Las protocolizaciones son documentos protocolares que no contienen acuerdos jurídicos, sino que registran actuaciones judiciales u otros documentos oficiales con el fin de preservarlos y darles mayor publicidad. Algunos ejemplos de documentos que se protocolizan son actas de matrimonio, liquidaciones judiciales, planos de propiedades horizontales, y expedientes de sucesiones. La protocolización no modifica la validez legal de los documentos originales, sino que los preserva en el protocolo notarial.