2. Cistocele:
El prolapso vaginal anterior, también conocido como cistocele o prolapso de la
vejiga, se produce cuando la vejiga cae de su posición habitual en la pelvis y
empuja la pared de la vagina.
Los órganos de la pelvis (que incluyen la vejiga, el útero y los intestinos) suelen
mantenerse en su lugar gracias a los músculos y tejidos conectivos del suelo
pélvico. El prolapso anterior se produce cuando el suelo pélvico se debilita o si
se ejerce demasiada presión sobre él. Esto puede suceder con el tiempo,
durante un parto vaginal o como consecuencia de estreñimiento crónico, tos
violenta o levantar objetos pesados.
El prolapso anterior se puede tratar. En el caso de un prolapso leve o moderado,
el tratamiento no quirúrgico suele ser eficaz. En casos más graves, puede ser
necesaria la cirugía para mantener la vagina y otros órganos pélvicos en sus
posiciones correctas.
Síntomas
En casos leves de prolapso anterior, es posible que no notes signos ni
síntomas. Cuando se manifiestan los signos y síntomas, estos pueden incluir los
siguientes:
3. en la pelvis y la vagina
En algunos casos, un bulto de tejido en la vagina que puedes ver o sentir
Aumento de la presión pélvica cuando te esfuerzas, toses, te agachas o te
levantas
Problemas para oUna sensación de pesadez o presión rinar, incluso dificultad
para iniciar un chorro de orina, la sensación de no haber vaciado
completamente la vejiga después de orinar, la sensación de una necesidad
frecuente de orinar o la pérdida de orina (incontinencia urinaria)
Los signos y síntomas suelen notarse en especial después de permanecer de pie
durante largos períodos y pueden desaparecer cuando te acuestas.
Causas
El suelo pélvico está formado por músculos, ligamentos y tejido conectivo que
sostienen la vejiga y otros órganos pélvicos. Las conexiones entre los órganos
pélvicos y los ligamentos pueden debilitarse por el paso del tiempo, como
resultado de un traumatismo durante el trabajo de parto o por un esfuerzo
crónico. Cuando esto sucede, la vejiga puede deslizarse hacia abajo más de lo
normal y sobresalir en la vagina (prolapso anterior).
4. Las causas del estrés en el suelo pélvico incluyen:
Embarazo y parto vaginal
Sobrepeso u obesidad
Levantar objetos pesados en repetidas ocasiones
Esfuerzo realizado durante las evacuaciones intestinales
Tos crónica o bronquitis
Factores de riesgo
Estos factores pueden aumentar el riesgo de tener prolapso anterior:
Embarazo y parto. Las mujeres que han tenido un parto vaginal o asistido por
instrumentos, los embarazos múltiples o cuyos bebés tuvieron un alto peso
cuando nacieron tienen un mayor riesgo de prolapso anterior.
Envejecimiento. El riesgo de tener prolapso anterior aumenta con la edad. Esto
se da en especial después de la menopausia, cuando la producción corporal de
estrógeno (que ayuda a mantener el suelo pélvico fuerte) disminuye.
Histerectomía. La extirpación del útero puede contribuir a la debilidad del suelo
pélvico, pero no siempre es así.
5. Genética. Algunas mujeres nacen con tejidos conectivos más débiles, que los
hace más vulnerables al prolapso anterior.
Obesidad. Las mujeres con sobrepeso u obesidad tienen mayor riesgo de
tener prolapso anterior.
Diagnóstico
El diagnóstico del prolapso anterior puede incluir lo siguiente:
Un examen pélvico. Es posible que te examinen en posición acostada y
también de pie. Durante el examen, el proveedor de atención médica busca
una protuberancia del tejido en la vagina que indique prolapso del órgano
pélvico. Es probable que se te pida que hagas fuerza hacia abajo similar a la
de una deposición para ver en qué medida esto afecta el grado del prolapso.
Para comprobar la fuerza de los músculos del suelo pélvico, se te pedirá que
los contraigas como si trataras de detener el flujo de orina.
6. Tratamiento
El tratamiento depende de los síntomas, de la gravedad del prolapso anterior y de
si tienes alguna afección relacionada, como incontinencia urinaria o más de un
tipo de prolapso de órganos pélvicos.
Por lo general, los casos leves (aquellos que tienen pocos síntomas o ninguno
evidente) no necesitan tratamiento
Si tienes síntomas de prolapso anterior, las opciones de tratamiento de primera
línea incluyen lo siguiente:
Ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico. Estos ejercicios, a
menudo llamados ejercicios de Kegel, ayudan a fortalecer los músculos del suelo
pélvico, de modo que puedan sostener mejor la vejiga y otros órganos pélvicos.
.
Estos ejercicios pueden ayudar a mejorar los síntomas, pero es posible que
no reduzcan el tamaño del prolapso.
7. Cuándo es necesaria una cirugía
Si aún tienes síntomas notorios e incómodos a pesar de las opciones de
tratamiento anteriores, es posible que necesites cirugía para resolver el prolapso.
Cómo se realiza. A menudo, la cirugía se realiza por vía vaginal y consiste en
levantar la vejiga que ha sufrido un prolapso para volver a colocarla en su lugar
mediante puntos de sutura y eliminar cualquier exceso de tejido vaginal. Es
posible que el médico utilice un tipo especial de injerto de tejido para reforzar los
tejidos vaginales y aumentar la sujeción si los tejidos vaginales son muy
delgados.
Si tienes un prolapso uterino. En caso de prolapso anterior asociado con
prolapso uterino, el médico puede recomendarte la extirpación del útero
(histerectomía) además de la reparación de los músculos del suelo pélvico, los
ligamentos y otros tejidos dañados.
Si tienes incontinencia. Si el prolapso en la parte anterior también implica
incontinencia urinaria de esfuerzo (fugas de orina durante una actividad intensa),
uno de los varios procedimientos para sujetar la uretra (suspensión uretral) y
aliviar los síntomas de incontinencia.
Si estás embarazada o piensas quedar embarazada, es posible que debas retrasar
la cirugía hasta que decidas no tener más hijos.
8. Los beneficios de la cirugía pueden durar muchos años, pero existe cierto riesgo
de que vuelva a haber un prolapso, lo que puede suponer otra cirugía en algún
momento.
Los ejercicios de Kegel son ejercicios que puedes hacer en tu casa para
fortalecer los músculos del piso pélvico. Un suelo pélvico fortalecido ofrece un
mejor apoyo para los órganos pélvicos y alivia los síntomas relacionados con el
prolapso anterior.
Para realizar los ejercicios de Kegel, sigue estos pasos:
Aprieta (contrae) los músculos del piso pélvico, que son los que usas para
dejar de orinar.
Mantén la contracción durante cinco segundos y después relaja durante otros
cinco segundos. (Si te resulta muy difícil, comienza manteniendo la
contracción durante dos segundos y relájalos por tres segundos).
Continúa con el ejercicio hasta mantener la contracción durante 10 segundos
cada vez que los realices.
Haz tres series de 10 repeticiones de los ejercicios por día.
9. Ejercicios para el suelo pélvico. El suelo pélvico es un sistema de músculos,
ligamentos y nervios que forman una cesta de soporte para nuestra vejiga.
Incorporar estos ejercicios a tu rutina diaria es bastante sencillo.
Cambios en el estilo de vida: se recomienda no levantar objetos pesados. Si
sufres de estreñimiento crónico, la medicación puede que sea lo más
recomendable.
Pesario vaginal. El pesario vaginal es un dispositivo que se introduce en la
vagina para sostener la vejiga. Los pesarios vaginales deben retirarse y
limpiarse con regularidad para evitar infecciones. Dependiendo del tipo de
pesario vaginal que te hayan colocado, la extracción se realizará en la
consulta del médico o en casa.
Terapia de sustitución de estrógenos. El estrógeno que el cuerpo femenino
deja de producir después de la menopausia puede estimular al cuerpo a la
hora de fortalecer los músculos que rodean la vagina y la vejiga.
10. Prolapso rectal:
Es una afección que ocurre cuando el recto se debilita y sale a través de la
abertura anal.
Causas:
La causa exacta del prolapso rectal no es clara. Las posibles causas pueden incluir alguna
de las siguientes:
Una abertura agrandada causada por la relajación de los músculos en el piso
pélvico, que está formado de músculos al rededor del recto.
Músculos sueltos del esfínter anal
Colon anormalmente largo
Movimiento descendente de la cavidad abdominal entre el recto y el útero
Prolapso del intestino delgado
Estreñimiento
Diarrea
Tos y estornudos crónicos
Un prolapso puede ser parcial o completo:
En el prolapso parcial, el recubrimiento interior del recto sobresale
parcialmente del ano.
En el prolapso completo, el recto completo sobresale a través del ano.
11. La mayoría de los casos de prolapso rectal ocurren en niños menores de 6 años. Los
problemas de salud que pueden llevar al prolapso incluyen:
Fibrosis quística
Infecciones de lombrices en el intestino
Diarrea prolongada
Otros problemas de salud presentes en el nacimiento
En los adultos, generalmente se encuentra con estreñimiento, o con un problema muscular
o nervioso en la zona pélvica o genital.
Síntomas:
El síntoma principal es una masa rojiza que sobresale desde la abertura anal,
especialmente después de una deposición. La masa rojiza es en realidad el revestimiento
interno del recto. Puede sangrar ligeramente y puede ser molesto y doloroso.
Se llevará a cabo un examen físico, el cual incluirá un tacto rectal. Para verificar si hay
prolapso, el medico puede pedir a la persona que haga esfuerzo abdominal mientras se sienta
en un inodoro.
Los exámenes que se pueden hacer incluyen:
Colonoscopia para confirmar el diagnóstico
Prueba de sangre si hay sangrado rectal
12. Pruebas y exámenes
Tratamiento:
En algunos casos, se puede tratar en el hogar. Siga las instrucciones de su proveedor sobre
cómo hacer esto. Es necesario introducir nuevamente el recto de forma manual. Se utiliza
una compresa suave, húmeda y tibia para aplicar presión ligera a la masa para empujarla
hacia adentro a través del orificio anal. La persona debe acostarse de lado en una posición
con las rodillas en el pecho antes de aplicar presión. Esta posición permite que la gravedad
ayude a retornar el prolapso.
Es poco común que se necesite cirugía inmediata. En los niños, el tratamiento de la causa
generalmente resuelve el problema. Por ejemplo, si la causa es distensión por heces
fecales duras y secas, los laxantes pueden ayudar. Si el prolapso continúa, puede ser
necesaria la cirugía.
En los adultos, la única cura para el prolapso rectal es un procedimiento que repara los
músculos debilitados de la pelvis y el esfínter anal.
13. Prolapso Uterino:
Se presenta cuando la matriz (útero) cae y ejerce presión en la zona vaginal.
Causas
Músculos, ligamentos y otras estructuras sostienen el útero en la pelvis. Si estos
tejidos están débiles o estirados, el útero cae hacia la vía del parto. Esto se
denomina prolapso.
Esta afección es más común en mujeres que han tenido 1 o más partos vaginales.
Otros factores que pueden causar o llevar al prolapso uterino incluyen:
El envejecimiento normal
La falta de estrógenos después de la menopausia
Afecciones que ejerzan presión sobre los músculos pélvicos, como la tos
crónica y la obesidad
Tumor pélvico (poco frecuente)
El esfuerzo repetitivo para defecar debido a un estreñimiento prolongado puede
empeorar el problema.
14. SÍNTOMAS:
El prolapso uterino es leve cuando el cuello uterino baja hasta la parte inferior
de la vagina.
El prolapso uterino es moderado cuando el cuello uterino baja por fuera de la
abertura vaginal.
Otras situaciones que el examen pélvico puede mostrar son:
La vejiga y la pared vaginal anterior están protruyendo hacia la vagina
(cistocele).
El recto y la pared posterior de la vagina (rectocele) están protruyendo hacia la
vagina.
La uretra y la vejiga están más abajo en la pelvis de lo normal.
TRATAMIENTO:
El tratamiento no es necesario, a menos que los síntomas le causen molestia.
Muchas mujeres reciben tratamiento en el momento en que el útero baja hasta
la abertura de la vagina.
CIRUGÍA:
La cirugía no debe realizarse hasta que los síntomas del prolapso sean peores
que los riesgos de someterse a la operación. El tipo específico de cirugía depende
de:
15. La gravedad del prolapso
Los planes de la mujer en cuanto a embarazos futuros
La edad, la salud y otros problemas de salud de la mujer
El deseo de la mujer de preservar la función vaginal
Existen algunos procedimientos quirúrgicos que se pueden llevar a cabo sin
extirpar el útero, como la fijación sacroespinosa. Este procedimiento implica el uso
de los ligamentos cercanos para sostener el útero. También hay otros
procedimientos disponibles.
A menudo, puede hacerse una histerectomía vaginal junto con la cirugía para
corregir el prolapso uterino. Cualquier descuelgue de las paredes vaginales, la
uretra, la vejiga o el recto también se puede corregir quirúrgicamente al mismo
tiempo.
17. La incontinencia urinaria consiste en la pérdida involuntaria de orina. El afectado tiene una necesidad imperiosa y repentina de orinar,
pero es incapaz de retener la orina.
Los escapes pueden producirse al estornudar, reír, realizar algún esfuerzo o ejercicio físico. Supone un problema higiénico, social y
psíquico, ya que influye en la actividad cotidiana del paciente y reduce su calidad de vida.
La incontinencia no es una enfermedad en sí misma, sino la consecuencia de una alteración en la fase de llenado vesical que se
presenta en numerosas patologías. Es más común entre las mujeres, los niños (enuresis) y los ancianos, afectando a más del 15 por
ciento de los mayores de 65 años
La incontinencia urinaria se produce cuando la presión dentro de la vejiga es superior a la presión en la uretra.
Este trastorno puede deberse a una hiperactividad del músculo detrusor. Los principales motivos son:
Problemas o daños neurológicos.
Por una alteración del esfínter externo y de los músculos del suelo pélvico.
18. Por el fallo del esfínter interno ante una relajación inapropiada o lesión orgánica.
Síntomas
El principal síntoma de la incontinencia urinaria es la pérdida de orina al toser y estornudar, realizar
actividades físicas o mantener relaciones sexuales.
Prevención
Existen algunas medidas que pueden ayudar a retrasar la aparición de la incontinencia de orina, así
como a prevenirla. Algunos de los consejos a tener en cuenta son:
Seguir una dieta equilibrada. Evitar el sobrepeso y la obesidad, de esta forma se reducirá la presión
intraabdominal.
Reducir el consumo de bebidas como el café, los refrescos y bebidas carbonatadas, el alcohol y los
cítricos, entre otros.
19. Evitar las comidas picantes.
Aumentar el consumo de fibra para evitar el estreñimiento.
Reducir el consumo de productos y medicamentos diuréticos, porque así se tendrán menos ganas de orinar.
orinar.
Evitar beber entre cuatro y dos horas antes de irse a dormir.
No empujar al orinar. De esta manera evitará que se dañen los músculos del suelo pélvico.
No ingerir bebidas antes de realizar ejercicio físico.
Ejercicios de Kegel
Los ejercicios de Kegel ayudan a fortalecer los músculos situados alrededor de la uretra y del suelo pélvico. Cuando estos músculos
están debilitados hay más probabilidades de que aparezca la incontinencia urinaria.
20. Estos ejercicios consisten en la realización de una serie de contracciones y relajaciones que se repiten a lo largo del día de forma
constante.
Tipos
Los principales tipos de incontinencia son:
Incontinencia urinaria de esfuerzo
En la incontinencia de esfuerzo, la pérdida de orina se produce al realizar cualquier movimiento o actividad física. La risa, el
estornudo, el deporte, la carga de objetos pesados o el mero hecho de ponerse en pie o agacharse puede provocar escapes de
orina que van desde unas gotas hasta un chorro.
El origen de esta incontinencia, que afecta a más de un millón de mujeres, se encuentra en la uretra. El esfuerzo físico, aunque
sea leve, provoca un aumento de la presión en el abdomen y en la vejiga, pero no se transmite a la uretra, lo que desencadena la
incontinencia.
El embarazo y la edad provocan una pérdida de elasticidad y de tensión en el suelo pélvico, por lo que la vejiga y la uretra caen y
sus mecanismos de continencia solo son efectivos en reposo.
Este tipo de incontinencia no está asociada a la necesidad de orinar.
21. Incontinencia urinaria de urgencia
Consiste en la pérdida involuntaria de orina asociada a una necesidad imperiosa y repentina de orinar. Por lo tanto, existe una
consciencia previa. El origen de esta incontinencia se encuentra en el detrusor. Se pueden distinguir dos tipos de incontinencia urinaria
de urgencia:
Incontinencia sensitiva: está provocada por un aumento de los impulsos sensitivos desde los receptores de tensión/presión que
receptores de tensión/presión que se encuentran en las paredes de la vejiga. Aparece una sensación temprana de plenitud y
urgencia por orinar. Puede estar asociada a enfermedades.
Incontinencia motora: la pérdida de orina está motivada por una hiperactividad del detrusor, es decir, un fallo en la inhibición
decir, un fallo en la inhibición motora del reflejo de la micción. Está causada, principalmente, por mecanismos psíquicos, esfuerzos
u obstrucción.
Incontinencia urinaria mixta
La pérdida de orina se produce por un hiperactividad del músculo detrusor y un trastorno en los mecanismos esfinterianos. En
este caso, la incompetencia del cuello vesical permite la entrada de orina en la uretra proximal. Como consecuencia, el detrusor
entiende que se ha iniciado la micción y libera el reflejo que produce su contracción.
22. Incontinencia urinaria por rebosamiento
La pérdida de orina se produce porque la vejiga se encuentra distendida por obstrucción e imposibilidad de vaciado. Se distinguen
dos causas de incontinencia urinaria por rebosamiento:
Orgánica: en este caso la vejiga se encuentra distendida por una obstrucción que impide el paso de la orina y es incapaz de
de la orina y es incapaz de vaciarse. Cuando la vejiga ya no puede distenderse más se produce el rebosamiento. Los tumores
prostáticos y la hiperplasia benigna de próstata son las principales enfermedades que originan este tipo de incontinencia.
este tipo de incontinencia.
Neurológica: un daño neurológico del núcleo parasimpático medular o del nervio pélvico provoca que el detrusor no tenga fuerza.
Incontinencia urinaria de causa psicógena
Está asociada a estímulos externos que afectan a los sentidos (frío o agua), a emociones fuertes y
repentinas (miedo, angustia o placer) o a fobias y manías.
Incontinencia urinaria de causa neurológica
Engloba las alteraciones de la dinámica miccional que se originan en el sistema nervioso. En su desarrollo influyen los accidentes
cerebrovasculares, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson y las lesiones medulares.
23. Diagnóstico
El primer paso que debe dar el especialista es confirmar que se trata de una pérdida de orina totalmente involuntaria y
objetivamente demostrable.
Para establecer un diagnóstico correcto, se deben distinguir los factores externos y los trastornos de las vías urinarias que originan
la incontinencia, por lo que será necesaria una exploración física minuciosa que incluya un examen de la sensibilidad perianal y
estudios analíticos, radiológicos y urodinámicos.
Además, el profesional debe tener en cuenta los antecedentes personales y las enfermedades concomitantes, como
las enfermedades neurológicas, patologías sistémicas con repercusión sobre el sistema nervioso central y las intervenciones
previas que hayan afectado al tracto urinario (uretrotomías, resección transuretral de próstata, etc.), al abdomen y pelvis
(resección abdominoperineal de colon o histerectomías) y a la columna vertebral (descompresiones o laminectomías). Asimismo,
se debe controlar la medicación que toma el enfermo, ya que algunas sustancias pueden desencadenar o agravar la
incontinencia.
Tratamiento farmacológico
El objetivo del tratamiento farmacológico es conseguir que la vejiga sea capaz de distenderse sin contraerse y que la uretra se
mantenga cerrada durante el llenado.
24. Los fármacos más utilizados son los anticolinérgicos, sustancias que, al disminuir la capacidad contráctil del detrusor, aumentan la
tolerancia del llenado vesical y la continencia. Son útiles en las contracciones involuntarias del detrusor no neurológicas, la
incontinencia mixta y la hiperreflexia del detrusor. Su eficacia está demostrada en cuanto al alivio de los síntomas, pero sus efectos
secundarios, fundamentalmente la sequedad de boca, la taquicardia y la excitación, son muy graves en algunos pacientes, que en