1. Diari
Diumenge, 11 de novembre de 2012
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ENTREVISTA JEREMY RIFKIN Presidente de la Foundation on Economic Trends
«En veinte años, las grandes
empresas serán un anacronismo»
Rafael Servent Tarragona
¿Podemos hablar de la Tercera Revolución Industrial en los
Slums de la India y las Bidonvilles de África, o de nuevo es
una revolución occidental?
Como digo en mi libro, la Tercera Revolución Industrial (TRI)
parece que puede llevarse a cabo más deprisa en países en desarrollo. Las Naciones Unidas han
abrazado los cinco pilares de
esta revolución como un modelo económico de desarrollo para los países emergentes, han leído el libro todos los miembros del
Politburó chino y forma parte del
master plan de la federación de
cámaras de comercio indias. Pero déjeme explicarle por qué va
a desarrollarse más rápido allí.
Adelante...
Un 23% de la Humanidad no tiene electricidad. Eso es lo mejor
que podemos hacer con la Segunda Revolución Industrial. Con una
estructura de distribución y producción energética vertical y
centralizada, no se puede llegar
a todo el mundo. No te van a pagar y no salen los números. Por
otro lado, otro 20% de la población humana tiene un acceso a
la electricidad muy esporádico. Y aquí es interesante el ejemplo de los teléfonos móviles.
África está llena de ellos, ¿no?
Así es. Nadie imaginaba que los
teléfonos móviles fuesen a llegar
al África Subsahariana. Pero llegaron, y millones de personas tuvieron teléfonos móviles de la noche a la mañana… sin que hubiera
ni una torre de telefonía. Las torres vinieron luego. Lo mismo sucedió en la India, y luego llegó la
electricidad. La razón por la cual la TRI se moverá más rápido
en esos lugares es porque su
desventaja es un activo, porque
no tienen infraestructuras.
¿Cuándo fue eso un activo?
Si usted tiene una casa antigua,
puede pasarse veinte años reformándola. Si la construye desde
cero, será menos caro y le llevará menos tiempo. Por eso en
África Subsahariana, o en India,
hay cientos y cientos de start-ups,
emprendedores sociales que no
son grandes compañías, a las
que les puedes comprar a plazos
un panel solar para tener energía para el móvil y para que tus
hijos estudien, y una vez a la semana dar la orden a tu móvil para que les transfiera un dólar.
¿Y la revolución, para cuándo?
En unos pocos años tienes pagado el panel solar, y empiezas a
construir, con otros como tú,
Muy personal
Jeremy Rifkin es presidente
de la Foundation on Economic
Trends y profesor de la Wharton School de la Universidad
de Pensilvania. Su último libro se titula La Tercera Revolución Industrial, una ambiciosa propuesta para una transición hacia una economía
sostenible y de poderes laterales radicalmente nueva, por
la cual se han interesado diversos gobiernos del mundo.
volución Industrial a la Tercera.
Jeremy Rifkin, el pasado miércoles en el Palau Firal i de Congressos de Tarragona. FOTO: LLUÍS MILIÁN
una micro red energética, usando tecnología de Internet, que supone el principio del desarrollo
de una serie de micro redes planas y de poder lateral. En menos
de diez años podrá verlas surgir
en India y en África.
¿Y si la prioridad hoy es, por
ejemplo, tener agua potable?
Claro, pero para tener suministro de agua potable debes tener
suministro eléctrico. Pienso que
la clave en las comunidades más
pobres del mundo es que todas
tienen una mala electricidad. Y
son, además, las comunidades en
las que la mujer está más sometida. En cualquier parte donde
no hay electricidad encontramos
una organización familiar jerarquizada, donde las mujeres
queman leña, producen y mantienen energía para la supervivencia de sus familias. En Occidente, nuestra historia nos demuestra que la electricidad liberó
a la mujer, permitiéndole salir del
aislamiento del hogar. La clave
para el mundo en desarrollo es
darles electricidad.
¿Una central de bolsillo en cada casa cuesta dinero, no?
Veamos lo que ha sucedido con
las TIC. Una vez que tenemos la
infraestructura para Internet,
lo cual te permite enviar información por un coste marginal
próximo a cero, la información
se vuelve gratuita. Del mismo modo, con las energías renovables
descentralizadas en cada edificio, la tecnología se vuelve más
y más barata, con lo que se logran
costes similares a lo que se logró
descentralizando los grandes
ordenadores hacia ordenadores personales. El coste cae.
«Con la Tercera
Revolución Industrial
se crearán empleos
y negocios desde
el primer día»
Pero no hoy...
Con el liderazgo de Alemania,
ahora tenemos unos siete millones de edificios en Europa que
producen energía renovable. En
diez años tendremos decenas
de millones de edificios en el
mundo. En veinte años, habrá
centenares de millones de edificios creando su propia electricidad. Entonces, las tecnologías
de energía renovable habrán
llegado a ser prácticamente gratuitas, y eso es el poder lateral.
Aplaudequelainformaciónsea
gratuita y lo mezcla con la
energía gratuita. ¿Usted cree
queelmundoserámejorsinperiodistas profesionales?
Entiendo lo que quiere decir.
Yo también soy un autor, y entiendo perfectamente su pregunta,
es una pregunta personal.
Es una pregunta social.
Es una pregunta interesante.
Pero déjeme ponérselo en contexto. Las grandes revoluciones llegaron cuando se unió un
cambio energético con otro en las
comunicaciones, cuando se une
la democratización de la energía
con la de las comunicaciones. Primero fue la imprenta, luego la radio y la televisión…
Pero hablamos de informar, no
de comunicar.
Ahora llego a su pregunta. Las formas de comunicar han cambiado, y hay que crear un modelo
educativo basado en la colaboración. Su pregunta es importante pero, independientemente,
lo que hay que hacer es afrontar
desde ya el cambio climático. Si
no lo afrontamos, y hacemos
que la gente vuelva a tener trabajo y se creen nuevos negocios, preguntas como si son necesarios los periodistas profesionales serán irrelevantes. ¿Ve lo
que quiero decir?
Dice que el gobierno alemán,
al cual usted asesora, está liderando esta revolución…
Es algo que sucede en toda la
Unión Europea, pero Alemania
tiene un liderazgo absoluto.
También Dinamarca.
La cuestión es por qué lo hace. ¿Es por el cambio climático, o es por su dramática dependencia del gas ruso?
Tiene razón en lo del gas…
¿No le parece contradictorio
que Alemania sea al mismo
tiempo la máxima defensora
de las ayudas al carbón?
Absolutamente, pero no debemos
centrarnos sólo en eso. Está
Fukushima y sus efectos sobre la
energía nuclear... Pero más importante que todo eso: desde
hace treinta años, en Alemania
hay una enorme conciencia pública hacia la sostenibilidad y las
sensibilidades ecológicas.
¿Y qué pasa con el carbón?
Siguen subsidiándolo, ¿no?
Porque nos encontramos en un
periodo de transición. Estamos
en la transición de la Segunda Re-
El carbón es de la Primera
Revolución Industrial.
¡Sí, claro que habrá carbón! Y va
a haber shale gas, y va a haber petróleo… Pero lo que estamos diciendo es que si lo ponemos en
perspectiva, el salto entre periodos va a ser mucho más rápido
con las renovables. Va a haber una
transición de veinte o veinticinco años, cuando van a desaparecer todas las tecnologías
energéticas de la Segunda Revolución Industrial y se va a crear
de forma muy agresiva la infraestructura de la Tercera. O sea
que los niños de hoy, en veinte
años van a estar libres de CO2.
Y si hay un Plan B, lo desconozco. Mantener la Segunda Revolución Industrial con petróleo,
energía nuclear y gas es más caro, provoca cambio climático y
no brinda oportunidades de negocio. Con la TRI se crearán
empleos, negocios e infraestructuras desde el primer día.
Con Internet en las comunicaciones y la electricidad, dice
que el poder será lateral.
¿Quién da el acceso a la banda
ancha? ¿De quién es la red
eléctrica? ¿Y los satélites?
En Francia, por ejemplo, cada
municipalidad tiene sus propias líneas de transmisiones. O
en la antigua RDA, donde son
completamente independientes de la antigua RFA en este aspecto. En el futuro, las grandes
empresas de distribución no serán capaces de llegar a todas
partes. No podrán llevar sus infraestructuras a todas partes.
¿El futuro es que cada barrio
tenga su propia red eléctrica?
Las regiones. El gobierno metropolitano debe tenerlo.
¿Y también sus propios satélites de comunicaciones?
No, no. Pero no es necesario. El
Wi-fi puede ser transmitido de
edificio a edificio, y no tiene nada que ver con las grandes empresas de telecomunicaciones,
porque son frecuencias que nadie estaba usando. Pero en Europa, además, nadie puede denegarle el acceso a la red, porque
es ilegal. Usted puede acceder a
cualquier red, es lo que dice la ley.
Suena extremamente difícil, lo
sé, pero en veinte años las grandes empresas van a ser un anacronismo.