2. Humanismo es una corriente filosófica, educativa europea
estrechamente ligada al Renacimiento.
El Humanismo, Fue un movimiento intelectual, que se dio
en el siglo XV en la región de Italia, que busco la difusión de
los conocimientos para hacer del hombre un individuo
verdaderamente humano y natural, en contraposición a lo
divino y sobrenatural que constituyeron la meta del
medievo. Humanismo viene de "humanisti" que significa
amante de la ciencia, del saber, y cultor de las letras
3. Se trabajó con mucho entusiasmo para estudiar las obras
de la antigüedad, con la ayuda de príncipes y pontífices.
Se desarrolló una mentalidad erudita, crítica y apasionada
por las artes y las ciencias.
Descubrimientos geográficos y técnicos.
Se creó el orgullo y el individualismo del hombre
renacentista.
Tuvo un carácter literario.
4. Rechazaba la visión teocrática del Medioevo, defendía una
concepción antropocéntrica del Universo.
Era la permanente búsqueda de un ideal de equilibrio y
armonía.
Se inclinó hacia las escuelas neoplatónicas, filtradas por el
cristianismo.
Su finalidad era un nuevo examen del hombre y su mundo,
tomando como maestros y ejemplo los autores clásicos.
El hombre y la naturaleza se convierten en los dos polos de
la cultura y de la vida renacentista.
5. Francesco Petrarca: (1304-
1374): Italiano, oriundo de
Arezzo, Toscana, fue autor del
poema "Canto a Laura",
dedicado a su amada Laura
de Noves. Escribio, tambien, el
poema "Africa" en latin, donde
canta las hazañas de Escipion
el Africano.
6. Juan Bocaccio (1313-1375):
Italiano, de origen toscano,
discípulo de Petrarca, escribio
"El Decameron", conjunto de
cien cuentos de corte realista
y, en latin, "Genealogia de los
Dioses”
7. Erasmo de Rotterdam (1466-
1536): Conocido tambien
Desiderio Erasmo, fue un
humanista holandes nacido en
Rotterdam. Abogo por la
reforma gradual y pacifica de la
Iglesia, la politica y la sociedad.
Escribio "Elogio de la locura" y
"Los coloquios".
8. El humanismo renacentista se desarrolla en un arco de
tiempo que aproximadamente se extiende desde la
segunda mitad del siglo XIV hasta finales del siglo XVI.
Un tiempo en el que la humanidad, luego del largo sueño
de barbarie del Medioevo, retorna a sus orígenes, pasa a
través de un “renacimiento” entendido según la tradición
mística, es decir, un “segundo nacimiento”. Es posible sólo
gracias a la muerte, a la desaparición del mundo y del
hombre medieval.
9. Toda la literatura del humanismo se concentra en exaltar al
hombre y reafirmar su dignidad en oposición a la
desvalorización operada por el Medioevo cristiano.
El ataque contra la concepción medieval es decidido y
continuo.
o Gianozzo Manetti: Pone de relieve la proporción, la armonía del
organismo del hombre, la superioridad de su ingenio, la belleza de
sus obras, la audacia de sus empresas.
o Lorenzo Valla: Llega a afirmar que peca verdaderamente quien
humilla y reprime la naturaleza que palpita en nosotros, rehusando
el amor físico y la belleza.
10. Todas las corrientes filosóficas del Renacimiento están
saturadas de “naturalismo”, pero en este caso el término
asume un connotación especial, que nada comparte –es más,
que es incompatible– con la concepción moderna.
El mundo natural no es –como en la visión científica
actual– pura materia inanimada sujeta a leyes mecánicas y
ciegas, sino un organismo viviente dotado de energías en
todo semejantes a las del hombre.
11. Al igual que el hombre, posee sensación e intelecto, siente
simpatías y antipatías, placer y dolor. El universo es un
gigantesco individuo dotado de un alma invisible que siente
y conoce, el alma del mundo, y de un cuerpo visible,
dotado –como el humano– de distintos órganos y
aparatos.
12. G. Manetti. De dignitate et excellentia hominis. Páginas elegidas y
traducidas por E. Garin en: Filosofi italiani del Quattrocento, Florencia
1942, págs. 230-243.
L. Valla. De voluptate. Páginas elegidas y traducidas por E. Garin
en: Filosofi italiani del Quattrocento, op. cit., págs. 174 - 199.
L. B. Alberti. Opere volgari: Della famiglia. Cena familiaris. Villa. Ed. por
C. Grayson, Bari 1960, Vol. 1, págs 3-12.
Cfr. J. Doresse. L’ermetismo di origine egiziana. En Storia delle
Religioni. Ed. por H.-C. Puech, Vol. 8, Roma-Bari 1977.
Cfr. F.A. Yates. Giordano Bruno and the Hermetic Tradition. London
1964. Cap. I-IV.