El método McKenzie se desarrolló en 1950 y se basa en la observación de que los pacientes con lumbalgias experimentaban alivio de síntomas al adoptar posturas de extensión lumbar máxima. McKenzie desarrolló una evaluación y tratamiento centrado en movimientos para la columna y extremidades. Su enfoque se centra en clasificar los síndromes (desarreglo, discal, disfunción, postural) y enseñar al paciente a autotratarse mediante ejercicios preferenciales para evitar recidivas.