2. Congregación Española
La Orden en España.
En el año 1715 las dos ramas (Española e Italiana) de la Orden Hospitalaria comprendían 16
Provincias, con 256 hospitales y 2.399 Hospitalarios.
La rama Española la componían las Provincias de Nuestra Señora de la Paz (Andalucía), con
26 hospitales; San Juan de Dios (Castilla), 22 hospitales; Espíritu Santo (Nueva España), que
comprendía también Filipinas, con 28 hospitales; San Bernardo, (Tierra Firme), con 11
hospitales; y del Arcángel San Rafael (Perú y Chile), con 20 hospitales.
3. El 9 de febrero de 1738 era elegido
General de la Congregación Española
Fr. Alonso de Jesús y Ortega “El
Magno”. Con él, la rama Española de la
Orden alcanzará su máximo esplendor.
De la magnitud de la obra de los
Hospitalarios en estos años da idea
el hecho de que entre enero de 1735 y
diciembre de 1757 se trataron un total
de 726.637 enfermos.
4. La expansión de la Orden en España tuvo
una línea ascendente hasta el final del
generalato del Hno. Alonso de Jesús y
Ortega († 1771).
En este tiempo la Congregación Española
contaba con 1.261 religiosos y siete
Provincias: tres en España, tres en América
(en una de ellas se incluían cinco
hospitales de Filipinas) y una en Portugal
que incluía varios centros en África y Asia.
A partir de ese momento se iniciaría la
decadencia de la Congregación Española,
hasta su extinción formal, con la muerte
del último General Fr. José Bueno Villagrán
en 1850.
5. La Orden en Portugal
Fue una Provincia de la Congregación Española hasta el año 1790, cuando la Santa
Sede aprobó su separación definitiva nombrando un Vicario General con su propio
Definitorio. En la práctica, hacía ya mucho tiempo, desde 1702 aproximadamente, vivía
separada de las Provincias Españolas. En el año 1745 eran once los hospitales de la
Orden en Portugal; nueve los hospitales militares atendidos por los Hermanos y cinco
los repartidos por África y Asia, sumando más de 130 los Hermanos portugueses.
6. La Orden en Italia
La obra de los Hermanos de Juan de
Dios, Fatebenefratelli, vivió en Italia
años de expansión y florecimiento.
También en Italia los Hermanos asistían
a los soldados en los campos de batalla
y a las víctimas de las pestes y
epidemias, constituyendo un gran
testimonio de caridad y hospitalidad.
Los Fatebenefratelli contaban con seis
florecientes Provincias a principios del
siglo XVIII: Roma, Nápoles, Lombardía,
Bari, Sicilia y Cerdeña, con 66
hospitales, 1032 camas, atendiendo a
27.469 enfermos, y con unos 600
Hermanos.
7. La Orden en Francia
La Orden tuvo una rápida propagación en
Francia a partir del año 1602, desde el
Hospital de la Caridad de Paris, el más
importante de la nación, fue cuna de la
Provincia francesa, erigida en 1639.
Con la ayuda de las autoridades civiles y
eclesiásticas la Orden se extendió
rápidamente por Francia.
Aunque unidos a la Congregación
Italiana, los Hermanos franceses
disfrutaban de un régimen parcialmente
autónomo, pues el Superior Provincial
recibió del General la patente de Vicario
General. El año 1789 contaba la Provincia
con 40 hospitales en Francia, 5 en sus
colonias y un total de 350 Hermanos.
8. La Orden en Países
austrogermánicos
Desde el Hospital de Santa Bárbara, de Feldsberg en Liechtenstein, fundado en 1605 por el
Hno. Ferrara, se difundió la Orden por el imperio Austrohúngaro.
Pronto nació la floreciente Provincia del Arcángel S. Miguel, de la cual han tenido origen
todas las Provincias de la Europa Central. A mediados del siglo XVIII contaba con 31
hospitales, abarcando su enorme ámbito geográfico países actuales como Austria,
Alemania, Rumanía y Hungría.
Igual que en otros lugares, los Hermanos cuidaban a los enfermos en sus hospitales y
acompañaron también a las tropas del emperador en sus campañas bélicas atendiendo a
los heridos y enfermos.
Tampoco faltó el servicio abnegado y caritativo a los afectados en tiempos de pestes y
epidemias.
9. La Orden en Polonia
El Hno. Gabriel Ferrara llegó a Polonia en
1609 aceptando el hospital de Cracovia.
Pronto nacieron nuevas fundaciones en
Polonia y Lituania.
En 1642 se constituyó en Provincia Polaca
independiente bajo la advocación de la
Asunción. A pesar de ser una Provincia
próspera (13 hospitales y 156 religiosos a
finales del siglo XVIII), desapareció con la
repartición de sus territorios entre Rusia y
Prusia.
10. Fieles a la Hospitalidad
hasta el martirio
En tantos años de historia como tiene la Orden, es fácil suponerla existencia de una
larga lista de testigos del Cristo misericordioso y verdaderos mártires de la
hospitalidad.
La misión de extender el Evangelio con la práctica de la hospitalidad, llevó a muchos
Hospitalarios a sufrir la persecución y a la entrega de la vida, incluso con
derramamiento de sangre. Se trata de una constante en la historia de la Orden.
11. Fieles a la Hospitalidad
hasta el martirio
- Polonia : En el Hospital de Lublin fue martirizado el Hno. Eustaquio Biescekierski, a quien
dieron por muerto y posteriormente curó.
En Varsovia fueron asesinados el Hno. Nicolás Orkieska, sacerdote, y el Hno. Melchor Moreti.
Otros Hermanos como Hipólito Ciarnowski fueron maltratados y heridos, si bien pudieron
salvar la vida.
En Lowiez encontraron la muerte los Hnos. Norberto Gotkoswiez e Hilario.
La causa fundamental de estas muertes fue la invasión de Polonia por pueblos vecinos que
perseguían a los seguidores de Cristo.
- Francia: Con la llegada de la Revolución y la supresión de la Orden, los Hermanos fueron
perseguidos y encarcelados, sufriendo el martirio algunos de ellos: Hno. Vomerange en
Burdeos, Hno. Felicien Citet en París, los Hnos. Marcet Clémont y Modesto Bernard sufrieron
el martirio sobre los pontones de Rochefort; éste último fue desterrado posteriormente
a la Guayana y murió en la miseria.
- España: Durante la Guerra de la Independencia (1808 y siguientes), tras la invasión de las
tropas de Napoleón, muchos Hermanos fueron perseguidos y expulsados violentamente de los
hospitales.
Algunos encontraron la muerte sirviendo como enfermeros, médicos o cirujanos de las tropas
Españolas: Hnos. Pedro Pérez y Antonio Pérez, Manuel Groizar y Nicolás de Ayala.
En todos los casos, el servicio hospitalario fueron las causas del martirio.
13. La Orden en América
Dependiendo de la Congregación española y a
partir de su establecimiento permanente, en el
primer tercio del siglo XVII, la labor de los
Hospitalarios se extendió rápidamente por el
Continente americano.
Con el fin de regular la nueva situación llegarán
unas disposiciones del Real Consejo de Indias,
dictadas para los Hermanos y sus Hospitales.
Hacia 1780 las estadísticas de las tres Provincias
americanas, sin contar Filipinas, reflejaban los
siguientes datos: Provincia de San Bernardo, 11
hospitales y 70 Hermanos; Provincia del
Arcángel San Rafael, 20 hospitales y 245
Hermanos y Provincia del Espíritu Santo 26
hospitales y 255 Hermanos.
14. Presencia de los
Hermanos en América,
Asia, África y Oceanía.
Los inicios de la presencia de la Orden en Asia,
África y Oceanía hay que unirlos a la expansión de
las Coronas española y portuguesa, en los siglos
XVI y siguientes.
La colonización de nuevas tierras y/o la defensa de
otras, precisaban el envío constante de flotas de la
Armada, en cuyos barcos se enrolaron
Hospitalarios para prestar servicio a los heridos de
guerra y a las gentes de los lugares donde
arribaban; ello hizo que muy pronto llegasen
Hermanos a los otros continentes. El asentamiento
permanente llegó en los siglo XVII y XVIII,
haciéndose cargo de hospitales fundados por los
reinos, unas veces a petición de la Orden y otras
llamados por las autoridades.
15. Presencia de los Hermanos en América, Asia, África y Oceanía.
Al lado de religiosos de otros Institutos, encontramos a la Orden Hospitalaria
ejerciendo la caridad y practicando la hospitalidad según el carisma de San Juan de
Dios.
Hasta el siglo XIX, fecha en la que desaparecieron los Hermanos en muchos lugares
por las mismas razones que en Europa, las características y las aportaciones a la
evangelización son muy parecidas en todos los lugares.
16. Las causas que favorecieron la presencia y
expansión de la Orden en América se
debieron a la caridad y ciencia de los
Hermanos, y la forma de actuar en muchos
casos como hospitales de misión,
atendiendo a las poblaciones cercanas.
La simpatía del pueblo y de las autoridades
se demostraba en la generosidad que
tenían para colaborar económicamente en
la obra de los Hermanos, pues la mayoría
de hospitales tenían rentas bajas
asignadas. Existían también muchas
Hermandades y Cofradías en los hospitales,
que eran verdadero apoyo espiritual,
asistencial y económico.
17. Aportaciones a la evangelización de La Orden en América
- La llegada de los españoles a América
supuso también la entrada de la fe
cristiana: sacerdotes y religiosos
acompañaban a los colonizadores, con el
fin de asistir espiritualmente a las tropas,
en nuestro caso también como
enfermeros , y extender el Evangelio.
- La evangelización, mediante el servicio
a los enfermos y necesitados, fue la gran
aportación de la Orden también en
América. Asistencia corporal y espiritual,
hoy diríamos integral, que, como se ha
indicado, fue de calidad y muy
reconocida. Hubo buenos e ilustres
médicos, cirujanos, enfermeros y
sacerdotes.
18. Aportaciones a la evangelización de La Orden en América
- Si bien la evangelización a través de la
predicación no es el medio de la misión de
la Orden Hospitalaria, en América los
Hermanos hicieron una gran labor pastoral
en las iglesias de los Hospitales, en algunas
parroquias y también mediante la
dedicación de Hermanos a la catequesis y
formación.
- La labor caritativa y abnegada de los
Hospitalarios con los enfermos y la
dedicación de muchos de ellos a la
limosna, eran ocasiones para la
evangelización mediante sencillas palabras,
apoyadas en la coherencia de su vida.
Destacamos, en esta encomiable labor, al
Venerable Hermano Francisco Camacho, en
Lima.
19. Los Hermanos vivieron cercanos a la realidad de las
personas del Nuevo Continente y trabajaron
incansablemente en favor de los más desfavorecidos.
En la época en que se iniciaron los procesos de
independencia, hubo un compromiso de algunos,
reconocidos por el pueblo, en la lucha, apoyo y
servicio al lado de los que buscaban la
independencia.Su testimonio fue casi siempre desde
la hospitalidad.
A varios Hermanos les costó el destierro
y la cárcel. Podríamos decir que fueron,
junto con otros religiosos, sacerdotes y laicos,
verdaderos pioneros y antecesores de los testigos
actuales de la teología de la liberación.
Algunos ejemplos los tenemos en las vidas de Fr.
Agustín de la Torre, Fr. José Rosauro Acuña y Fr. Pedro
Domínguez en Perú, Fr. Santiago Monteagudo en Chile
y el Beato Fr. José Olallo Valdés en Cuba.
20. La Orden en Asia
Aunque no hubo fundaciones
permanentes en el continente asiático
hasta varios años más tarde, en su
continuo ir y venir con las Armadas
Española y portuguesa, los Hermanos
establecieron puestos de asistencia en
las costas de China, bien por epidemia
y contagios, bien por el gran número de
heridos en los barcos tras algunas
batallas.
21. La Orden en Asia
Los Hermanos llegaron a Filipinas en 1611 y
se hicieron cargo de un hospital para
convalecientes, abierto por Fr. Juan de
Gamboa en Bagumbayan, extramuros de
Manila, que fue abandonado
posteriormente.
En realidad, sólo después de 1641 se
consolidó la presencia de los Hermanos en
Filipinas, llegando a constituirse en
Viceprovincia dependiente del Comisariado
General de México, con dos Hospitales
generales en Cavite y Manila y otras
fundaciones Cebu, Zamboanga y San Rafael
de Bulacan.
Las vicisitudes políticas y sociales de
España en el siglo XIX marcaron la
vida de la Orden en Filipinas y a
finales de dicho siglo desapareció,
permaneciendo ese archipiélago sin
presencia de Hospitalarios hasta la
llegada de los Hermanos italianos en
1988
Los Hermanos portugueses fundaron
varios hospitales en las costas de la
India: Goa en 1685, Baçaim en 1686,
Diu en 1687 y Damão en 1693. Estos
hospitales siguieron la misma suerte
que la Provincia portuguesa en
cuanto a su desarrollo y desaparición.
22. La Orden en África
Desde 1573 hasta 1834, más de un
centenar de Hermanos acompañaron las
campañas de los soldados españoles, en la
defensa de plazas africanas pertenecientes
a la Corona Española, en calidad de
médicos, cirujanos y enfermeros. Entre
otros podemos destacar la presencia del
Hno. Pedro Soriano en la conquista de
Túnez y Biserta, bajo la guía de D. Juan
de Austria en 1573, así como los veinte
Hospitalarios que, en 1843, pasaron a
Ceuta para combatir el “contagio
maligno”; de ellos murieron trece.
La primera fundación estable África fue
llevada por los Hermanos de Portugal en
Mozambique (1681). El decreto de mayo
de 1834, suprimió la presencia de la Orden
en aquellos países.
23. La Orden en Oceanía
En mayo de 1606 llegó a las costas de
Australia la primera expedición que había
partido del puerto del Callao (Perú) medio
año antes. En la expedición iban cuatro
Hospitalarios con el fin de atender a los
enfermos, heridos expedicionarios y con
licencia para fundar y administrar hospitales.
No obstante, no tenemos noticias de que allí
permaneciesen ni fundasen hospitales,
probablemente porque los españoles
tampoco llegaron a establecerse. Las
fundaciones en Australia y Nueva Zelanda se
comenzaron a mediados del siglo XX, por los
Hermanos irlandeses.
24. Fieles a la Hospitalidad hasta el martirio
En la dilatada expansión de Orden Hospitalaria
por todos los continentes del mundo, existe una
historia heroica de muchos Hermanos, testigos
del Evangelio de la Misericordia, que fueron
mártires por su entrega a los enfermos y
necesitados.
Sufrieron la persecución, la violencia y la muerte.
También el contagio de las epidemias y los
desastres de las guerras.
25. - Brasil 1636: En el puerto de San Salvador, a manos de
piratas holandeses, sufrieron el martirio los Hnos. Jesús
Arana y Acosta, portugués, y los españoles Francisco
Esforcia y Sebastián.
- Colombia 1637: Los Hnos. Diego de San Juan, español,
y Antonio de Almazán, colombiano, murieron a manos
de los indios chocoes. En 1646, el Hno. Miguel Romero
y un religioso franciscano fueron martirizados por los
indios chocoes.
- Chile 1656: Los indios aucas martirizaron al Hno.
Gregorio Mejía, en Valdivia. En 1795 el Hno. Bernardo
Lugones encontró la muerte, a manos de los indios
araucanos.
- Filipinas 1725: En Buenavista, hoy San Rafael de
Bulacan, fueron martirizados por tribus negroides, Fr.
Antonio de Santiago, en la segunda mitad del siglo XVII,
y Fr. Antonio Guemez en 1731. Fr. Lorenzo Gómez fue
asesinado mientras se dedicaba a la limosna en el norte
de Luzón.
27. La decadencia comienza sobre los años 1770 a 1850, que fue la extinción temporal
de la Orden en España. Hay que poner, como causa desencadenante, la Revolución
francesa, que provocó en todo el occidente europeo una crisis profunda. Afectó en la
Orden Hospitalaria en Francia, Austria, Alemania, Italia y deforma casi total en
España, Portugal y en consecuencia en América y Filipinas.
28. En España fueron, sin duda, los
gobernantes liberales, los que
asestaron un duro golpe a la vida
religiosa. A la Orden Hospitalaria se le
permitió conservar solamente dos
Hospitales, el de Antón Martín, en
Madrid, y el de Sevilla y una
Comunidad en Barcelona.
En este periodo, Portugal alcanzó de
la Sede Apostólica su segregación de
la Congregación española.
29. El último General, Fray José Bueno y
Villagrá, quemó su vida, por sostener la
Orden, contra la Ley de Supresión,
pidiendo insistentemente a la Reina
Isabel II que al menos se les concediera,
licencia de atender en sus Hospitales a
todos los enfermos, porque se trataba
de una causa urgente y social.
La Congregación de Portugal fue
suprimida en mayo de 1834 y la de
Francia, que poseía dos Casas
hospitalarias, con 265 Religiosos y 798
camas para enfermos, se suprimió por la
Ley de 18 octubre 1792.
30. Restauración de la Orden Hospitalaria
en Europa
Se inició en Francia en el año 1820. Dios
suscitó, para tan ardua empresa a un
hombre extraordinario, de noble familia,
condecorado con la Legión de Honor, por
su campaña en Rusia: Hno. Pablo
Magallon. Se reunió en el Hospital del
Espíritu Santo de Marsella con otros
pocos enfermeros y puesto en contacto
con la Curia General de Roma, inició las
nuevas fundaciones: Lyon, Lille, dos casas
en París. Y ante el temor de que las Leyes
de Supresión se aplicaran a los
Hospitalarios, decidió fundar en Inglaterra
e Irlanda, varias residencias, y poco
después otra en la frontera de Bélgica.
31. En Italia, más que de restauración, se
trató de una reforma, ya que los
acontecimientos políticos y sociales
habían relajado la disciplina y vida
religiosa. El artífice de esta reforma
fue el Superior General Juan María
Alfieri, que se entregó con celo
heroico a la observancia regular de las
Constituciones primitivas,
consiguiendo fundar 18 nuevas Casas
para la Orden.
En Austria el Hno. Juan de Dios Sobel,
médico insigne, reformó toda la
provincia y consigue edificar cuatro
nuevos hospitales, entre ellos el de
Linz, con 350 camas.
En Baviera el Hno. Magnobono
Markmiller instituyó una nueva
provincia eclesiástica, con dos
residencias hospitalarias.
32. Extinción de la Congregación Española 1850
Ya a partir del Renacimiento las
autoridades civiles empiezan a
considerar la asistencia a los
enfermos y pobres como un deber
basado en el imperativo de justicia,
tras un largo proceso, que culmina
en el siglo XVIII, los hospitales van
socializándose y pasan a depender
de la jurisdicción civil.
En este tiempo se marca una nueva
época en la vida europea, que se
caracteriza por el racionalismo y la
lucha contra las formas
establecidas, concretamente contra
la realeza, como antiguo régimen y
la Iglesia.
33. En el mes de septiembre de 1807 las tropas francesas penetraban en suelo
español. Se promulga en Cádiz la Constitución de 1812. Posteriormente en el
período conocido como Trienio Constitucional (1820-1823), una de las primeras
medidas de los liberales, es la aprobación por las Cortes de un proyecto de ley,
suprimiendo los conventos de órdenes monásticas y reformando las mendicantes.
Con esta ley se permitía la secularización de los religiosos, se prohibía admitir
nuevos novicios y la profesión de nuevos candidatos y se suprimían la mayor parte
de los conventos al mandar cerrar aquellos cuya comunidad no alcanzase los 24
profesos. Esta última medida suponía para la Orden Hospitalaria la supresión de
casi la totalidad de sus Conventos-Hospitales existentes en España.
34. En mayo de 1830 se celebró, el que sería último
Capítulo General de la Congregación Española, era
elegido Superior General Fr. José Bueno y Villagrán,
quien viendo todo perdido y sin posibilidad de otra
solución, tomó las providencias convenientes para
poner a salvo antes que se derrumbase todo el
edificio hospitalario lo que quedaba de más valor
entre sus ruinas. Así, envió parte de la
documentación del Archivo General al Hospital de
Sevilla (único que sobrevivió a la llegada del San
Benito Menni). También encomendó por carta al
General de la Congregación Italiana, Fr. Benito
Vernó, las causas de beatificación de los Hnos.
Francisco Camacho y Juan Grande “a fin de que no
se extravíen” y concluía su carta en estos términos:
“A Vd., como único Jefe Superior que hoy existe de
la Orden corresponde cuidar de cuanto a la
Congregación pertenecía en esa; en cuya virtud
tomará las medidas que crea prudentes para
conservarlo.”
35. El 9 de marzo de 1836 se dicta el Real
Decreto de supresión total de las órdenes
religiosas y monacales. También la llamada
desamortización de Mendizábal. En
consecuencia, sólo quedaron dos
hospitales de la Orden Hospitalaria
abiertos en España: Sevilla y Madrid. En
Madrid, Hospital de Antón Martín, con una
Comunidad compuesta de 14 Hermanos,
de la que era Superior Fr. Antonio Albors.
36. El Hno. General José Bueno murió el 11 de
marzo de 1850, en Madrid; con él se
extinguía formalmente la Congregación
Española de la Orden Hospitalaria de San
Juan de Dios.
A las causas extrínsecas que motivaron la
extinción formal de la Congregación
Española (invasión francesa, posterior
guerra, trienio liberal, política de
exclaustración y secularización de las
órdenes religiosas) habría que añadir las
intrínsecas a la propia Congregación,
dispersión de las Comunidades,
decaimiento espiritualidad y falta de
interés en la misión . Entre éstas, muchas
de ellas son consecuencia de las primeras.
También podemos hablar de una
inadaptación para afrontar las nuevas
circunstancias políticas, sociales y
económicas.
37. Restauración de la Orden Hospitalaria
en España, Portugal e Hispanoamérica
La restauración en España es el suceso más
relevante para la Orden a finales del siglo
XIX. Su gestor fue San Benito Menni,
milanés, que fue enviado, por el Superior
General de Italia Hno. Juan María Alfieri.
Comenzó en Barcelona en 1867, desde
donde emprendió esta ingente labor.
Promovió nuevas fundaciones en
Ciempozuelos, Granada, Valencia, Zaragoza,
Palencia, Madrid, San Boi de Llobregat, Santa
Agueda, etc. Restauró la Orden en Portugal y
en Hispanoamérica. Además fundó una
nueva Congregación de Religiosas, Hnas.
Hospitalarias del Sagrado Corazón, en Mayo
de 1881.
38. H N O . V Í C TO R M A R T Í N . F U N D A C I Ó N S A N J UA N D E D I O S - C A S T I L L A
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