El documento describe los mosaicos de la iglesia de San Vitale en Ravenna, Italia. Los mosaicos ilustran escenas del Antiguo y Nuevo Testamento que representan el sacrificio de Cristo y la eucaristía. También muestran a Justiniano y Teodora ofreciendo regalos a la iglesia para celebrar la consagración del edificio. El programa iconográfico enfatiza la mediación de Cristo, el obispo y el emperador entre Dios y la humanidad.
Análisis de la Iglesia Santa Fe de Conques
Contiene:
Introducción
Ficha datos obra
Ubicación
Corta reseña histórica
Recorridos exterior - interior
Planos: plantas, cortes, elevaciones, etc
Análisis espacial
Análisis volumétrico
Análisis de sistema constructivo y estructural
Análisis simbólico
Conclusiones
Referencias
Análisis de la Iglesia Santa Fe de Conques
Contiene:
Introducción
Ficha datos obra
Ubicación
Corta reseña histórica
Recorridos exterior - interior
Planos: plantas, cortes, elevaciones, etc
Análisis espacial
Análisis volumétrico
Análisis de sistema constructivo y estructural
Análisis simbólico
Conclusiones
Referencias
Análisis de obras arquitectónicas: Iglesia San vital, Ravenna Francia. Basílica de San Apolinar in Classe, Ravenna, Francia. Catedral Nuestra Señora de Reims, Francia.
Catedral de León, Castilla España.
Tesoros del Aljarafe, es un libro realizado por los alumnos del T.E. El Loreto, sobre el patrimonio turístico del Aljarafe.
Docente Auxi Comendador Sánchez. Año académico 2013-2014
Se analiza las principales obras del Renacimiento italiano: San Pietro in Montorio de Bramante, El Moisés de Miguel Ángel y La Virgen de las Rocas de Leonardo, además del Mº de El Escorial de Juan de Herrera
Ubicación y temática de los mosaicos de la iglesia de san vitale en ravenna
1. UBICACIÓN Y TEMÁTICA DE LOS MOSAICOS DE LA IGLESIA DE SAN
VITALE EN RAVENNA
Lic. Lía Inés Lagreca. Texto de circulación interna de la Cátedra Historia de las
Artes Visuales I. 2003.
La iglesia de San Vitale en Ravenna, fue comenzada a construir en el año 522,
bajo la dominación ostrogoda, encargada por el obispo Eclessio, y fue
consagrada en el 547, ya en el período de dominación bizantina.
San Vitale, un mártir de la segunda centuria, se cree que fue el padre de una
familia de mártires que se asocian con los inicios del cristianismo local. Se cree
que San Vitale fue el marido de Santa Valeria, y el padre de los Santos
Gervasio y Protasio. De acuerdo a la historia de estos dos santos, ambos
fueron martirizados junto a San Vitale en el “pequeño coliseo”, el lugar en
donde hoy se encuentra la iglesia. San Vitale, el primer mártir de Ravenna, fue
visto como la cabeza espiritual de la comunidad cristiana de Ravenna.
La planta de la iglesia de San Vitale, es una planta central, cuyo núcleo es un
octógono abovedado delimitado por ocho pilares, rodeado por un octógono
mayor que cumple la función de deambulatorio. Por encima de éste, una
tribuna. Adosado a un ángulo que forman dos lados del octógono, se encuentra
el nártex.
A ambos lados del nártex y cerrando el
espacio entre éste y el edificio central, dos
torres que sirven de acceso a la tribuna.
Interior. Al lado contrario del nártex,
aunque no en el eje de simetría, se
encuentra el presbiterio y el ábside que lo
cierra, flanqueado por dos capillas
circulares rematadas por sendos espacios
rectangulares.
En su forma octogonal, la iglesia puede ser entendida como un martyrium a
San Vitale. Litúrgica y místicamente, un santuario de un mártir es a la vez su
tumba y el sepulcro de Cristo; y la teología del cristianismo temprano concebía
la dignidad del martirio como la transfiguración mística del mártir dentro de
Cristo.
LOS MOSAICOS
Programa iconográfico.
Según concuerdan la mayor parte de las interpretaciones, el programa
iconográfico estaría referido en su totalidad al sacrificio de la eucaristía, el
sacrificio que da vida. Representa la concordancia en todo tiempo y espacio, de
la liturgia de la eucaristía, mediada en la tierra por el Obispo y por el
Emperador. Es un acto de alabanza de la creación. La salvación humana está
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2. demostrada por Dios desde el Antiguo Testamento. La lectura de la Biblia no se
limita a recordar eventos pasados, sino que es vista como una llave para
entender el plan universal. De suma importancia son las relaciones entre el
Antiguo y el Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento no es visto solamente
como una narración de hechos sucedidos antes del tiempo de Cristo: los
acontecimientos del Antiguo Testamento son vistos como “prefiguraciones” del
Nuevo Testamento.
En el centro de la bóveda el Cordero alude al Cordero sacrificado (Ap. 5:6-14),
revelación del Dios Invisible. La corona de laurel, simboliza la gloria del regreso
al Creador, del cual todas las cosas buenas vienen.
A derecha e izquierda de la bóveda, las escenas bíblicas recuerdan los
grandes sacrificios del Antiguo Testamento: Abel (Gén. 4), Abraham (Gén. 18:
1-16 y Gén. 22) y Melquisedec (Gén. 14: 17-20). Estos eventos son tomados
fuera del tiempo para ser resumidos en dos imágenes únicas: Abel y
Melquisedec alrededor de un único altar, por un lado, y la promesa de Mambré
y el sacrificio de Isaac, por el otro. Estos sacrificios muestran la fe obediente y
confiada en Dios (2003, Sánchez, D.).
En ningún lugar se muestran escenas de la pasión. En la bóveda del ábside, la
figura de Cristo es la de un joven, sentado sobre el universo, que sostiene en
su mano un pergamino con los siete sellos (Ap. 5:1), rodeado por nubes de
gloria vinculadas a la revelación del Uno Invisible. La tierra bajo sus pies es el
nuevo Paraíso, regado por los cuatro ríos (Gén. 2: 10-15) que representan a los
Evangelistas. Cristo está recibiendo la ofrenda del edificio de manos del Obispo
y coronando al mártir.
Los mosaicos del Emperador Justiniano y la Emperatriz Teodora, a derecha e
izquierda de la bóveda del ábside, tienen puesto el énfasis en la gloria de dios y
la necesidad de mediadores entre Él y los hombres.
En ambos mosaicos los emperadores están llevando las ofrendas para ser
consagradas. Estas escenas están visualmente asociadas con el mosaico de
la bóveda del ábside por medio del fondo dorado, de la ropa del Emperador,
que tiene una guarda análoga a la de la figura de Cristo, y por la aureola de
Justiniano y de Teodora, que manifiesta su función sagrada. El Emperador es
verdaderamente un mediador ritual, imitando y figurándose como Cristo,
segunda persona de la Trinidad.
La liturgia de la eucaristía celebrada en la iglesia se enlaza con las “ofrendas
verdaderas” en los dos mosaicos del Antiguo Testamento a través de altares,
panes y cálices similares; se enlaza en la cúpula a través del ritual de
movimiento de alabanza y ofrenda de los ángeles, que también son
mediadores. Los mosaicos del Antiguo Testamento están asociados con el de
la bóveda del ábside a través de la imagen de las nubes y del paraíso, en
primer término, y en la cúpula, mediante la imagen del Cordero. Finalmente , la
cúpula repite, en reverso, el movimiento del globo en el ábside: aquí se
sumerge dentro de la tierra, mientras en la cúpula, se eleva con los ángeles
desde las cuatro esquinas del santuario.
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3. San Vitale.
Vista del ábside.
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San Vitale. Vista del ábside y de la bóveda central
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La distribución de los principales mosaicos es la siguiente.
1. Bóveda del ábside: Cristo entronado, San Vitale y el Obispo
Ecclesius.
Cinco figuras antropomorfas. En el centro, sentado sobre una esfera,
Cristo imberbe, con el cabello corto y un nimbo en forma de cruz,
entronizado sobre la esfera celeste que representa el universo, la
perfección y vestido con una túnica púrpura. Es un Cristo triunfante,
majestuoso, sin rasgos de sufrimiento. En su mano derecha sostiene la
corona del sacrificio y en la izquierda, un pergamino.
A su derecha, el arcángel Gabriel conduce a San Vitale quien está
vestido con traje de corte y dispuesto a recibir la corona del martirio que
Cristo le ofrece.
A la izquierda, el arcángel Miguel con el Obispo Eclessio, quien ofrece a
Cristo una maqueta del templo. En la parte superior, se ven una nubes
alargadas y, debajo de la esfera celeste, se ve la tierra con flores de la
que brotan los cuatro ríos del paraíso.
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5. 2. Enjutas de la bóveda del ábside: las ciudades de Jerusalén y Belén.
3. Arco que precede a la bóveda del ábside: dos arcángeles
sosteniendo el orbe.
4. Pared Sur del ábside, panel inferior (muro inferior izquierdo, lado de
la Epístola): la Emperatriz Teodora y su corte. La emperatriz Teodora,
está engalanada con joyas, diadema, catatheistae y collar, ataviada con
una clámide de púrpura bordada en oro con las figuras de los tres
Magos, sostiene un cáliz de oro y es precedida por dos chambelanes.
Uno de ellos alarga el brazo hacia una cortina recogida que cuelga de la
puerta, pero vuelve la vista hacia la emperatriz. La emperatriz se halla
en pie en un nicho coronado por una concha, las damas acompañan a la
emperatriz debajo de un dosel recogido; delante de la puerta, a la
izquierda, hay una fuentecilla de la que brota agua.
******La emperatriz Teodora, antes bailarina y prostituta, cubierta toda
ella de pedrería, se acerca a la iglesia de San Vitale para ofrecer el cáliz
de oro para el sacrificio de la misa, en medio de una brillante comitiva de
damas de su séquito y de dos dignatarios de la corte, reconocibles por la
indumentaria, la túnica, uno de los cuales dirige el cortejo e introduce a
la emperatriz en la iglesia levantando la cortina de acceso. A Teodora le
siguen dos damas que, por la posición e individualidad que adoptan, así
como por la variedad del vestido y joyas, se identifican con la mujer e
hija del general Belisario, íntimas amigas de Teodora; cierra el cortejo un
grupo de damas vestidas ricamente para la ceremonia religiosa. Los
personajes se mantiene rígidos e inmóviles ante la importancia del acto,
la mirada fija, con ojos excesivamente grandes. Teodora sobrepasa en
altura al resto de los personajes del mosaico y está diferenciada y
singularizada por los atributos de su rango: la púrpura y la corona. La
variedad de los ropajes, su calidad y colorido están captados con
minuciosidad hasta los más pequeños detalles de los pliegues y
elementos decorativos (en la parte inferior de la túnica se representan
los Tres Reyes Magos, como queriendo establecer una correlación entre
la adoración y entrega de presentes y el momento histórico de la
consagración de la iglesia de San Vitale); las joyas también tienen un
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6. tratamiento muy realista y preciso. Este mosaico debió de ser realizado
antes del año 548, año en que murió la emperatriz.
5. Pared Norte del ábside, panel inferior (muro inferior derecho, lado
del Evangelio): el Emperador Justiniano y su corte. Justiniano, con
aureola, coronado y revestido de clámide y de púrpura sujetada con una
enorme fíbula de oro y joyas. Su mano izquierda, cubierta, sostiene la
bandeja. Está acompañado por su corte y por el obispo de Ravenna
Maximiano y llevan los utensilios necesarios para la celebración de la
misa: patena, cruz, Evangelios e incensario. A su derecha, en el
extremo, un grupo de la guardia real. Todos están de pie ante un fondo
verde, y dirigen su mirada hacia el espectador.
******Se representa al emperador Justiniano, en el centro del grupo,
revestido de púrpura, coronado y rodeado por un nimbo, que pretende
simbolizar el poder conferido por Dios. El séquito imperial ha sido
representado en el momento de hacer la entrada en el templo, portando
los objetos sagrados necesarios para la celebración de la misa:
Justiniano lleva una gran patena y alguno de sus acompañantes llevan el
misal y el incensario. El emperador está precedido de dos dignatarios
eclesiásticos y del arzobispo Maximiano, cuyo nombre aparece sobre su
cabeza. Entre éste y Justiniano aparece un personaje de medio cuerpo
que suele identificarse con Juliano Argentarius, el financiador del templo.
A la derecha del emperador están representados los cargos políticos y
militares de la corte justiniana: el inmediato a Justiniano se asocia a la
efigie del general Belisario, conquistador de Rávena, el siguiente al
general Narsés y en el extremo del grupo, cerrándole por la izquierda,
una representación de la guardia personal del emperador. Se trata por
tanto de un documento histórico de primer orden, en el que dos
personajes están perfectamente identificados, Justiniano y Maximiano
como arzobispo de la ciudad, y otros tres que lo están hipotéticamente.
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7. La vestimenta, la situación y los objetos que llevan son reveladores de
su posición social y de su dignidad. Los sacerdotes, revestidos para la
celebración de la misa, portan el misal y el incensario; los dignatarios de
la corte están simbolizados por su túnica, los guerreros por el atuendo
militar y el emperador por sus atributos de poder
Esta ofrenda imperial realizada por Justiniano y Teodora era un gesto
frecuente en aquellos tiempos hacia las iglesias más importantes del
Imperio. Su representación se basa en la oblatio, tema que responde a
una iconografía jurídica con precedentes en Roma, llegado el momento
de invocar la acción sagrada del emperador como pontífice máximo.
Este cortejo imperial (ficticio, pues parece ser que Justiniano y Teodora
nunca visitaron Rávena) perseguiría dos objetivos, por una parte el
reconocimiento de la divinidad de Cristo como hijo de Dios; un
reconocimiento que negaba la doctrina arriana, y por otra parte trataba
de invocar la relación entre Dios y el emperador plasmando así una idea
que era casi un principio moral: el carácter divino del soberano que
dispensa al mundo la gracia divina. Justiniano tendría como misión hacer
triunfar en la tierra el reino de Cristo. Recordemos que el encargo del
edificio data de fechas anteriores a 540, cuando la ciudad es
reconquistada por el general Belisario a las tropas ostrogodas. A partir
de esa fecha Rávena se convierte en sede de un exarcado en el que el
puesto de gobernador lo ocupa el propio obispo; en fechas de la
terminación de San Vitale lo es Maximiano, quien consagra la iglesia en
547. Por ello, es probable que los paneles en los que se representa al
emperador y a su esposa, manifiesten el interés por la reconquista
bizantina de Italia, así como el apoyo al virrey Maximiano un candidato
imperial, la entrega de regalos a la iglesia de San Vitale y la acentuación
de las dos esferas de autoridad, el imperium y el sacerdotium.
******Ambos mosaicos, el de Justiniano y el de Teodora, tienen una serie
de elementos comunes, pero también hay notables diferencias entre
ellos. Los dos cortejos reflejan el ceremonial rígido y reglado que debió
de existir en la corte bizantina, deducido por la colocación, vestimenta,
atributos y actitudes de los personajes. Son dos comitivas solemnes y
graves, frontales, en donde la jerarquización de los poderes espirituales
y temporales están perfectamente delimitados. Es un reflejo del
cesaropapismo de la corte, donde las escenas religiosas toman el
carácter de ceremonias cortesanas, y, a la vez, la solemnidad imperial
se adapta al ritual litúrgico. En cualquier caso, hay una intención clara de
resaltar lo mayestático, lo autoritario y solemne, no sólo del conjunto,
sino en la individualidad de los componentes de ambos grupos. Existen,
también, notables diferencias entre ambos plafones, son tan claras que
se ha llegado a suponer que fueron artistas diferentes los que los
realizaron. Efectivamente el color es mucho más rico y variado en el de
Teodora. El sentido descriptivo que se aplica en el tratamiento de sus
vestidos, joyas y brocados, es mucho más preciso que el usado en el del
emperador; en éste los fondos están prácticamente suprimidos creando
una atmósfera áurea que impele a los personajes hacia el primer
término, como si no cupiesen en el espacio, estructurado únicamente por
la colocación de los pies y la ocultación de uno de los laterales de cada
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8. personaje por los ropajes del siguiente; en cambio, en el de Teodora es
de mucha mayor profundidad espacial obtenida por el apoyo visual de
las cortinas entreabiertas, la fuente de pie o en la especie de hornacina
abovedada que enmarca a la emperatriz; distinta también es la propia
proporción de las figuras.
6. Bóveda central del presbiterio: Agnus Dei o Cordero místico, con
cuatro ángeles. La bóveda está dividida en cuatro, por nervaduras
formadas por hojas de laurel. En el centro, cuatro ángeles parados sobre
orbes sostienen una guirnalda central que enmarca al Agnus Dei.
La iconografía cristiana utiliza el Agnus Dei como una representación alegórica
del “Sacrificio” de Cristo. El lugar simbólico del Cordero con el altar debajo,
establece un axis vertical con el simbolismo sacrificial de la Eucaristía.
Por otro lado, los cuatro ángeles, podrían referir a los cuatro puntos cardinales.
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9. 7. Intradós del arco que se abre al presbiterio: quince medallones que
representan los bustos de: Cristo, en lo alto, con barba y cabello largo,
los doce apóstoles, y los santos Gervasio y Protasio (considerados los
hijos de San Vitale). (Ver figuras anteriores).
8. Pared Sur del presbiterio, luneto (muro izquierdo): Sacrificio de
Abel y Ofrenda de Melquisedec. Abel sale de una choza cubierta de
paja y ofrece al cielo un pequeño cordero. El altar de Melquisedec tiene
sobre la mesa la copa sacramental y los dos panes-hostias, está delante
de una iglesia que tiene forma de basílica. La mano de Dios sale de
entre las nubes a recibir las ofrendas.
Este mosaico muestra dos escenas de ofrendas del libro del Génesis.
Abel muestra su ofrenda, el “primogénito de su rebaño” (Génesis 4:3-5),
y la ofrenda de Melquisedec es parte de la historia de Abraham cuando
Melquisedec, el sacerdote, el rey de Salem, ofrece a Abraham pan y
vino. (Génesis 14:18-20; Hebreos 7:1-2).
El simbolismo eucarístico de esta imagen se ve con el altar portando el
pan y el vino entre las figuras de Abel y Melquisedec presentando sus
ofrendas.
9. Pared Sur del presbiterio, fuera del luneto, en las enjutas: Moisés
se desata la sandalia ante la zarza ardiente y cuida los rebaños de
su suegro Jetró, y en el otro lado, Isaías.
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10. La historia de Moisés: Éxodo 3:1-5. Isaías es considerado el Profeta de
la Encarnación de Cristo.
10. Pared Sur del presbiterio, en la parte superior del tímpano del
luneto: dos ángeles que portan un medallón con una cruz adornada
con joyas.
11. Pared Sur del presbiterio (muro superior izquierdo): San Marcos y
San Mateo con sus correspondientes símbolos. (San Marcos el león
y San Mateo el hombre alado).
12. Pared Norte del presbiterio, panel superior: San Lucas y San Juan
con sus atributos. (San Lucas el buey y San Juan el águila).
Los cuatro evangelistas aparecen en el nivel superior a los profetas.
Cada evangelista está asociado con una de las esquinas del mosaico del
presbiterio, y la división en niveles muestra el corte entre el Antiguo y el
Nuevo Testamento.
13. Pared Norte del presbiterio, luneto inferior (muro inferior derecho):
dos episodios de la vida de Abraham: En el centro, los tres ángeles
bajo el roble –visión de Mambré- anunciando a Abraham el nacimiento
de su hijo Isaac, y a la izquierda su esposa Sara (Génesis 18:1-15). A la
derecha el sacrificio de Isaac (Génesis 22).
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11. 14. Pared Norte del presbiterio, fuera del luneto, en las enjutas:
Jeremías, a la izquierda, y Moisés en el Monte Oreb, a la derecha,
recibiendo las Tablas de la Ley, mientras al pie del monte Sinaí le
esperan las doce tribus de Israel.
Jeremías es tradicionalmente visto como el Profeta de la pasión de
Cristo.
15. Pared Norte del presbiterio, en la parte superior del tímpano del
luneto: dos ángeles que portan un medallón con una cruz adornada
con joyas.
Recomendamos realizar la visita virtual a la Iglesia de San Vitale disponible
en: www.turismo-ravenna.it/frame_citta.htm Basílica de San Vitale y San
Vitale Ábside (2003)
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