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eNFeRMERÍA INTEGRAL / Septiembre 2006 7
artículos
Dolor Neuropático Central tras Lesión Medular
versus salud mental
PALABRAS CLAVE:
INTRODUCCIÓN
Las enfermedades y lesiones del Sistema
Nervioso Central (SNC) y sus consecuentes
secuelas vienen ocurriendo con más incidencia
y predominancia en la sociedad contem-
poránea, sea por el envejecimiento general
de la población, por el aumento de la
sobrevida de los enfermos gracias a los
mejores esmeros en la fase más grave de
las enfermedades y también por el aumento
de la violencia y de las lesiones traumáticas
que vienen ocurriendo. Las lesiones del SNC
son los síndromes no capacitados que más
se devastan y que más se acometen al
Vall, J.
Enfermera, Mestrada del Programa de Postgrado
en Enfermedad de la Universidad Federal de
Ceará de Brazil.
Batista, V.A.
Enfermera, Doctora en Enfermedad, Profesora
adjunta de Sección de Enfermedad, Graduación
Póstgrado de la Universidad Federal de Ceará de
Brazil.
Almeida, P.C.
Doctor, Profesor Adjunto de Sección de
Enfermedad, Postgrado de la Universidad Federal
de Ceará de Brazil.
AUTORES
LA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA A RESPECTO DE LA LESIÓN MEDULAR, EL DOLOR NEUROPÁTICO Y LA SALUD MENTAL. SON
PRESENTADOS COMO LOS CONCEPTOS RELACIONADOS A LA CONTEXTUALIZACIÓN Y FISIOPATOLOGÍA DEL DOLOR Y SU
RELACIÓN CON LA SALUD MENTAL DE UN INDIVIDUO QUE POSEE EL DOLOR NEUROPÁTICO SECUNDARIO A LA LESIÓN MEDULAR.
LOS ASPECTOS QUE MÁS HACEN RELACIONES CON LOS MENORES ESCORES EN LOS ÍNDICES DE CALIDAD DE VIDA DE ESTOS
INDIVIDUOS ES LA ANSIEDAD, LA DEPRESIÓN Y LA PÉRDIDA DE LA BÚSQUEDA DE UNA SOLUCIÓN LO QUE RESULTA, COMO
CONSECUENCIA, LA INSTALACIÓN DEL DOLOR CRÓNICO.
dolor crónico, lesión medular, enfermería en rehabilitación, salud mental.
Hombre, que allende de la gravedad y
enfermedad irreversible, ellas se generan en
la gran mayoría de los casos, incapacidades
multifactoriales, que por muchas veces no
llevan a la mejora total del cuadro, sino a
su condición nueva a la mejora de la
adaptación del individuo
1
.
La lesión medular es un síndrome
neurológico muy grave que deja incapacitado
el individuo y se caracteriza por las
alteraciones de la motricidad, la sensibilidad
superficial y profunda y disturbios
neurovegetativos de los segmentos del cuerpo
localizados debajo de la lesión. La paraplejía
envuelve los miembros inferiores y la
tetraplejía envuelve los cuatros miembros.
Algunas complicaciones que pueden ocurrir
de una lesión medular son: la vejiga y los
intestinos neurogéncios, la espasticidad, la
úlcera de presión, las deformidades oste-
articulares, la trombosis venosa profunda,
la disreflexía autonómica, la osificación
heterotópica y los síndromes dolorosos.
Allende el comprometimiento motor y
pérdida o disminución de la sensibilidad, la
lesión medular lleva al desarrollo del dolor
crónico2
, caracterizado en principal por el
dolor neuropático central
3
, que es un dolor
espontáneo que ocurre principalmente donde
hay disminución de la sensibilidad
4
.
De las complicaciones ésta es una de
las más representativas y el manoseo y los
tratos convencionales son ineficaces
5
. Ella
puede asomarse después de algunas
semanas, meses o hasta años alojándose
tras la lesión y esto ocurre cuando hay la
lesión parcial o total de las vías nerviosas
del sistema nervioso periférico o central
6
.
Sin embargo, la expresión de sufrimiento
es muy distinta de un individuo a otro y gran
número de factores individuales y
ambientales, además los aspectos raciales,
los sociales, los culturales, los religiosos, los
filosóficos, las experiencias anteriores y el
estado mental de los individuos puede hacer
efecto exacerbado o disminuir muy poco la
expresión dolorosa7
.
El fenómeno doloroso no hace
implicación sólo en la vehiculación de la
información sensitiva a través de las vías
nerviosas hasta su procesamiento en el
sistema nervioso central. Los elementos
sensoriales, los afectivos, los culturales y los
emocionales hacen la composición del
fenómeno doloso. La experiencia dolorosa
implica en la interpretación del aspecto físico-
químico del estímulo nocivo y de la interacción
de ésta con las características individuales
como el humor, el significado simbólico que
fuera atribuido al fenómeno sensitivo y los
aspectos culturales de los individuos
8
.
Por eso no se puede tener una visión
general del dolor neuropático aisladamente,
pero sí en el contexto de la salud mental,
pues, el conocimiento de los mecanismos
biológicos del dolor no es suficiente para
hacerse comprender los síndromes del dolor
crónico. Los aspectos psicológicos y sociales
pueden tener una función relevante en la
iniciación y en la perpetuación de los síntomas
dolorosos y esos factores producen
comportamientos diversos como se puede
dar las respuestas a las circunstancias que
el dolor se impone a los individuos que los
sienten
9
.
Delante de este contexto, este estudio
tiene el objetivo de hacerse crear una base
de conocimiento buscándose y reuniéndose
las referencias teóricas a respecto del tema
el dolor crónico, más especificadamente
8 eNFeRMERÍA INTEGRAL / Septiembre 2006
científicosartículos
neuropático tras lesión medular y su
correlación con la salud mental del individuo.
Para que pueda ocurrir eso, nosotros hicimos
una investigación documental, como la
revisión de la literatura, a través de la lectura
sistemática y de la crítica de las publicaciones
más importantes que se pueda buscar a
respecto del tema10
.
La Contextualización a Respecto del
Dolor
El dolor es una característica común a
toda la humanidad, siendo experimentada
por todos los seres humanos en algún
momento11
, surgió con el inicio de la vida y
desarrolla, hasta hoy, con la influencia de
los cambios en el estilo de la vida del Hombre
y de las sociedades. El Hombre busca la
felicidad y el bienestar en todos los niveles
y el dolor se asoma justamente como uno
de los obstáculos para que él pueda atingir
sus objetivos, haciendo acordarse de su
estado de vulnerabilidad12
.
La palabra dolor, etimológicamente, se
origina del latín vulgar dolore y designa el
dolor físico, el sufrimiento, el dolor moral,
la pena, el disgusto, el aburrimiento, la
aflicción y la tristeza13
. El dolor en inglés
significa pain, que de latín significa poena y
de greco significa poiné, que significa el
castigo, la punición14
.
Él es fisiológicamente esencial para la
supervivencia, pero se refiere a una
sensación, un “adjunto psicológico a un
reflejo protector”. Es una manifestación que
es subjetiva y que varía conforme la
interpretación y la percepción consciente e
inconsciente del ser humano15
.
El dolor fuera conceptuado desde 1979
por la International Association Study of Pain
(IASP)16
como “una experiencia sensorial y
emocional desagradable que es hecha a la
asociación a las lesiones reales o potenciales
o descriptivas en términos de tales lesiones”.
Eso independe de la aceptación de esa
definición, el dolor es considerado como una
experiencia genuinamente subjetiva y
personal y la percepción del dolor son
caracterizada como una experiencia
multidimensional, haciendo la diversificación
en la calidad y en la intensidad sensorial,
siendo afectada por las variables afectivo-
motivacionales17
.
Es considerada actualmente, como la
quinta señal vital, ha sido evaluada de manera
continua y permanente en los hospitales y
en las clínicas de dolor17,18
e, segundo
Baszanger11
sigue siendo una de las
experiencias más destructivas y
desorganizadas de la vida humana, su
evaluación y manejo adecuados son
esenciales.
En este contexto, el enfermero es una
pieza fundamental al manejo tanto del dolor
agudo como crónico, pues es el profesional
de la salud que permanece más tiempo cerca
al enfermo. Éste hace la función como un
eslabón entre el equipo y el enfermo. Sin
embargo, para que este profesional pueda
actuar de manera eficaz en el manejo del
dolor es necesario que sea consciente de lo
que hace y también, cuanto es importante
el control de este manejo allende la
adquisición de conocimientos sobre la
fisiopatología del dolor agudo y crónico y
métodos que hagan evaluación para que se
pueda escoger el método mejor de
conformidad con su realidad y sitio de
actuación
19
.
En síntesis, puédase decir que el foco
de acción del enfermero debe ser la evaluación
adecuada y el control de las respuestas
disfuncionales del enfermo y de su familia
delante del dolor y al tratamiento y la
promoción del auto desvelo
20
.
Fisiopatología del Dolor
Para que se pueda comprender el
proceso del dolor neuropático es necesario
comprender, con antelación, la fisiopatología
nociceptiva. El dolor es un proceso complejo
que envuelve la interacción entre
neurotransmisores y neuromulares
21
. Sin
embargo, es importante acordarse de que
ella es subjetiva y que cada individuo aprende
a utilizarse este término conforme sus
experiencias.
De primero paso en la secuencia de los
eventos que originan el fenómeno sensitivo
- doloroso es la transformación de los
estímulos ambientales en potenciales de
actuación que, de las fibras periféricas, donde
son transferidos para el Sistema Nervioso
Central (SNC).
Cuatro procesos distintos están
enredados en la transmisión del impulso
doloroso: la transducción, la transmisión, la
modulación y percepción o cognición del
dolor.
La transducción es el proceso donde el
estímulo nociceptivo genera una actividad
eléctrica periférica. La transmisión envuelve
el transporte del impulso eléctrico al nivel
medular y hasta al cerebro, a través de tratos
específicos. La modulación actúa en paralelo
a la transmisión al nivel medular y es el
proceso por el cual ésta es facilitada o
inhibida, según la Teoría de la Comporta.
Cuando llega al córtex cerebral el impulso
doloroso es interpretado en todas sus
dimensiones, la información es identificada
y se hace la transformación para la sensación
de dolor
22
.
En caso del dolor neuropático por lesión
medular, lo que ocurre es que el tejido leso
atenta reconstituirse a través del fenómeno
de la neuroplasticidad, como eso no ocurre
y no se regenera crea una señal llamada de
neuroma, que proporciona la manutención
de la actividad ectópica local, donde es
asociada a la supresión del sistema
modulador, y causa el dolor la constante
científicos
eNFeRMERÍA INTEGRAL / Septiembre 2006 9
artículos
referida principalmente en los miembros
inferiores.
El dolor neuropático puede manifestarse
de distintas maneras, como la sensación de
quemazón, peso, agujetas, aguijonazo o
choques, donde se puede o no ser seguido
de “escozores” o “adormecimiento”
(sensaciones llamadas de “parestesias”) de
una determinada parte del cuerpo. Ella es
usualmente referida en regiones por las
cuales la sensibilidad está parcial o totalmente
comprometida y puede ser hecha el
desencadenamiento por los automatismos
musculares, cambios de presión atmosférica,
humedad ambiental y emociones. La
eliminación de los agentes causales
frecuentemente no hace el control del dolor
y eso ocurre porque, habitualmente, no se
tiene la etiología determinada y sufre
influencia de factores distintos.
Es importante hacer resalta que, al revés
del dolor agudo que posee la función de
alerta y es de fácil avaluación y tratamiento,
el dolor neuropático es un dolor crónico que
normalmente genera estrés físico, emociona,
económico y social, significativos para el
individuo y su familia. Allende generar la
incapacidad de labor, alteraciones de humor
y de la vida afectiva, principalmente se resulta
de la instalación de cuadros depresivos.
Allende, es de difícil diagnóstico y
tratamiento
22
.
Dolor Neuropático Central versus Salud
Mental
Como ya hemos visto, el dolor es una
calidad sensorial compleja y su interpretación
envuelve no sólo los aspectos físicos-químicos
de la nocicepción, pero también los
componentes psico-socio-culturales de los
individuos y las particularidades del ambiente
donde el fenómeno doloroso es experi-
mentado. El dolor hace evocación y fantasías,
muchas veces no capacitadas, que traducen
el sufrimiento. Las improbabilidades, el miedo
de la incapacidad, de la desfiguración y de
la muerte, preocupación con las pérdidas
materiales y sociales son algunos de los
distintos componentes de gran contexto de
los trazos que describen el comportamiento
del enfermo con dolor. La limitación para la
ejecución de las actividades de vida diaria,
profesionales, sociales y familiares, el
comprometimiento del ritmo de ensueño,
del apetito y del ocio hace contribuciones
para que se agrave el sufrimiento de los que
padecen de dolor
22
.
El dolor crónico es caracterizado,
principalmente, por el dolor neuropático
central, es un problema que se encuentra
con bastante frecuencia en los portadores
de lesiones medular y, mientras muchos
estudios tengan enfocado la fisiopatología y
el tratamiento. Todavía, los factores psico-
sociales envueltos no son bien analizados y
estudiados
23
.
Es importante que sea considerado lo
cuánto desconcertante puede parecer el
fenómeno doloroso crónico para
investigadores, clínicos y para los propios
enfermos para que se comprenda el papel
del aprendizaje y las consecuentes dificultades
de elaboración de estrategias de
enfrentamiento. Vivir con el dolor crónico
exige esfuerzo continuo de adaptación y
obliga el enfermo a producir y experimentar
una serie de estrategias cognoscitivas y de
comportamientos conducidas no sólo para
el control de la sensación no agradable de
dolor pero también para el enfrentamiento
de las dificultades y mudanzas en la vida
cotidiana, resultantes de la cronicidad de su
condición
24
.
El fenómeno doloroso es al mismo
tiempo una sensación y una experiencia
afectiva. La primera dice respecto a la
conciencia de un estímulo nocivo y la segunda
a un sentimiento intenso de desplacer, que
da lugar a una serie de comportamientos
12
.
Las reacciones psicofísicas al dolor son
distintas de individuos para individuos y
dependen de su personalidad y de la situación
emocional en el momento en que se presenta
al dolor. El sufrimiento puede impedir a una
persona de relacionarse socialmente con los
demás y obligarlos a vivir a la merced de
sus sensaciones dolorosas. “Quizá, lo que el
Hombre más necesite no sea la búsqueda
de soluciones sólo para el dolor físico, si no
dar más atención al sufrimiento del alma y
del espíritu, pues éste tiene llevado muchos
seres humanos al desespero y a la pérdida
del verdadero sentido de vivir plenamente
y feliz”
25
.
No hay como distinguir el dolor físico y
psíquico de la experiencia de la persona que
sufre. Todo dolor mismo aquélla oriunda de
la lesión real, remite el individuo a las
experiencias más primitivas de desamparo,
de la misma manera que, delante de la
ausencia de la lesión física, el dolor psíquico
y el sufrimiento emocional intenso son
seguidos por las sensaciones corporales
difusas o localizadas
26
.
La reacción de un individuo al dolor va
a depender de su estado físico y emocional
y la forma por la cual ha condicionado su
respuesta a ella. Sentimientos dolorosos o
experiencias emocionales, tales como la pena
y el luto, la angustia y la culpa, pueden estar
inclusa en la sensibilidad al dolor
27
.
El dolor alargado ocasiona un estado de
invalidez. Lleva el ser humano a las
incapacidades físicas y mentales. Puede
afectar las relaciones personales e intra-
personales, lleva a abdicación de actividades
desarrolladas en el cotidiano, bien como
perjudicarse la autoestima. Ella puede
desencadenar una variedad de reacciones,
entre ellas: irritabilidad, alteración del padrón
de ensueño, alteración de humor y de la
personalidad, aislamiento social, familiar y
10 eNFeRMERÍA INTEGRAL / Septiembre 2006
científicosartículos
profesional, fuga de la enfermedad,
comportamiento de invalidez y depresión,
desempleo y divorcio
28
.
El enfermo con dolor crónico, más
especificadamente neuropático, frecuen-
temente experimenta modificaciones
dramáticas en su estilo de vida, que son
resultados del sufrimiento persistente
provocado por el dolor, con repercusiones
sobre la manera de cómo él percibe a su
calidad de vida. Allende el sufrimiento
ocasionado por el dolor, se añade a las
frustraciones de los tratamientos sin
resultados, de la multiplicad de exámenes
pocos aclarados y de las explicaciones no
satisfactorias del equipo de salud cuanto a
la inexistencia de un diagnostico preciso o
de que poco puede ser hecho para su alivio
29
.
La vivencia y la expresión del dolor
crónico están relacionadas con los aspectos
cognoscitivos, emocionales y de
comportamiento. Creencias y de
comportamientos disfuncionales tienen más
frecuencia en enfermos con dolor crónico y
obtienen una desmejora en el funcionamiento
físico y psíquico.
La ansiedad, comúnmente vivenciada
por los enfermos que sufren del dolor, puede
estar relacionado al inadecuado manejo del
dolor, al miedo del desconocido y a la falta
de aclaración, lo que puede resultar en
fantasías infundadas por la depresión, que
es la emoción más comúnmente asociada al
dolor crónico. El modelo cognoscitivo del
comportamiento, por ejemplo, admite que,
debido a reducción de las actividades, que
frecuentemente es seguida de cuadros
álgicos, sentimientos de pérdida de prestigio
social y de control de la situación ocasionan
la depresión. El individuo deprimido, centrado
en sí mismo, y alejado de su convivir social
y de las actividades de labor, recibe menos
refuerzo y está más susceptible para percibir
sensaciones dolorosas que en otras
situaciones no serian identificadas, o serian
con magnitudes distintas.
Ya el mecanismo neurobiológico de dolor
y depresión envuelve mecanismos
bioquímicos similar que resultan en la menor
disponibilidad de neurotransmisores centrales,
principalmente de la serotonina y de la
norepinefrina. Por esta razón las drogas que
hacen la revisión de los cuadros depresivos
actuando de manera a alargar la vida
biológica de los neurotransmisores, al mismo
tiempo hacen la modulación del dolor. La
naturaleza de la asociación entre el dolor y
la depresión, posiblemente, resulta de la
interacción entre esas teorias
30
.
Así, la depresión asociada se agrava al
vivir doloso y cuando no es hecho el control,
ella hace interferencia significativamente en
la calidad de vida del enfermo, pues interfiere
en las actividades de vida diaria y practica
y dificulta en serio el tratamiento y va a
llevar los enfermos a adherirse menos a la
terapia y a la obtención de resultados menos
satisfactorios en el control del dolor. Al revés,
la depresión también lleva al dolor y al
sufrimiento, o sea, ellas pueden ser la causa
o consecuencia de acuerdo con la situación,
o sea, el dolor y la depresión frecuentemente
coexisten y una agrava a otra31,32
.
Según Brose33
, la depresión es diagnos-
tico psiquiátrico más frecuente entre los
enfermos con dolor crónico, que oscila entre
10 hasta 87%. El propio dolor crónico, en
ciertos casos, podría ser una manera de
depresión mascarada33
. Otro estudio ha
revelado que los enfermos con mayores
escores de depresión tienen experiencias de
dolor de mayor intensidad, o sea, los síntomas
depresivos asociados a la presencia de dolor
agravan la experiencia dolorosa3 2
.
Es importante que sea resaltado que la
depresión es una síndrome clínica sino una
entidad única y es frecuentemente abordada
en trabajos que estudian el dolor crónico.
Del mismo modo la ansiedad también puede
ser considerada como un síndrome, con las
señales y síntomas bien definidos. Tanto la
ansiedad como la depresión son patologías
importantes en los enfermos con dolor
crónico, por supuesto no se puede hacer
negligencia a ellas, al revés, ella puede
obtener una falencia de tratamiento y hacer
contribuir para una disminución en la calidad
de vida de estos enfermos34
.
Una de las razones para la falla en el
tratamiento del dolor crónico es la falta de
un diagnóstico de depresión. La depresión
es “la correcta”, sea cual fuera su causa. Un
estado depresivo, principalmente cuando es
asumida una dimensión más grave, es una
complicación común cuando la enfermedad
de base se queda pésima y, no reconocer la
gravedad de esta complicación es poner el
paciente en peligro y la negligencia a una
de las peores maneras de sufrimiento
humano35
.
La desesperanza es otro factor que está
relacionado directamente a la salud mental
del portador del dolor crónico y, según Beck
y Steer36
, se mide la dimensión del pesimismo
o “de la extensión de las actitudes negativas
delante del futuro”. Según Stotland
36
, la
desesperanza es “un sistema de esquemas
cognitivos, los cuales el dominador común,
es la expectativa negativa cuando se habla
de un futuro próximo y remoto”. Ella está
directamente relacionada con el estado de
depresión.
Las personas desesperanzadas creen
que nada va a salir bien para ellas, nunca
van a tener éxito en sus hechos, que sus
metas importantes jamás podrán ser
alcanzadas y que sus peores dificultades
nunca serán solucionadas
36
.
En este contexto, el perfil de paciente
con dolor crónico puede ser trazado de tal
manera: el enfermo se presenta incapacitado
por el dolor, se queda la gran parte del tiempo
científicos
eNFeRMERÍA INTEGRAL / Septiembre 2006 11
artículos
inactivo, relata el pasaje por diversos
profesionales especialistas con innumeras
tentativas de intervenciones terapéuticas
frustradas, utiliza medicaciones en exceso
sin alivio de los síntomas, el enfermo
manifiesta fuerte desconfianza relativa a los
nuevos tratamientos, su discurso es todo
centralizado en el dolor, siendo difícil la
investigación de otros aspectos de su vida,
es visible el refuerzo del dolor por las
circunstancias ambientales, principalmente
en la atmósfera familiar37
.
CONSIDERACIONES FINALES
La importancia clínica de la correlación
entre el dolor crónico y la salud mental es
de gran importancia y todos los profesionales
que actúan cerca de los enfermos con dolor
neuropático secundario a la lesión medular,
deben estar atentas para la identificación de
estos estados mentales. Factores emocionales
y psíquicos frecuentemente coexisten y uno
agrava a otro. Enfermos con dolor, ansiosos,
deprimidos y desesperanzados presentan
perjuicios para la vida diaria de magnitud
superior aquellos que, mismo con dolor, no
presentan estas alteraciones. La identificación
precoz y el tratamiento adecuado de esos
agraves contribuyen para la mejora de la
calidad de vida de estos individuos
30
.
La investigación de las actitudes y el
conocimiento que el enfermo posee sobre el
dolor y su tratamiento, que expectativas
traen, que miedos y fantasías expresan son
fundamentales para minimizar la
desinformación y aclarar conceptos con
errores, una vez que ellos pueden contribuir
para la manutención del cuadro álgico y para
el inadecuado manejo del dolor. La historia
familiar relacionada a la expresión y el manejo
de queja álgica, de las actitudes, de las
creencias y de los valores del enfermo, de
la familia y de la sociedad en que está
inserido, sobre el dolor y su control, puede
contribuir para la identificación de “modelo”
culturalmente prendido en hacer experiencias
y hacer relato a respecto del dolor. Las
alteraciones en la atención, en la memoria,
en el flujo y en el contenido del pensamiento
infieren en el relato del dolor, en la posibilidad
del enfermo comprender orientaciones y a
seguir esquemas terapéuticos
6
.
En la evaluación psico-social del enfermo,
es de competencia del enfermero y de todo
su equipo interdisciplinar, la identificación
de manifestaciones subjetivas de depresión
secundaria al dolor crónico
35
. Esta evaluación
engloba categorías que describen los
padrones de respuestas de los enfermos y
hacen la inclusión: la historia social (datos
demográficos básicos, religiones y situaciones
maritales); situaciones estresantes y
estrategias usuales para mejer con ellas;
alteraciones neurovegetativas; los significados
que el enfermo contribuye a su condición
actual; estado mental; estilo de interacción
personal; aspectos psico-sociales prioritarios
(confianza, auto-percepción y auto-concepto,
control, pérdida, culpa, privacidad) y
diagnósticos de enfermedad (impotencia,
desesperanza, entre otros).
La evaluación y el manejo del dolor, la
realización de las actividades de vida diaria
con el mayor grado de independencia posible,
la recuperación de la funcionalidad, son
12 eNFeRMERÍA INTEGRAL / Septiembre 2006
científicosartículos
BIBLIOGRAFÍA
esenciales en los enfermos con lesión
medular38
.
El alivio de esa parcela de sufrimiento
hace darnos la contribución sólo en una de
las etapas alcanzadas por el equipo
interdisciplinar envuelta en el complejo
proceso de restablecimiento de equilibrio
biopsicosocial y de reintegración a la sociedad
de los lesionados medulares.
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34. Matta APC, Moreira Filho PF. Sintomas depressivos e ansiedade
em pacientes com cefaléia do tipo tensional crônica e
episódica. Arq Neuropsiquiatr 2003; 61 (4): 991 – 994.
35. Fráguas Júnior R, Figueiró JAB. Depressões em medicina
interna e em outras condições médicas: depressões
secundárias. São Paulo: Atheneu, 2001.
36. Cunha JA. Manual da versão em português das escalas
Beck. São Paulo: Casa do Psicólogo, 2001.
37. Garrote MS. Aspectos psiquiátricos da síndrome de dor
crônica. Rev. Paul Méd 1991; 109 (2): 84 – 87.
38. Teixeira MJ. Fisiopatologia da dor neuropática. Rev. Méd.
1999; 78 (2): 53-84.

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  • 1. científicos eNFeRMERÍA INTEGRAL / Septiembre 2006 7 artículos Dolor Neuropático Central tras Lesión Medular versus salud mental PALABRAS CLAVE: INTRODUCCIÓN Las enfermedades y lesiones del Sistema Nervioso Central (SNC) y sus consecuentes secuelas vienen ocurriendo con más incidencia y predominancia en la sociedad contem- poránea, sea por el envejecimiento general de la población, por el aumento de la sobrevida de los enfermos gracias a los mejores esmeros en la fase más grave de las enfermedades y también por el aumento de la violencia y de las lesiones traumáticas que vienen ocurriendo. Las lesiones del SNC son los síndromes no capacitados que más se devastan y que más se acometen al Vall, J. Enfermera, Mestrada del Programa de Postgrado en Enfermedad de la Universidad Federal de Ceará de Brazil. Batista, V.A. Enfermera, Doctora en Enfermedad, Profesora adjunta de Sección de Enfermedad, Graduación Póstgrado de la Universidad Federal de Ceará de Brazil. Almeida, P.C. Doctor, Profesor Adjunto de Sección de Enfermedad, Postgrado de la Universidad Federal de Ceará de Brazil. AUTORES LA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA A RESPECTO DE LA LESIÓN MEDULAR, EL DOLOR NEUROPÁTICO Y LA SALUD MENTAL. SON PRESENTADOS COMO LOS CONCEPTOS RELACIONADOS A LA CONTEXTUALIZACIÓN Y FISIOPATOLOGÍA DEL DOLOR Y SU RELACIÓN CON LA SALUD MENTAL DE UN INDIVIDUO QUE POSEE EL DOLOR NEUROPÁTICO SECUNDARIO A LA LESIÓN MEDULAR. LOS ASPECTOS QUE MÁS HACEN RELACIONES CON LOS MENORES ESCORES EN LOS ÍNDICES DE CALIDAD DE VIDA DE ESTOS INDIVIDUOS ES LA ANSIEDAD, LA DEPRESIÓN Y LA PÉRDIDA DE LA BÚSQUEDA DE UNA SOLUCIÓN LO QUE RESULTA, COMO CONSECUENCIA, LA INSTALACIÓN DEL DOLOR CRÓNICO. dolor crónico, lesión medular, enfermería en rehabilitación, salud mental. Hombre, que allende de la gravedad y enfermedad irreversible, ellas se generan en la gran mayoría de los casos, incapacidades multifactoriales, que por muchas veces no llevan a la mejora total del cuadro, sino a su condición nueva a la mejora de la adaptación del individuo 1 . La lesión medular es un síndrome neurológico muy grave que deja incapacitado el individuo y se caracteriza por las alteraciones de la motricidad, la sensibilidad superficial y profunda y disturbios neurovegetativos de los segmentos del cuerpo localizados debajo de la lesión. La paraplejía
  • 2. envuelve los miembros inferiores y la tetraplejía envuelve los cuatros miembros. Algunas complicaciones que pueden ocurrir de una lesión medular son: la vejiga y los intestinos neurogéncios, la espasticidad, la úlcera de presión, las deformidades oste- articulares, la trombosis venosa profunda, la disreflexía autonómica, la osificación heterotópica y los síndromes dolorosos. Allende el comprometimiento motor y pérdida o disminución de la sensibilidad, la lesión medular lleva al desarrollo del dolor crónico2 , caracterizado en principal por el dolor neuropático central 3 , que es un dolor espontáneo que ocurre principalmente donde hay disminución de la sensibilidad 4 . De las complicaciones ésta es una de las más representativas y el manoseo y los tratos convencionales son ineficaces 5 . Ella puede asomarse después de algunas semanas, meses o hasta años alojándose tras la lesión y esto ocurre cuando hay la lesión parcial o total de las vías nerviosas del sistema nervioso periférico o central 6 . Sin embargo, la expresión de sufrimiento es muy distinta de un individuo a otro y gran número de factores individuales y ambientales, además los aspectos raciales, los sociales, los culturales, los religiosos, los filosóficos, las experiencias anteriores y el estado mental de los individuos puede hacer efecto exacerbado o disminuir muy poco la expresión dolorosa7 . El fenómeno doloroso no hace implicación sólo en la vehiculación de la información sensitiva a través de las vías nerviosas hasta su procesamiento en el sistema nervioso central. Los elementos sensoriales, los afectivos, los culturales y los emocionales hacen la composición del fenómeno doloso. La experiencia dolorosa implica en la interpretación del aspecto físico- químico del estímulo nocivo y de la interacción de ésta con las características individuales como el humor, el significado simbólico que fuera atribuido al fenómeno sensitivo y los aspectos culturales de los individuos 8 . Por eso no se puede tener una visión general del dolor neuropático aisladamente, pero sí en el contexto de la salud mental, pues, el conocimiento de los mecanismos biológicos del dolor no es suficiente para hacerse comprender los síndromes del dolor crónico. Los aspectos psicológicos y sociales pueden tener una función relevante en la iniciación y en la perpetuación de los síntomas dolorosos y esos factores producen comportamientos diversos como se puede dar las respuestas a las circunstancias que el dolor se impone a los individuos que los sienten 9 . Delante de este contexto, este estudio tiene el objetivo de hacerse crear una base de conocimiento buscándose y reuniéndose las referencias teóricas a respecto del tema el dolor crónico, más especificadamente 8 eNFeRMERÍA INTEGRAL / Septiembre 2006 científicosartículos neuropático tras lesión medular y su correlación con la salud mental del individuo. Para que pueda ocurrir eso, nosotros hicimos una investigación documental, como la revisión de la literatura, a través de la lectura sistemática y de la crítica de las publicaciones más importantes que se pueda buscar a respecto del tema10 . La Contextualización a Respecto del Dolor El dolor es una característica común a toda la humanidad, siendo experimentada por todos los seres humanos en algún momento11 , surgió con el inicio de la vida y desarrolla, hasta hoy, con la influencia de los cambios en el estilo de la vida del Hombre y de las sociedades. El Hombre busca la felicidad y el bienestar en todos los niveles y el dolor se asoma justamente como uno de los obstáculos para que él pueda atingir sus objetivos, haciendo acordarse de su estado de vulnerabilidad12 . La palabra dolor, etimológicamente, se origina del latín vulgar dolore y designa el dolor físico, el sufrimiento, el dolor moral, la pena, el disgusto, el aburrimiento, la aflicción y la tristeza13 . El dolor en inglés significa pain, que de latín significa poena y de greco significa poiné, que significa el castigo, la punición14 . Él es fisiológicamente esencial para la supervivencia, pero se refiere a una sensación, un “adjunto psicológico a un reflejo protector”. Es una manifestación que es subjetiva y que varía conforme la interpretación y la percepción consciente e inconsciente del ser humano15 . El dolor fuera conceptuado desde 1979 por la International Association Study of Pain (IASP)16 como “una experiencia sensorial y emocional desagradable que es hecha a la asociación a las lesiones reales o potenciales o descriptivas en términos de tales lesiones”. Eso independe de la aceptación de esa definición, el dolor es considerado como una experiencia genuinamente subjetiva y personal y la percepción del dolor son caracterizada como una experiencia multidimensional, haciendo la diversificación en la calidad y en la intensidad sensorial, siendo afectada por las variables afectivo- motivacionales17 . Es considerada actualmente, como la quinta señal vital, ha sido evaluada de manera continua y permanente en los hospitales y en las clínicas de dolor17,18 e, segundo Baszanger11 sigue siendo una de las experiencias más destructivas y desorganizadas de la vida humana, su evaluación y manejo adecuados son esenciales. En este contexto, el enfermero es una pieza fundamental al manejo tanto del dolor agudo como crónico, pues es el profesional de la salud que permanece más tiempo cerca
  • 3. al enfermo. Éste hace la función como un eslabón entre el equipo y el enfermo. Sin embargo, para que este profesional pueda actuar de manera eficaz en el manejo del dolor es necesario que sea consciente de lo que hace y también, cuanto es importante el control de este manejo allende la adquisición de conocimientos sobre la fisiopatología del dolor agudo y crónico y métodos que hagan evaluación para que se pueda escoger el método mejor de conformidad con su realidad y sitio de actuación 19 . En síntesis, puédase decir que el foco de acción del enfermero debe ser la evaluación adecuada y el control de las respuestas disfuncionales del enfermo y de su familia delante del dolor y al tratamiento y la promoción del auto desvelo 20 . Fisiopatología del Dolor Para que se pueda comprender el proceso del dolor neuropático es necesario comprender, con antelación, la fisiopatología nociceptiva. El dolor es un proceso complejo que envuelve la interacción entre neurotransmisores y neuromulares 21 . Sin embargo, es importante acordarse de que ella es subjetiva y que cada individuo aprende a utilizarse este término conforme sus experiencias. De primero paso en la secuencia de los eventos que originan el fenómeno sensitivo - doloroso es la transformación de los estímulos ambientales en potenciales de actuación que, de las fibras periféricas, donde son transferidos para el Sistema Nervioso Central (SNC). Cuatro procesos distintos están enredados en la transmisión del impulso doloroso: la transducción, la transmisión, la modulación y percepción o cognición del dolor. La transducción es el proceso donde el estímulo nociceptivo genera una actividad eléctrica periférica. La transmisión envuelve el transporte del impulso eléctrico al nivel medular y hasta al cerebro, a través de tratos específicos. La modulación actúa en paralelo a la transmisión al nivel medular y es el proceso por el cual ésta es facilitada o inhibida, según la Teoría de la Comporta. Cuando llega al córtex cerebral el impulso doloroso es interpretado en todas sus dimensiones, la información es identificada y se hace la transformación para la sensación de dolor 22 . En caso del dolor neuropático por lesión medular, lo que ocurre es que el tejido leso atenta reconstituirse a través del fenómeno de la neuroplasticidad, como eso no ocurre y no se regenera crea una señal llamada de neuroma, que proporciona la manutención de la actividad ectópica local, donde es asociada a la supresión del sistema modulador, y causa el dolor la constante científicos eNFeRMERÍA INTEGRAL / Septiembre 2006 9 artículos referida principalmente en los miembros inferiores. El dolor neuropático puede manifestarse de distintas maneras, como la sensación de quemazón, peso, agujetas, aguijonazo o choques, donde se puede o no ser seguido de “escozores” o “adormecimiento” (sensaciones llamadas de “parestesias”) de una determinada parte del cuerpo. Ella es usualmente referida en regiones por las cuales la sensibilidad está parcial o totalmente comprometida y puede ser hecha el desencadenamiento por los automatismos musculares, cambios de presión atmosférica, humedad ambiental y emociones. La eliminación de los agentes causales frecuentemente no hace el control del dolor y eso ocurre porque, habitualmente, no se tiene la etiología determinada y sufre influencia de factores distintos. Es importante hacer resalta que, al revés del dolor agudo que posee la función de alerta y es de fácil avaluación y tratamiento, el dolor neuropático es un dolor crónico que normalmente genera estrés físico, emociona, económico y social, significativos para el individuo y su familia. Allende generar la incapacidad de labor, alteraciones de humor y de la vida afectiva, principalmente se resulta de la instalación de cuadros depresivos. Allende, es de difícil diagnóstico y tratamiento 22 . Dolor Neuropático Central versus Salud Mental Como ya hemos visto, el dolor es una calidad sensorial compleja y su interpretación envuelve no sólo los aspectos físicos-químicos de la nocicepción, pero también los componentes psico-socio-culturales de los individuos y las particularidades del ambiente donde el fenómeno doloroso es experi- mentado. El dolor hace evocación y fantasías, muchas veces no capacitadas, que traducen el sufrimiento. Las improbabilidades, el miedo de la incapacidad, de la desfiguración y de la muerte, preocupación con las pérdidas materiales y sociales son algunos de los distintos componentes de gran contexto de los trazos que describen el comportamiento del enfermo con dolor. La limitación para la ejecución de las actividades de vida diaria, profesionales, sociales y familiares, el comprometimiento del ritmo de ensueño, del apetito y del ocio hace contribuciones para que se agrave el sufrimiento de los que padecen de dolor 22 . El dolor crónico es caracterizado, principalmente, por el dolor neuropático central, es un problema que se encuentra con bastante frecuencia en los portadores de lesiones medular y, mientras muchos estudios tengan enfocado la fisiopatología y el tratamiento. Todavía, los factores psico- sociales envueltos no son bien analizados y estudiados 23 .
  • 4. Es importante que sea considerado lo cuánto desconcertante puede parecer el fenómeno doloroso crónico para investigadores, clínicos y para los propios enfermos para que se comprenda el papel del aprendizaje y las consecuentes dificultades de elaboración de estrategias de enfrentamiento. Vivir con el dolor crónico exige esfuerzo continuo de adaptación y obliga el enfermo a producir y experimentar una serie de estrategias cognoscitivas y de comportamientos conducidas no sólo para el control de la sensación no agradable de dolor pero también para el enfrentamiento de las dificultades y mudanzas en la vida cotidiana, resultantes de la cronicidad de su condición 24 . El fenómeno doloroso es al mismo tiempo una sensación y una experiencia afectiva. La primera dice respecto a la conciencia de un estímulo nocivo y la segunda a un sentimiento intenso de desplacer, que da lugar a una serie de comportamientos 12 . Las reacciones psicofísicas al dolor son distintas de individuos para individuos y dependen de su personalidad y de la situación emocional en el momento en que se presenta al dolor. El sufrimiento puede impedir a una persona de relacionarse socialmente con los demás y obligarlos a vivir a la merced de sus sensaciones dolorosas. “Quizá, lo que el Hombre más necesite no sea la búsqueda de soluciones sólo para el dolor físico, si no dar más atención al sufrimiento del alma y del espíritu, pues éste tiene llevado muchos seres humanos al desespero y a la pérdida del verdadero sentido de vivir plenamente y feliz” 25 . No hay como distinguir el dolor físico y psíquico de la experiencia de la persona que sufre. Todo dolor mismo aquélla oriunda de la lesión real, remite el individuo a las experiencias más primitivas de desamparo, de la misma manera que, delante de la ausencia de la lesión física, el dolor psíquico y el sufrimiento emocional intenso son seguidos por las sensaciones corporales difusas o localizadas 26 . La reacción de un individuo al dolor va a depender de su estado físico y emocional y la forma por la cual ha condicionado su respuesta a ella. Sentimientos dolorosos o experiencias emocionales, tales como la pena y el luto, la angustia y la culpa, pueden estar inclusa en la sensibilidad al dolor 27 . El dolor alargado ocasiona un estado de invalidez. Lleva el ser humano a las incapacidades físicas y mentales. Puede afectar las relaciones personales e intra- personales, lleva a abdicación de actividades desarrolladas en el cotidiano, bien como perjudicarse la autoestima. Ella puede desencadenar una variedad de reacciones, entre ellas: irritabilidad, alteración del padrón de ensueño, alteración de humor y de la personalidad, aislamiento social, familiar y 10 eNFeRMERÍA INTEGRAL / Septiembre 2006 científicosartículos profesional, fuga de la enfermedad, comportamiento de invalidez y depresión, desempleo y divorcio 28 . El enfermo con dolor crónico, más especificadamente neuropático, frecuen- temente experimenta modificaciones dramáticas en su estilo de vida, que son resultados del sufrimiento persistente provocado por el dolor, con repercusiones sobre la manera de cómo él percibe a su calidad de vida. Allende el sufrimiento ocasionado por el dolor, se añade a las frustraciones de los tratamientos sin resultados, de la multiplicad de exámenes pocos aclarados y de las explicaciones no satisfactorias del equipo de salud cuanto a la inexistencia de un diagnostico preciso o de que poco puede ser hecho para su alivio 29 . La vivencia y la expresión del dolor crónico están relacionadas con los aspectos cognoscitivos, emocionales y de comportamiento. Creencias y de comportamientos disfuncionales tienen más frecuencia en enfermos con dolor crónico y obtienen una desmejora en el funcionamiento físico y psíquico. La ansiedad, comúnmente vivenciada por los enfermos que sufren del dolor, puede estar relacionado al inadecuado manejo del dolor, al miedo del desconocido y a la falta de aclaración, lo que puede resultar en fantasías infundadas por la depresión, que es la emoción más comúnmente asociada al dolor crónico. El modelo cognoscitivo del comportamiento, por ejemplo, admite que, debido a reducción de las actividades, que frecuentemente es seguida de cuadros álgicos, sentimientos de pérdida de prestigio social y de control de la situación ocasionan la depresión. El individuo deprimido, centrado en sí mismo, y alejado de su convivir social y de las actividades de labor, recibe menos refuerzo y está más susceptible para percibir sensaciones dolorosas que en otras situaciones no serian identificadas, o serian con magnitudes distintas. Ya el mecanismo neurobiológico de dolor y depresión envuelve mecanismos bioquímicos similar que resultan en la menor disponibilidad de neurotransmisores centrales, principalmente de la serotonina y de la norepinefrina. Por esta razón las drogas que hacen la revisión de los cuadros depresivos actuando de manera a alargar la vida biológica de los neurotransmisores, al mismo tiempo hacen la modulación del dolor. La naturaleza de la asociación entre el dolor y la depresión, posiblemente, resulta de la interacción entre esas teorias 30 . Así, la depresión asociada se agrava al vivir doloso y cuando no es hecho el control, ella hace interferencia significativamente en la calidad de vida del enfermo, pues interfiere en las actividades de vida diaria y practica y dificulta en serio el tratamiento y va a llevar los enfermos a adherirse menos a la
  • 5. terapia y a la obtención de resultados menos satisfactorios en el control del dolor. Al revés, la depresión también lleva al dolor y al sufrimiento, o sea, ellas pueden ser la causa o consecuencia de acuerdo con la situación, o sea, el dolor y la depresión frecuentemente coexisten y una agrava a otra31,32 . Según Brose33 , la depresión es diagnos- tico psiquiátrico más frecuente entre los enfermos con dolor crónico, que oscila entre 10 hasta 87%. El propio dolor crónico, en ciertos casos, podría ser una manera de depresión mascarada33 . Otro estudio ha revelado que los enfermos con mayores escores de depresión tienen experiencias de dolor de mayor intensidad, o sea, los síntomas depresivos asociados a la presencia de dolor agravan la experiencia dolorosa3 2 . Es importante que sea resaltado que la depresión es una síndrome clínica sino una entidad única y es frecuentemente abordada en trabajos que estudian el dolor crónico. Del mismo modo la ansiedad también puede ser considerada como un síndrome, con las señales y síntomas bien definidos. Tanto la ansiedad como la depresión son patologías importantes en los enfermos con dolor crónico, por supuesto no se puede hacer negligencia a ellas, al revés, ella puede obtener una falencia de tratamiento y hacer contribuir para una disminución en la calidad de vida de estos enfermos34 . Una de las razones para la falla en el tratamiento del dolor crónico es la falta de un diagnóstico de depresión. La depresión es “la correcta”, sea cual fuera su causa. Un estado depresivo, principalmente cuando es asumida una dimensión más grave, es una complicación común cuando la enfermedad de base se queda pésima y, no reconocer la gravedad de esta complicación es poner el paciente en peligro y la negligencia a una de las peores maneras de sufrimiento humano35 . La desesperanza es otro factor que está relacionado directamente a la salud mental del portador del dolor crónico y, según Beck y Steer36 , se mide la dimensión del pesimismo o “de la extensión de las actitudes negativas delante del futuro”. Según Stotland 36 , la desesperanza es “un sistema de esquemas cognitivos, los cuales el dominador común, es la expectativa negativa cuando se habla de un futuro próximo y remoto”. Ella está directamente relacionada con el estado de depresión. Las personas desesperanzadas creen que nada va a salir bien para ellas, nunca van a tener éxito en sus hechos, que sus metas importantes jamás podrán ser alcanzadas y que sus peores dificultades nunca serán solucionadas 36 . En este contexto, el perfil de paciente con dolor crónico puede ser trazado de tal manera: el enfermo se presenta incapacitado por el dolor, se queda la gran parte del tiempo científicos eNFeRMERÍA INTEGRAL / Septiembre 2006 11 artículos inactivo, relata el pasaje por diversos profesionales especialistas con innumeras tentativas de intervenciones terapéuticas frustradas, utiliza medicaciones en exceso sin alivio de los síntomas, el enfermo manifiesta fuerte desconfianza relativa a los nuevos tratamientos, su discurso es todo centralizado en el dolor, siendo difícil la investigación de otros aspectos de su vida, es visible el refuerzo del dolor por las circunstancias ambientales, principalmente en la atmósfera familiar37 . CONSIDERACIONES FINALES La importancia clínica de la correlación entre el dolor crónico y la salud mental es de gran importancia y todos los profesionales que actúan cerca de los enfermos con dolor neuropático secundario a la lesión medular, deben estar atentas para la identificación de estos estados mentales. Factores emocionales y psíquicos frecuentemente coexisten y uno agrava a otro. Enfermos con dolor, ansiosos, deprimidos y desesperanzados presentan perjuicios para la vida diaria de magnitud superior aquellos que, mismo con dolor, no presentan estas alteraciones. La identificación precoz y el tratamiento adecuado de esos agraves contribuyen para la mejora de la calidad de vida de estos individuos 30 . La investigación de las actitudes y el conocimiento que el enfermo posee sobre el dolor y su tratamiento, que expectativas traen, que miedos y fantasías expresan son fundamentales para minimizar la desinformación y aclarar conceptos con errores, una vez que ellos pueden contribuir para la manutención del cuadro álgico y para el inadecuado manejo del dolor. La historia familiar relacionada a la expresión y el manejo de queja álgica, de las actitudes, de las creencias y de los valores del enfermo, de la familia y de la sociedad en que está inserido, sobre el dolor y su control, puede contribuir para la identificación de “modelo” culturalmente prendido en hacer experiencias y hacer relato a respecto del dolor. Las alteraciones en la atención, en la memoria, en el flujo y en el contenido del pensamiento infieren en el relato del dolor, en la posibilidad del enfermo comprender orientaciones y a seguir esquemas terapéuticos 6 . En la evaluación psico-social del enfermo, es de competencia del enfermero y de todo su equipo interdisciplinar, la identificación de manifestaciones subjetivas de depresión secundaria al dolor crónico 35 . Esta evaluación engloba categorías que describen los padrones de respuestas de los enfermos y hacen la inclusión: la historia social (datos demográficos básicos, religiones y situaciones maritales); situaciones estresantes y estrategias usuales para mejer con ellas; alteraciones neurovegetativas; los significados que el enfermo contribuye a su condición actual; estado mental; estilo de interacción
  • 6. personal; aspectos psico-sociales prioritarios (confianza, auto-percepción y auto-concepto, control, pérdida, culpa, privacidad) y diagnósticos de enfermedad (impotencia, desesperanza, entre otros). La evaluación y el manejo del dolor, la realización de las actividades de vida diaria con el mayor grado de independencia posible, la recuperación de la funcionalidad, son 12 eNFeRMERÍA INTEGRAL / Septiembre 2006 científicosartículos BIBLIOGRAFÍA esenciales en los enfermos con lesión medular38 . El alivio de esa parcela de sufrimiento hace darnos la contribución sólo en una de las etapas alcanzadas por el equipo interdisciplinar envuelta en el complejo proceso de restablecimiento de equilibrio biopsicosocial y de reintegración a la sociedad de los lesionados medulares. 1. Greve JMD. Reabilitação na lesão da medula espinhal. Rev. Med 1999; 78 (2): 276 – 286. 2. Kennedy P, Frankel H, Gardner B, Nuseibeh J. 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