2. Historia y naturaleza de la psicología del
desarrollo
.Antecedentes históricos
.Superación de la imagen del niño como un
adulto en miniatura
.El niño, organismo que se adapta y evoluciona
3. Antecedentes históricos
Los antecedentes históricos particulares de la psicología del desarrollo son tan
antiguos como la ciencia de la psicología en general; Delval (1988) propone seis
grandes períodos sobre la historia del estudio del niño y del adolescente, que
constituyen un marco histórico coherente, a saber: a) “el período de las
observaciones esporádicas”; b) “la aparición de las primeras observaciones
sistemáticas”; c) “la constitución de la psicología del niño como una disciplina
independiente”; d) “la consolidación de la disciplina y los primeros atisbos de una
psicología evolutiva”; e) “el desarrollo sistemático; la pugna entre acumulación
de datos y teorías”; y f) “la convergencia entre la psicología evolutiva y la psicología
experimental”.
4. Superación de la imagen del niño como un adulto
en miniatura
Las representaciones sociales de conocimiento de
los “académicos”, y las del resto de los actores sociales frente al niño y el
adolescente van sin duda de la mano
en las diferentes épocas; el niño y el adolescente no existirán como tales
durante un gran período de la historia de Occidente, ya que se verán
fusionados en una concepción adulta prevaleciente.
5. El niño, organismo que se adapta y evoluciona
El conocimiento de los eruditos (filósofos, pedagogos, médicos y
sacerdotes) que se preocupan por los niños y los jóvenes se va a
transformar severamente; ya no se considerará al niño como un adulto en
miniatura; se propondrá a cambio el postulado particular del niño como un
organismo que evoluciona, visión dinámica que es posible en virtud de
aquello que Delval señala como la fase de “La aparición de las primeras
observaciones sistemáticas”, y Piaget (1982), como la “Fase de las
biografías”.
Infancia Juventud Madurez Vejez
6. Conclusión
Al entender lo psicológico como proceso dentro de un ciclo vital, se
destaca la perspectiva evolutiva por oposición a la estática, donde en la
primera el cambio psicológico es el factor permanente y central, que
guarda una íntima relación con el momento de la vida por el que pasa el
sujeto, las determinantes biológicas, las circunstancias histórico-culturales
y generacionales que vive, y las experiencias individuales significativas que
experimenta.