Este documento describe la irrigación cerebral y el polígono de Willis. Explica que la irrigación cerebral está compuesta por las arterias vertebrales y las carótidas internas, las cuales se interconectan en la cavidad craneal formando un círculo arterial conocido como el polígono de Willis. También describe los accidentes cerebrovasculares, aneurismas intracraneales y su tratamiento.
2. DEFINICION
dos pares de vasos
ACI
AV
interconectan en la cavidad craneal
formar un círculo arterial (el polígono de Willis).
PW, CI-AV
Las dos arterias vertebrales penetran en la cavidad
craneal a través del agujero magno y se fusionan en la
zona inferior de la protuberancia, originando la arteria
basilar.
Las dos arterias carótidas internas entran en la cavidad
craneal a través de los dos conductos carotídeos.
3.
4.
5.
6. ARTERIAS VERTEBRALES
parte inferior del cuello a partir de la
primera porción de cada arteria
subclavia y ascienden a través de los
agujeros transversos de las primeras 6C,
para penetrar en la cavidad craneal a
través del agujero magno,
donde cada arteria vertebral emite una
pequeña rama meníngea.
Más adelante, cada arteria vertebral
emite tres ramas adicionales antes de
unirse entre sí y dar lugar a la arteria
basilar
arteria espinal anterior
arteria espinal posterior
arteria cerebelosa posteroinferior.
7. La arteria basilar se dirige en dirección rostral a lo largo de la superficie anterior de la
protuberancia Entre sus ramas, siguiendo una dirección de caudal a rostral, se
distinguen:
arterias cerebelosas anteroinferiores
varias arterias pontinas de pequeño calibre
arTerias cerebelosas superiores.
Ascienden hasta llegar a la base del cráneo, accediendo a su interior a través de los
conductos carotídeos.
Una vez en el interior de la cavidad craneal, cada ar- teria carótida interna emite las
siguientes ramas:
la arte- ria oftálmica
arteria comunicante posterior
arteria cerebral media
arteria cerebral anterior
8. CIRCULO ARTERIAL DEL CEREBRO
LLAMADO POLIGONO DE WILLYS
base del cerebro
unión entre los vasos vertebrobasilares
y las ramas de la arteria carótida
interna
En esta interconexión anastomótica
participan:
Una arteria comunicante anterior que
conecta entre sí a la arteria cerebral
anterior izquierda con la derecha.
Dos arterias comunicantes posteriores,
una a cada lado, que conectan la
arteria carótida interna con la arteria
cerebral posterior
9.
10. ACV
ictus
agudo neurológico focal
consecuencia de la hipoperfusión cerebral difusa o localizada.
Las causas
trombosis cerebral, la hemorragia cerebral, la hemorragia subaracnoidea y, con mayor
frecuencia, los émbolos cerebrales.
En la mayor parte de los pacientes es posible demostrar una placa aterosclerótica en o alrededor
de la bifurcación de la arteria carótida común en las arterias carótidas interna y externa.
Con el paso del tiempo la placa carotídea aumenta de tamaño y finalmente produce una
estenosis marcada. Al aumentar la estenosis, los remolinos en el flujo sanguíneo local dan lugar a
la formación de émbolos ateroscleróticos y plaquetarios que alcanzan los vasos intracraneales,
obstruyendo su flujo.
11. ANEURISMAS INTRACRANEALES
DENTRO O PROXIMOS AL PW
Generalmente se producen en o alrededor de la arteria comunicante anterior,
la arteria comunicante posterior,
las ramas de la arteria cerebral media
el extremo distal de la arteria basilar
arteria cerebelosa posteroinferior.
A medida que los aneurismas aumentan de tamaño, se incrementa el riesgo de rotura. Por lo general los
pacientes desconocen la existencia del aneurisma y no suelen existir signos o síntomas prodrómicos.
Tras la rotura del mismo,
de forma aguda una cefalea «terebrante» que produce rigidez de nuca y puede acompañarse de vómitos
de los mismos logra llegar al hospital con vida, siendo posible establecer el diagnóstico. La TC inicial
demuestra la presencia de sangre en el espacio subaracnoideo, que puede asociarse con una hemorragia
intracerebral. La angiografía cerebral permite al radiólogo determinar la localización, el tamaño y el origen
del aneurisma. Los pacientes suelen precisar intervenciones quirúrgicas complejas con el fin de ligar el cuello
del aneurisma. Recientemente, las técnicas de radiología
intervencionista han reemplazado al tratamiento quirúrgico convencional en algunos aneurismas de
localizaciones específicas. Estas técnicas implican la cateterización de la arteria femoral y la colocación de
un catéter de gran longitud que a través de la aorta llega a la circulación carotídea y de allí hasta la
circulación encefálica. El extremo del catéter se sitúa en el aneurisma, que se rellena con minúsculas
microespirales (fig. 8.41) que sellan el punto de rotura.