Los actos fallidos ocurren cuando una acción no logra su objetivo intencional debido a influencias inconscientes. Se dividen en dos categorías: actos de término erróneo, donde el efecto falla, y actos sintomáticos y casuales, donde la acción parece inadecuada para su fin. Aunque a veces parecen casuales, todos los actos tienen un motivo inconsciente relacionado con experiencias o deseos pasados del individuo.