2. Importancia de comer bien
El hombre necesita alimentarse para vivir. Los nutrientes presentes en los alimentos le aportan la energía necesaria
para hacer frente a las actividades diarias y mantener en funcionamiento su organismo.
Para estar sano y mantener un rendimiento óptimo todos los días es necesario seguir una dieta saludable y
equilibrada. Ésta se consigue combinando los alimentos de forma efectiva para ingerir los nutrientes necesarios de
acuerdo con la edad, el sexo y el nivel de actividad física.
Muchas enfermedades están directamente relacionadas con una mala dieta mantenida a lo largo de los años:
obesidad, trastornos cardiovasculares, cáncer, osteoporosis, hipertensión y diabetes tipo II.
3. La importancia del desayuno
Visto que los alimentos aportan nutrientes al organismo para hacer frente a su gasto energético, es importante
repartirlos de forma adecuada. Lo más recomendable es comer entre 4 y 5 veces al día. El desayuno debe ser, junto
con el almuerzo del mediodía, la comida que mayor cantidad de calorías contenga. La cena, por contrapartida, ha de
ser una de las más ligeras.
Los siguientes datos pueden servir de referencia, pero siempre deben contrastarse con un nutricionista o dietólogo:
-El desayuno debe aportar el 25% de las calorías totales que se consumen en un día.
-La comida de media mañana ha de aportar el 5% de las calorías.
-El almuerzo del mediodía debe aportar el 40% de las calorías.
-La merienda el 15%.
-La cena el 15%.
4. La dieta modelo
Una dieta equilibrada se tiene que adaptar a las necesidades de energía de cada persona. Es indispensable contar con
la ayuda y el asesoramiento de un nutricionista o endocrino para elaborar un régimen adecuado a cada persona.
Partiendo de estar premisas, la siguiente es una dieta modelo para una persona con unas necesidades energéticas de
entre 1.700 Kcal. Y 3.000 Kcal.:
-Entre 6 y 10 raciones al día de cereales, derivados, patatas y legumbres.
-Entre 2 y 4 raciones al día de frutas y zumos de frutas.
-Entre 3 y 5 raciones de verduras y hortalizas al día.
-Entre 2 y 3 raciones al día de leche y productos lácteos.
-Entre 1 y 2 raciones al día de carnes, pescados y huevos.
-Conviene consumir los aceites y las grasas con moderación, intentando no pasar de los 80 g/día.
-Hay que reducir al mínimo el consumo de azúcar, dulces y bollería industrial, haciéndolo sólo de forma ocasional.
5. Proteínas, hidratos y grasas, en el equilibrio
Hay tres nutrientes presentes en la naturaleza: las proteínas, los carbohidratos azúcares y las grasas. Una
alimentación sana pasa por combinarlos todos de forma adecuada. La correcta proporción que daría lugar a una dieta
equilibrada sería la siguiente.
-Entre un 15% y un 20% de los nutrientes deben ser proteínas. Cumplen una función de construcción y regeneración
del tejido muscular y de transporte de otros nutrientes, entre ellos las grasas.
-Entre un 25% y un 30% deben ser grasas. Estos nutrientes son empleados por el organismo fundamentalmente para
producir energía.
-Entre el 50% y el 60% deben ser hidratos de carbono. Al igual que las grasas, los carbohidratos son usados por el
organismo principalmente para generar energía.