Este documento analiza las proyecciones del presupuesto de Honduras y argumenta que las cifras pueden no aproximarse a la realidad debido a la corrupción y mecanismos para ocultar el verdadero déficit. Señala que aunque el déficit fiscal se ha reducido, esto puede deberse más a postergar pagos de deuda que a una reducción real. También critica que el crecimiento económico se base en sectores como energía y telecomunicaciones que no generan mucho empleo ni una distribución justa de la riqueza.
3. 1
EL FOSDEH no se cansa de mencionar que el Presupuesto General
de cualquier país es un instrumento de desarrollo, y este, debe
contener las soluciones inmediatas a las necesidades del país y
acciones que progresivamente solventarán los problemas
mayores de una nación, siempre, bajo los lineamientos de la
planificación nacional. Cuando no es así, perdemos la
oportunidad de mejorar las condiciones de vida de las y los
ciudadanos, tener un crecimiento económico inclusivo, encontrar
las rutas del desarrollo sostenible, entre otros, y nos mantienen
sumergidos en la pobreza y desigualdad. No obstante, para
convertir el presupuesto general de la República en una
herramienta de desarrollo debe contener un alto nivel de
aproximación de la realidad, ya que “una buena receta, depende
de una buena radiografía” [1].
Aunado, si deseamos que el presupuesto sea una herramienta de
desarrollo, es necesario el combate a la corrupción, flagelo
importante de erradicar, así tener ingresos y egresos del Estado
coherente a la realidad. Para que los egresos no se desvíen, no se
1. Ver editorial FOSDEH; Una buena receta depende de una buena radiografía. Presentación del
Presupuesto General de la República 2018 (Septiembre 2017).
4. 2
otorguen a terceros sin respaldo, sean mal gastados, se usen en
intereses particulares, se debiliten las instituciones para privatizar
los servicios públicos, entre otros, debido que los ingresos por
recursos fiscales que financian los egresos son escasos, y la carga
de impuestos a la población, dada la política fiscal regresiva, es casi
asfixiante, al igual que la deuda pública.
La corrupción también se expresa en el “maquillaje positivista” de
las cifras, vender “ilusiones” o no contar “la película” completa,
tener sistemas financieros no actualizados y acordes al contexto.
La vacuna de la corrupción es la transparencia, la verdadera
rendición; ligada a una contabilidad real de los gastos e ingresos
del Estado y la participación ciudadana, esta última, según la
Encuesta sobre el Presupuesto Abierto 2015, “el gobierno de
Honduras puede considerarse débil en cuanto a las oportunidades
que le ofrece al público para participar en el proceso
presupuestario”. Y para finales del año 2016, seguimos con
debilidades en un Presupuesto Ciudadano y una Declaración
Pre-Presupuesto [2] . Siendo las finanzas públicas sanas (y reales)
un determinante (o las bases) para formular otras finanzas en los
años sucesivos…
En los dos últimos años el Gobierno presume de una reducción
sustancial en el déficit fiscal, aún más, resaltan la construcción y el
cumplimiento de la Ley de Responsabilidad Fiscal (Decreto No 25 -
2016), mediante la cual, el déficit (Sector Público No Financiero) no
podrá ser mayor a 1.5% en 2017, 1.2% en 2018 y así hasta llegar a un
déficit global menor o igual al 1% del Producto Interno Bruto (PIB).
Sin embargo, levanta la desconfianza que esta reducción no sea
más que una “ilusión” procesada y/o limitada mediante
instrumentos legales (Ley de Secretos) y disposiciones generales
del presupuesto anual acomodadas e ¨incoherentes¨ a las
normativas contables internacionales aplicables al sector público,
2. Presupuesto Ciudadano: Versión más simple y menos técnica del presupuesto general del
gobierno, específicamente diseñada para transmitir información superficial al público.
Declaración Pre-Presupuesto: Revela los parámetros generales de las políticas fiscales de un país
antes de la Propuesta de Presupuesto. Describe las previsiones económicas del gobierno, así como
los ingresos, gastos y deuda previstos.
5. 3
pareciera que opera una ¨creatividad¨ para lo contrario y hacia el
debilitamiento de instituciones claves que hasta cierto momento ha
tenido no obstante los esfuerzos e intenciones de la Contaduría
General para la generación de cifras consolidadas del sector
público Honduras. Esto, que ha sido en parte por la aplicación de la
Ley para el Ordenamiento de las Finanzas Públicas, Control de las
Exoneraciones y Medida Anti evasión (Decreto 278 – 2013), que
prohíbe la inclusión de nueva deuda al Sistema de Administración
Integrada (SIAFI) en el Articulo No 35. Nos da “luces” que las cifras
oficiales también no se aproximan a la realidad de las finanzas
públicas, debido a estos mecanismos “legales”.
Por ejemplo, al cierre del año 2016, el déficit fiscal fue de 2.8%
respecto del PIB, reducción que va más allá del simple hecho de
utilizar mecanismos legislativos y contables para lograr la
disminución porcentual (observando que en montos absolutos,
sigue siendo elevado), sino que también incurren otros elementos,
como la postergación del vencimiento en la deuda pública interna
(sobre todo, el pago de capital y disminuyendo las tasas de interés
a niveles mínimos y a plazos más largos), alargando la “amargura” y
poniendo en riesgo a las instituciones de jubilaciones y pensiones.
Esto, mediante la emisión de bonos y letras del Estado para saldar
deuda de las instituciones estatales mediante la permuta de “otros”
bonos y letras que estuviesen por vencerse, esto no es más, que
otra de los tantos “espejismos” en materia de administración
pública (ya que lo que se ha hecho básicamente es diferir los
desembolsos de capital presupuestados, necesarios para la
reducción del déficit fiscal anual en Honduras). Otro elemento es el
pago de “deuda con deuda”, esto es visto, en la colocación de
bonos soberanos para financiar la deuda de las instituciones
estatales, evidencia de esto, lo que sucedió en el primer trimestre
del año, que el Gobierno percibió alrededor de US$ 700 millones
por la colocación de bonos soberanos, con el fin de “aliviar
temporalmente” parte de las finanzas precarias de la Empresa
Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) y a la vez incrementar las
reservas internacionales. No obstante, bajo cualquier lógica de
6. 4
administración sea pública o privada esto no contribuye a la
disminución real de un déficit, lo que se hace perpetuar aún más la
deuda pública, es decir, el pago de deuda con deuda no es más que
un juego financiero, para postergar obligaciones actuales para que
las enfrenten las generaciones venideras. Operaciones que
conllevan un alto costo financiero adicional a la tasa de interés,
donde se pagan comisiones a las empresas que intervienen, las que
preparan la documentación técnica del proceso, empresas
internacionales calificadoras de riesgo, despachos de abogados
nacionales e internacionales, bancos intermediarios, lobistas y los
costos de viajes de funcionarios.
Per se, el déficit fiscal no es un problema, hasta puede considerase
cómo necesario en ocasiones para aceitar y lograr girar el engranaje
del Gobierno, hacia inversiones que aumentan la cobertura y
calidad de los servicios básicos a la población y potencializar de
manera efectiva la inversión e iniciativa privada, sin embargo,
cuando se presentan cifras que ocultan la verdadera naturaleza de
éste se vuelve no sólo un problema de transparencia, sino también,
un problema de sostenibilidad y vulnerabilidad de las finanzas de
un país. Ya que lo que se ha hecho realmente no es una reducción
del déficit, sino más bien, ocultar el gasto. Cabe resaltar el hecho
que nadie “esconde” algo de lo que se está orgulloso, al contrario,
se “ocultan” aquellas cosas desagradables, desordenadas, etc. y
que en cierto sentido avergüenzan.
Para que las finanzas públicas y sus presupuesto sean acorde a la
realidad de un país, es necesario ver el escenario económico y
social. En Honduras contamos con varias radiografías importantes
para la “supuesta” formulación de los parámetros de ingresos y
egresos del Estado. Uno de ellas, es el Programa Monetario
2017-2018 publicado por el Banco Central de Honduras (BCH) en
marzo, revisado en junio-julio y publicado en agosto, se elevan las
proyecciones de la tasa crecimiento económico de 3.7% a 4.1%
(variación del PIB real), que en una lógica rápida se aprecia que, al
incrementar el PIB se alienta aumentar los techos de gasto
presupuestario y permitirá aumentar el nivel de gasto corriente
7. 5
(sueldos y salarios), de hecho se ha incrementado el salario a
83,000 empleados públicos (maestros y a los acogidos al régimen
de servicio civil), casualmente en plena campaña electoral, y dar
imagen que se está dentro de los parámetros de la Ley de
Responsabilidad Fiscal, al igual que otros indicadores; como la
deuda, déficit fiscal, presión tributaria, etc., simplemente porque se
incrementa el parámetro de referencia, así se hacen
porcentualmente menores las relaciones… ¡Creativo, debido que sí
usted mide 1.55 cm de estatura, no será lo mismo, si se compara con
alguien que mide 1.60 cm a con alguien que mida 1.90 cm, en la
segunda comparación usted será más “chaparro”!
Aun alcanzando el supuesto optimista crecimiento económico, ese
supuesto se basa en el crecimiento de los mismos “sectores
dinámicos”… Por ejemplo; en el período 2000-2016 el país ha
experimentado tasas de crecimiento levemente aceptables, pero no
“rimbombantes” como políticamente se publicitan, ya que no se
distancian de manera considerable de las tasas de crecimiento
demográfico, el aumento de población absorbe el crecimiento
económico real, siempre y cuando el crecimiento obtenido sea
distribuido correctamente, cosa que no sucede en Honduras, sino
que el efecto es ampliar o a lo sumo mantener los niveles de
pobreza y desigualdad.
Se ha crecido levemente año con año, pero ello no ha significado un
cambio relevante en materia de distribución del ingreso o de
generación masiva de empleo y; por tanto, afirmamos que el
modelo económico de Honduras ha propiciado solamente el
“dinamismo” de sectores cómo energía, telecomunicaciones y
sobre todo el sistema financiero que; precisamente, no son
generadores intensivos de empleo y a la distribución de la riqueza.
Interesa destacar, que no es ninguna coincidencia que el costo de
la energía para la mayoría de hogares ha crecido enormemente,
igual en las tasas de interés en el sistema financiero y los precios de
los servicios de telecomunicaciones. Este dinamismo de energía,
banca y comunicaciones, por tanto, descansa en extraer mucho
dinero de los presupuestos limitados de la mayoría de hogares. A
8. 6
esto, se suma el deterioro de los Servicios Públicos, de energía,
agua, telecomunicación de las empresas estatales, y nos
preguntamos, supuestamente estos sectores impulsan el
crecimiento económico para “toda” Honduras o solo de algunos, ya
que, afectan la economía de la mayoría a través de apagones, costo
de la energía, costos de producción, incremento de precios, resta
capacidad de compra los hogares y en consecuencia incide en la
calidad de vida.
Sin embargo, el comportamiento de sectores económicos que si
son grandes generadores de empleo, propician derrame
económico, pagan la mayoría de los impuestos, distribuyen en
mejor manera el ingreso y aplacan la desigualdad, como lo son la
Agricultura, Ganadería, Silvicultura, Caza y Pesca, el Comercio,
también la Construcción- han sido verdaderamente muy escaso
desde el mismo inicio del período 2000-2016. Además, no es capaz
de generar efectos de arrastre o efectos multiplicadores para los
sectores económicos donde se concentra la gran mayoría de la
población ocupada. Acentuando más bien (los sectores que
impulsan el dizque crecimiento económico), el empleo precario,
con 7 de cada 10 hondureños ocupados recibiendo por debajo de
un salario mínimo.
Consideramos como un aspecto sobresaliente, probablemente
vinculado al dinamismo bien diferenciado entre subsectores
económicos, son las tendencias observadas en la relación del PIB
con el volumen de comercio internacional (técnicamente llamado;
grado de apertura de la economía) pues se muestra un notable y
preocupante crecimiento en el período: de 80% a 112% del PIB en el
período 2000 – 2016 respectivamente. El notable crecimiento de las
importaciones, estaría afectando a varios subsectores de actividad
económica, tal es el caso de las crecientes importaciones de
alimentos, ropa, muebles, insumos de varias industrias que; en
buena medida, generan la pérdida de empleos y el uso cada vez
menor de materias primas nacionales (restando producción y
productividad a nuestros empresarios). A esto, se suma una
disminución de Inversión Extranjera Directa (IED) de alrededor de
9. 7
US$ 200 millones al año 2016, con respecto al año 2015, y cabe
mencionar, que el 70% de esos aproximadamente US$ 1,000 es un
“reciclaje o reinversión” de utilidades de las grandes industrias, no
de “capitales frescos”. La inversión nacional privada se mantiene a
la “expectativa”, y sigue siendo moderado por cierto acomodo con
a la incertidumbre política.
Estas distorsiones económicas en la producción de bienes y
servicios, y comercio, nos dan según dicen ciertas entidades
públicas bajas tasas de inflación en el período 2010-2016 (de un
solo dígito) generando una “ilusión” de incremento del poder
adquisitivo del Lempira. Sin embargo en la realidad, se trata de un
deterioro de aproximadamente 10 centavos al Lempira respecto al
año base 2000 (en base en el Índice de Precios al Consumidor –IPC,
en años anteriores 2000-2010 ha perdido aproximadamente 57
centavos, por lo tanto el Lempira de hoy en relación al del año 2000,
vale 33 centavos ) y; por otra parte, la tasa de inflación es un
promedio que oculta muchas realidades; para el caso, ha estado
ocurriendo con la leche en polvo importada, con medicamentos
como los antibióticos o con el precio del combustible o el LPG, o la
ineficiencia de los servicios públicos. Las amas de casa se quejan
que cada vez tienen que suprimir el consumo de muchos bienes
que antes eran accesibles pero ahora han alcanzado precios
exorbitantes (en el año 2000 una docena de huevos costaba 12.67
Lempiras en Tegucigalpa y 13.65 en San Pedro Sula y ya en 2016
esa misma docena de huevos costaba 35.7 Lempiras lo que
representa que el precio de los huevos creció 161.7% y no es difícil
constatar que los salarios no crecieron a dicha tasa). Y; además,
nada indica que los huevos bajarán de precio al finalizar el año 2017
o al 2018. La tendencia a la baja del poder adquisitivo de los
hogares seguirá el rumbo o; lo que es lo mismo, la celebrada buena
macroeconomía del país no pasa por las mesas de la gran mayoría
de hogares. Observando el gran deterioro de la calidad de vida de
los y las hondureñas, y el mayor impacto lo recibe la Región Central
de Honduras (la zona también más poblada del país) que presenta
los niveles de inflación más altos, la pregunta es entonces, cual es el
peso de esta región en el cálculo del IPC, ya que siempre está por
10. 8
arriba del promedio nacional y cuáles son los factores que inciden
en ello, la mayor persecución fiscal nacional, municipal, extorsión; la
incidencia de los peajes en los precios de los bienes importados de
otros países y/o regiones del país. Por ejemplo, Francisco Morazán
(en esencia el Distrito Central) genero entre 2012-2016 el 72.2% de
los impuestos y Cortes (sumando Puerto Cortes, Choloma, San
Pedro Sula, Villanueva, y otras ciudades intermedias con zonas
industriales) el 22.0%; los siguientes departamento son Copán con
el 1.6% y Ocotepeque con 1.1%; los 14 departamentos restantes el
3.1%.
En estos momentos, los hondureños viven el país de lo “usado”.
Somos una sociedad del reciclaje de ropa, zapatos, hasta ropa
interior, electrodomésticos, juguetes, herramientas, en fin lo
desechado principalmente de EEUU. Esto no son síntomas de una
economía sana, robusta y con crecimiento sostenible. La
proliferación de los comercios de lo “usado” no solo es “a veces” la
opción de compra, para la mayoría son la única forma de adquirir
estos bienes. Señales de la degradación de la calidad de vida de los
hondureños y hondureñas, no solo en materia económica, sino de
la dignidad humana.
A pesar de intentar invisibilizar las regiones del país, nos hacemos
preguntas si ¿Existe el análisis de las economías territoriales?,
hacemos referencia porque el motor económico de algunas
regiones, eran el narcotráfico. Y este es, uno de lo que el actual
gobierno se “ufana”, lo cual, es logro de otros gobiernos
(puntualmente de E.E.U.U.). Los casos de la depresión económica
es notable, municipios en Occidente, Litoral Atlántico y algunas
zonas de oriente, peor aún, no existe políticas públicas de parte del
gobierno coherentes de sustituir estos agentes económicos
negativos que tuvieron carta abierta (narcotraficantes) hasta que
desde afuera presionaron; por ahora solo se percibe un apetito
“voraz” de adueñarse de los bienes que amasaron. ¿Tendrá que
verse disminución en la importación y exportación, así como el
financiamiento y consumo interno nacional, el no tener capacidad
de suplantar esas “economías subterráneas”?
11. 9
En la formulación de políticas económicas, ahora en el caso
particular referido al Marco Macro Fiscal de Mediano Plazo de la
Secretaría de Finanzas como otras radiografías poco claras del país,
y así tener una buena receta, que tiene casi son las mismas cifras
que el Programa Monetario del BCH (sólo que desactualizadas, ya
que en la revisión del Programa Monetario, incrementaron las
“perspectivas”), ¿Qué tan efectivo serán los instrumentos de política
económica, sociales y fiscales sí sus fundamentos se alejan de la
realidad?
Una parte de la dinámica económica mostrada con anterioridad y
de conocimiento de todos, nos da a pensar que debe existir un alto
nivel de aproximación a la realidad, sin embargo, la situación es otra,
tanto de las finanzas públicas como económica del país. El sector
público a pesar de tener una observación diferente de la realidad y
que a través de categorías estructuradas para la formulación de
políticas fiscales coherentes, pensamos que deben tener las
acciones encaminadas a mejorar las condiciones de las mayorías
debido que cuentan con los diversos datos y relaciones que son
trasladados en indicadores. No obstante, la dinámica
macroeconómica actual no llega a la mayoría de los hogares, que al
final son los que financian la mayoría del ingreso a través de los
impuestos. Los ingresos totales “supuestamente” de la
Administración Central llegarán a L 140,283.6 millones para el año
2018, por Endeudamiento Público se obtendrán recursos por L
28,390.6 millones según las proyecciones del Presupuesto, que al
parecer no existe conciencia del impacto del nivel de
endeudamiento externo e interno de Honduras. Como expresamos
anteriormente pagar “deuda con deuda” no es algo de unas
finanzas sanas. Importante mencionar por concepto Servicio de la
Deuda Pública pagaremos L 34,032.4 millones, en tanto en
educación L 28,077.7 millones, en salud L.14,434.2 millones. Cabe
hacer notar que el impacto de los incrementos salariales otorgados
será de alrededor de L 5,500 millones mas en sueldos y salarios y
sus colaterales.
Cuando se tiene un nivel de ingreso alto, sobre todo debido que la
12. 10
mayor parte de esos ingresos viene por recaudación tributaria, por
cierto mayormente por impuestos indirectos que consolidan un
sistema regresivo “perverso”. Hace que la presión tributaria
(relación de los ingresos tributarios con respecto al PIB) sea la más
alta de Centro América. Esto, sin sumar las contribuciones L 6,800
millones a los sistemas de pensiones y jubilaciones y al sistema de
seguridad social, que harán el sector privado (empleados y
empleadores) para el año 2018.
La realidad es otra, y el “espejismo” es más intenso. Pero porque no
cuadran las cifras oficiales con la realidad. Gran parte de ello, es no
querer expresarla, otra, es la perversidad concierne a las
instituciones que producen la información fiscal, monetaria,
económica y social. Para citar uno de tantos ejemplo; El BCH utiliza
un Sistema de Cuentas Nacionales del año 1993 (los países optan
por el año 2008) y su año base es del año 2000 (lejos de la
actualidad; 17 años, hace 17 años la realidad cambió
enormemente). Por ejemplo; ¿Acaso no daño el patrimonio forestal
de Honduras El Gorgojo, así como las explotaciones mineras, la
sustitución de coberturas forestales por expansión de palma
africana y el café?, sin embargo, eso no es contabilizado por el
desfase en el ajuste ambiental y la pérdida de patrimonio de bienes
nacionales por el Sistema de Cuentas Nacionales. Y para esto la
necesidad de actualizarnos, así acortar la brecha de la realidad y las
cifras oficiales, debido;
La creciente necesidad de los agentes económicos de
contar con más y mejores servicios estadísticos, en un
mundo cada vez más vinculado económica y
financieramente, ha llevado a las oficinas responsables de
compilar y publicar las estadísticas oficiales a realizar
cambios de año de referencia de las cuentas nacionales con
una mayor amplitud (detalle) y frecuencia, procurando
migrar, en el mediano y largo plazo, hacia el desarrollo de un
sistema de estadísticas económicas integrado, mediante el
cual se vincula y aprovecha toda la estadística básica
disponible en las instituciones públicas y/o privadas, con las
13. 11
Otra ejemplo que amplía la brecha de la realidad. Son la no
vinculación del Censo XVII Poblacional y VI Vivienda 2013 del
Instituto Nacional de Estadísticas (INE) con otras valoraciones
estadísticas del país, para obtener valores económicos y sociales
representativos a la realidad, ya sea para el análisis del gasto en
consumo, ingresos, empleo y subempleo, producción
agropecuaria, salud, educación, entre otros, como pobreza,
desigualdad, cuestiones de producción de las pequeñas, micro y
medianas empresas. Hasta para las elecciones generales, por
ejemplo; el Censo nos dice que existen una cantidad de
hondureños y hondureñas y el Tribunal Supremo Electoral (TSE)
nos dice una cantidad mayor en su Censo Nacional Electoral (CNE).
De tal manera que los cambios de años y referencia de las cuentas
nacionales y de las estadísticas demográficas siempre serán
demandados y con mayor frecuencia su actualización dados los
cambios constantes que se viven en la actualidad.
En ocasiones pensamos que existe una “Política institucional
perversa” en la cual se permite el deterioro de todo, como el de
estadísticas de síntesis que conforman las principales
estadísticas macroeconómicas de un país.
Los países que conforman Centroamérica y la República
Dominicana (CARD o Región) no están exentos a este
entorno, el cual conlleva una serie de nuevos desafíos para
desarrollar este tipo de sistema, tanto en la reorganización
de los procesos de trabajo, como en la gestión de los
recursos humanos, y en la suficiencia y oportunidad de los
flujos financieros y desarrollos tecnológicos, requeridos
para la ejecución de investigaciones de gran envergadura,
como son los censos y encuestas especiales, y la
compilación de un nuevo año de referencia de las cuentas
nacionales [3]
3. Miguel Medina Fonseca. (2017). Apuntes sobre el cambio de año de referencia de las Cuentas
Nacionales, Experiencia reciente de Centroamérica y República Dominicana. Notas económicas
regionales No. 91. Consejo Monetario Centroamericano.
14. 12
carreteras y otros servicios para utilizarlos posteriormente en temas
de campaña. Y los datos y cifras también son utilizados en
campañas, sino busque datos 2017 en el Instituto Nacional de
Estadística, y eso que estamos en el décimo mes del año. Mientras
no tengas aproximaciones a la realidad, nunca tendremos políticas
económicas coherentes…
15. Introducción general
El Presupuesto General de la República (PGR) no es un instrumento más de la
política económica, los presupuestos son en esencia la convergencia de las
políticas públicas, las cuales se expresan en términos monetarios. Las
asignaciones presupuestarias dan luces del horizonte de desarrollo y la forma en
que los países lo desean lograr. Asimismo no solo vislumbran las asignaciones
presupuestarias, sino la forma en como estas serán financiadas. Por lo cual, es
trascendental determinar no sólo la viabilidad económica financiera en los
ingresos, sino la justicia fiscal en materia de recaudación. También es necesario
que el PGR se construya en el marco de la realidad económica y social de las y
los hondureños, sus necesidades y sus capacidades. Por tanto, es imperativo
que documentos de referencia del presupuesto, como el Marco Macro Fiscal de
Mediano Plazo (MMFMP), pueda brindar los elementos que acerque a este
instrumento a la realidad de los hondureños y hondureñas.
Es preciso indicar, que el PGR debe promover los Derechos Humanos,
particularmente los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC), del
cual el Estado de Honduras es signatario del Pacto Facultativo (PIDESC), por lo
cual está obligado a rendir cuenta del cumplimiento de estos derechos. En este
sentido, en junio del 2016 el Estado de Honduras fue sometido al Examen
Periódico Universal (EPU) presidido por el Comité de Derechos Económicos
Sociales y Culturales, en Ginebra. Producto de esta evaluación, el Comité emitió
60 observaciones y recomendaciones para la preservación de los DESC en el
país. Para efectos de los “10 Elementos [Integrales, Mínimos, Esenciales] a
Considerar” haremos referencias de las observaciones recomendaciones 19, 20,
27, 28,29, 30, 31,33, 34,39, 40 y 57 de esta evaluación, no dejando sin efecto, la
importancia de las demás observaciones y recomendaciones.
En las consideraciones 19 y 20 del EPU se lamenta que no haya información
oportuna alrededor del presupuesto, que las políticas económicas,
particularmente las tributarias agudicen la pobreza y la desigualdad de la
población hondureña, de manera que las y los hondureños viven sin gozar de
salud, educación, vivienda y seguridad social, a efecto de ello el Comité DESC,
exhortó al Estado de Honduras a la construcción de un presupuesto
participativo, transparente y respetuoso de los DESC. En consonancia con esto,
el FOSDEH propone una serie de aspectos estructurales alrededor de la política
presupuestaria, presentando diez puntos que orbitan alrededor del
presupuesto, elementos que resultan de un diagnostico a la estructura del
presupuesto y sobre todo del análisis contextual del mismo, de manera que se
advierten los peligros y oportunidades para que se vulneren o preserven los
DESC de la población hondureña.