No se trata de decrecer, sino de cambiar de modelo de negocio. Siguiendo con el ejemplo de alargar la vida de los coches, esto no significa tener que cerrar fábricas, ya que surgirán nuevos negocios como el mantenimiento. Nuestra compra de vehículos es pasional y a menudo no podemos permitírnoslos realmente, hipotecando a las próximas generaciones. Para hacer crecimiento más sostenible, debemos cambiar nuestros hábitos y respetar más nuestra huella ecológica, entendiendo que nuestr
No se trata de decrecer, sino de cambiar de modelo de negocio Entrevista experto energía Oriol Gallemí
1. Diari
Diumenge, 16 de desembre de 2012
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ENTREVISTA ORIOL GALLEMÍ Ingeniero industrial y especialista en energía
«¿Cómo ser más sostenibles?
Por el bolsillo se entiende todo»
Rafael Servent Tarragona
Muy personal
¿Es sostenible nuestro sistema
energético?
En absoluto. Tenemos un gasto
en nuestra factura energética
que sobrepasa nuestra capacidad
de generar riqueza.
¿Decrecimiento, entonces?
No se trata de decrecer, sino de
cambiar de modelo de negocio.
Alargar la vida de un coche, por
ejemplo, no significa tener que
cerrar fábricas, porque si alargamos la vida de ese coche saldrán
nuevos negocios de mantenimiento, por ejemplo. Nos da
miedo el cambio, aunque no se
trata sólo de cambiar. Decrecer
no significa volver a vivir en
cuevas, sino que nos rompamos
la cabeza buscando cuáles son las
nuevas oportunidades de negocio.
Siguiendo con el ejemplo de
alargar la vida de los coches:
la obsolescencia está en nuestro modelo de bienes de consumo, ¿no?
Hay un poco de trampa con eso
de la obsolescencia programada.
Hay productos en que sí que es
cierto, y hay una obsolescencia
programada desde la fábrica,
pero hay otros en que no. Y hay
vehículos que, si los tratas bien,
pueden durar mucho tiempo.
Antes, durante el debate, alguien ha dicho que «hay manitas, manos y manazas». Pues
eso es así. Yo a mi vehículo le doy
una vida de 20 ó 25 años como
mínimo.
Pero pocos llegan a esa edad...
Porque, en los vehículos, nuestra compra es pasional. Sea para impresionar al vecino, o a
nosotros mismos, para impresionarnos con lo que hemos sido capaces de comprar, y después
nos arrepentimos, porque no te
lo puedes permitir. Pero no queremos reconocerlo. En todo caso, el principal conductor de
todo esto es que estamos hipotecando a nuestros hijos, porque
ya lo pagará el que viene detrás.
Si no se trata de decrecer, entonces hay que seguir creciendo. ¿Cómo hacerlo si no es
sostenible?
Sobre esto, me pregunto: ¿Qué
es el crecimiento? ¿Es aumentar
la población? ¿Que todos nos
volvamos como Barcelona, o como Manhattan? ¿Y Manhattan,
de qué come? Pues de las granjas interiores de los EEUU. El problema es la concentración, y en
lo que fallamos es en la comunicación.
Oriol Gallemí, el pasado jueves en la Cambra de Comerç de Tarragona. FOTO:LLUÍS MILIÁN
¿Vivir todos en enormes urbanizaciones e ir a buscar el pan
en coche? Hay urbanistas que
se lo discutirán...
¿Y cuánto cuesta subir a un rascacielos de Manhattan? ¿Cuál es
el coste energético de ese ascensor? Mire: yo tengo un vecino, pared con pared con mi casa. Los
dos tenemos el mismo palmo de
tierra, todo igual. Mi vecino va
en coche a buscar el pan, y yo voy
en bicicleta. ¿Por qué yo puedo
y él no? ¿Por la edad? No hay una
gran diferencia de edad entre nosotros dos. ¿Entonces? Tenemos unos conceptos distintos, y
los hábitos los tenemos que cambiar. Sostenibles, las ciudades verticales y las fábricas verticales no
lo son. Un almacén vertical sí que
tiene sentido, pero en personas
no. Seguro que 200 pisos no lo
son.
¿Lo fía entonces todo al voluntarismo, a que la sociedad se
conciencie y actúe por cuestiones éticas, para no hipotecar
«En 25 años, ser un
especialista en restaurar
áreas después
de un tornado quizás
será una profesión
rentable»
«No se trata
de decrecer, sino
de cambiar de modelo
de negocio»
a las próximas generaciones?
Por el bolsillo, lo entendemos. Por
el bolsillo entendemos bastantes cosas. Sea por tasas, sea por
multas. Imagine que yo quiero
llevar a mis hijos a la escuela, y
quiero llevarlos en coche. Si
aparcar en la puerta de la escuela me cuesta 150 euros, entonces
diré ‘hombre, pues no’. Te ponen
una multa, y la cosa cambia. Todo lo que sea tarificar ayuda a concienciar. Es lo que sucede en
los países nórdicos, que todo
pasa por el bolsillo.
¿Así que no es que sean más civilizados y educados, sino que
tienen más multas?
Tienen pocas normas y claras, y
por el bolsillo han ido todos.
Por el bolsillo se entiende todo.
Nuestra sociedad ya no es
agrícola, ni previsiblemente lo
será. ¿Qué hacer con las ciudades?¿Lassmartcitiessonlarespuesta?
Ahora hay un éxodo hacia el
campo, en busca de una economía que se acerca más a la subsistencia, de gente que prefiere
cultivar su huerto, que no sienten necesidad de tener un iPad,
pero en las ciudades podemos
modificar nuestros patrones y respetar más nuestra huella. Por desgracia, sólo somos conscientes
de ello cuando nos llega la factura de la luz del mes. Ese día, somos responsables, y pensamos
en cambiar las bombillas a leds,
en cambiar el quemador... Entonces, con la factura en la mano, entendemos nuestros patrones.
¿Qué tenemos que hacer? ¿Facturas diarias? Somos responsables un día al mes, pero se puede cambiar.
¿Cómo?
Siempre hay que traducirlo a
euros, para que uno sepa que hoy
es ocho euros más sostenible, por
ejemplo.
Y entonces, después del esfuerzo, te llega un apunte en
la factura con el déficit de tarifa. ¿Cómo, si yo soy un consumidor responsable?
Ésa es la mochila que arrastras,
ésa es. Hemos de entender que
nuestra conducta tiene consecuencias. En este caso, es
como con una hipoteca. Lo
que has de hacer es reducir
plazo y aumentar la cuota para cancelarla cuanto antes. Es
lo que ha hecho Angela Merkel
en Alemania. Primero, hay que
reducir el consumo. Luego,
mejorar la eficiencia. Y ya, por
último, puedes pasarte a las
Oriol Gallemí i Rovira es ingeniero industrial por la Escola Tècnica Superior d’Enginyers Industrials de Barcelona
(Universitat
Politècnica de Catalunya).
Actualmente es asesor en
Space Colony Earth, ubicada en el European Space Operations Centre de Darmstadt
(Alemania). Anteriormente
fue director técnico de la división de energía eléctrica
de la Federación Internacional de Motociclismo, con sede en Suiza. El pasado jueves estuvo en Tarragona, invitado por la Cambra de
Comerç de Tarragona, para
participar en la jornada Automoció 2025 , donde pronunció la conferencia titulada Paradigma del vehicle.
renovables. Pero pasarte a las
renovables con el consumo
energético actual no es posible,
ni quemando todos los bosques de Catalunya para hacer
biomasa, ni con todos los molinos de viento del mundo.
Y hay petróleo para muchos
años...
Esto explotará antes por el calentamiento global que porque se
acabe el petróleo. Puedo decir de
muy buena fuente que esto llega seguro, sí o sí, y no tiene
quien lo pare. Y no debe darnos
miedo cambiar, porque cambiaremos sí o sí. Vendrá un cambio
brutal y aparecerán modelos de
negocio que no podemos ni imaginar. En 25 años, ser un especialista en restaurar áreas después
de un tornado quizás será una
profesión rentable.
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