2. RESUMEN
Los niños superdotados piensan y sienten de forma distinta a los demás. Ya
desde muy pequeños saben cómo mantener la atención de los adultos y
distinguir entre el bien y el mal. Presentan, además de su alta capacidad
intelectual y de comunicación, una gran creatividad, por lo que suelen ser
originales y flexibles. Poseen una exquisita sensibilidad, son competitivos e
independientes, así como muy tenaces y voluntariosos para superar los
obstáculos. Estos niños requieren estar inmersos en un ambiente rico y
estimulante a todos los niveles tanto social, como escolar, cultural y familiar.
Cuando el superdotado no es reconocido como tal y no se encuentra en un
ambiente en el que se le permita desplegar todo su extraordinario potencial,
puede presentar problemas de fracaso escolar y aislamiento social e
intelectual, entre otros. Además, el fenómeno de la superdotación continúa
estando plagado de mitos y estereotipos, lo que provoca tanto en los padres
como en los profesionales muchas dudas respecto a cómo actuar con estos
niños. Esta obra, eminentemente divulgativa y práctica, presenta numerosas
sugerencias y pautas de actuación tanto para padres como para profesores.
Está escrita con un lenguaje didáctico y claro con el objetivo de ser una guía
de orientación que permita obtener un conocimiento claro y objetivo de la
superdotación. En ella se exponen los procedimientos de identificación e
intervención psicoeducativa más aconsejables para las características
propias de los niños superdotados, así como las dificultades que pueden
derivar de ellas y la importancia de la familia y de la escuela en su desarrollo.
3. Para que los niños superdotados puedan desarrollar su potencial
es necesario que reciban ayudas educativas y que sean atendidas
por un profesorado que conozca sus necesidades especiales. Se suele
pensar erróneamente que no necesitan ningún tipo de adaptación, ya
que tienen capacidad suficiente para progresar sin ayuda.
INTRODUCCION
La superdotación o altas capacidades es un concepto todavía controvertido
y no exento de polémica respecto a su significado, evaluación e intervención.
Todo el mundo sabe, sin embargo, que se trata de un término que se utiliza
para designar a aquellos niños que poseen una alta inteligencia.
Otra cuestión es qué entendemos por inteligencia y cómo podemos medirla
para establecer unos criterios fiables de identificación entre niños con
aparentes buenas capacidades.
El primer psicólogo que utilizó la palabra “superdotado” fue el
estadounidense Lewis Ternan (1.932) para referirse a los sujetos que estén
en la franja superior del 1% en los resultados de inteligencia general
4. evaluada mediante las escalas Stanford-Binet.
Más adelante fue cogiendo relevancia el concepto de C.I. (Cociente
Intelectual), para considerar al superdotado como el sujeto que obtenía una
puntuación igual o superior a un valor de 130.
Evidentemente, estos estudios basaban sus apreciaciones sólo en la
consecución de un determinado nivel intelectual medido mediante pruebas
específicas. No obstante, hoy en día, sabemos que la superdotación
incluye, además, una serie de características y capacidades que van más
allá de un simple número. Por tanto, un CI igual o superior a 130 o una
capacidad intelectual elevada serían una condición necesaria pero no
suficiente.