1. IMPACTO SOCIAL DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGIA 1
Intentar comprender con mayor profundidad en qué medida el conocimiento científico y
tecnológico afecta determinadas áreas a las cuales se le denominan "social" —según
Albornoz M, Estébanez ME, y Alfaraz C (2005), aquellas entendidas en las llamadas
políticas sociales o de "bienestar social"— abre el camino para intentar medir estos
efectos y lo convierte en un mecanismo o herramienta pertinente y favorable para las
políticas de ciencia, tecnología e innovación.
Sobre la base de lo planteado por Kostoff (1998), sobre este tópico, habría que considerar
interrogantes que los políticos y gestores de la ciencia y la innovación se hacen o
deberían hacerse:
¿Cuál es la utilidad real (social, económica, cultural, medio ambiental) de la ciencia
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y la innovación?
¿La ciencia y la tecnología están atendiendo las necesidades más urgentes de la
sociedad?
¿Es viable determinar la incidencia de la producción y difusión de nuevos
conocimientos en los procesos sociales?
Pero ¿cuál es la connotación o alcance del llamado "campo social"?. La ciencia y la
tecnología impactan en dimensiones sociales muy variadas: en la propia ciencia o en el
conocimiento, la economía, la política, la comunidad (en términos de sociedad civil), los
diversos dominios institucionales (salud, educación, bienestar y seguridad social, ley); la
cultura y los valores, medio ambiente, generación de empleo etcétera. El alcance de este
impacto estaría en función de la definición de "campo social" empleada y la delimitación y
desagregación de sus respectivas dimensiones de análisis.
Las dimensiones, destinos, ámbitos o formas de impactos posibles como definen algunos
autores, deben delimitarse a partir de los objetivos y el alcance de la investigación que se
realice.
El impacto social de la ciencia y la tecnología, como todo tipo de impacto, implica
identificar cambios, transformaciones. Según Quevedo V, Chía J, Rodríguez A (2002): "…
el impacto de la ciencia y la innovación tecnológica pudiera concebirse como el cambio o
conjunto de cambios duraderos que se producen en la sociedad, la economía, la ciencia,
la tecnología y el medio ambiente, que mejoran sus indicadores, como resultado de la
ejecución de acciones de I+D+I que introducen valor agregado a los productos, servicios,
procesos y tecnologías".
Para Albornoz (1999), en la conceptualización del impacto social se incluyen: el impacto
de los conocimientos científicos y tecnológicos en la sociedad, la incidencia de la ciencia y
la tecnología en el plano cultural; y la existencia de "redes" o "cadenas" intermediarias
entre los centros productores de conocimientos y los actores sociales demandantes.
Además, el impacto de las políticas de ciencia y tecnología.
Lo cierto es que en general es un campo aún poco definido con respecto a su alcance y
sumamente complejo, porque se trata de procesos relacionados con el conocimiento —un
recurso intangible y difícil de medir— en contextos sociales. Su evaluación es necesario
1 Gómez, J. 2013. Ciencia Tecnología y Sociedad. Módulo EAD.
2. tratarla a partir de los procesos concretos relacionados con el uso, difusión, vinculación y
transferencia, circulación y apropiación social del conocimiento por parte de los actores
que reciben el beneficio: una empresa, un educando, un médico, un paciente, una entidad
del estado, la población, etcétera.
Sobre esta base, Estebánez (2002), enfatiza en la complejidad del impacto social al
considerar que la multiplicidad de factores que intervienen y el carácter complejo de las
vinculaciones entre fuentes de conocimiento y el cambio social subyacen en la dificultad
de descifrar la dinámica de los impactos. La medición del impacto social resulta mucho
más multifacética por las muchas aristas de la dimensión social.
En este sentido, la transferencia de conocimientos y su medición desempeñan un papel
clave. Las nuevas funciones de la universidad dan muestras de esto. Trasmitir el
conocimiento generado a los sectores productivos y sociales en la generación de
innovaciones se ha convertido en su tercera misión, en total interacción con el resto de los
actores de los sistemas de ciencia, tecnología e innovación.
Itzcovitz V, Fernández P, Albornoz M (1998), sobre la importancia de la transmisión para
la obtención del impacto comentan: "... Para que un conocimiento producido como
resultado de la actividad de I+D pueda llegar a sus potenciales usuarios, no sólo es
necesario que se perciba su necesidad, sino que también es imprescindible que sea
efectiva su transmisión".
Esta mirada sobre la base de la dimensión social del conocimiento —aún una mirada
subjetiva e intangible— demanda la necesidad de intentar buscar elementos operativos
con el fin de poder desarrollar metodologías adecuadas e instrumentos de medición. Esto
implica delimitar los aspectos clave en un posible análisis de impacto social. En este
sentido y apoyándonos en los talleres realizados por la RICYT y otros autores, podemos
delimitar, inicialmente, los siguientes:
Nivel de análisis en el impacto: Es necesario distinguir tres niveles de análisis en el
impacto. El nivel micro se centra en los grupos de investigación donde los proyectos
constituyen unidades de análisis y posibles impactos importantes. Es decir, los logros se
miden intentando "contactar" lo buscado como posibles impactos de esos proyectos y lo
obtenido. Los mayores efectos sociales se identifican a partir de la acción de varios
proyectos de un grupo. El nivel meso o intermedio se refiere a los programas, o
instituciones, áreas temáticas y este nivel, en muchas ocasiones, se establece a partir de
los resultados del nivel micro. Sin embargo, el nivel macro se considera el nivel nacional o
regional, es decir los efectos que el avance de la ciencia y la tecnología surte sobre la
estructura social de grandes ciclos.
Ámbitos de impactos: Constituyen los sectores claves hacia los cuales debe dirigirse el
esfuerzo fundamental de los resultados de la ciencia y la innovación tecnológica. Pueden
denominarse además formas o destinos de impacto. En principio es posible distinguir a un
nivel general, las esferas de lo económico y lo social. Indiscutiblemente esta primera
clasificación macro permite identificar a un nivel específico, otras instancias
especialmente relevantes para el análisis. Lo económico se ha tratado en la literatura
sobremanera a partir de las dimensiones propuestas en los manuales de la OECD y
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3. Bogotá para la innovación tecnológica; sin embargo, para el alcance de lo social, habría
que abordar algunas categorías del desarrollo en esta esfera referidas en otros trabajos,
relacionados con la pobreza, salud, educación, asentamientos humanos, diversos
aspectos demográficos, entre otros, por lo que la relación con los organismos
gubernamentales y el desarrollo social, puede constituir un instrumento de ayuda. Se
considera clave incorporar el medio ambiente, la cultura y la generación de empleos.
Algunos autores consideran también como destinos o formas de impacto el que se
produce sobre la misma ciencia o en el conocimiento. En este sentido, el desarrollo de
nuevas disciplinas o comunidades de práctica, la formación y asesoría científica, el
desarrollo de nuevos productos y servicios generados a partir del uso y apropiación del
conocimiento científico tecnológico, desarrollo de nuevas metodologías y conformación de
políticas, constituyen posibles formas de impacto a medir. En el análisis de las posibles
consecuencias sociales de la producción científica de los investigadores a un determinado
nivel de análisis, resulta significativo intentar traducir estos resultados en ofertas nuevas,
transferencias al sistema productivo, capacidades de desarrollo científico tecnológico, así
como otros posibles retornos de los proyectos de investigación que se traduzcan en un
beneficio social aún a nivel institucional.
Fuentes de información o canales sociales de difusión: La identificación de las fuentes
para el análisis del impacto social además de incluir los clásicos resultados de los
investigadores como publicaciones, patentes, informes técnicos, memorias de proyectos
otros, habría que considerar el uso de otras fuentes indirectas y menos convencionales.
Debe tenerse en cuenta como elemento significativo, las diferentes salidas y canales
sociales de la investigación y la innovación, desde las redes sociales, publicaciones,
artículos en prensa, guías para las prácticas clínicas (en el caso de la medicina), la propia
movilidad de los investigadores, mecanismos de transferencia, los trabajos de asesoría y
consultoría, etcétera. Habría que considerar, en un estudio orientado a establecer el
impacto real en la población, otras fuentes generadas por organismos sociales que se
orientan hacia la defensa de las necesidades sociales. Un informe del Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Banco Interamericano de Desarrollo
(BID), referenciado además por la propuesta de la RICYT,40 las clasifican en cuatro
estratos fundamentales: asociaciones de afinidad, organizaciones de base, funciones
empresarias y organizaciones de apoyo.
Estas instituciones generan una serie de informaciones, proyectos e informes sobre áreas
atendidas, grados de actividad por áreas, entre otros, de potencial utilidad en un estudio
de impacto social de la ciencia y la tecnología. El reto para el desarrollo de posibles
metodologías y la generación de indicadores implicaría además de intentar identificar una
cobertura de fuentes y canales sociales representativas de la difusión de la investigación
para el dominio de análisis, la operacionalización para poder obtener variables de forma lo
más estructuradas posible.
Procesos y actores productores de conocimientos: Identificar los principales procesos y
actores que intervienen en la transmisión y difusión del conocimiento científico y
tecnológico permite potenciar y orientar ciertas actividades de los investigadores hacia las
problemáticas sociales. De manera general que pudieran identificarse, en un intento por
acercarse a una tipología general: las acciones de diseminación del conocimiento desde
el propio sistema científico y tecnológico, las actividades de vinculación y transferencia
desde los sectores científicos hasta los sectores sociales, la circulación de conocimientos
por canales socializadores (redes sociales, medios masivos de comunicación, sistemas
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4. educativos y de asesorías movilidades sociales de los científicos, …) y, por otro lado, los
actores y procesos en el momento de apropiación y utilización social del conocimiento.
Estos actores o usuarios del conocimiento, que lo utilizan para la realización de
determinadas actividades, pueden clasificarse de manera general en "intermediarios" y
"finales". Los primeros emplean el conocimiento para la generación de nuevos bienes y
servicios para el mercado con determinado fin mientras que los segundos se orientan en
lo fundamental a la misma población que se ve involucrada directamente como
beneficiaria del conocimiento científico (por ejemplo, cambio de hábitos de consumo y
mejoría de su calidad de vida). En los últimos años, se han producido esfuerzos
crecientes en la conceptuación y análisis del impacto social sobre la base de modelos
simplificados de intermediación entre la producción de conocimiento y su utilización social,
aún cuando no se aprecia un consenso y normativa con respecto a una metodología y un
respectivo sistema de indicadores lo suficientemente probados y consolidados.
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