Este documento discute el surgimiento de la posmodernidad y la necesidad de adoptar un enfoque sociológico para comprender mejor al hombre multidimensional en un mundo cambiante y complejo. Critica el racionalismo moderno por ser incapaz de entender la naturaleza irracional del hombre y la sociedad. Propone que la sociología puede ayudar a estudiar las relaciones entre el hombre y la sociedad para generar un saber relativo que no caduque rápidamente.
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Organizaciones civiles, nuevos sujetos sociales
1. Organizaciones civiles: nuevos sujetos sociales<br />Por: Paloma Botero<br />La modernidad como un programa cultural, social, económico y político impulsado y patrocinado por la burguesía, quien estableció el racionalismo como una doctrina de carácter dogmático, sustentada en el dinero, una doctrina incapaz de comprender al hombre en todo el despliegue de su talento creativo, en toda su razón social, en toda su pluridimensionalidad.<br />El racionalismo surge en el escenario de innovación científica, se impone, organiza todo cuanto quiere y supone que todo debe estar encasillado, debe encajar dentro de un molde establecido (a priori) desde la razón, así la naturaleza del objeto sea de carácter irracional. Es entonces, como se convierte en un obstáculo para comprender la vida en su totalidad, dado que es incapaz de entender las diversas variantes y situaciones que componen el entorno vital. Por su parte su capacidad de abstracción es absolutamente miope e incapaz de comprender a profundidad todos los pormenores de los fenómenos sociales, de la vida cotidiana, de la realidad psicosocial, en una sociedad diversa. <br />En la fabricación de este hombre perfecto, racional, medible, calculable creó a la bestia. Fue víctima de su propio invento creando a un hombre- máquina, deshumanizado, olvidado de su entorno, lejano, esquivo, asustadizo que huía a esconderse de su monstruosidad, de su capacidad destructiva, en la barbarie de su naturaleza, en la negación de su ser. Fue así como el programa más ambicioso de la historia occidental cayó ante nuestros ojos, ante nuestras miradas perplejas. <br />Es en este escenario que el hombre se ve abocado a cambiar de paradigma. Pero la comodidad de lo conocido nos dificulta la posibilidad de pensar en un nuevo mundo. Pero el problema de lo conocido es que tiene caducidad y ciertamente comienza a envejecer. Las ideas sobre las que el mundo se sentó durante alrededor de 6 (seis) siglos comienzan a olvidarse y, como consecuencia, la seguridad comienza a desquebrajarse.<br />Surge entonces la sociología como una herramienta académica, desde la cual, es posible estudiar al hombre en su relación inherente con la sociedad. Es necesario mediante la sociología dar respuesta a nuevas preguntas que aparecen todos los días. Dado que las costumbres se tambalean, los moralismos, las ideas sobre las que se edificó el mundo moderno, que posteriormente se transformarían en leyes incuestionables comienzan a envejecer en una certidumbre desquebrajada. Es entonces, cuando llega el momento de usar la sociología y así tomar en consideración todas las opiniones para así generar un saber relativo. Un saber que difícilmente caduca porque la seguridad desaparece.<br />Es este hombre pluridimensional, multicultural quien protagoniza el capítulo de la posmodernidad. Un hombre desprovisto de caminos trazados o ideas fijas e inalterables, un hombre concentrado en la búsqueda de un pensamiento trascendente capaz de superar el racionalismo moderno y aventurarse en nuevas exploraciones de su humanidad. Un hombre capaz de aceptarse a sí mismo como un ser pasional y además entender la barbarie como un elemento del conjunto en vez de negarla y ocultarla entrando nuevamente en un sinsentido.<br />La posmodernidad, desde la sociología, nos hace una invitación a reorientar nuestro pensamiento en la búsqueda de comprender un mundo cambiante y complejo en el que han muerto las certidumbres y es necesario construirlo desde la interdependencia, la interacción, los procesos de mestizaje y la interculturalidad.<br />