Este documento discute la importancia de una evaluación orientada al aprendizaje. Propone que la evaluación debe enfocarse en mejorar el aprendizaje de los estudiantes en lugar de solo calificarlos. También presenta doce condiciones para una evaluación efectiva como requerir suficiente tiempo y esfuerzo de los estudiantes, dar retroalimentación oportuna y claras expectativas de desempeño. El documento concluye que los cambios en la evaluación deben comenzar con pequeñas modificaciones a las prácticas existentes de los profesores