El tratamiento conservador para el dolor lumbar agudo consiste principalmente en reposo en cama por menos de una semana, calor local, antiinflamatorios no esteroideos y corticoides. Si estos tratamientos no alivian el dolor, se pueden usar analgésicos, antidepresivos tricíclicos o relajantes musculares. Es importante proteger el estómago de los efectos de los antiinflamatorios y considerar infiltraciones o tracciones para tratar contracturas o compresiones musculares.