Los síntomas de trastornos alimenticios pueden agudizarse durante las fiestas decembrinas, cuando la cena de Navidad o Año Nuevo inquietan a quien padece anorexia o bulimia.
2. Para la mayoría de las personas,
la abundante comida de Navidad
y Año Nuevo es una delicia, pero
quienes padecen trastornos
alimenticios, viven con temor a
disfrutarla. Si crees que un ser
querido padece estos problemas,
sólo obsérvalo… ¡Te decimos
cómo ayudarlo!
3. Obsesión por la alimentación
Un trastorno de la alimentación causa serias
perturbaciones en la dieta diaria, por ejemplo,
consumir cantidades muy pequeñas o, por el
contrario, caer en los excesos; quien lo sufre puede
haber comenzado por comer limitadas porciones de
determinado alimento, o bien, demasiado grandes,
pero en algún momento el impulso
de ingerir menos o más se disparó
y quedó fuera de control.
Tener angustia o preocupación por la
forma o el peso del cuerpo también
son signos que delatan los trastornos
de la alimentación, siendo más
comunes la anorexia y la bulimia.
4. Más que contar calorías
Un trastorno alimentario implica más que solo hacer
dieta para perder peso, contar las calorías en todo
momento o hacer ejercicio a diario, es decir, se trata
de comportamientos que ponen en peligro la salud,
pero que muchas veces pasan desapercibidos porque
quien los sufre ha aprendido a "ocultarlos".
Sin embargo, las celebraciones decembrinas pueden
ser de gran ayuda en estos casos, pues las exquisitas
carnes, pastas, ensaladas y postres que se sirven
generosamente en esta temporada pueden
convertirse en una lupa con la que la
obsesión por la alimentación sale a flote.
5. Trastornos de la
alimentación en Navidad
Si sospechas que tu prima, cuñada o el mejor amigo
de la familia enfrentan este tipo de problemas y han
comenzado a evitar festejos donde se sirve
abundante comida, podría ser por anorexia o
bulimia, y aunque no lo creas, tu ayuda puede
ser muy valiosa en estos casos.
Quienes padecen anorexia sienten temor a
engordar y a los alimentos; además tienen una
imagen distorsionada de las dimensiones y
forma de su cuerpo, por ello no es extraño
escucharlos decir: "me siento gordísima",
"odio mi sobrepeso" o cosas peores cuando
su silueta es casi perfecta.
6. En la mayoría de casos, las personas apenas comen,
y lo poco que ingieren se convierte en una obsesión,
aunque también puede ocurrir que recurren a purgas y
atracones, es decir, ingieren grandes cantidades de
alimentos y luego buscan deshacerse de las calorías
induciendo el vómito, tomando laxantes o haciendo
ejercicio físico en exceso.
Así, es común que el afectado desaparezca de la
reunión en cuanto ha terminado de comer y se dirija
de inmediato al baño, o bien, en su obsesión por
perder peso, despierte al otro día para encerrarse
largas horas en el gimnasio intentando quemar las
calorías de la cena; si esto ocurre, puedes considerar
que esa persona tiene señales de anorexia.
7. Síntomas de bulimia
Las personas con bulimia se dan grandes
atracones de comida (comen en exceso) y después
tratan de compensarlo con medidas drásticas, como
el vómito inducido o el ejercicio físico en exceso para
evitar subir de peso. Con el tiempo, esto compromete
su salud física y emocional, además de que puede
conducir a comportamientos compulsivos (son
difíciles de evitar).
Los médicos determinan un caso de
bulimia cuando una persona recurre a los
atracones y a la purga de manera regular,
al menos dos veces por semana, durante
un par de meses.
8. No puede dejar de comer
• Los síntomas de bulimia se observan, por ejemplo,
cuando alguien ingiere grandes cantidades de comida
de golpe (su ansiedad por los alimentos lo lleva a
consumir todas las botanas de la fiesta) y lo hace a
escondidas, es decir, mientras los demás bailan o
están abriendo sus regalos y parecen no ponerle
atención.
• A menudo, el afectado come alimentos que no
están cocidos o aún están congelados (incluso,
saca comida de la basura); además, siente
que no puede dejar de comer y sólo lo hace
cuando está demasiado lleno como para
seguir probando un trozo de pastel o una
ración adicional de pierna al horno.
9. Si tomas en cuenta que la
mayoría de individuos que
padecen bulimia luego recurren
a vómitos, laxantes o al ejercicio
físico extenuante, es probable
que esa persona no acuda al
tradicional "recalentado", pues ha
decidido evitar los alimentos y
enfocarse en "liberar" su cuerpo
de los excesos alimenticios
cometidos el día anterior.
10. Angustia ante el exceso de
alimentos
Si bien la anorexia y la bulimia son trastornos
alimenticios muy similares, las personas
anoréxicas suelen ser muy flacas y tener peso
inferior al normal, mientras una joven bulímica, por
ejemplo, puede tener un peso normal o estar un
poco excedida de peso. En cualquier caso, son
hombres o mujeres con profundo temor a verse
gordos cuando en realidad no lo son.
Sin embargo, el aspecto de una persona
no es suficiente indicador de que sufra
trastornos de la alimentación.
11. En todo caso, puedes tomar en
cuenta otros factores como:
En caso de anorexia:
• Llenarse con agua deliberadamente cuando visitan a un
profesional para pesarse.
• Contar las calorías o racionar los alimentos
cuidadosamente.
• Deprimirse, sentirse sin energía y con frío todo el tiempo.
• Aislarse socialmente, sobre todo, en las fiestas
decembrinas en las cuales hay comida en abundancia.
• Comer sólo determinados alimentos y evitar
lácteos y carnes, por ejemplo.
• Practicar ejercicio en exceso.
• Obsesión por la alimentación.
• Pesarse de manera reiterada.
12. En caso de bulimia:
• Tener miedo a aumentar de peso.
• Sentirse realmente insatisfecha con el tamaño,
forma y peso corporal.
• Inventar excusas para ir al baño
inmediatamente después de comer.
• Consumir sólo alimentos dietéticos o con bajo
contenido en grasa.
• Comprar laxantes o diuréticos con regularidad.
• Pasar la mayor parte del tiempo
ejercitándose para quemar calorías.
• No acudir a cualquier festejo para
no sufrir angustia ante el exceso
de alimentos.
13. Más que racionar alimentos
Muchas personas con trastornos alimentarios también
presentan un estado depresivo y ansiedad permanente
porque no se sienten satisfechas con su imagen.
Si existe anorexia, la autoestima suele estar muy
influenciada por las percepciones de la forma y el peso
del cuerpo, o bien, por la negación de la gravedad del
bajo peso corporal.
Igualmente, se perciben cambios
psicológicos por anorexia que en los
días de celebraciones decembrinas
resultan más notorios, ya que el afectado
se deprime aun cuando está rodeado de
toda su familia, pues el hecho de sentirse
gordo se ha convertido en una obsesión.
14. Cambios psicológicos por bulimia
El miedo permanente al aumento de peso es solo
uno de los cambios psicológicos por bulimia,
pues la persona también padece ansiedad y pasa el
día inventando excusas para ir al baño luego de
ingerir cantidades excesivas de alimentos, lo cual
suele provocar dolor estomacal constante, deterioro
de los dientes (debido a la exposición a los ácidos
estomacales), ausencia de menstruación y pérdida
de potasio (bajo nivel de potasio
puede reducir los latidos del
corazón, generando que la
persona se sienta mareada,
se desmaye o, incluso, que su
corazón se detenga).
15. ¿Cómo ayudar a quien sufre
trastornos alimenticios?
Las celebraciones decembrinas pueden ayudarte a
identificar si alguien no lleva una dieta saludable,
aunque no significa que tenga trastornos alimenticios.
En todo caso, si has identificado alguna de las señales
descritas, puedes intentar acercarte a esa persona y
hablar con ella sobre la importancia de una nutrición
adecuada. Si percibes que es el momento propicio
para comunicarle tu preocupación por su
salud, ¡adelante!, de lo contrario,
podrías hacerla sentir incómoda
adoptando el rol de "policía de la
comida" y echarías a perder el
ambiente festivo.
16. Respeto y apoyo emocional
Si esa persona es menor de edad, podrías recurrir a
comentarle tus observaciones (jamás en un tono de
orden o juicio) a sus seres queridos más cercanos,
como sus papás, para que ellos también estén
alertas de la situación y puedan tomar cartas en el
asunto.
Guiar a una persona con trastornos alimenticios
en el camino hacia la recuperación puede ser una
tarea que comience mostrándole comprensión,
respeto y apoyo emocional, e invitándola a acudir
con el médico para ponerse en manos de
especialistas.
17. SyM – Andrea de María
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