Este documento analiza la relación entre la internacionalización de las PyMEs, sus procesos de innovación y su inserción en redes globales. Argumenta que la capacidad de innovar es fundamental para que las PyMEs se internacionalicen de manera exitosa. También explora cómo los gobiernos pueden impulsar la I+D para apoyar la internacionalización de las PyMEs a través del desarrollo de capacidades, aprendizaje e inserción en redes globales.
TEMA 3 DECISIONES DE INVERSION Y FINANCIACION UNIVERISDAD REY JUAN CARLOS
La innovación y las redes como estrategia para la internacionalización de las PyMEs
1. 1
INNOVACIÓN Y PROCESOS DE VINCULACIÓN COMO ESTRATEGIA PARA LA
INTERNACIONALIZACIÓN DE PYMES
Nicolás Blampied1
*
Ezequiel Eliano2
**
Resumen
El presente artículo pretende analizar la relación entre los fenómenos de internacionalización de
las PyMEs, sus procesos de innovación y su inserción en redes de relacionamiento globales. A partir
el esquema de medición de sistemas de vinculación y capacidades tecnológicas de Bell y Pavitt
(1995), que concibe la internacionalización de la empresa como resultado de su posición en una
red, se busca llegar a una serie de conclusiones en cuanto a cómo opera la innovación dentro de la
firma. Analizando esta interrelación y la necesidad de los gobiernos de impulsar proceso de I+D, el
trabajo pretende ser un insumo para los hacedores de política (policy makers) en materia de
innovación e internacionalizaciones de PyMEs.
JEL: F13
Palabras Claves: innovación, capacidades tecnológicas, vinculación, internacionalización, redes.
Summary
This article analyzes the relationship between the phenomena of internationalization of SMEs,
innovation processes inside the firm and it´s relationship in global networks. Following the scheme
of study and measurement of linking systems and technological capabilities of Bell and Pavitt
(1995) that conceived the internationalization of the company as a result of it´s position in a
network, this paper seeks to reach a number of conclusions that explain how innovation operates
in SMEs. Analyzing this relationship and the need for governments to boost R&D process, the work
intends to be an input for policy makers in the areas of innovation and SMEs internationalizations.
JEL: F13
Keywords: innovation, technological capabilities, linking, internationalization, networking.
1
* Economista UBA-FCE. Mail: nicolasblampied@gmail
2
** Economista UBA-FCE. Mail: ezequielsombory@gmail.com
2. 2
Introducción
Durante los últimos años, en la mayoría de los países de América Latina se ha comenzado a
profundizar el estudio de los procesos de internacionalización productiva, focalizando el análisis en
la situación de las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs). Desde luego, este tipo de fenómenos
se han presentado heterogéneos, existiendo países en los cuales la internacionalización ha logrado
avances significativos y otros que presentan una red de PyMEs que, por diversos motivos, aún no
ha logrado alcanzar la frontera tecnológica y por el momento encuentra dificultades para
trascender internacionalmente. Si se toma a modo ilustrativo el caso de Brasil, se observa que las
condiciones de estabilidad macroeconómica experimentadas en parte de la última década, el
incremento de la productividad del sector agroindustrial, el incremento de los precios de las
materias primas y el acceso a financiamiento internacional ha permitido en algún grado de
relevancia la inserción internacional del sistema productivo brasileño, incluidas las PyMEs. Estas
últimas, por ejemplo, han logrado incrementar la participación de sus exportaciones en la canasta
exportadora brasileña. Sin embargo, cabe destacar que las dificultades de acceso al financiamiento
en relación a las grandes empresas, la escasez de recursos humanos y de adecuados niveles de
conocimientos y gestión dificultan las posibilidades de internacionalización de las empresas más
pequeñas y medianas (Amal M., 2007).
En el caso de Argentina, por su parte, las PyMEs parecen haber experimentado un desarrollo
exportador notable durante la última década, lo que ha permitido que entre los años 2003 y 2010
incrementaran las ventas al exterior en un 80% y se sumaran dos mil nuevos exportadores
(Fundación Credicoop, 2011). De todas maneras, dado que en el mismo período las exportaciones
generales del país crecieron en aproximadamente 127,6%13
, en términos relativos las PyMEs no
parecieran haber ganado peso en la estructura exportadora. Además, cabe destacar que la
inserción exportadora de las empresas apenas representa una de las posibles facetas del
fenómeno de internacionalización de la producción. Una definición más amplia del concepto
podría surgir de las ideas de Welch y Luostarinen (1999), que intentan definirlo como el proceso
para aumentar la participación en las operaciones internacionales (“the process of increasing
involvement in internacional operations”). Esta última definición permite relacionar los procesos
de internacionalización con diversas teorías que explican la transnacionalización de la producción
1
Datos propios en Base al Instituto Nacional de Estadística y Censos.
3. 3
en términos de cadenas globales de valor y de redes de relacionamiento entre las firmas y al
interior de las mismas.
El presente trabajo intenta analizar los determinantes de la internacionalización de las PyMEs
centrando el estudio en el caso argentino. A su vez, se pretende apoyar la investigación en
aquellas teorías que interactúan con los conceptos de redes de relacionamiento y cadenas
globales de valor, abandonando las ideas de gradualismo e intentando demostrar que los nuevos
enfoques permiten dar cuenta de una realidad cambiante y dinámica. En efecto, estas teorías se
muestran más consistentes con las ideas que afirman que las prácticas productivas deben ser
flexibles, siendo el acceso a un adecuado manejo informativo y el impulso de los procesos de
aprendizaje, conocimiento e innovación en materia de gestión empresarial, prácticas productivas y
sus dinámicas a nivel global, los principales factores en los que pueden focalizarse las políticas de
incentivo de los diferentes gobiernos y planificadores de políticas públicas si su objetivo es el de
avanzar en un proceso sostenible de inserción de las Pequeñas y Medianas Empresas en el sistema
productivo internacional. En un mercado externo competitivo, innovar constituye un requisito
fundamental para lograr internacionalizarse e integrarse comercialmente desde una posición
privilegiada.
4. 4
Internacionalización y el modelo de red
La teoría del modelo de red (network theory) fue desarrollada por Johanson y Mattsson (1988),
quienes refieren a la evolución de la internacionalización de una empresa como resultado de su
posición en una red de empresas y relaciones asociadas. Los autores afirman que el grado
alcanzado en la penetración en los mercados externos dependerá fuertemente del número y de la
consolidación de las redes industriales asociadas.
Estas redes, desde luego, se encuentra constituidas por diferentes actores, por lo que, a su vez, la
posibilidad de desarrollar posiciones en los mercados externos depende también de las
características de tales actores, de su manejo de activos específicos y conocimiento, de sus grados
de internacionalización y del grado de internacionalización de la red en su conjunto. Pertenecer a
una red permite la identificación de las funciones y las fortalezas de los actores dentro de ella y
proporciona a la empresa una comprensión de las posibles limitaciones y oportunidades para
desarrollar sus operaciones. Además, a través de las mismas, las empresas logran apropiarse de
recursos y conocimientos de sus socios, lo cual les permite alcanzar una expansión internacional
sostenida en menor tiempo y aprovechando los vínculos existentes al interior de la red, aun sin
tener experiencia previa en los mercados externos. McDougall y Oviatt (2003), por su parte,
afirman que el análisis de las redes permiten a los emprendedores reconocer oportunidades en los
ámbitos internacionales, acceder y proveer recursos que puedan considerarse estratégicos, tales
como análisis de inteligencia comercial y conocimiento de mercado, e impulsar mecanismos de
cooperación. Las redes impulsan, indefectiblemente, las relaciones comerciales entre los
diferentes actores que la conforman.
Asimismo, cabe destacar que en el marco de los modelos de red, se establecen distintos niveles de
internacionalización de las empresas, clasificadas en función de la actividad y de la estructura
relacional con los mercados en los cuales se encuentran insertas: The early starter, por ejemplo, es
un estadio en el cual se presenta un bajo grado de internacionalización, ya sea de la red o de la
empresa, que no ha logrado desarrollar relaciones internacionales sólidas. Por tanto, se dispone
de posibilidades limitadas para la adquisición de conocimiento específico del mercado y de los
actores que pertenecen al mismo sistema de red. En consecuencia, los integrantes de la red suelen
recurrir a ciertos actores presentes en el mercado exterior, como podría ser el caso de los
intermediarios comerciales.
5. 5
The late starter, en tanto, refiere a empresas con un grado de relaciones indirectas con alguna red
del exterior, a través de la red doméstica a la cual pertenecen. El nivel de esta última, por su parte,
facilita el proceso de expansión al exterior, aun en el caso de aquellas empresas sin experiencia.
The lonely internacional, asimismo, representa el estadio en el cual la empresa se encuentra
relacionada con diversas redes externas. Sin embargo, la red local a la cual pertenece no se
encuentra consolidada a nivel internacional y, por tanto, no aporta la experiencia de mercado en
el exterior. Esta situación impide aprovechar las posiciones ventajosas que adopta la empresa en
forma aislada en cuanto a innovación dado que el escaso desarrollo de la red no aporta un
conocimiento de los fenómenos productivos a nivel internacional y, en este sentido, la empresa
por si sola no puede compensar tal carencia informativa.
Por último The International among others describe un alto grado de internacionalización, con
firmas altamente internacionalizadas, participando en diversas redes que, a su vez, también se
muestran consolidadas en los mercados exteriores y se encuentran compuestas por empresas que
han logrado vincularse exitosamente y explotan las oportunidades y las fortalezas de las redes en
las que se encuentran insertas.
Para algunos autores, como Kuwayama y Durán Lima (2003), los principales factores que
determinan los estadios alcanzados y el éxito de la participación de empresas de países en
desarrollo en cadenas internacionales de producción son tanto la capacidad para cumplir los
requisitos de calidad y las normas sanitarias y medioambientales, como la facilidad para satisfacer
las preferencias y gustos de los consumidores. El establecimiento de redes de información
compartida y cooperación en actividades de diseño, comercialización y servicios de posventa
puede desempeñar un importante papel, al permitir que se aborden conjuntamente problemas
relacionados con economías de escala. Las redes facilitarían la cooperación entre las PyMEs para
así obtener economías de escala, sea en las fases preparatorias, de procesamiento o de
comercialización. Además, las redes facilitan la formación de aglomeraciones (clústers) entre
PyMEs al generar la masa crítica de contactos e intereses compartidos entre empresas de esta
naturaleza.
Cabe destacar que, los modelos que explican los fenómenos de internacionalización en función del
concepto de red, a diferencia del Modelo Uppsala4
–tal vez expresado, por ejemplo, en el trabajo
42
El modelo Uppsala establece que las compañías o firmas no se pueden comprometer con grandes
6. 6
Johanson y Wiedersheim (1975)‐, que concibe la existencia de un fenómeno de adquicisión
gradual del conocimiento y, en consecuencia, de internacionalización de las empresas a medida
van acortando la brecha de conocimiento con los mercados externos, resaltan la importancia de la
pertenencia a una red determinada en la cual no solo se comparte conocimiento y competencias,
sino también se adquiere una potencialidad y proyección devenida de los otros sujetos de la red.
Además, el modelo de Upssala suele limitarse al análisis comportamental de la empresa, sin
otorgar el énfasis suficiente al contexto en el cual se desenvuelve. En tal sentido, tal como
mencionan, por ejemplo, Buckley y Ghauri (1999), el análisis de los fenómenos de
internacionalización permite aseverar que las firmas que se internacionalizan no necesariamente
siguen los pasos que predice el modelo de Uppsala. De hecho, no siempre siguen procesos
graduales de acceso al conocimiento, ni tampoco lineales. A su vez, debe comprenderse que no
sólo los procesos de inserción internacional no son lineales, sino que, adicionalmente, las redes
más desarrolladas suelen mostrarse dinámicas e innovadoras, por lo que las PyMEs deben realizar
un esfuerzo constante para mantenerse dentro de las mismas, previendo cuál puede ser la
evolución de la cadena de valor en la cual se encuentran operando e interactuando con los
diferentes actores sin perder su posición jerárquica ni los activos específicos que les han permitido
insertarse en la red.
Por tales motivos, resulta evidente que, una vez que se entiende que los modelos de red explican
de manera más adecuada los procesos de internacionalización, y que estos modelos enfatizan las
necesidades de las empresas ya no sólo de acceder a elevados niveles de conocimiento sino
también de insertarse dentro de las redes más internacionalizadas en función de una posición
jerárquica en relación al resto de los actores –inserción que depende precisamente del manejo de
activos específicos, tales como conocimiento estratégico, innovaciones, tecnología, etc.‐ entonces
comienza a surgir más nítidamente la conexión existente entre la búsqueda de desarrollar un
entramado de PyMEs altamente innovadoras y sus posibilidades de internacionalización.
La conexión existente entre internacionalización, redes e innovación debería ser enfocada como
un proceso de retroalimentación en el cual las posibilidades de innovar permiten el acceso a la
red, acceso que, a su vez, determina en parte los patrones de innovación que la empresa seguirá a
volúmenes para exportación hasta que estas empresas hayan adquirido importantes niveles de conocimiento
basado en la experimentación, y es por ello que la internacionalización se desarrolla a largo plazo, en
procesos que tratan de minimizar riesgos gracias al extensivo conocimiento que adquiere la firma en términos
de regulaciones, mercados, investigación, desarrollo de marca, mercadotecnia, entre otro.
7. 7
futuro debido, por un lado, a la pertenencia misma a la red y, por otro, al hecho que para poder
mantenerse operando dentro de la red deberá impulsar determinados procesos de innovación.
Ahora, si internacionalizarse es un proceso que necesariamente se encuentra relacionado a la
posibilidad de innovar de una firma, ¿cuáles son los factores que incentivan a las empresas a
adquirir nuevas capacidades tecnológicas? Para constituir un esquema de medición de los
desarrollos de redes (network) y el sistema tecnológico a nivel firma puede resultar interesante
revisar el modelo de Lall (1992) y Bell y Pavitt (1994). De acuerdo a los lineamientos de este
modelo, los tres factores que estimulan el desarrollo tecnológico son: 1) Necesidad interna del
desarrollo de nuevas habilidades e información (donde esencialmente se busca optimizar la
productividad); 2) Factor externo, que influye fuertemente en el proceso (cualquier decisión de
inversión, el entorno macroeconómico, las presiones de la competencia, el régimen de comercio y
su orientación afectan todos los ingresos percibidos por el esfuerzo desarrollado de las
capacidades tecnológicas de la empresa); y, 3) Cambio tecnológico, que se desarrolla
continuamente en casi todas las industrias de los países desarrollados (PD); por esta situación los
PD estimulan a sus empresas para tratar de mantener el ritmo y no salirse de los mercados
globales. Como elemento novedoso, Lall (1992) incorpora el grado de interrelación entre
instituciones (nivel de vinculación o network) y también cómo influyen ciertos incentivos del
sector público. Entender la dimensión y llegada de estos tres factores, le permitió a Lall (1992)
poder clasificar a las empresas por medio de la elaboración de una taxonomía que analiza su
acumulación de capacidades tecnológicas. Dicha taxonomía, fue creada para analizar el grado de
complejidad de las funciones tecnológicas de: i‐ inversión, ii‐ producción y iii‐ vinculación.
Bell y Pavitt (1995) basados en Lall (1992) incorporaron un modelo de taxonomías que permite
medir el grado de desarrollo de las capacidades tecnológicas (que incluye el desarrollo de
network). Representadas mediante una matriz, clasifican estas capacidades en relación a las
funciones técnicas más importantes que emplea la empresa. Estas funciones técnicas, que
describen y definen las capacidades tecnológicas, se derivan en dos grupos: las primarios y de
apoyo. Las actividades primarias se subdividen en las funciones técnicas de inversión y de
producción. La función de inversión incluye la generación de cambio técnico y la forma en que se
administran, gestionan, llevan a cabo y adhieren estos cambios durante grandes proyectos de
inversión. Las funciones de producción, refiere a la generación y la administración de cambios
técnicos en los procesos y productos y en la organización. Por su parte, las actividades de apoyo
8. 8
involucran a las funciones de vinculación aborda las iniciativas de aprendizaje y desarrollo
tecnológico encausadas por medio de alianzas entre entidades. El trasfondo metodológico del
esquema de medición realizado por las taxonomías, se encuentra caracterizado por la forma de
identificación de las actividades de desarrollo tecnológico relevantes para cada firma y/o sector de
la economía. Las especificidades de cada entidad en estudio, implican que para la construcción de
la trayectoria acumulación de capacidades tecnológicas se tuviera que caracterizar el proceso de
gestación que se dio lugar al interior de la organización, incluyendo el marco político‐económico.
La principal funcionalidad del esquema analítico Lall (1992) y Bell y Pavitt (1995), es organizar y
presentar las funciones más relevantes que se pueden encontrar al interior de una firma para
explicar la evolución de las capacidades tecnológicas. Los diferentes niveles de desarrollo y
características de estas funciones tienden a coexistir y coevolucionar y se combinan para llegar en
forma agregada a los diferentes niveles de capacidades tecnológicas. Este cuadro toma las tres
funciones que explican el desarrollo de las capacidades tecnológicas, y les asigna una escala de
medición (entre las que se encuentra la medición de network).
10. 10
relativamente menor e incremental; pero en los niveles intermedios y avanzados, las capacidades
tecnológicas consiguen una contribución al cambio más sustancial, novedosa y ambiciosa (Bell y
Pavitt 1995: 83).
Este esquema de análisis (Bell y Pavit, 1995), facilita el monitoreo a nivel firma y sectorial de las
capacidades tecnológicas y el desarrollo del sistema de vinculación, para substraer oportunidades
de desarrollo. Toda función tecnológica infra o subdesarrollada, amerita la intervención de los
policy makers para ejecutar un conjunto de medidas e incentivos que busquen lograr la
competitividad, la innovación e internacionalización de las PyMEs argentinas
Argentina y el fomento de la innovación como política de incentivo a la
internacionalización de las PyMEs
Argentina posee un desarrollo incipiente de mecanismos de financiamiento directo de la
innovación de productos, procesos y de gestión, donde se destaca la insuficiente oferta de capital
de riesgo y semilla, especialmente para apoyar la actividad innovativa de las pequeñas y medianas
empresas. Por tal motivo, se hace necesario contar con políticas de financiamiento que permitan
desarrollar estrategias empresarias para movilizar la capacidad de innovación como requisito
esencial de la proyección internacional y generar capacidades de capital humano, en gestión de
transferencia tecnológica y de la comercialización de I+D, en las universidades y centros
tecnológicos. Fomentar el desarrollo de un entorno que busque mejorar la competitividad, a
través de programas de amplio impacto regional que promuevan el emprendedorismo y el uso de
la innovación como herramientas privilegiadas de desarrollo económico y social, así como,
también, apoyar la acción de entidades que promuevan el proceso de generación de ideas y
conocimiento, y su transformación en proyectos que agreguen valor al producto y la empresa.
La Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT) es la institución oficial clave
en Argentina en materia de promoción de la investigación científica, y su principal objetivo es el de
impulsar la innovación al interior de los sistemas productivos nacionales. Entre los instrumentos
de política con los que cuenta la ANPCyT, se encuentran el Fondo Tecnológico Argentino
(FONTAR), que financia proyectos dirigidos al mejoramiento de la productividad del sector privado
a través de la innovación tecnológica; el Fondo Fiduciario de Promoción de la Industria del
Software (FONSOFT), que promueve el fortalecimiento de las actividades de producción de
11. 11
software a nivel nacional; el Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCyT), que
apunta a impulsar proyectos de investigación cuya finalidad sea la generación de nuevos
conocimientos científicos y tecnológicos; y el Fondo Argentino Sectorial (FONARSEC) que financia
proyectos y actividades cuyo objetivo sea desarrollar capacidades críticas en áreas de alto impacto
potencial y transferencia permanente al sector productivo. Ciertamente, la ANPCyT, a través de los
diferentes fondos de promoción, cuenta con herramientas de financiación de la innovación
productiva, destacándose, entre otras, el otorgamiento de aportes no reembolsables (ANRs) para
desarrollo tecnológico, innovación y desarrollo, producción más limpia, y para los sectores de
biotecnología, TIC´s y nanotecnología. De la misma manera la agencia brinda financiamiento
directo para proyectos de investigación científica, becas de investigación, programas de formación
y vinculación científica, etc.
Por otro lado, el país cuenta también con diferentes programas de impulso tecnológico a nivel
subnacional y con organismos de promoción científica e innovación. Entre éstos, es posible contar
al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), al Instituto Nacional de Tecnología
Industrial (INTI) y al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET). Por
otro lado, también existen organismos de promoción al interior de determinadas universidades.
Este último, es el caso de la Secretaría de Ciencia y Tecnología (SECYT) de la Universidad de
Buenos Aires (UBA), la cual tiene a cargo el diseño de la política de investigación científica y
tecnológica. Esto significa que debe promover los mecanismos necesarios para el fomento y
ejecución, y la coordinación de dicha política con la del conjunto del sistema nacional de
investigación científica y tecnológica. La UBA transfiere tecnología a través de diversos acuerdos
con empresas y otras instituciones. Específicamente, a modo ilustrativo se pueden mencionar
como ejemplos varios casos de transferencia a partir de innovaciones puntuales, como es el caso
una cama mecatrónica licenciada a la empresa Ferplast; un secuestrante de arsénico licenciado a
la empresa Pyam o los compuestos “enjaulados” licenciados a Chemcage, una empresa incubada
en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. La tecnología a transferir puede o no estar
patentada o protegida por propiedad intelectual, ya que puede ser conocimiento no divulgado o
escasamente divulgado el que se transfiere, siendo su sistema de protección el secreto.
A pesar de contar con herramientas valiosas de impulso a la innovación, en la experiencia habitual
de gestión suele observarse que si bien existen numerosos casos de éxito en firmas el sector
privado que, en parte ayudados por estos mecanismos y herramientas de promoción de la
12. 12
innovación, han logrado la convergencia en términos de productividad e insertarse en redes de
rápida innovación, en general se registran numerosas situaciones de firmas que no pueden
acceder a los beneficios o, si lo hacen, el tiempo de retraso en la efectiva obtención de los mismos,
en general debido a falencias de gestión o burocráticas en la aplicación de los programas, les
imposibilita ingresar en las dinámicas de innovación aceleradas que requieren las redes más
avanzadas. Por otro lado, no debe olvidarse que, una vez que ingresan en las redes, el proceso de
innovación suele retroalimentarse con el operar mismo de la red. De todas maneras, no debe
obviarse que el rol que cumplen los programas de fomento a la innovación, los cuales pueden
permitir el ingreso de nuevos empresarios PyMEs de manera más general y ya no ocasional.
Asimismo, un sistema de innovación nacional que no logre complementar adecuadamente los
procesos de innovación que se dan en las diferentes redes puede provocar la salida de la red por
parte de PyMEs que se encuentran operando dentro de ellas o adaptándose a tal funcionamiento.
La situación actual de la matriz de innovación argentina demuestra que aún existe un largo camino
a recorrer. En efecto, tomando el agrupamiento Schteingart y Coatz (2014) de 61 países que
representan el 95 por ciento del PIB mundial en base a la combinación de dos factores principales,
el contenido tecnológico de las exportaciones, en el eje vertical, y las capacidades de innovación
tecnológica, en el eje horizontal, se alcanzan conclusiones que ilustran el estado actual y el lugar
que debería buscar la política de innovación a nivel país. De la combinación de los dos factores,
Schteingart y Coatz construyen una matriz conformada por cuatro cuadrantes: al suroeste (SO) se
encuentran los países no innovadores primarizados, entre los que se ubican los petroleros y, cerca
de uno de los bordes, Argentina. Al noroeste (NO) los ensambladores, como Filipinas y México. Al
sureste (SE) los innovadores en base a recursos naturales, como Australia, Noruega y Nueva
Zelanda, y el noreste (NE) los innovadores industriales, como Alemania, Japón, Finlandia, Suecia y
Estados Unidos. Luego, cuando estos mismos países se ordenan en función del Índice de Desarrollo
Humano se encuentra que el paraíso debe buscarse en el este (E).
Así, la conclusión parece evidente, la clave del desarrollo es la innovación tecnológica, al margen
de si ella ocurre sobre la base de exportaciones basadas en recursos naturales o de productos
industriales avanzados, aunque los primeros parecen más una excepción a la regla que la regla en
sí. Sin embargo, la conclusión de la foto, sobre la base de datos tomados entre 2000 y 2012, parece
demasiado simple y agrega poco. Lo que se necesita indagar pensando desde Argentina es la
película, la trayectoria seguida por cada economía en el proceso de cierre de brecha, el sendero del
14. 14
COMENTARIOS FINALES Y RECOMENDACIONES DE POLÍTICA
De acuerdo a lo analizado a lo largo del presente artículo, podemos afirmar que las redes
empresariales entendidas como la vinculación entre un conjunto de actores que desarrollan un
proceso interactivo por el cual alcanzan ventajas competitivas, son una nueva alternativa de
internacionalización de las PyMEs, que contrasta con el modelo tradicional por el cual la empresa
atravesaba diversas etapas en forma progresiva y gradual hasta llegar a afianzar su acceso
individual al mercado global.
La generación de alianzas, la vinculación con grandes empresas y la ampliación de la red de
contactos, en el caso de las PyMEs representa un proceso de mejora incremental y aprendizaje
constante porque le permite situarse en un contexto competitivo y un entorno dinámico por el
cual obtienen ventajas múltiples, ya sean de costo que pueden ser alcanzadas mediante una
negociación más eficaz con sus proveedores; de mercado, por acceder a clientes de mayor
volumen y tecnología, por aumentar las fuentes de nuevos conocimientos; reduciendo el costo
individual de las inversiones; y manejando de forma más eficiente las tecnologías productivas que
logren incorporar.
De lo antedicho entra en cuestión de qué manera influyen, por un lado, los elementos de política‐
económica y, por otro lado, los factores específicos como las inversiones en investigación y
desarrollo (I+D). Desde aquí, se despliegan un gran conjunto de teorías y debates en torno a
explicar cómo se generan las trayectorias tecnológicas exitosas según el tipo de actividad, origen y
envergadura de cada firma. Otro elemento significativo es qué tipo de política de Estado es central
para apoyar el desarrollo científico‐tecnológico. Estas políticas deben atacar tres aspectos que, por
su falta de desarrollo, se han identificado como limitantes para lograr una mayor evolución de las
capacidades tecnológicas:
1‐ Bajo gasto doméstico en I+D35
. Argentina, presenta niveles relativamente bajos (Thorn,
2005) en relación a países industrializados en materia de cantidad de entidades y volumen
de recursos destinados a actividades de I+D. Esto genera una débil presencia de ramas
basadas en conocimiento en la estructura productiva.
53
El concepto refiere a las actividades orientadas al largo plazo en el desarrollo e invención de futuras
tecnologías o recursos volcados a la instalación y mejora de tecnologías ya existentes. Muchas veces dicha
investigación científica no tiene un vínculo directo con la búsqueda de beneficios inmediatos.
15. 15
2‐ Débil desarrollo del sistema financiero para el financiamiento de proyectos de I+D (Ferraro
y Goldstein, 2011). A nivel local, en líneas generales el sector bancario no tiene en cuenta
en sus evaluaciones crediticias a proyectos de I+D como tampoco aquellos donde el capital
intangible (conocimiento, capital humano, etc.) predomine por sobre el capital físico.
3‐ Las vinculaciones entre el complejo estatal de ciencia y tecnología, el sistema educativo y
el sector productivo son escasas (Sábato y Botana 1968). Los mecanismos tendientes a
favorecer una mayor vinculación entre el sistema público de ciencia y tecnología y el
sector industrial tienen un desarrollo exiguo46
.
En tal sentido es importante destacar que esta nueva forma representa un gran desafío para el
sector público, que debe desempeñar una función proactiva impulsando las políticas orientadas a
aumentar los programas y el financiamiento de los procesos de innovación en las PyMEs,
dirigiendo sus esfuerzos hacia la creación y utilización de instrumentos eficientes que permitan
mejorar la capacidad de relacionarse con otras empresas, la introducción de nuevas tecnologías y
la promoción de formas de colaboración entre instituciones y empresas que generen mejores
condiciones para su inserción en redes de relacionamiento globales.
Asimismo, es pertinente diagramar políticas que tenga la capacidad de ejecutar tres aspectos:
1‐ Desarrollar planes de inversión de alto componente en I+D con instituciones locales
estratégicas (Universidad, INTI, MINCYT, proveedores locales y/o PYMES).
2‐ Ejecutar proyectos con financiamiento y riesgo compartidos entre Estado, Entidades
Financieras, Firmas, entre otros).
3‐ Desarrollar incentivos fiscales, estableciendo un sistema que beneficie a aquellas firmas
que inviertan en I+D con esquemas de vinculación. En tal sentido, se debieran definir
cuáles son los sectores considerados prioritarios y establecer, por caso, un incentivo similar
al que actualmente rige para el sector minero57
.
64
Lugones, G., Hurtado, D., Gutti, P., Mallo, E., Bázque, H. y Alonso, M. (2007).
75
En este sector, los gastos de exploración, a los fines del cálculo al impuesto a las ganancias, se consideran a
una tasa del 200%. Algo similar podría ocurrir para empresa que inviertan en I + D.
16. 16
Bibliografía Consultada
Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, en
http://www.agencia.mincyt.gob.ar/.
Amal, M. (2008), “Internacionalización de las Pequeñas y Medianas Empresas: El caso de
Brasil”, en el libro “La internacionalización de empresas y el comercio exterior argentino,
Fundación Standard Bank.
Bell, M., y Pavitt, K. (1995), “The development of technological capabilities”. Trade, technology
and international competitiveness”. N° 22, pp. 69‐101.
Coatz, D. y Schteingart D. (2014), “¿Qué modelo de desarrollo para la Argentina?”. Boletín
Informativo Techint N° 349.
Buckley, P. y Ghauri, P. (1999), “The Internationalization of the Firm”. Oxford: ITP.
Johanson, J. y Mattson, L. (1988), “Internalization in Industrial System: a Network Aproach. En:
Hood, H.; Vahlne, J. “Strategies in Foreign Competition”. London: Croom Helm.
Johanson, J. y Wiedersheim P., F., (1975) “The Internalization of the Firm: Tour Swedish Cases.
Journal of Management Studies”, v. 12, pp. 305‐22.
Kuwayama, M. y Durán Lima, J. (2003), “La calidad de la inserción internacional de América
Latina y el Caribe en el comercio mundial”.
Lall, S. (1992), “Technological capabilities and industrialization”. World development, N° 20(2),
pp. 165‐186.
Lugones, G., Hurtado, D., Gutti, P., Mallo, E., Bázque, H. y Alonso, M. (2007), “El rol de las
universidades en el desarrollo científico‐tecnológico en la década 1998‐2007 Informe Nacional
Argentina.
Oviatt, B. M. y McDougall, P. P. (1994), “Toward a theory of international new ventures”.
Journal of international Business Studies, 25(1), pp. 45‐64.
Porta, F. (2008), “La internacionalización de empresas. Distintas modalidades. Factores que la
impulsan”, en el libro “La internacionalización de empresas y el comercio exterior argentino,
Fundación Standard Bank.
Rozenwurcel, G. (2008), “Inversión productiva e innovación tecnológica: acceso al
conocimiento y financiamiento de las inversiones”.