevo reescribimos como: “Dada una vecindad de f(c)
podemos encontrar una vecindad de c con la propiedad que, la imagen
por f de esta ´ultima se encuentra dentro de la vecindad de f(c)”.
Informalmente decimos que:
Un cambio ‘peque˜no’ en c produce un cambio ‘peque˜no’ en f(c).K
Hemos visto entonces que el concepto de continuidad en R est´a liga-
do esencialmente a la definici´on que podamos hacer de ‘vecindad’ para
un punto y la relaci´on entre las im´agenes de las vecindades. Luego, si
quisi´eramos abstraer el concepto de continuidad para otros conjuntos que
no sean nuestros n´umeros reales usuales, debemos remitirnos a obtener
de alguna manera —pero con sentido— el concepto de ‘vecindad’ para
estos conjuntos.
Al definir un conjunto abierto en R como un conjunto que es uni´on
de intervalos abiertos —nuestras vecindades b´asicas— es f´acil verificar
que:
1. ∅ es abierto —la uni´on de una familia vac´ıa—.
2. R es abierto.
3. La uni´on de una colecci´on de abiertos es un abierto.
4. La intersecci´on de un n´umero finito de abiertos es un abierto.
13. G
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1.1 Los reales —una inspiraci´on— 3
Motivados por las anteriores propiedades damos la siguiente definici´on.
Definici´on 1.1. Una topolog´ıa1 para un conjunto X es una familia
T = {Ui : i ∈ I}, Ui ⊆ X
tal que:
1. ∅ ∈ T, X ∈ T.
2. i∈F Ui ∈ T para cada F subconjunto finito de I —F I—.
3. i∈J Ui ∈ T para cada J ⊆ I.
Esto es, T es una familia de subconjuntos de X cerrada tanto para
la uni´on arbitraria como para la intersecci´on finita. La condici´on 1 es
consecuencia de 2 y 3 cuando tomamos como conjunto de ´ındices I = ∅.
Los elementos de T se llaman abiertos y el par (X, T) es por defini-
ci´on un espacio topol´ogico. Brevemente lo notamos X cuando no es
necesario decir qui´en es T. Los elementos de X son los puntos del espa-
cio. Las condiciones en la definici´on anterior se llaman los axiomas de
una estructura topol´ogica.
A menos que se especifique lo contrario, en este texto la palabra
espacio significar´a espacio topol´ogico. Los complementos de los conjuntos
abiertos se llaman conjuntos cerrados.
EJEMPLO 1.1
Ru. En R definimos una topolog´ıa T conocida como la usual (el espacio
es notado Ru) definiendo U ∈ T si U es uni´on de intervalos abiertos.
O de manera equivalente, U ⊆ R es abierto si para cada punto x ∈ U
existe un intervalo (a, b) que contiene a x y est´a contenido en U.
1
Se le acu˜na la invenci´on de la palabra topolog´ıa al matem´atico alem´an de ascen-
dencia checa Johann B. Listing (1808-1882) en una carta dirigida a su viejo maestro
de escuela M¨uller.
14. G
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4 Conjuntos con topolog´ıa
EJEMPLO 1.2
Orden. El ejemplo 1.1 lo podemos generalizar a todo conjunto X que
sea linealmente —totalmente— ordenado por una relaci´on ≤. Definimos
T≤ la topolog´ıa del orden o la topolog´ıa intervalo sobre (X, ≤)
tomando como abiertos todos los U ⊆ X que se pueden expresar como
uni´on de intervalos de la forma
1. (x, y) := {t : x < t < y} —intervalos abiertos acotados—.
2. (x, →) := {t : x < t} —colas a derecha abiertas—.
3. (←, y) := {t : t < y} —colas a izquierda abiertas—.
En el caso en que X no posea elementos m´aximo y m´ınimo, basta con-
siderar tan solo los intervalos acotados (x, y) —¿por qu´e?—.
EJEMPLO 1.3
Discreta: Dado un conjunto X definimos T = 2X —partes de X o
℘(X)—. Esta es la topolog´ıa discreta de X —permite que todo sea
abierto—. Es la topolog´ıa sobre X con la mayor cantidad posible de
abiertos.
Grosera: Contrario a lo anterior, dado un conjunto X definimos T =
{∅, X}, conocida como la topolog´ıa grosera de X —pr´acticamente no
permite la presencia de abiertos—. Es la topolog´ıa con la menor cantidad
posible de abiertos.
N´otese que toda topolog´ıa T para X se encuentra entre la topolog´ıa
grosera y la topolog´ıa discreta, i. e., {∅, X} ⊆ T ⊆ 2X.
EJEMPLO 1.4
Punto incluido. Sea X un conjunto y p un punto elegido en X. Definimos
la topolog´ıa punto incluido Ip como U ∈ Ip si p ∈ U, o, U = ∅.
La definici´on de esta topolog´ıa se puede extender a cualquier A ⊆ X y
la notamos como IA.
15. G
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1.1 Los reales —una inspiraci´on— 5
EJEMPLO 1.5
Extensi´on cerrada de (X, T). La anterior topolog´ıa permite la siguiente
generalizaci´on. Dado un espacio (X, T) y p /∈ X, definimos la extensi´on
X∗ = X ∪ {p} y T∗ = {V ∪ {p} : V ∈ T} ∪ {∅}. (X∗, T∗) es un espacio y
los cerrados de X∗ coinciden con los de X.
El ejemplo 1.4 es la extensi´on Y ∗ para el caso (Y = X − {p}, 2Y ).
EJEMPLO 1.6
Punto excluido. Sea X un conjunto y p un punto elegido en X. Definimos
la topolog´ıa punto excluido Ep como U ∈ Ep si U = X, o, p /∈ U.
EJEMPLO 1.7
Sierpinski. En X = {0, 1} construimos todas las posibles topolog´ıas:
1. J1 = {∅, X},
2. J2 = {∅, X, {0}},
3. J3 = {∅, X, {1}},
4. J4 = {∅, X, {0}, {1}, {0, 1}}.
•
•
•
•
J2
J1
J3
J4
El diagrama muestra c´omo es la contenencia entre estas cuatro topolog´ıas,
as´ı que J2 y J3 no son comparables. J2 = {∅, X, {0}} se conoce como la
topolog´ıa de Sierpinski2. Es el espacio m´as peque˜no que no es trivial
ni discreto.
2
En honor al matem´atico polaco Waclaw Sierpinski (Varsovia,1882-1969). En 1920,
Sierpinski, junto con Zygmunt Janiszewski y su ex alumno Stefan Mazurkiewicz,
fundaron una influyente revista matem´atica, Fundamenta Mathematica, especializada
en trabajos sobre teor´ıa de conjuntos. Durante este periodo, Sierpinski trabaj´o sobre
todo en teor´ıa de conjuntos, pero tambi´en en topolog´ıa de conjuntos y funciones de
una variable real. Tambi´en trabaj´o en lo que se conoce actualmente como la curva de
Sierpinski.
16. G
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6 Conjuntos con topolog´ıa
EJEMPLO 1.8
Complementos finitosa. Dado un conjunto X, definimos la topolog´ıa
(T, cofinitos) como U ⊆ X es abierto si su complemento Uc es fini-
to, o U = ∅. En este ejemplo —como en cada ejemplo donde los abiertos
se definan en t´erminos de cardinalidad— es interesante tener en cuen-
ta los tres casos, dependientes de que X sea finito, infinito contable, o
infinito no contable.
a
Tambi´en conocida como la topolog´ıa de Zariski en honor al matem´atico bielorruso
Oscar Zariski (1899-1986).
EJEMPLO 1.9
Complementos enumerables. Dado un conjunto X, definimos la topolo-
g´ıa (T, coenumerables) como U ⊆ X es abierto si su complemento Uc es
enumerable o contable —finito o infinito—, adem´as del ∅, por supuesto.
EJEMPLO 1.10
Espacio de Fort. Sea X un conjunto y p un punto en X. Definimos
U ∈ Eω
p si Uc es finito, o p /∈ U.
La colecci´on Top(X) de todas las topolog´ıas sobre un conjunto X es un
conjunto parcialmente ordenado por la relaci´on de inclusi´on: T1 ≤ T2
si T1 ⊆ T2, caso en el cual decimos que T2 es m´as fina que T1. Por
tanto, sobre Top(X) tiene sentido hacer referencia a todos los conceptos
relativos a conjuntos ordenados.
Dado un conjunto finito X con n elementos, notemos por T(n) el
conjunto de topolog´ıas definibles sobre X. Una pregunta natural y for-
mulada desde el inicio de la topolog´ıa es: ¿cu´antas topolog´ıas existen
sobre X? o ¿qui´en es el cardinal |T(n)|? La pregunta es dif´ıcil de con-
testar y por ello se trata de un problema abierto; m´as a´un, para este
problema de conteo no existe —a la fecha— ninguna f´ormula cerrada ni
recursiva que d´e una soluci´on. Tampoco existe un algoritmo eficiente de
computaci´on que calcule el total de T(n) para cada n ∈ N.
Para valores peque˜nos de n el c´alculo de |T(n)| puede hacerse a mano;
por ejemplo, |T(1)| = 1, |T(2)| = 4, |T(3)| = 29. Pero el crecimiento
de T(n) es exponencial, como lo muestra la tabla 1.1. De hecho, ex-
isten 261492535743634374805066126901117203 posibles topolog´ıas para
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1.1 Los reales —una inspiraci´on— 7
n N´umero de topolog´ıas en T(n)
1 1
2 4
3 29
4 355
5 6.942
6 209.527
7 9.535.241
8 642.779.354
9 63.260.289.423
10 8.977.053.873.043
11 1816846038736192
12 519355571065774021
13 207881393656668953041
14 115617051977054267807460
15 88736269118586244492485121
16 93411113411710039565210494095
17 134137950093337880672321868725846
18 261492535743634374805066126901117203
Cuadro 1.1: N´umero de topolog´ıas para un conjunto de n elementos.
un conjunto con n = 18 elementos, y a la fecha este valor de n es el
mayor para el cual el n´umero de topolog´ıas es conocido.
Ejercicios 1.1
1. ¿C´omo son los cerrados para los espacios de los ejemplos anteri-
ores?
2. Construya todas las topolog´ıas para X = {a, b, c}.
3. Muestre que, para un conjunto X, la intersecci´on de topolog´ıas
sobre X es de nuevo una topolog´ıa.
4. Muestre que la uni´on de dos topolog´ıas sobre un conjunto X no
necesariamente es una topolog´ıa.
5. En cada uno de los ejemplos dados en esta secci´on, revise la per-
tinencia de la cardinalidad del conjunto X.
18. G
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8 Conjuntos con topolog´ıa
•• • •• • •• •
•• • •• • •• •
•• •
6. Muestre que (Top(X), ⊆) es un ret´ıculo completo. En particular,
para el caso de dos topolog´ıas T, I el sup ∨{T, I} est´a formado por
todas las posibles uniones de conjuntos de la forma
{U ∩ V : U ∈ T, V ∈ I}.
7. Revise el ejemplo 1.10 en t´erminos del ejercicio anterior.
1.2. Abiertos b´asicos (generaci´on de topolog´ıas)
Entre los abiertos de un espacio, algunas veces —casi siempre— es im-
portante resaltar algunos de ellos que en cierta manera generan o de-
scriben a los dem´as, i. e., toda la estructura topol´ogica puede ser recu-
perada a partir de una parte de ella.
Definici´on 1.2. Si (X, T) es un espacio, una base para T es una sub-
familia B ⊆ T con la propiedad que: dados un abierto U y un punto
x ∈ U, existe un B ∈ B tal que x ∈ B ⊆ U.
Cada abierto en T es uni´on de elementos en B.
EJEMPLO 1.11
Los intervalos abiertos de R constituyen una base para la topolog´ıa en
Ru. Revise la definici´on de la topolog´ıa del orden.
Por supuesto, para un espacio (X, T), T en s´ı misma es una base de
manera trivial; la palabra trivial se justifica porque una de las cualidades
19. G
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1.2 Abiertos b´asicos (generaci´on de topolog´ıas) 9
m´as importantes para una base es exigir que su cardinalidad no sea muy
grande —espacio 2–contable—.
¿C´omo reconocer que una colecci´on B de subconjuntos de X pueda
ser base para alguna topolog´ıa?
K
Teorema 1.3. Sea X un conjunto. B ⊆ ℘(X) es base de una topolog´ıa
para X si y solo si se cumple que
1. X = {B : B ∈ B}, i. e., B es un cubrimiento de X.
2. Dados cualesquiera U, V ∈ B y x ∈ U ∩ V , existe B en B con
x ∈ B ⊆ U ∩ V . Esto es, U ∩ V es uni´on de elementos de B para
todo par U, V de B.
N´otese que, en particular, un cubrimiento B ⊆ ℘(X) cerrado para
intersecciones finitas es una base.
Demostraci´on. ⇒) 1) Supongamos que B es base para una topolog´ıa T
de X. Veamos que X = {B : B ∈ B}; en efecto, dado x ∈ X existe
U ∈ T tal que x ∈ U, y como B es base, existe B con x ∈ B ⊆ U —la
otra inclusi´on es obvia—. 2) Si U, V ∈ B entonces, dado x ∈ U ∩ V , por
ser B una base, existe B tal que x ∈ B ⊆ U ∩ V —U, V est´an en T, y
por tanto U ∩ V ∈ T—.
⇐) Construyamos una topolog´ıa T para la cual B es una base. Defin-
imos U ∈ T si U es uni´on de elementos de B. Por supuesto tanto X como
∅ est´an en T —∅ por ser la uni´on de la familia vac´ıa—. Si tomamos la
uni´on de una familia en T, ella finalmente es uni´on de elementos de B.
Ahora veamos que B es base de T. Si U, V ∈ T y x ∈ U ∩ V , por la
definici´on de T, existen BU , BV en B conteniendo a x y contenidos en
U y V respectivamente; por la condici´on 2 sobre B, existe B tal que
x ∈ B ⊆ BU ∩ BV ⊆ U ∩ V .
La topolog´ıa dada por el teorema anterior se conoce como la topolog´ıa
generada por la base B y la notamos T = B 3.
EJEMPLO 1.12
Si X es un conjunto y p ∈ X, una base de la topolog´ıa Ip del punto
incluido es B = {{x, p} : x ∈ X}.
3
Una misma topolog´ıa puede ser generada por bases diferentes.
20. G
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10 Conjuntos con topolog´ıa
EJEMPLO 1.13
Partici´on. Dada una partici´on R sobre un conjunto X —o lo que es igual
una relaci´on de equivalencia R—, la colecci´on R junto con el conjunto ∅ es
una base para una topolog´ıa sobre X. Un subconjunto de X es entonces
abierto si es uni´on de subconjuntos pertenecientes a la partici´on.
EJEMPLO 1.14
L´ınea de Khalinsky. En Z definimos la base
B = {{2n − 1, 2n, 2n + 1} : n ∈ Z} {{2n + 1} : n ∈ Z}.
En la topolog´ıa generada, cada entero impar es abierto y cada entero
par es cerrado.
EJEMPLO 1.15
Topolog´ıa a derecha. Para un conjunto (X, ≤) parcialmente ordenado, el
conjunto de las colas a derecha y cerradas
x ↑ := [x, →) := {t : x ≤ t},
es una base para una topolog´ıa ya que
[x, →) ∩ [y, →) =
z
[z, →) para z ∈ [x, →) ∩ [y, →).
La topolog´ıa generada se nota Td y se conoce como la topolog´ıa a
derecha —dualmente existe la topolog´ıa a izquierda—.
La anterior topolog´ıa es saturada o de Alexandroff4 en el sentido
que la intersecci´on arbitraria de abiertos es de nuevo un abierto. N´otese
que las colas abiertas son tambi´en abiertos para esta topolog´ıa.
(a, →) =
b>a
[b, →).
4
En general una topolog´ıa se dice de Alexandroff o A–topolog´ıa si las intersec-
ciones arbitrarias de conjuntos abiertos son de nuevo un abierto. Fueron estudiadas
inicialmente por P. S. Alexandroff en 1937. N´otese que toda topolog´ıa finita es de
Alexandroff.
21. G
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1.2 Abiertos b´asicos (generaci´on de topolog´ıas) 11
EJEMPLO 1.16
Una topolog´ıa puede tener diferentes bases. En R2 definamos dos bases
B1, B2 que nos conducen a una misma topolog´ıa: la usual.
B1: U ∈ B1 si U = {(x, y) : (x − u)2 + (y − v)2 1/2
< ε} para alg´un
ε > 0 y alg´un (u, v) en R2. U se acostumbra denotar como Bε((u, v))
—U es el interior de un disco en R2 de centro en (u, v) y radio ε—.
B2: V ∈ B2 si V = {(x, y) : |x − u| + |y − v| < ε} para alg´un ε > 0 y
alg´un (u, v) en R2 —V es el interior de un rombo en R2 con centro en
(u, v)—.
Es un ejercicio verificar que lo que se puede expresar como uni´on de
elementos de B1, lo puedo expresar tambi´encomo uni´on de elementos de
B2, con lo cual las dos topolog´ıas generadas coinciden.
EJEMPLO 1.17
De manera m´as general, en Rn definimos una base B de la manera si-
guiente:
B = {Bε(x) : ε > 0, x = (x1, . . . , xn) ∈ Rn
}
donde,
Bε(x) =
(y1, . . . , yn) ∈ Rn
n
i=1
(xi − yi)2
1/2
< ε
.
Bε(x) es la bola abierta de centro en x con radio ε. La topolog´ıa gen-
erada por esta base se conoce como topolog´ıa usual de Rn y notamos
Rn
u.
No olvide en los dos ejemplos anteriores demostrar que efectivamente
estas bases satisfacen la condici´on para serlo, y hacer los gr´aficos respec-
tivos para las bolas abiertas en Ru y R2
u.
22. G
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12 Conjuntos con topolog´ıa
Dado un conjunto X es posible obtener una cantidad de subfamilias de
partes de X, de tal manera que ellas cumplan los requisitos de ser base
para alguna topolog´ıa. Cuando dos bases generen una misma topolog´ıa
las vamos a identificar, es decir, establecemos un criterio de ‘igualdad’
acomodado por nosotros para nuestros intereses. En otras palabras,
definimos una relaci´on de equivalencia y lo que llamamos equivalente
es esa ‘igualdad’ acomodada.
Definici´on 1.4. Sean X un conjunto y B1, B2 dos bases como en la
definici´on 1.2. Decimos que B1 ≡ B2 —son dos bases equivalentes—
si las topolog´ıas generadas son iguales, i. e., B1 = B2 .
Proposici´on 1.5. B1 ≡ B2 si y solo si dados B1 ∈ B1 y x ∈ B1 existe
B2 ∈ B2 tal que x ∈ B2 ⊆ B1, con lo cual B1 ⊆ B2 y viceversa.
Demostraci´on. Ejercicio.
El lector debe verificar que esta relaci´on es de equivalencia sobre el
conjunto de todas las posibles bases para un conjunto X fijo. As´ı que,
dada una topolog´ıa sobre X podemos escoger, de la clase de equivalencia
que representa esta topolog´ıa, el elemento base que mejor se acomode a
nuestro inter´es —can´onico—.
Dado un cubrimiento D de X, es posible crear la menor topolog´ıa sobre
X que tenga entre sus abiertos la colecci´on D. Para ello, creamos a
partir de esta colecci´on una base y luego generamos la topolog´ıa.
K
Teorema 1.6. Dado un cubrimiento D de X, existe una ´unica topolog´ıa
T para la cual los elementos de D son abiertos y cualquier otra topolog´ıa
H que contenga a D es m´as fina que T, esto es, T ⊆ H.
Demostraci´on. Definimos la colecci´on B como el conjunto de todas las
intersecciones finitas de elementos de D, es decir B ∈ B si B = n
i=1 Di
para Di ∈ D; B es una base de topolog´ıa y D ⊆ B.
Sea T = B . En otras palabras, un elemento U de T es aquel que
podemos expresar como una reuni´on de intersecciones finitas de ele-
mentos de D. Si H es una topolog´ıa para X tal que D ⊆ H , es claro
que todo elemento de T tambi´en es elemento de H por la definici´on de
topolog´ıa.
En general definimos una subbase de la manera siguiente.
23. G
.RUBIANO
1.2 Abiertos b´asicos (generaci´on de topolog´ıas) 13
Definici´on 1.7. Sea (X, T) un espacio. Una subbase para la topolog´ıa
T es una subcolecci´on D ⊆ T con la propiedad que la familia formada
por las intersecciones finitas de elementos de D es una base para T.
EJEMPLO 1.18
Los intervalos de la forma (a, →), (←, b) con a, b ∈ R forman una subbase
para la topolog´ıa usual. Generalice a la topolog´ıa del orden.
EJEMPLO 1.19
Para un conjunto X la colecci´on D = {X −{x} : x ∈ X} es una subbase
para la topolog´ıa de los cofinitos.
Ejercicios 1.2
1. (R2, verticales). Por cada x ∈ R sea Bx = {(x, y) : y ∈ R}.
Muestre que B = {Bx : x ∈ R} es base de una topolog´ıa para
R2 ¿C´omo son los abiertos?
2. (R2, triangulares). Dados a, b, c ∈ R, con a > 0, definimos la
regi´on comprendida entre dos rectas
Da,b,c = {(x, y) : y ≥ ax + b y y ≥ −ax + c} ⊆ R2
.
Sea D = {Da,b,c : a > 0, b, c ∈ R}. D es una colecci´on de regiones
triangulares infinitas. Muestre que D es base para una topolog´ıa.
3. Cuando tenemos un conjunto (X, ≤) totalmente ordenado y sin
elementos m´aximo ni m´ınimo, es posible definir otras topolog´ıas
diferentes de la usual para el orden. Consideremos las siguientes
familias de subconjuntos y verifiquemos que efectivamente se trata
de bases para nuevas topolog´ıas:
a) Bd = {x ↑= [x, →) : x ∈ X} genera la topolog´ıa Td de las
colas a derecha y cerradas, o topolog´ıa a derecha (ver ejemplo
1.15).
b) Bi = {x ↓= (←, x] : x ∈ X} genera la topolog´ıa Ti de las
colas a izquierda y cerradas. Al igual que la anterior, esta
topolog´ıa es de Alexandroff. Tambi´en se dice que la topolog´ıa
24. G
.RUBIANO
14 Conjuntos con topolog´ıa
b •
c •
Figura 1.2: Las regiones del ejercicio 2.
es generada por los inferiores x ↓ de cada elemento. En estos
dos casos no es necesario que el orden sea total, basta tener
una relaci´on de orden parcial en X.
Bi tambi´en genera los intervalos de la forma
(←, a) =
b<a
(←, b],
con lo cual es inmediato ver que Tai ≤ Ti.
c) Bad = {(x, →) : x ∈ X} genera la topolog´ıa Tad de las colas a
derecha y abiertas. En este caso es necesaria la no existencia
del m´ınimo.
d) Bai = {(←, x) : x ∈ X} genera la topolog´ıa Tai de las colas
a izquierda y abiertas. Necesitamos de la no existencia de
m´aximos.
e) B+ = {[x, y) : x, y ∈ X} genera la topolog´ıa T+ de los in-
tervalos semiabiertos a derecha. En el caso X = R, T+ es
25. G
.RUBIANO
1.2 Abiertos b´asicos (generaci´on de topolog´ıas) 15
llamada topolog´ıa de Sorgenfrey o del l´ımite inferior5.
B+ genera: (a, b) =
t>a
[t, b),
[a, →) =
a<b
[a, b),
(a, →) =
a<b
(a, b),
(←, b) =
a<b
(a, b).
5
Introducida por R. H. Sorgenfrey (1915-1996) en 1947 para los n´umeros reales,
es una fuente de ´utiles contraejemplos.
26. G
.RUBIANO
16 Conjuntos con topolog´ıa
f ) B− = {(x, y] : x, y ∈ X} genera la topolog´ıa T− de los inter-
valos semiabiertos a izquierda.
B− genera: (a, b) =
x<b
(a, x],
(←, a] =
b<a
(b, a],
(a, →) =
b<a
(a, b),
(←, b) =
a<b
(a, b).
Verifique el diagrama 1.3, el cual muestra la relaci´on de con-
tenencia entre estas topolog´ıas y dice qui´enes no son compa-
rables.
....................................................................................
................
......................................................................................................
................
....................................................................................
................
......................................................................................................
................
....................................................................................................
................
....................................................................................
................
....................................................................................
................
....................................................................................
................
....................................................................................
................
....................................................................................
................
Ji
J−
2X
J0
Jai Jad
J+
Jd
Figura 1.3: Contenencia entre topolog´ıas.
4. Sea B ⊆ ℘(X) un cubrimiento de X cerrado para las intersecciones
finitas —propiedad de la intersecci´on finita PIF—. Muestre que B
es base para una topolog´ıa en X.
5. Dado el intervalo unidad I = [0, 1] ⊆ R, consideremos el conjunto
X = Mor(I, I) = {f | f : I −→ I}.
Por cada S ⊆ I, definimos
BS = {f ∈ X : f(x) = 0, para cada x ∈ S}.
La colecci´on B = {BS}S⊆I es base para una topolog´ıa en X.
27. G
.RUBIANO
1.3 Vecindades 17
1.3. Vecindades
En la motivaci´on de este cap´ıtulo utilizamos el t´ermino ‘vecindad’ en
el contexto de los n´umeros reales; hagamos la generalizaci´on a espacios
topol´ogicos de acuerdo con la siguiente definici´on.
Definici´on 1.8. Sea (X, T) un espacio. Decimos que V ⊆ X es vecin-
dad6 de x ∈ X —la notamos Vx— si existe U ∈ T tal que x ∈ U ⊆ Vx.
Al conjunto de todas las vecindades del punto x lo notamos V(x).
................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................. .............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................
...................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................
Vx
x•
y
U
•
Figura 1.4: Propiedad 4 de la axiomatizaci´on de vecindad.
Proposici´on 1.9. Sean (X, T) un espacio y x ∈ X. El sistema V(x)
de vecindades de x ∈ X posee las siguientes propiedades:
1. Si V ∈ V(x) entonces x ∈ V .
2. Si V ∈ V(x) y V ⊆ W entonces W ∈ V(x).
3. Si V, W ∈ V(x) entonces V ∩ W ∈ V(x).
4. Para cada V ∈ V(x) existe U ∈ V(x) con U ⊆ V tal que V ∈ V(y)
para todo y ∈ U.
Demostraci´on. La demostraci´on se deja como ejercicio.
6
Fue el matem´atico alem´an Felix Hausdorff quien en 1.914 introdujo la noci´on
de espacio topol´ogico en Grunzuge der Mengenlehre, Leipzig, Veit and Co., 1914,
partiendo de una axiomatizaci´on del concepto de vecindad. Tambi´en trabaj´o en teor´ıa
de conjuntos e introdujo el concepto de conjunto parcialmente ordenado.
28. G
.RUBIANO
18 Conjuntos con topolog´ıa
En particular de 1, 2 y 3 podemos deducir que el sistema V(x) es un
filtro para cada x ∈ X —el concepto de filtro se define en el cap´ıtulo 5,
p´ag. 81—. Una manera informal de describir la propiedad 4 es decir que
Una vecindad de un punto x es tambi´en vecindad de los puntos sufi-
cientemente cercanos a x.
El siguiente teorema es interesante porque compara la axiomati-
zaci´on de Hausdorff con la dada por N. Bourbaki7 un cuarto de siglo
m´as tarde, la cual es nuestra definici´on inicial de topolog´ıa.
Felix Hausdorff
Teorema 1.10. Sea X un conjunto. Supongamos que a cada x ∈ X se
le asigna un conjunto V(x) no vac´ıo de subconjuntos de X que cumple
1, 2, 3 y 4 de la proposici´on 1.9; entonces existe una ´unica topolog´ıa T
para X tal que para cada x ∈ X la colecci´on V(x) es precisamente el
sistema de vecindades de x en el espacio (X, T).
Demostraci´on. Definimos U ∈ T si para cada x ∈ U se tiene que U ∈
V(x) —U es vecindad de cada uno de sus puntos—. Veamos que en efecto
T es una topolog´ıa. Por vacuidad, vac´ıo est´a en T. Por hip´otesis, V(x) es
7
Un grupo de matem´aticos, en su mayor´ıa franceses, quienes bajo este seud´onimo
comenzaron a reunirse en 1930 con la intenci´on de escribir de una manera unificada
la matem´atica existente.
29. G
.RUBIANO
1.3 Vecindades 19
diferente de vac´ıo para x ∈ X, y por tanto X ∈ V(x). Dado x ∈ U ∩ V
donde U, V ∈ T, tenemos U ∩ V ∈ V(x) ya que U, V ∈ V(x). Dada {Ui},
(i ∈ I) una familia en T y x ∈ U = {Ui : i ∈ I}, existe i ∈ I tal que
x ∈ Ui, y como Ui ∈ V(x), por la propiedad 2 tenemos U ∈ V(x).
Veamos ahora que V(x) = W(x) donde W(x) es el sistema de vecin-
dades de x en (X, T). Si Vx es una vecindad de x, existe U ∈ T tal que
x ∈ U ⊆ Vx. Como U ∈ T, significa que U ∈ V(x) y as´ı Vx ∈ V(x).
Mostremos finalmente que V(x) ⊆ W(x). Dada V ∈ V(x), definimos
U = {y ∈ V : V ∈ V(y)}; claramente x ∈ U ⊆ V , as´ı que solo resta
mirar que U ∈ T. Por definici´on, si y ∈ U entonces V ∈ V(y) y por
4 existe W en V(y) tal que V ∈ V(z) para cada z ∈ W, con lo cual
W ⊆ U, y por 2, U est´a en V(y), pero como esto se tiene para cada
y ∈ U, entonces U ∈ T por la definici´on de T.
Es un ejercicio verificar que la topolog´ıa T es ´unica.
Definici´on 1.11. En un espacio (X, T) un SFV sistema fundamental
de vecindades para un punto x ∈ X, es una familia W = {Wi}i
de vecindades de x, tal que para cada vecindad Vx existe una Wi con
Wi ⊆ Vx.
Los elementos de un SFV son suficientemente finos para estar dentro
de cada vecindad.
Definici´on 1.12. Un espacio (X, T) se dice T1 si dado cualquier par de
puntos x, y ∈ X existen Vx, Vy tales que y /∈ Vx y x /∈ Vy.
Definici´on 1.13. Un espacio (X,T) se llama espacio de Hausdorff,
T2, o separado, si dado cualquier par de puntos x, y ∈ X existen vecin-
dades Vx, Vy con Vx ∩ Vy = ∅. Es decir, podemos separar los puntos por
medio de vecindades disyuntas.
El nombre de Hausdorff para esta propiedad se debe al hecho de
haber sido F. Hausdorff8 qui´en la introdujo como un axioma adicional
a los de la proposici´on 1.9.
8
F. Hausdorff (1868-1962) creci´o en la ciudad de Leipzig, Alemania, se gradu´o de
la Universidad de Leipzig y fue docente all´ı hasta 1910. Comenz´o su carrera de genial
matem´atico como un astr´onomo. Por su inmenso aporte es considerado como uno de
los padres de la topolog´ıa. Tambi´en escribi´o poes´ıa y filosof´ıa. En 1942 prefiri´o cometer
suicidio (junto con su esposa) antes que ser deportado a un campo de concentraci´on
nazi.
30. G
.RUBIANO
20 Conjuntos con topolog´ıa
EJEMPLO 1.20
En (X, discreta) el conjunto W(x) = {{x}} es un SFV de x. En Ru el
conjunto W(x) = {(x − 1
n , x + 1
n)}n∈N es un SFV de x ∈ R.
Ejercicios 1.3
1. Muestre que en un espacio X, U ⊆ X es abierto si y solo si es
vecindad de cada uno de sus puntos.
2. Muestre que en un espacio T1 los conjuntos unitarios {x} son cer-
rados.
3. ¿Cu´ales espacios de los que hemos definido son T1?
4. ¿Cu´ales de los espacios topol´ogicos que hemos definido son Haus-
dorff?
5. B = {(a, b) : b − a ≤ 1} es base para la topolog´ıa usual de R.
6. ¿En (R2, verticales) qui´enes forman a V((0, 0))?
7. Muestre la unicidad en el teorema 1.10.
8. Sea (X, T) un espacio. Muestre que la topolog´ıa T es de Alexandroff
o A–topolog´ıa si y solo si cada punto x ∈ X posee una vecindad
Ax m´ınima, i. e., Ax est´a contenida en cualquier otra Vx.
9. Muestre que toda topolog´ıa finita es de Alexandroff.
10. Lexicogr´afico. En R2 definamos el orden lexicogr´afico de la man-
era siguiente: (a, b) < (c, d) si a < c, o para el caso en que a = c
tenemos b < d. Los intervalos abiertos y acotados ((a, b), (c, d)) en
este espacio, resultan ser rect´angulos infinitos hacia arriba y hacia
abajo, con parte de los lados verticales incluidos, seg´un sea el caso
(ver figura).
Luego un abierto para la topolog´ıa generada ser´a todo lo que logre-
mos expresar como uni´on de estos elementos b´asicos. N´otese que
esta definici´on puede extenderse a Rn y coincide con la manera
como ordenamos un diccionario.
31. G
.RUBIANO
1.3 Vecindades 21
a c
b
d
a) Dibuje al menos tres vecindades del
punto (0, 0) para la topolog´ıa in-
ducida por este orden.
b) ¿C´omo es geom´etricamente el in-
tervalo ((0, 0), (2, 3))?
c) ¿Qu´e relaci´on existe entre la topo-
log´ıa usual y la topolog´ıa de orden
asociada al lexicogr´afico?
d) ¿C´omo puede usted generalizar es-
ta topolog´ıa a cualquier conjunto
ordenado?
e) Trate de observar c´omo es esta topo-
log´ıa si el conjunto X es el cuadra-
do unidad I × I.
11. Muestre que B = {((a, b), (a, c)) : b < c} es tambi´en una base para
la topolog´ıa del orden lexicogr´afico.
12. La topolog´ıa del orden para N es la topolog´ıa discreta.
13. La topolog´ıa del orden para N × N con el orden lexicogr´afico no es
la topolog´ıa discreta.
14. La topolog´ıa del orden para Z × Z con el orden lexicogr´afico es la
topolog´ıa discreta.
15. Sea X un conjunto. En los siguientes numerales definimos para
cada x ∈ X un conjunto V(x). ¿En qu´e casos la colecci´on de las
V(x) constituye un sistema de vecindades? ¿Cu´al es la topolog´ıa
generada por este sistema?
a) V(x) = {A ⊆ X : x ∈ A}.
b) V(x) = {{x}}.
c) V(x) = {X}.
d) Sea X = N ∪ {ω} donde ω /∈ N. Por cada n ∈ N definamos
1) V(n) = {A ⊆ X : n ∈ A},
2) V(ω) = {A ⊆ X : ω ∈ A y Ac es finito}.
e) Sea X = (N × N) ∪ {ω} donde ω /∈ N × N. Por cada (m, n) ∈
N × N definamos:
32. G
.RUBIANO
22 Conjuntos con topolog´ıa
1) V((m, n)) = {A ⊆ X : (m, n) ∈ A},
2) V(ω) = {A ⊆ X : ω ∈ A, donde A contiene casi todos los
puntos de casi todas las filas}.
En otras palabras, a cualquier fila le pueden faltar finitos
n´umeros, y solo a un n´umero finito de filas le pueden faltar
infinitos n´umeros. La fila k-´esima es por definici´on el subcon-
junto N×{k} la cual notamos Nk. A ∈ V(ω) si ω ∈ A y existe
m ∈ N tal que Nk − A es finito para todo m < k.
La topolog´ıa generada es la de Arens-Fort9: un abierto con-
tiene a ω si ´unicamente un n´umero finito de filas contienen
‘huecos significativos’. Revise el ejemplo 1.10.
1.4. Nuevos ejemplos: subespacios de un espacio
Esta secci´on presenta una ‘m´aquina’ de construcci´on para nuevos
espacios a partir de espacios ya conocidos.
Dados un espacio (X, T) y A ⊆ X, A hereda una estructura topol´ogi-
ca TA de manera natural con respecto a T.
Proposici´on 1.14. Sean (X, T) un espacio y A ⊆ X. La colecci´on
TA := {U ∩ A | U ∈ T}
es una topolog´ıa sobre A.
TA se llama la topolog´ıa de subespacio inducida sobre A o la
topolog´ıa asociada al subespacio A.
Demostraci´on. Claramente ∅ = ∅∩A y A = X ∩A son elementos de TA.
Si M, N ∈ TA entonces M = U ∩ A, N = V ∩ A para U, V ∈ T, con lo
cual (U ∩ A) ∩ (V ∩ A) = (U ∩ V ) ∩ A, y como U ∩ V ∈ T, tenemos que
M ∩ N ∈ TA. Por inducci´on esto es v´alido para cualquier intersecci´on
finita de elementos de TA.
Si {Mi}, (i ∈ I) es una familia de elementos de TA, cada Mi = Vi ∩A
para un Vi ∈ T. As´ı que M = ∪i∈IMi = ∪i∈I(Vi ∩ A) = A ∩ (∪i∈IVi), y
como ∪i∈IVi ∈ T, tenemos M ∈ TA.
9
Marion K. Fort, Jr. (1921-1964) matem´atico estadounidense. Los espacios Fort y
Arens-Fort son llamados en su honor.
33. G
.RUBIANO
1.4 Nuevos ejemplos: subespacios de un espacio 23
Los abiertos en A se obtienen de interceptar los de X con A.
EJEMPLO 1.21
1. Sea X = R2
u. Entonces cualquier subconjunto del plano puede ser
visto como un espacio topol´ogico. En particular las figuras de la
geometr´ıa, como circunferencias, discos, pol´ıgonos, etc., pueden ser
ahora vistas como espacios.
Examinemos el caso de la recta real R = {(x, 0) : x ∈ R} ⊆ R2.
La topolog´ıa de subespacio es la topolog´ıa usual de R. En efecto,
dado M abierto de R, M = R ∩ V para V abierto de R2. Luego
V = ∪i∈IBi, donde cada Bi es una bola abierta; entonces
M = R ∩ (∪i∈IBi) = ∪i∈I(R ∩ Bi)
y cada R ∩ Bi es un intervalo abierto o el ∅, luego M es reuni´on
de intervalos abiertos, i. e., M es abierto de la topolog´ıa usual.
2. Lo mismo sucede en R3 y Rn con la topolog´ıa usual, cuando consid-
eramos alguno de sus subconjuntos. Por ejemplo, al dar topolog´ıa
a las esferas Sn.
La siguiente proposici´on dice c´omo obtener una base para la topolog´ıa
inducida sobre A ⊆ X a partir de una base para la topolog´ıa en X.
Proposici´on 1.15. Si B = {Bi}i∈I es una base para (X, T) entonces
D = {Bi ∩ A : Bi ∈ B} es una base de TA.
Demostraci´on. Veamos que tenemos un cubrimiento. Si x ∈ A entonces
x ∈ Bi para alg´un i y por tanto x ∈ Bi ∩ A. De otra parte, si x ∈
(Bi ∩ A) ∩ (Bj ∩ A), existe Bk ⊆ Bi ∩ Bj lo que implica x ∈ (Bk ∩ A) ⊆
(Bi ∩ A) ∩ (Bj ∩ A).
34. G
.RUBIANO
24 Conjuntos con topolog´ıa
Un subconjunto abierto en (A, TA) no tiene por qu´e serlo en (X, T).
Un subespacio A ⊆ X cuya topolog´ıa de subespacio es la discreta se
llama subespacio discreto de X. Esto es equivalente a decir que para
cada punto a ∈ A existe un subconjunto abierto en X cuya intersecci´on
con A es solo el punto a.
EJEMPLO 1.22
En Ru, la topolog´ıa inducida sobre los enteros es la discreta; {n} es
ahora abierto en Z, pero no lo era en R. Por tanto, debemos tener cierta
discreci´on cuando hablamos de abiertos en el contexto de espacios o
subespacios.
As´ı, Z es un subespacio discreto de R, mientras que Q pareciera que
tambi´en lo es ya que entre cada par de racionales existe un n´umero
irracional; sin embargo, no lo es; de hecho, este subespacio es un ejemplo
de un espacio con propiedades interesantes.
EJEMPLO 1.23
Sea A = [0, 2] ∪ [3, 7) subconjunto de R y consideremos la topolog´ıa
inducida de Ru. El subconjunto [3, 7) es abierto en TA pero no lo es en
Ru.
EJEMPLO 1.24
Si B = { 1
n : n ≥ 1}, la topolog´ıa inducida de Ru es la discreta. Si
agregamos a B el punto 0 ya no obtenemos la discreta.
EJEMPLO 1.25
En R3
u consideremos el siguiente subconjunto T llamado el toro (ver fig.
1.6). Dados a > b, dos reales positivos, T est´a formado por todas las
triplas de la forma
((a + b · cosφ)cosθ, (a + b · cosφ)senθ, b · senφ)
cuando φ, θ var´ıan en el intervalo [0, 2π].
N´otese que la parte
(a + b · cosφ, b · senφ) = (x(φ), y(φ))
35. G
.RUBIANO
1.4 Nuevos ejemplos: subespacios de un espacio 25
parametriza la circunferencia centrada en (a, 0) y radio b y enseguida lo
que hacemos es rotar esta circunferencia en torno al eje z, por medio de la
ecuaci´on (x(φ)cosθ, x(φ)senθ, y(φ)), la cual da una vuelta de radio x(φ)
para cada φ. Los elementos de la base para la topolog´ıa de T inducida
por la usual de R3, ser´an las intersecciones de las esferas sin borde de
R3 con T (ver fig. 1.6).
Figura 1.5: Parametrizaciones interrumpidas para θ y para φ respectivamente.
Figura 1.6: Un abierto b´asico del toro.
EJEMPLO 1.26
Sea M3×3 o M3(R) el conjunto de todas las matrices reales de tama˜no
3×3. Usando las 9 entradas (ai,j) en cada matriz como coordenadas para
un vector, podemos identificar M3×3 con R9. El subconjunto GL(3, R) ⊆
R9 de las matrices invertibles es un espacio con la topolog´ıa de subespacio
(ver ejemplo 2.7).
36. G
.RUBIANO
26 Conjuntos con topolog´ıa
EJEMPLO 1.27
Aunque en R la topolog´ıa inducida por el orden usual coincide con la
topolog´ıa usual, esto no sucede para los subespacios.
El conjunto A = (5, 7) ∪ [8, 10) tiene el orden ≤ usual de los n´umeros
y la topolog´ıa T≤ inducida por este orden es diferente a la topolog´ıa
‘usual’ TA inducida del orden usual de R. Por ejemplo, [8, 9) = (7, 9)∩A
es un abierto en la ‘usual’, pero no lo es en la inducida por el orden
de A porque no corresponde a ning´un ‘intervalo’ de A, pues no existe
8 ∈ (a, b) ⊆ [8, 9).
EJEMPLO 1.28
Sobre el cuadrado A = I × I = [0, 1] × [0, 1] podemos considerar y
comparar tres topolog´ıas:
La topolog´ıa TI×I inducida por la usual de R2.
La topolog´ıa T¢ inducida por su orden ¢ lexicogr´afico.
La topolog´ıa T¢
I×I inducida del espacio (R2, T¢) donde T¢ es la
inducida por el orden ¢ lexicogr´afico de R2.
(a) (b)
p
•
p
•
Figura 1.7: (a) un abierto en T¢
I×I, (b) un abierto en T¢.
Estudie la contenencia entre estas tres topolog´ıas (ver fig. 1.7).
37. G
.RUBIANO
1.4 Nuevos ejemplos: subespacios de un espacio 27
Los anteriores ejemplos motivan la siguiente pregunta: ¿cu´ando los
abiertos de un subespacio son tambi´en abiertos para el espacio?
Proposici´on 1.16. Sean (X, T) un espacio y A ⊆ X. Entonces TA ⊆ T
si y solo si A es abierto.
Demostraci´on. Sea M ∈ TA es decir M = V ∩ A donde V ∈ T. Como
A ∈ T tenemos V ∩ A ∈ T.
Ejercicios 1.4
1. ¿C´omo es la topolog´ıa de subespacio para S1 ⊆ R2?
2. En (R2, verticales), p´ag. 13 ej. 1, ¿c´omo son las topolog´ıas induci-
das sobre R × {0} y {0} × R?
3. En Ru ¿c´omo son las topolog´ıas heredadas para Q y para A =
{1/n | n ∈ N} ∪ {0}?
4. En (R2, lexicogr´afico) ¿c´omo es la topolog´ıa inducida sobre la recta
real y sobre I × I?
5. Sean (X, T) un espacio y A ⊆ X. Muestre que F ⊆ A es cerrado
en (A, TA) si y solo si F es la intersecci´on de A con un subconjunto
cerrado de X.
6. En X = {1, 2} × N con el lexicogr´afico, todo unitario es abierto
excepto uno; ¿de qu´e punto se trata?
7. Y ⊆ (X, ≤) se dice convexo si para todo a, b ∈ Y con a < b el
intervalo (a, b) ⊆ Y . Muestre que en este caso las topolog´ıas T¢
Y y
TY
¢ coinciden (ver ejemplo 1.28).
38. G
.RUBIANO
2 Espacios m´etricos
En este cap´ıtulo vemos los espacios m´etricos como una clase par-
ticular de espacios topol´ogicos. Por supuesto que los espacios m´etri-
cos, en s´ı mismos, son extremadamente importantes y dentro de la
matem´atica merecen su propio espacio y por supuesto su propio tex-
to. La presentaci´on que aqu´ı hacemos es con la finalidad de prepararnos
—motivarnos, dar ejemplos— para las futuras definiciones en topolog´ıa
concernientes a las nociones de cercan´ıa y l´ımite, pero no pretendemos
hacer una exposici´on tan siquiera incompleta.
Estos espacios —el concepto— fueron introducidos por el matem´atico
franc´es Maurice Ren´e Fr´echet (1878–1973) en 1906 y constituyeron uno
de los pasos decisivos en la creaci´on de la Topolog´ıa general. Se trataba
de definir el concepto de ‘distancia’ de la manera m´as general posible
para objetos matem´aticos de naturaleza no espec´ıfica —no necesaria-
mente puntos de Rn, curvas o funciones—. Con tan pocas condiciones
(ver siguiente definici´on) Fr´echet pudo introducir de nuevo todas las
nociones topol´ogicas introducidas hasta ese entonces para Rn, esto es,
l´ımites, continuidad, vecindades para un punto, conjuntos abiertos, con-
juntos cerrados, puntos de acumulaci´on, compacidad, conexidad, etc.
2.1. M´etrica
Definici´on 2.1. Una m´etrica d para un conjunto X es una funci´on
d : X × X −→ R≥0 = [0, ∞) —toma valores en los n´umeros reales
positivos— que satisface las siguientes condiciones para todo x, y, z ∈ X:
1. d(x, y) = 0 si y solo si x = y,
2. d(x, y) = d(y, x),
28
39. G
.RUBIANO
2.1 M´etrica 29
3. d(x, y) ≤ d(x, z) + d(z, y).
El n´umero d(x, y) se llama la distancia entre x y y. El par (X, d) se llama
un espacio m´etrico.
La desigualdad en 3, llamada la desigualdad triangular, nos re-
cuerda el hecho de que la distancia m´as corta entre dos puntos es la
que se toma directamente entre ellos —claro que el sentido del t´ermino
distancia es algo que nosotros hemos definido por medio de d, a nuestro
antojo—.
Una consecuencia inmediata de 3 es
|d(x, y) − d(z, y)| ≤ d(x, z) (2.1)
puesto que d(x, y) ≤ d(x, z) + d(z, y) implica d(x, y) − d(z, y) ≤ d(x, z)
e, intercambiando el papel de x por el de z, tenemos d(z, y) − d(x, y) ≤
d(z, x), con lo cual
−d(x, z) ≤ d(x, y) − d(z, y) ≤ d(x, z). (2.2)
Dados (X, d), x ∈ X y > 0, el conjunto de puntos y tales que d(x, y) <
lo llamamos la bola abierta B (x). (Ver definici´on 2.8).
EJEMPLO 2.1
El conjunto R de los n´umeros reales, con la funci´on d(x, y) = |x − y| es
un espacio m´etrico. Este ejemplo incluye su curso de c´alculo I en este
texto.
La desigualdad triangular es en este caso |x − y| ≤ |x − z| + |z − y|.
Al reemplazar a = x − z, b = z − y tenemos la cl´asica desigualdad
|a + b| ≤ |a| + |b|.
EJEMPLO 2.2
Sea X el conjunto de pueblos en un mapa vial escogido; si definimos
d(x, y) como la longitud del camino m´as corto entre todas las rutas que
comunican a x con y, tenemos que d es una m´etrica.
40. G
.RUBIANO
30 Espacios m´etricos
EJEMPLO 2.3
M´etrica discreta. Si X es un conjunto cualquiera, la m´etrica discreta
se define como: para x, y ∈ X
d(x, y) :=
1 si x = y,
0 si x = y.
EJEMPLO 2.4
Dados x = (x1, x2, . . . , xn), y = (y1, y2, . . . , yn) dos puntos en Rn defin-
imos
d2(x, y) = |x−y| = ((x1 −y1)2
+(x2 −y2)2
+· · ·+(xn −yn)2
)1/2
. (2.3)
Esta m´etrica se llama distancia euclidiana —la manera de medir usu-
al—. Para verificar la desigualdad triangular basta recordar las desigual-
dades de:
Minkowski,
n
i=1
(xi + yi)2
1
2
≤
n
i=1
xi
2
1
2
+
n
i=1
yi
2
1
2
(2.4)
Bunjakovski-Cauchy-Schwartz,
n
i=1
|xiyi| ≤
n
i=1
xi
2
1
2 n
i=1
yi
2
1
2
(2.5)
Para obtener la desigualdad triangular, aplicamos la desigualdad de
Minkowski:
d(x, y) + d(y, z) = |x − y| + |y − z|
≥ |(x − y) + (y − z)| = |x − z|
= d(x, z).
Podemos generalizar del ejemplo anterior y definir una m´etrica dp en Rn
para cada n´umero real p ≥ 1 —no necesariamente p = 2, i. e., tenemos
una colecci´on infinita de m´etricas— (ver fig. 2.4).
41. G
.RUBIANO
2.1 M´etrica 31
dp(x, y) :=
n
i=1
|xi − yi|p
1
p
, p ≥ 1, (x, y ∈ Rn
).
El espacio m´etrico resultante es notado por algunos autores como ln
p ,
de suerte que para el caso p = 2, que es la manera usual de medir en
Rn, notamos ln
2 .
EJEMPLO 2.5
El espacio l∞ de todas las sucesiones acotadas. Sea l∞ el conjunto
de todas las sucesiones acotadas de n´umeros reales, i. e., las sucesiones
x = (x1, x2, ...) = (xn) tales que supn |xn| < ∞. Si x = (xn), y = (yn) ∈
l∞, definimos la m´etrica
d∞(x, y) = sup
n
|xn − yn|.
Verifiquemos la desigualdad triangular. Si z = (zn) ∈ l∞, entonces
|xn − yn| ≤ |xn − zn| + |zn − yn|
≤ sup
n
|xn − zn| + sup
n
|zn − yn|
= d∞(x, y) + d∞(y, z).
Por tanto,
d∞(x, y) = sup
n
|xn − yn| ≤ d∞(x, z) + d∞(z, y).
EJEMPLO 2.6
Sea C([0, 1], R) el conjunto de todas las funciones continuas de [0, 1] en
R, y definamos la m´etrica d2 como
d2(f, g) =
1
0
(f(x) − g(x))2
dx
1
2
.
Si tomamos el conjunto de todas las funciones, no necesariamente con-
tinuas, la f´ormula anterior no define una m´etrica ¿por qu´e?. K
42. G
.RUBIANO
32 Espacios m´etricos
EJEMPLO 2.7
Grupo lineal general GLn o GL(n, R). Denotemos por Mn(R) el con-
junto de las matrices de tama˜no n × n con entradas en R (ver ejemplo
1.26).
Si cada matriz A = (aij) se identifica con el punto
(a11, . . . , a1n, a21, . . . , a2n, . . . , an1, . . . , ann) ∈ Rn2
entonces GL(n, R) queda identificado con Rn2
y por tanto lo podemos
ver como un espacio m´etrico.
Una matriz A es invertible (multiplicaci´on) si existe una matriz B
tal que AB = I = BA (donde I es la matriz identidad) o de manera
equivalente Det(A) = 0 (determinante distinto de cero).
En Mn(R) se distingue el subconjunto GL(n, R) o GLn(R) de las
matrices invertibles. Por su sigla lo llamamos grupo lineal general.
Recordemos que At denota la transpuesta de A, donde las filas de
At son las columnas de A, esto es, (At)ij = Aji. Cada matriz define una
funci´on A : Rn → Rn como A(x) = Ax.
Una matriz A se llama ortogonal si es invertible con A−1 = At, i.
e., AAt = I.
EJEMPLO 2.8
On o O(n, R). El subconjunto On ⊆ GLn de las matrices ortogonales,
se llama grupo ortogonal y corresponde a las transformaciones lineales
de Rn que preservan la longitud de los vectores, o de manera equivalente
a las isometr´ıas de Rn que fijan el origen.
Si A ∈ On, entonces det(A) ∈ {1, −1} puesto que
det(A)2
= det(A)det(At
) = det(AAt
) = det(I) = 1.
EJEMPLO 2.9
El subconjunto SOn ⊆ On de las matrices A ∈ On con det(A) = 1
se llama grupo ortogonal especial y corresponde a las matrices que
tienen determinante 1 y cuya inversa corresponde a su transpuesta. Este
subconjunto coincide con las rotaciones de Rn alrededor del origen.
43. G
.RUBIANO
2.1 M´etrica 33
Para el caso 2–dimensional n = 2 tenemos SO2. Dado un ´angulo θ
definimos las matrices
Rθ =
cos θ −sen θ
sen θ cos θ
Sθ =
cos θ sen θ
sen θ −cos θ
.
Estas matrices son ortogonales y det(Rθ) = 1, det(Sθ) = −1. Por
tanto Rθ ∈ SO2 y Sθ ∈ O2 − SO2. Pero mucho m´as, cualquier matriz
A ∈ SO2 es de la forma Rθ para alg´un θ y cualquier matriz A ∈ O2−SO2
es de la forma Sθ para alg´un θ.
Rθ representa una rotaci´on de medida θ en sentido contrario a las
manecillas del reloj.
Sθ representa una reflexi´on por la l´ınea que pasa por el origen en
´angulo θ/2 con respecto al eje x.
Una isometr´ıa de Rn es una funci´on f : Rn → Rn de la forma
f(x) = Ax + a para alguna matriz ortogonal A ∈ On y alg´un vector a ∈
Rn. Denotamos por Isomn el conjunto de tales funciones. Como lo indica
su nombre, una isometr´ıa f preserva distancias, esto es, d(f(x), f(y)) =
d(x, y) para todo x, y ∈ Rn. De manera rec´ıproca, para cualquier funci´on
f : Rn → Rn que preserva distancias existen A ∈ On y a ∈ Rn tal que
f(x) = Ax + a para todo x ∈ Rn.
Ejercicios 2.1
1. Dados (X, d),(Y, m) dos espacios m´etricos muestre que para
x = (x1, y1), y = (x2, y2) con x, y ∈ X × Y las siguientes fun-
ciones definen m´etricas sobre X × Y :
a)
d2(x, y) := (d(x1, x2)2
+ m(y1, y2)2
)
1
2 . (2.6)
Sugerencia: para la desigualdad triangular ap´oyese en la sigu-
iente desigualdad: Si a, b, c, x,y, z son n´umeros reales no neg-
ativos con a ≤ b + c, x ≤ y + z, entonces (a2 + x2)1/2 ≤
(b2 + y2)1/2 + (c2 + z2)1/2.
b)
d∞(x, y) := m´ax {d(x1, x2), m(y1, y2)}. (2.7)
44. G
.RUBIANO
34 Espacios m´etricos
c)
d(x, y) := d(x1, x2) + m(y1, y2). (2.8)
2. Generalice las m´etricas del ejemplo anterior para un producto fini-
to de espacios m´etricos.
3. La m´etrica del mensajero. En el espacio euclidiano R2, defini-
mos la m´etrica m del mensajero como m(p, q) := d2(0, p)+d2(0, q)
donde 0 = (0, 0), p, q ∈ R2. Si p = q definimos m(p, q) = 0.
El mensajero reparte en p, vuelve a la oficina en 0 y sale nueva-
mente a repartir en q (figura 2.1). ¿C´omo es B1(p), i.e., qu´e puntos
pertenecen a esta bola?
p
q
•
•
•
Figura 2.1: La m´etrica del mensajero.
4. Sea X un conjunto no vac´ıo. En XN definimos d, la m´etrica
primeriza o de Baire como: dadas dos sucesiones x = (x1, x2, . . .),
y = (y1, y2, . . .) en X,
d(x, y) := 1/k, si xn = yn para todo n < k y xk = yk.
Es decir, k es la coordenada donde por primera vez las dos suce-
siones difieren. Si xn = yn para todo n ∈ N, definimos d(x, y) = 0.
Muestre que (XN, d) es un espacio m´etrico.
En el caso en que X = N obtenemos la colecci´on de todas las sucesiones
de n´umeros naturales (el cual tiene la misma cardinalidad que R) y,
como curiosidad, este espacio no es m´as que otra manera de describir
al conjunto de los n´umeros irracionales v´ıa ‘fracciones continuas’.
5. De acuerdo con el ejercicio anterior, el conjunto {0, 1}N de todas las
cuerdas o palabras infinitas formadas con el alfabeto {0, 1} es un
45. G
.RUBIANO
2.1 M´etrica 35
espacio m´etrico. La distancia est´a dada en t´erminos de la longitud
k del primer prefijo que comparten.
Algunos autores prefieren tomar para este caso concreto {0, 1}N la
distancia d(x, y) :=
1
2k
.
Veamos la desigualdad triangular para esta nueva m´etrica. Sean
a, b, c sucesiones y mostremos que
d(a, b) ≤ max{d(a, c), d(c, b)}.
Sea k la longitud del mayor prefijo com´un entre a y c, y sea m la
longitud del mayor prefijo com´un entre c y b. Si n = m´ın{k, m},
sabemos que las primeras n letras de a coinciden con las primeras
n letras de c; y que las primeras n letras de c coinciden con las
primeras n letras de b. As´ı, las primeras n letras de a coinciden
con las primeras n letras de b. Luego, el prefijo com´un entre a y
b tiene longitud al menos n.
Por tanto,
d(a, b) ≤ (1/2)n
= (1/2)m´ın{k,m}
(2.9)
= m´ax{(1/2)k
, (1/2)m
} (2.10)
= m´ax{d(a, c), d(c, b)}. (2.11)
Esta ´ultima ultra–desigualdad implica la desigualdad triangular ya
que
m´ax{d(a, c), d(c, b)} ≤ d(a, c) + d(c, b).
6. Un espacio ultram´etrico X es un espacio m´etrico (X, d) en el
cual la m´etrica d satisface la ultra-desigualdad triangular:
d(x, z) ≤ m´ax{d(x, y), d(y, z)}.
a) Muestre que los dos ejercicios anteriores son ejemplos de es-
pacios ultram´etricos.
b) En un espacio ultram´etrico cualquier punto de una bola (ver
definici´on 2.8) puede ser su centro, i. e., si y ∈ Bε(x) entonces
Bε(x) = Bε(y). Deduzca que dos bolas abiertas no disyuntas
son comparables por la inclusi´on.
c) Una bola cerrada es un conjunto abierto. K
d) Una bola abierta es un conjunto cerrado.
46. G
.RUBIANO
36 Espacios m´etricos
7. Sean (X, d) un espacio m´etrico y A ⊆ X. Muestre que la funci´on
d restringida a A × A define una m´etrica dA para A. Al espacio
(A, dA) lo llamamos subespacio m´etrico.
8. En X = ℘(N) defina d(A, B) = 0 si A = B, de lo contrario defina
d(A, B) =
1
k
donde k = m´ın{n : n ∈ (A ∪ B) − (A ∩ B)}.
Sugerencia: d(A, B) <
1
m
si y solo si A ∩ [1, m] = B ∩ [1, m].
2.2. Espacios unitarios o euclidianos
Recordemos que los espacios euclidianos Rn con la suma usual de
vectores y el producto por escalar no son m´as que elementos can´onicos
de espacios vectoriales normados de dimensi´on finita.
Definici´on 2.2. Un espacio vectorial —lineal— real es un conjunto
V no vac´ıo —los elementos de V se llaman vectores— sobre el cual
est´a definida una operaci´on binaria + llamada la adici´on de vectores, y
una multiplicaci´on escalar —multiplicaci´on de un vector por un n´umero
real— que satisfacen las siguientes propiedades: para x, y, z ∈ V y α, β ∈
R tenemos
1. x + y = y + x.
2. x + (y + z) = (x + y) + z
3. Existe un ´unico 0 ∈ V —llamado el elemento cero— tal que x+0 =
x para todo x.
4. A cada x corresponde un ´unico elemento −x ∈ V —llamado el
inverso aditivo de x— tal que x + (−x) = 0.
Hasta aqu´ı, de 1, 2, 3 y 4 tenemos una estructura de grupo.
5. α(βx) = (αβ)x.
6. (α + β)x = αx + βx.
7. α(x + y) = αx + αy.
47. G
.RUBIANO
2.2 Espacios unitarios o euclidianos 37
8. 1x = x.
Definici´on 2.3. Sea X un espacio vectorial real. Una norma para X es
una funci´on : X −→ [0, ∞) que a cada vector x le asocia el n´umero
real positivo x con las siguientes propiedades:
1. x = 0 si y solo si x = 0 —el vector m´odulo—.
2. λx = |λ| x , para todo x ∈ X, λ ∈ R —homogeneidad absoluta–
.
3. x + y ≤ x + y , para x, y ∈ X —subaditiva o triangular—.
Al par (X, ) lo llamamos espacio —vectorial— normado.
Como consecuencia de la subaditividad 3 tenemos
x − y ≤ x − y ,
al tomar
x = x − y + y ≤ x − y + y
y = y − x + x ≤ y − x + x
con lo cual
− x − y ≤ x − y ≤ x − y .
Teorema 2.4. Si (X, ) es un espacio vectorial normado, la f´ormula
d(x, y) := y − x
define una m´etrica para X.
Demostraci´on. 1, 2 y 3 de la definici´on de m´etrica son inmediatas. Para
la desigualdad triangular notemos que
d(x, y) + d(y, z) = y − x + z − y
≥ (y − x) + (z − y) = z − x = d(x, z).
Decimos que la m´etrica es inducida por una norma.
48. G
.RUBIANO
38 Espacios m´etricos
Cada espacio normado es de manera intr´ınseca un espacio m´etrico.
Esta m´etrica es invariante por traslaciones, i. e.,
d(x, y) = d(a + a, y + a) para todo vector x, y, a.
Por geometr´ıa, los vectores de Rn tambi´en poseen un producto escalar
o punto; es decir, no son m´as que ejemplos de espacios vectoriales con
producto interior.
Definici´on 2.5. Un producto interior —o un producto escalar— para
un espacio vectorial real X es una funci´on , : X × X −→ R que a
cada par (x, y) le asocia el n´umero real x, y y satisface:
1. x, x ≥ 0, y x, x = 0 si y solo si x = 0 —definido positivo—.
2. x, y = y, x —simetr´ıa—.
3. λx + µy, z = λ x, z + µ y, z , para x, y, z ∈ X, λ, µ ∈ R.
Al par (X, , ) lo llamamos espacio unitario o euclidiano o espacio
pre-Hilbert.
Teorema 2.6. Sea (X, , ) un espacio unitario. La f´ormula
x := x, x
define una norma para X.
Demostraci´on. Para la demostraci´on basta verificar las siguientes dos
desigualdades cl´asicas (Bunjakovski-Cauchy-Schwartz)
| x, y |2
≤ x, x y, y , (2.12)
| x, y | ≤ x y . (2.13)
Decimos en este caso que la norma es inducida por el producto interior.
EJEMPLO 2.10
En Rn veamos las siguientes normas y sus respectivas m´etricas inducidas:
49. G
.RUBIANO
2.2 Espacios unitarios o euclidianos 39
1. La m´etrica d1 conocida como m´etrica del taxista y definida por
d1(x, y) = |x1 − y1| + |x2 − y2| + · · · + |xn − yn|;
la norma en este caso es
x 1 = |x1| + |x2| + · · · + |xn|.
2. La m´etrica euclidiana d2 inducida por la norma
x 2 = (x2
1 + x2
2 + · · · x2
n)1/2
,
la cual proviene del producto interior
x, y = x1y1 + x2y2 + · · · + xnyn,
con lo cual
d2(x, y) = ((x1 − y1)2
+ (x2 − y2)2
+ · · · + (xn − yn)2
)1/2
.
3. Los sub´ındices 1, 2 de las anteriores m´etricas d1, d2 no son en man-
era alguna fortuitos, son casos particulares de la siguiente defini-
ci´on m´as general. Para cada n´umero real p ≥ 1 definimos
x p := (|x1|p
+ · · · + |xn|p
)1/p
.
Esta norma nos induce la m´etrica dp definida por (ver definici´on
de la p´ag. 31)
dp(x, y) :=
n
i=1
|xi − yi|p
1
p
, (x, y ∈ Rn
).
4. La m´etrica d∞ del sup definida como —¿por qu´e el s´ımbolo ∞?—
d∞(x, y) = m´ax{|x1 − y1|, |x2 − y2|, . . . , |xn − yn|}
la cual es a su vez inducida por la norma
x ∞ := m´ax{|x1|, |x2|, . . . , |xn|}.
50. G
.RUBIANO
40 Espacios m´etricos
EJEMPLO 2.11
El espacio l∞ de todas las sucesiones acotadas (ejemplo 2.5) es un
espacio vectorial con la suma usual (xn)n + (yn)n = (xn + yn)n y multi-
plicaci´on por escalar α(xn)n = (αxn)n. Si para x ∈ l∞ definimos
x = sup
n
|xn|
entonces la m´etrica d∞ es inducida por esta norma.
El siguiente espacio m´etrico es un cl´asico de la topolog´ıa y del an´alisis
funcional; por esto, lo discutimos de manera amplia y reiterada.
EJEMPLO 2.12
El espacio de Hilbert H, tambi´en notado como l2:
Si en RN —el espacio vectorial formado por el conjunto de todas las
sucesiones en R con las operaciones usuales de suma de sucesiones y
multiplicaci´on por escalar— quisi´eramos definir una m´etrica modelando
la m´etrica euclidiana para el caso finito Rn, tendr´ıamos que dadas dos
sucesiones x = (x1, x2, . . .), y = (y1, y2, . . .), la suma infinita
∞
i=1
(xi − yi)2
1
2
(2.14)
debe ser un n´umero real y, por tanto, debemos restringirnos a un sub-
conjunto H de RN.
El espacio de Hilbert1 H est´a formado por el conjunto de todas
las sucesiones x = (xn) de n´umeros reales tales que ∞
n=1 x2
n < ∞.
H provisto de la adici´on y del producto escalar para sucesiones es un
espacio vectorial real de dimensi´on infinita —subespacio de RN—.
1
El nombre dado a estos espacios es en honor al matem´atico alem´an David Hilbert
(1862, K¨onigsbergl-1943, G¨ottingen, Alemania), quien los utiliz´o en su estudio de
las ecuaciones integrales. Hilbert invit´o a Einstein a G¨ottingen para que impartiera
una semana de lecciones entre junio y julio de 1915 sobre relatividad general y su
teor´ıa de la gravedad en desarrollo. El intercambio de ideas llev´o a la forma final de
las ecuaciones de campo de la Relatividad General. Aunque Einstein y Hilbert no
llegaron nunca a una disputa p´ublica sobre prioridad, ha habido discusi´on sobre a
qui´en corresponde el m´erito del descubrimiento de las ecuaciones de campo.
51. G
.RUBIANO
2.2 Espacios unitarios o euclidianos 41
La funci´on , : H ×H −→ R definida para x = (xn), y = (yn) ∈ H
como
(x, y) → x, y =
∞
k=1
xkyk (2.15)
es sim´etrica, bilineal y definida positivamente, luego es un producto inte-
rior sobre H. Para verificar la buena definici´on, esto es, que efectivamente
la serie correspondiente a x, y es un n´umero, basta tomar l´ımites en
la desigualdad (2.4) para los espacios Rn y obtenemos la siguiente de-
sigualdad, la cual asegura que la serie converge absolutamente
x, y ≤
∞
k=1
|xk||yk| ≤
∞
k=1
x2
k
1/2 ∞
k=1
y2
k
1/2
. (2.16)
Por tanto, el par (H, , ) es un espacio euclidiano de dimensi´on infinita
—ser´a de Hilbert cuando demostremos que es completo—.
De otra parte, tenemos can´onicamente asociada a este espacio una
m´etrica d inducida por la norma asociada a este producto interior
d(x, y) = x − y =
∞
k=1
(xk − yk)2
1/2
(2.17)
Hablamos de el espacio de Hilbert —un espacio euclidiano, completo,
separable y de dimensi´on infinita— en honor a David Hilbert; la uni-
cidad por cuanto este espacio es ´unico salvo isomorfismo. Este ´ultimo
hecho no es trivial, pues aunque todo espacio euclidiano n-dimensional
siempre es isomorfo a Rn, no es verdad que todo par de espacios eu-
clidianos infinito-dimensionales lo sea.
Por ejemplo, el espacio (C2([0, 1], R), m) con m definida como
m(f, g) :=
1
0
[f(t) − g(t)]2
dt
1
2
no es isomorfo a l2 pues el primero no es completo mientras que el
segundo s´ı lo es.
52. G
.RUBIANO
42 Espacios m´etricos
...........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................
................
.................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................. ................
........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................
....................................................................................................................................................................................................................
....................................................................................................................................................................................................................................
................
........................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................ ................
..............................................................................................................................................................................................................................................................................................
...................................................................................................................................................................................................
f − g
f + g
Figura 2.2: La ley del paralelogramo.
2.2.1. Caracterizaci´on de los espacios euclidianos
Dado V un espacio vectorial —lineal— real y normado, miremos bajo
qu´e circunstancias V es euclidiano —posee un producto escalar—. En
otras palabras, buscamos condiciones adicionales sobre la norma de V
que nos garanticen que dicha norma es inducida por cierto producto
escalar definido en V .
Teorema 2.7. Una condici´on necesaria y suficiente para que un espacio
lineal normado V sea euclidiano es que
f + g 2
+ f − g 2
= 2 ( f 2
+ g 2
) (2.18)
para cada f, g ∈ V .
Demostraci´on. Si pensamos en f + g y f − g como las diagonales del
paralelogramo en V con lados f y g la igualdad (2.18) puede ser inter-
pretada como el an´alogo de la familiar propiedad del paralelogramo en el
plano: ‘la suma de los cuadrados de las diagonales de un paralelogramo
es igual a la suma de los cuadrados de sus lados’.
La necesidad de (2.18) es clara, ya que si V es euclidiano entonces
f + g 2
+ f − g 2
= f + g, f + g + f − g, f − g
= f, f + 2 f, g + g, g + f, f − 2 f, g + g, g
= 2 ( f 2
+ g 2
). (2.19)
Para probar que (2.18) es suficiente, definamos
f, g =
1
4
f + g 2
− f − g 2
(2.20)
53. G
.RUBIANO
2.2 Espacios unitarios o euclidianos 43
y mostremos que si (2.18) se tiene, entonces (2.20) posee las propiedades
de un producto escalar —la igualdad en (2.20) se tiene en todo espacio
con producto interior y expresa el producto en t´erminos de la norma—.
Por (2.20) tenemos
f, f =
1
4
2f 2
+ f − f 2
= f 2
(2.21)
lo cual muestra que este producto escalar efectivamente genera la norma.
De (2.20) y (2.21) tenemos que
1. f, f ≥ 0 donde f, f = 0 si y solo si f = 0,
2. f, g = g, f .
La demostraci´on de las propiedades de linealidad
f + g, h = f, h + g, h
αf, g = α f, g
requiere de m´as trabajo y se deja como ejercicio de consulta.
EJEMPLO 2.13
En C([0, 1], R) definimos la distancia d∞ entre dos funciones f, g por
d∞(f, g) = sup {|f(x) − g(x)| : x ∈ I}.
Lo que es equivalente a definir en C(I) la norma
f ∞ = sup{|f(x)| : x ∈ I}.
d∞ es conocida como la distancia uniforme.
La desigualdad triangular
d∞(f, h) ≤ d∞(f, g) + d∞(g, h) (2.22)
se sigue del hecho que para cada x ∈ I se tiene
|f(x) − h(x)| ≤ |f(x) − g(x)| + |g(x) − h(x)| (2.23)
54. G
.RUBIANO
44 Espacios m´etricos
y por tanto,
sup
x
|f(x) − h(x)| ≤ sup
x
|f(x) − g(x)| + sup
x
|g(x) − h(x)| (2.24)
ya que sup(A + B) ≤ sup A + sup B.
EJEMPLO 2.14
C([0, π/2], R) con la norma ∞ no es euclidiano. Consideremos el par
de funciones f(t) = cos(t) y g(t) = sen(t). Entonces
f ∞ = g ∞ = 1,
f + g ∞ = max0≤t≤π/2 : cos(t) + sen(t) :=
√
2,
f − g ∞ = max0≤t≤π/2 : cos(t) − sen(t) :=
√
1,
con lo cual
f + g 2
∞ + f − g 2
∞ = 2( f 2
∞ + g 2
∞).
Por lo tanto, la norma no puede ser generada por ning´un producto es-
calar. Lo mismo es cierto para el espacio (C[a, b], R) para cada a < b.
EJEMPLO 2.15
De manera m´as general: sean (Y, d) un espacio m´etrico con una m´etrica
acotada d y J un conjunto cualquiera no vac´ıo. Sobre el conjunto Y J =
Hom(X, Y ) = j∈J Y de todas las funciones de J en Y definimos la
m´etrica uniforme d∞(f, g) = sup{d(f(j), g(j)) : j ∈ J}.
Ejercicios 2.2
1. Un segmento de recta ab en R2 puede ser descrito como
{x : d2(a, x) + d2(x, b) = d2(a, b)}.
¿C´omo luce esta definici´on, i. e. este conjunto, si la m´etrica involu-
crada es d1? Haga la misma reflexi´on con la definici´on de circun-
ferencia, elipse, par´abola, etc.
2. Muestre que una m´etrica d en un espacio vectorial real X proviene
de una norma si y solo si es compatible con la estructura lineal del
espacio, esto es, si se satisface:
55. G
.RUBIANO
2.3 Topolog´ıa para una m´etrica 45
a) d(x + a, y + a) = d(x, y), para todo a, x, y ∈ X (invarianza
por traslaci´on).
b) d(λx, λy) = |λ|d(x, y) para λ ∈ R, x, y ∈ X (homogeneidad).
Sugerencia: Defina x = d(x, 0). Por supuesto no toda m´etrica
en un espacio vectorial proviene de una norma; ¿por qu´e?
Por lo anterior, dado un espacio vectorial, entre las normas ar-
bitrarias y los espacios m´etricos homog´eneos e invariantes por
traslaci´on, existe una correspondencia biun´ıvoca natural.
3. Rn
p o ln
p no es euclidiano si p = 2 —la norma no puede ser generada
por un producto escalar—.
Sugerencia: considere el par de vectores u = (1, 1, 0, . . . , 0) y v =
(1, −1, 0, . . . , 0).
4. El siguiente ejercicio generaliza los ejemplos 2.5 y 2.13. Sea X
conjunto. La colecci´on
E = {f | f : X −→ R, acotada}
es un espacio vectorial con las operaciones usuales de suma de
funciones y multiplicaci´on por escalar. Para cada f ∈ E definimos
f = sup
x∈X
|f(x)|. (2.25)
Muestre que en efecto se trata de una norma y d´e una genera-
lizaci´on.
5. Hilbert generalizado. Para cada p ≥ 1 definimos el conjunto lp de
todas las sucesiones de n´umeros reales, x = (x1, x2, ...) = (xn)n
tales que la serie ∞
n=1 |xn|p < ∞. Si x, y ∈ lp, muestre que
x − y ∈ lp y que la funci´on dp es una m´etrica en lp, donde
dp
(x, y) =
∞
n=1
|xn − yn|p
1
p
.
2.3. Topolog´ıa para una m´etrica
Dado un espacio m´etrico (X, d), existen unos subconjuntos relevantes
de ´el, capaces de describir a los vecinos de un punto controlando la
56. G
.RUBIANO
46 Espacios m´etricos
distancia —grado de cercan´ıa— y que adem´as ser´an los encargados de
definirnos la topolog´ıa inherente a la m´etrica.
Definici´on 2.8. Sean x ∈ (X, d) y ε > 0 un n´umero real. Los conjuntos
Bε(x) = {y : d(x, y) < ε}, (2.26)
Bε(x) = {y : d(x, y) ≤ ε}, (2.27)
Sε(x) = {y : d(x, y) = ε} (2.28)
son respectivamente, la bola abierta, la bola cerrada y la esfera de
centro en x y de radio ε en el espacio (X, d).
• • •
Figura 2.3: Bola abierta, bola cerrada y esfera en R2
.
Figura 2.4: B1((0, 0)) para p = 1, 2, 7 en R3
p.
EJEMPLO 2.16
En R3
2 una bola tiene efectivamente la forma de una ‘bola usual’; pero
esto est´a bien lejos de suceder cuando utilizamos en R2 otras m´etricas
diferentes a la usual, como en R3
1 y R3
7 (fig. 2.4) donde una bola puede
tener otras formas, pero al fin bolas.
57. G
.RUBIANO
2.3 Topolog´ıa para una m´etrica 47
EJEMPLO 2.17
En el espacio (C([0, 1]), d∞) (ejemplo 2.13) las bolas abiertas toman
una forma muy especial (fig. 2.5), son franjas abiertas llenas de todos
los segmentos continuos imaginables —no se alza la mano del papel al
trazarlos— i. e., dados ε > 0 y f ∈ C(I, R), la bola Bε(f) consiste
de todas las funciones que permanecen estrictamente dentro del ´area
acotada por las funciones f − ε, f + ε.
f + ε
f − ε
f
Figura 2.5: Bola abierta en la m´etrica d∞ para C([0, 1], R).
Contrario al caso anterior, para la m´etrica
d1(f, g) =
1
0
|f(x) − g(x)|dx (2.29)
sobre [0, 1], las bolas son muy dif´ıciles de imaginar.
Teorema 2.9. Si (X, d) es un espacio m´etrico, entonces el conjunto
B = {Bδ(x) : x ∈ X, δ > 0} (2.30)
de todas las bolas abiertas es base para una topolog´ıa en X.
Demostraci´on. Sean Bδ(x), Bε(y) dos bolas y p ∈ Bδ(x) ∩ Bε(y). Si
r > 0 es tal que r < m, donde m = m´ın{δ − d(p, x), ε − d(p, y)}, la bola
Br(p) est´a contenida en la intersecci´on de las dos bolas dadas (fig. 2.6).
En efecto, veamos primero que Br(p) ⊆ Bδ(x); a partir de la desigualdad
triangular tenemos que si d(t, p) < r entonces
d(t, x) ≤ d(t, p) + d(p, x)
< r + d(p, x)
≤ δ − d(p, x) + d(p, x) ≤ δ.
58. G
.RUBIANO
48 Espacios m´etricos
•
•
•δ
x
p
•
εy
◦
Figura 2.6: Las bolas en un espacio m´etrico forman una base.
De manera similar se muestra la otra contenencia.
Definici´on 2.10. La topolog´ıa T asociada a la base formada por la to-
talidad de las bolas abiertas se llama topolog´ıa inducida o generada
por la m´etrica d, y la notamos T = d .
La definici´on anterior nos permite crear una clase muy especial de
espacios topol´ogicos. Cuando un espacio topol´ogico (X, T) tiene una
topolog´ıa tal que T = d para alguna m´etrica d, decimos que el espacio
(X, T) es metrizable, o que su topolog´ıa proviene de una m´etrica.
Las preguntas obligadas son:
1. ¿Todo espacio topol´ogico es metrizable?
2. ¿Pueden m´etricas diferentes inducir la misma topolog´ıa?
3. ¿C´omo saber cu´ando un espacio es metrizable?
2.3.1. M´etricas equivalentes
Una m´etrica induce una base, as´ı que la pregunta 2 puesta en t´ermi-
nos de bases nos conduce a la siguiente definici´on.
Definici´on 2.11. Dos m´etricas d, m en un conjunto X se dicen topol´o-
59. G
.RUBIANO
2.3 Topolog´ıa para una m´etrica 49
gicamente equivalentes —notamos d ≡ m— si generan la misma
topolog´ıa; esto es, d = m .
La primera contenencia d ⊆ m de la igualdad d = m implica
que cada bola en d se puede expresar como una uni´on de bolas en m, y
lo rec´ıproco para la otra contenencia.
ε
y
x
En t´erminos m´as expl´ıcitos, dada Bd
ε (x)
—una bola ‘cuadrada’ en d— y un punto y
con y ∈ Bd
ε (x), es posible encontrar una bola
Bm
δ (y) —‘redonda’ en m y de centro en y—
de tal manera que
y ∈ Bm
δ (y) ⊆ Bd
ε (x).
Tambi´en debemos tener lo rec´ıproco para la otra contenencia. ¿Por
qu´e podemos escoger la bola Bm
δ (y) de suerte que resulte centrada en y?
M´as a´un, para la equivalencia topol´ogica entre dos m´etricas nos pode-
mos reducir a la respectiva contenencia de bolas centradas en el mismo
punto; esto es, para cada x ∈ X dada Bd
ε (x) existe Bm
δ (x) ⊆ Bd
ε (x) y
viceversa.
Definici´on 2.12. Un espacio m´etrico (X, d) es acotado si la funci´on
d es acotada. De manera m´as general, dado A ⊆ (X, d) definimos el
di´ametro de A como
diam(A) := sup{d(x, y) : x, y ∈ A}.
En caso que diam(A) < ∞ decimos que A es acotado.
El di´ametro de A es la distancia entre los puntos m´as distantes en A
(si tales puntos existen). Por ejemplo, en R si A = [0, 1) su di´ametro es
1 sin que tales puntos de A existan.
60. G
.RUBIANO
50 Espacios m´etricos
EJEMPLO 2.18
Dado el espacio m´etrico (X, d), definimos dos nuevas m´etricas:
1. e(x, y) := m´ın{1, d(x, y)}.
2. f(x, y) :=
d(x, y)
1 + d(x, y)
.
Tanto e como f son m´etricas acotadas por 1, y lo que es a´un m´as intere-
sante, d ≡ e y d ≡ f. En efecto, dada la m´etrica d y la m´etrica asociada
e = m´ın{1, d} tenemos que para la bola Bd
r (x) —radio r en la m´etrica
d— al tomar s = m´ın{1, r} se satisface Be
s(x) ⊆ Bd
r (x). La otra inclusi´on
es obvia. Para el caso f =
d
1 + d
es f´acil verificar que
Bf
r
1+r
(x) ⊆ Bd
r (x) y Bd
r
1−r
(x) ⊆ Bf
r (x), r < 1.
Por tanto, toda m´etrica es topol´ogicamente equivalente a una
m´etrica acotada.
El ejemplo anterior muestra que el espacio topol´ogico asociado a X
por medio de las m´etricas d y e es el mismo. Luego la propiedad de aco-
tamiento es exclusivamente m´etrica, que la perdemos cuando pasamos a
estructuras m´as generales, como es el caso de la topol´ogica.
Definici´on 2.13. Decimos que dos m´etricas d, m para un mismo conjun-
to X, son m´etricamente equivalentes o fuertemente equivalentes
(ver teorema 2.14) si existen dos n´umeros reales positivos s, t tales que
para todo par de puntos x, y ∈ X se satisface
d(x, y) ≤ s m(x, y) , m(x, y) ≤ t d(x, y). (2.31)
Teorema 2.14. Ser m´etricamente equivalentes implica ser topol´ogica-
mente equivalentes.
Demostraci´on. Sean d, m dos m´etricas que son m´etricamente equiva-
lentes; por lo tanto, existen dos n´umeros s, t que satisfacen la definici-
´on 2.13. Dada la bola abierta Bd
ε (x) tenemos que Bm
ε/s(x) ⊆ Bd
ε (x) lo
cual muestra d ⊆ m . Similarmente Bd
ε/t(x) ⊆ Bm
ε (x) y por tanto
m ⊆ d .
61. G
.RUBIANO
2.3 Topolog´ıa para una m´etrica 51
EJEMPLO 2.19
El rec´ıproco del teorema anterior no es cierto. Sabemos que toda m´etri-
ca d es topol´ogicamente equivalente a la m´etrica e = m´ın{1, d}; pero
claramente d, e no tienen por qu´e serlo m´etricamente. Por ejemplo, en el
caso de Rn
u no es posible encontrar s > 0 que satisfaga d(x, y) ≤ se(x, y)
para todo par de puntos x, y ∈ Rn
u. Sin embargo, la m´etrica e es m´etrica-
mente equivalente a la m´etrica f =
d
1 + d
pues tenemos la desigualdad
f ≤ e ≤ 2f.
Normas equivalentes. Para el caso de un espacio vectorial normado,
decimos que dos normas 1, 2 son topol´ogicamente o m´etricamente K
equivalentes si las respectivas m´etricas asociadas lo son. De otra parte,
decimos que ellas son equivalentes si existen s, t ∈ R>0 tales que,
1 ≤ s 2 y 2 ≤ t 1 —las notamos 1 ≡ 2—.
En este caso de los espacios normados no tenemos necesidad de distin-
guir, como pasaba en los espacios m´etricos, entre distintas formas de
equivalencia ya que estas tres definiciones de equivalencia son iguales,
con lo cual podemos utilizar simplemente el adjetivo normas equiv-
alentes. M´as a´un, es posible demostrar que en un espacio vectorial
normado de dimensi´on finita, todas las normas son equivalentes.
EJEMPLO 2.20
Las m´etricas ln
1 , ln
2 y ln
∞ son topol´ogicamente equivalentes. Para esto,
basta mostrar la desigualdad
B∞
r/
√
2
(x) ⊆ B1
r (x) ⊆ B2
r (x) ⊆ B∞
r (x).
Para el caso del plano, al graficar las bolas B1((0, 0)) para cada una de
las m´etricas dp, obtenemos la figura 2.7 donde, en la medida en que p
crece, obtenemos una deformaci´on continua del rombo de d1 al cuadrado
de d∞, en que la circunferencia en d2 no es m´as que un paso en el
camino.
La justificaci´on de la notaci´on d∞ para la m´etrica del sup la obtenemos
del siguiente lema.
62. G
.RUBIANO
52 Espacios m´etricos
-1 -0.5 0.5 1
-1
-0.5
0.5
1
Figura 2.7: B1((0, 0)) para p=1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 en R2
p.
Lema 2.15. Para cada x = (x1, . . . , xn) ∈ Rn se tiene que
l´ım
p→∞
x p = m´ax{|x1|, . . . , |xn|} = x ∞.
Demostraci´on. Es claro que
x p
∞ ≤ |x1|p
+ · · · + |xn|p
≤ n x p
∞. (2.32)
Si a cada lado de la desigualdad elevamos a la potencia 1/p, obtenemos
x ∞ ≤ x p ≤ n1/p
x ∞. (2.33)
Como n1/p → 1 cuando p → ∞, tenemos nuestro l´ımite. Notemos que la
desigualdad en 2.33 muestra que para cada p la norma p es equivalente
a ∞, con lo cual todas las p son equivalentes en Rn, esto es, inducen
la misma topolog´ıa.
En la definici´on de la m´etrica dp para los espacios Rn (ver recuadro
p´ag. 30) la condici´on p ≥ 1 no debe pasar desapercibida, puesto que en
el caso p < 1 no obtenemos una norma y por lo tanto no inducimos una
m´etrica. Por ejemplo, para p = 1/2 y n = 2 la desigualdad triangular
no se verifica en el caso de los puntos x = (1, 1), y = (0, 0), z = (1, 0)
pues d(x, y) = 4 mientras que d(x, z) = d(z, y) = 1.
63. G
.RUBIANO
2.3 Topolog´ıa para una m´etrica 53
EJEMPLO 2.21
Una m´aquina para construir m´etricas equivalentes. Dados un espacio
m´etrico (X, d) y una funci´on f : R+ → R+ estrictamente creciente, con
f(0) = 0 y f(u + v) ≤ f(u) + f(v), la compuesta f ◦ d es una m´etrica. Si
adem´as f es continua en 0, las dos m´etricas f y f ◦ d son topol´ogicamente
equivalentes.
Verifiquemos, antes de todo, que m = f ◦ d definida como m(x, y) =
f(d(x, y)) es una m´etrica.
1. m(x, y) es positiva por la definici´on de f. Por ser f creciente ten-
emos que f(d(x, y)) = 0 implica d(x, y) = 0 con lo cual x = y.
Para la rec´ıproca de ´esta afirmaci´on recordemos que f(0) = 0.
2. La simetr´ıa en m es consecuencia de la simetr´ıa en d.
3. La desigualdad triangular,
m(x, z) = f(d(x, z)) ≤ f(d(x, y) + d(y, z))
≤ f(d(x, y)) + f(d(y, z))
= m(x, y) + m(y, z)).
Para verificar que las dos m´etricas nos llevan a la misma topolog´ıa,
debemos tener las contenencias entre las respectivas bolas.
Como f es continua en 0, dado ε > 0, existe δ > 0 tal que x < δ implica
f(x) < ε. Por tanto d(x, y) < δ implica m(x, y) = f(d(x, y)) < ε, lo cual
no es m´as que contenencia entre bolas.
Por ser f creciente se verifica que si m(x, y) = f(d(x, y)) < f(ε) entonces
d(x, y) < ε, con lo cual tenemos la otra contenencia entre las bolas.
A manera de ejemplo, notemos que las funciones
αu (para α > 0),
u
1 + u
, log(1 + u), m´ın{1, u}, arctan u
satisfacen las condiciones para f. ¿Qu´e m´etricas son inducidas por estas
funciones?
64. G
.RUBIANO
54 Espacios m´etricos
1
x y
Para el caso X = R con la m´etri-
ca usual del valor absoluto, y la fun-
ci´on f(u) = arctan u tenemos que su
compuesta produce la m´etrica
f(d(x, y)) = | arctan x − arctan y|.
Esta nueva m´etrica mide el ´angulo
(medido en radianes) entre las rec-
tas descritas por la figura —en este
caso se restan, pero si x y y tienen
diferente signo entonces se suman—. Es una m´etrica acotada por π, y
adem´as resulta ser topol´ogicamente equivalente con la usual ya que la
funci´on f es continua en 0.
En el sentido contrario a como hemos desarrollado esta ´ultima sec-
ci´on, obtenemos una pregunta que ha influenciado el desarrollo de la
Topolog´ıa: dado un espacio topol´ogico (X, T) ¿existe una m´etrica d para
X tal que la topolog´ıa T sea inducida por d? El estudio de la metriz-
abilidad, es decir, la b´usqueda de condiciones necesarias y/o suficientes
para que una topolog´ıa provenga de una m´etrica, es un cap´ıtulo abierto
a la investigaci´on con sus propios teoremas, algunos de ellos cl´asicos en
la literatura matem´atica.
Ning´un espacio topol´ogico (X, T) donde X es un conjunto finito y T no
es la discreta, es metrizable. En otras palabras, si (X, d) es m´etrico
con X finito, siempre tenemos que d = discreta.
Ejercicios 2.3
1. Muestre que la relaci´on de equivalencia topol´ogica para las m´etri-
cas es en efecto una relaci´on de equivalencia.
2. ¿C´omo son las bolas en la m´etrica del mensajero? —ver p´ag. 34—.
3. A partir de la definici´on de elipse en la m´etrica usual, ¿c´omo es una
elipse, una circunferencia, una recta para la m´etrica del taxista?
4. Dados dos espacios m´etricos (X, m), (Y, n) muestre que las m´etri-
cas d1, d2, d∞ (ejercicio 1 de 2.1) son equivalentes.
65. G
.RUBIANO
2.3 Topolog´ıa para una m´etrica 55
Sugerencia: para todo par de puntos x, y ∈ X × Y se verifica
d∞(x, y) ≤ d2(x, y) ≤ d1(x, y) ≤ 2d∞(x, y).
5. Generalice el problema anterior para un producto finito cualquiera
de espacios m´etricos.
6. Muestre que toda m´etrica sobre un conjunto finito genera la topolog´ıa
discreta.
7. D´e un ejemplo de una m´etrica sobre un conjunto enumerable que
no genera la topolog´ıa discreta.
8. Ya hemos definido la m´etrica d∞ del sup para el conjunto de las
funciones continuas C([0, 1], R). Pero la notaci´on nos lleva a con-
jeturar la existencia de toda la gama de m´etricas dp para p ≥ 1
—notamos Cp[0, 1] = ((C[0, 1], R), dp)— que mide la distancia en-
tre dos funciones f, g asign´andoles el n´umero
dp(f, g) :=
1
0
|f(x) − g(x)|p
1
p
.
El estudio de estas m´etricas se sale de las pretensiones de este
texto. Pero para el caso concreto de p = 1, 2 muestre que efectiva-
mente se trata de m´etricas y que
a) d∞ d2 .
b) d2 ⊆ d∞ .
c) d1 d∞ .
d) d∞ d1 .
Sugerencia caso a: Para la desigualdad triangular en d2 ap´oyese
en la desigualdad de Schwartz
b
a
f(t)g(t)dt
2
≤
b
a
f2
(t)dt
b
a
g2
(t)dt.
Para negar la contenencia considere la sucesi´on de funciones con-
tinuas {gn} —figura 1.5— definidas como
gn(x) =
1 − nx si 0 ≤ x ≤ 1
n
0 si 1
n ≤ x ≤ 1
66. G
.RUBIANO
56 Espacios m´etricos
1
n
1
4
1
3
1
2
1
1 ...................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................
.............................................................................................................................................................................................................................................................................................................
...............................................................................................................................................................................................................................................................................................................................
......................................................................................................................................................................................................................................................................................................
.............
.............
.............
.............
.............
.............
.............
.............
.............
.............
.............
............
x
y
Figura 2.8: Las funciones gn.
Note que cada gn tiene un segmento de recta en el eje X cada vez
m´as largo. Es f´acil ver que
d2(0, gn) =
1
3n
mientras que d∞(0, gn) = 1. Luego la bola B1/2(0) en d∞ de centro
la funci´on nula y con radio 1/2, no contiene a ninguna gn, con lo
cual, no existe en d2 alguna bola centrada en la funci´on nula, que
pueda estar contenida en B1/2(0) ya que 1/3n → 0 cuando n → ∞.
Sugerencia caso c: tome δ = ε.
Sugerencia caso d: considere la sucesi´on de funciones continuas
{gn} definidas como
gn(x) =
−4nx + 4 si 0 ≤ x ≤ 1
2n
2 si 1
2n ≤ x ≤ 1.
Para la funci´on constante f(x) = 2 verifique que cada gn ∈ B1
1
n
(f)
y gn /∈ B∞
1 (f).
Esta contenencia no se tiene, pues siempre podemos encontrar fun-
ciones g tales que su integral (´area bajo la curva) sea tan peque˜na
como queramos y sin embargo tengan una ‘punta’ tan larga como
queramos.
67. G
.RUBIANO
3 Bases y numerabilidad
Un espacio (X, T) puede poseer muchas bases, siendo la mayor de
todas la misma T. Cuando en un espacio tenemos en cuenta la cardinal-
idad de las bases, motivamos las siguientes definiciones, cuyos nombres
responden m´as a un car´acter hist´orico que descriptivo.
3.1. 2-contable
Definici´on 3.1. Un espacio (X, T) se dice 2-contable si entre sus bases
existe alguna con un n´umero enumerable —finito o infinito— de elemen-
tos.
Esta condici´on impone una cota al n´umero de abiertos en la topolog´ıa
(ver ejercicio 12 de la p´ag. 63). Tambi´en nos dice que la topolog´ıa
puede ser descrita en t´erminos de un n´umero contable de piezas de
informaci´on.
EJEMPLO 3.1
Ru es 2-contable. Por supuesto la base formada por todos los intervalos
abiertos no es enumerable, pero de ella podemos extraer la subfamilia
enumerable
B = {(p, q) : p < q, p, q ∈ Q}.
Esta subfamilia es de nuevo una base —verif´ıquelo!— y es enumerable
ya que su cardinal es el mismo de Q × Q.
EJEMPLO 3.2
(R, cofinitos) no es 2-contable.
57
68. G
.RUBIANO
58 Bases y numerabilidad
Supongamos que existiera una base enumerable B = {B1, B2, . . .}. Ca-
da Bn es un abierto y por tanto Bc
n es finito, con lo cual i=1 Bc
n =
( i=1 Bn)c es un conjunto enumerable, luego existe un elemento y ∈
n=1 Bn y como R − {y} es un abierto, debe existir un j ∈ N para el
cual Bj est´a contenido en ´el, pero esto es imposible ya que para todo
n ∈ N se tiene y ∈ Bn.
EJEMPLO 3.3
X = (RN, primeriza) no es 2-contable (ver ej. 4 de la p´ag. 34).
Recordemos que en este espacio lo que importa es el comportamiento
inicial de las sucesiones, a diferencia de lo ‘usual’ en sucesiones, donde
importa el comportamiento final. Si existiera una base B = {B1, B2, . . .},
por cada n ∈ N tomamos un elemento (i. e., una sucesi´on) tn = (tn
k )∞
k=1 ∈
Bn. As´ı, la sucesi´on {tn
1 }∞
n=1 est´a formada por la primera coordenada de
cada sucesi´on tn.
Construimos ahora una sucesi´on q = (qn) en la cual q1 = tn
1 para cada n,
con lo que la primera componente de q es diferente de la primera com-
ponente de cada una de las sucesiones tn, lo que implica tn /∈ B1/2(q)
para todo n, puesto que al diferir q y tn en su primera componente, ya
est´an lo m´as lejanas posible, esto es d(q, tn) = 1. As´ı que ninguna Bn
de la base puede estar contenida en B1/2(q).
EJEMPLO 3.4
El espacio H de Hilbert es 2-contable.
Definimos una base B enumerable de la manera siguiente.
Sea D = Dn, (n ∈ N) donde
Dn := {(xn) ∈ H, xn ∈ Q : si k > n entonces xk = 0}.
D est´a constituido de todas las sucesiones en H formadas por n´umeros
racionales y a la larga constantes a cero. D es enumerable. Definimos
B := {Br(d) : d ∈ D, r ∈ Q}.
B es enumerable. Para verificar que B es una base, probaremos que
cualquier abierto U ⊆ H es reuni´on de bolas en B. En efecto, dado
69. G
.RUBIANO
3.2 1-contable 59
t = (tk) ∈ U existe una bola Bε(t) ⊆ U. Ahora veamos que podemos
encontrar una bola Br(q) (q ∈ D, r ∈ Q) con la propiedad que t ∈
Br(q) ⊆ Bε(t). Como t ∈ H, sabemos que k=1 t2
k es convergente y por
tanto existe un t´ermino xN en la sucesi´on, a partir del cual la suma de
la serie es menor que ε2/9, esto es
k=N+1
t2
k < ε2
/9.
De otra parte, para cada k = 1, 2, . . . , N existe qk ∈ Q tal que
|qk − tk| <
ε2
9N
,
y por tanto q = {q1, q2, . . . , qN , 0, 0, 0, . . .} verifica que d(q, t) < ε/3.
N´otese que t ∈ B2ε/3(q) ⊆ Bε(t). Sea r ∈ Q con ε/3 < r < 2ε/3,
entonces t ∈ Br(q) ⊆ Bε(t), pues si d(z, q) < r entonces
d(z, t) ≤ d(z, q) + d(q, t) ≤ 2ε/3 + ε/3 = ε.
3.2. 1-contable
El concepto de base para un espacio lo podemos localizar en un punto
—tener una definici´on local— de la manera siguiente.
Definici´on 3.2. Sean (X, T) un espacio y x ∈ X. Decimos que Bx ⊆ T
es una base local para x si dado U ∈ T con x ∈ U, existe B ∈ Bx tal que
x ∈ B ⊆ U.
Los conceptos de base y base local est´an relacionados por la siguiente
proposici´on.
Proposici´on 3.3. Sea (X, T) un espacio. B ⊆ T es una base si y solo
si para cada x ∈ X el conjunto Bx = {B ∈ B : x ∈ B} es base local en
x.
Demostraci´on. ⇒) Sea U ⊆ X un conjunto abierto con x ∈ U. Por la
definici´on de base, existe B ∈ B con x ∈ B ⊆ U, pero por la definici´on
de Bx tenemos B ∈ Bx.
⇐) B = x∈X Bx es una base.