3. Piaget afirmó que el conocimiento no existe, sino
personas que conocen mediante sus relaciones
sociales.
El aprendizaje sólo es posible en la
medida que se crean interacciones
entre sujetos aprendientes. Es decir,
entre seres que intercambian (desde la
información misma, hasta los propios
procesos vitales), pero que en el
intercambio terminan siendo otros
porque aprenden.

4.  La definición de
“interacciones” insiste en
el intercambio, en el
diálogo de ser, pensar,
sentir y actuar que surge
en acciones y procesos de
permanente encuentro
entre quienes aprenden.

5.  En la interacción entre aprendientes aparece
como rasgo ineludible y fundamental la
expresión, es decir, la capacidad y posibilidad
entre los aprendientes de manifestarse, de
expresar todo su ser, reflejado en ideas,
visiones, creencias, posturas, anhelos,
comprensiones, sensibilidades.
 “Sin expresión no hay aprendizaje”

6. La emoción como factor
central de aprendizaje
 Alguien emocionado aprende, porque está
implicado, porque está “tocado”, porque le
llega a interesar profundamente el objeto de
aprendizaje. Y la emoción conecta
intrínsecamente al interés, hacen que se
alcancen mejores comprensiones, que se
adquieran más eficientemente las
habilidades, que se profundice en los
pensamientos compartidos, que se maximice
todo esfuerzo de aprendizaje.

7.  Emocionados por aprender y aprender a
emocionarnos, debería ser el eje de todo
esfuerzo pedagógico en las aulas
universitarias.
 “Biológica y culturalmente es imposible
aprender sin emoción.”

8.  Popularmente se ha insistido en la síntesis
“experiencia-reflexión”. En la experiencia no
se pueden dejar de vivir las emociones, pero
tampoco en la reflexión podemos dejarlas.
No se trata de la práctica como fría y
falsamente objetiva acción que ejercemos
sobre la realidad determinada. Se trata de
una vivencia emocionada de lo que hacemos,
con visiones pre-metodológicas que se
profundizan en la reflexión.

9.  En consecuencia, debemos enfatizar el
aprendizaje como una síntesis entre la
emotividad y la racionalidad. No aprendemos
sólo mediante nuestra razón, o sólo mediante
nuestra emoción. Aprendemos como
resultado de procesos vitales y cognitivos, es
decir, como la consecuencia de vivir, sentir
emocionadamente, reflexionar profunda y
sistemáticamente, alcanzar comprensiones
de lo que hacemos y sentimos.

10. Se propone el aprendizaje
como una experiencia triple:
SENTIR PENSAR
APLICAR

11. Se aprende corporalmente
 La didáctica tradicional ha fortalecido
el olvido de un factor que debiera
parecernos obvio: que los seres
humanos sólo aprendemos desde
nuestra corporalidad. Esto significa
que dejemos a un lado la vieja división
“mente-cuerpo” (en la cual se enfatiza
que aprendemos con la mente
exclusivamente)

12.  La corporalidad del aprendizaje implica la
valoración del uso de todos nuestros
sentidos, el aprecio de nuestras percepciones,
nuestra subjetividad como factor central de
aprendizaje, ya no la objetividad entendida
como nuestra racionalidad despegada de los
sentidos, de los sentimientos, de las
posiciones personales.

13.  Significa también que no reduzcamos todo
nuestro esfuerzo didáctico a las funciones
más racionales, con el análisis como punto
máximo de la capacidad reflexiva humana.
La intuición, la sensación personal frente a las
cosas, las reacciones emotivas y personales.
En el nivel universitario se evidencia mayor
abandono y desprecio hacia la corporalidad
como dimensión importante del aprendizaje.

14. APRENDIZAJE COMO GOCE, COMO
PLACER, COMO ALEGRÍA
 En un legítimo aprendizaje (completo, integral,
en el que la persona se desarrolla plenamente),
quienes aprenden (docentes y discentes) se
sienten “metidos” en un ambiente de alegría, de
placer, de goce, porque se sienten felices de
aprender y porque aprender es algo feliz. Lo
contrario es un aprendizaje pasivo, pesado,
desagradable, en el que nunca existe una sonrisa
espontánea, ni hay espacio para la libertad, para
la expresión, para la explosión de sentimientos y
emociones.

15.  Para que el aprendizaje sea motivo y
ambiente de placer y alegría, deberá
involucrar la racionalidad y la sensibilidad, las
reacciones personales frente a los objetos de
aprendizaje, la aplicación en la vida personal,
la búsqueda de motivos o sentimientos
personales, íntimos y subjetivos en esos
aprendizajes, la creatividad diversa.

16. INTELIGENCIA EMOCIONAL
 La empatía se desarrolla mediante
interrelaciones que insisten en tres factores
clave para un docente:
Atención: escuchar, interesarse.
Aprecio: demostrar cariño, respeto y afecto
para cada estudiante.
Afirmación: La triple “a” de Karl Albrecht.
Aplicando tres elementos:

17.  Amabilidad: trato con afecto, respeto y
alegría.
 Capacidad: Que creamos y expresemos las
capacidades de nuestros estudiantes.
 Dignidad: Que en ningún momento se olvida
que creemos y afirmamos lo digno que es
cada estudiante por el sólo hecho de ser
persona.

18. EL APRENDIZAJE ES CAMBIO Y
PROTAGONISMO PERSONAL Y EN EL MUNDO
 Aprender siempre es cambiar. Si no ocurren
cambios en nuestra forma de pensar, sentir,
actuar, intervenir, hacer, convivir, etc. ¿Qué
aprendimos?
 El aprendizaje sólo tiene lugar si los cambios
son asumidos desde nuestro interior.
 Cuanto más aprendemos, más cambios
vivimos en nuestro ser personal y más
cambios protagonizamos en el contexto que
nos rodea.