La pintura barroca en España: José de Ribera

José de Ribera
El Españoleto

José de
Ribera
y Cucó
Nació en Játiva en 1591, hijo de Simón
de Ribera, zapatero de profesión, y de
Margarita Cucó
Es posible que iniciara su aprendizaje
con Francisco Ribalta, en Valencia,
pero también pudo ser con otro pintor.
No se conocen obras de esta etapa
Todavía adolescente marchó a Italia,
donde se formó como pintor. Siempre
se proclamó español, valenciano y
setabense, pero no lo era como pintor.
Como artista se sintió académico
romano y eso también lo proclamó
Carmen Águila, https://hortushesperidum.com

Es seguro que Ribera estaba en Italia en 1611, pero
no se sabe la fecha exacta en la que llegó.
Estuvo primero en el norte: Cremona, Milán y
Parma.
De 1611 se conserva el pago de un cuadro
encargado por la Cofradía de San Martín para
la iglesia de San Próspero de Parma.
La limosna de San Martín se ha perdido, pero se
conoce por grabados y por una copia. Esta es
la primera obra conocida de Ribera en que
demuestra ser seguidor de Caravaggio.

De Parma, Ribera marchó a Roma,
donde al principio no se sabe como
trabajó. En 1613 ya era miembro de la
Academia de San Lucas gracias a sus
extraordinarias dotes como dibujante
El contacto con la obra de Caravaggio
marcará toda su pintura; sus fórmulas
de iluminación, la plasticidad de las
figuras y su preferencias por las formas
compactas le acompañará el resto de su
vida
San Alberto, sanguina,1626, 23 x 17 cm, British Museum, London

Las obras juveniles de Ribera reelaboran
la pintura de Caravaggio siguiendo el
rumbo que estaba tomando de mano de
los caravaggistas nórdicos (Gerrit
Honthorst, Dirk van Baburen, Valentin de
Boulogne, Simon Vouet) todos llegados a
Roma en la misma época de Ribera
Los violentos contrastes de luz
conseguían representar la realidad de los
objetos. Ribera adapta su técnica
aprovechando el relieve de la pincelada
para aumentar la sensación de textura real
que imprime a los objetos que representa
San Andrés, 1616-18, Óleo sobre lienzo, 111 x 93
cm. Private collection

La perfección de su técnica, la solidez imbatible del
dibujo más italiano que español, el impacto de su
obra, le merecieron sin tardanza clientes, fama y
dinero
Se vio obligado a huir de Roma y refugiarse en
Nápoles, donde labró su fama y perfeccionó su estilo;
allí recibió el apodo cariñoso de "el spagnoletto" a
causa de su origen y su escasa estatura; allí se casó con
Catalina Azzorino y allí nacieron sus cinco hijos.
En pocos años, José de Ribera, adquirió fama europea,
gracias en gran parte a sus grabados; se sabe que
incluso Rembrandt los tenía
Cupido azotando a un sátiro ¿1624?

La década de 1630 es la más importante de Ribera, tanto
por el apogeo de su arte como por su éxito comercial. El
pintor aclara su paleta bajo influencia de Van Dyck y la
pintura veneciana del siglo anterior, sin rebajar la calidad
de dibujo y la fidelidad naturalista.

Las series de filósofos de la Antigüedad eran un tema habitual en la pintura desde el siglo XV
para decorar bibliotecas y estudios. Pero los filósofos de Ribera, que tiene varias series, son
tipos vulgares, retratos de los mendigos de Nápoles.
Demócrito Anáxagoras Diógenes Euclides

El recuerdo de El Greco, su
obra no la pudo conocer
directamente, está presente

Es uno de los cuadros más insólitos de la
pintura europea del siglo XVII. Este tipo de
cuadros se solían encargar para los gabinetes
de curiosidades. Fue encargado a Ribera por
el virrey de Nápoles.
Ya que refleja a la mujer con un aspecto
masculino, en el cual aflora el drama
psicológico de la mujer transformada en
hombre y la resignación del marido.

Ribera también cultivo el género del paisaje prácticamente puro

Ixión, 1632
Museo del Prado

La década de los 40, con las interrupciones debidas a su enfermedad, acaso
una trombosis (a pesar de la cual no rompió la actividad del taller), supuso una
serie de obras de un cierto clasicismo en la composición, sin renunciar a la
energía de ciertos rostros individuales.
En su última obra también experimenta de nuevo un cambio estilístico que le
devuelve en cierta medida a las composiciones tenebristas de su primera etapa;
las causas pudieron ser sus desgraciadas circunstancias personales. Siguió siendo
un artista de éxito comercial y prestigio, y fue maestro de Luca Giordano en su
taller napolitano, influyendo en su estilo.

Ribera es una de las figuras capitales de la pintura, no sólo de la
española, sino de la europea del siglo XVII y, en cierto modo una
de las más influyentes ya que sus formas y modelos se extienden por
toda Italia, Centroeuropa y la Holanda de Rembrandt, dejando
una gran huella en España.

Pero la especial circunstancia de ser un
extranjero en Italia le ha hecho ser visto como
una persona ajena a su tradición y a sus gustos
A su llegada a Italia está en todo su
apogeo la novedad caravaggesca, en
tensión con la renovación romano-
boloñesa que revivía el gusto clasicista.
Por este motivo, adoptó el tenebrismo
que daban los flamencos y holandeses
presentes en Roma, pero no dejó de ver y
asimilar algo de las formas bellas del
mundo clasicista

Ribera no es rudo ni primitivo; completa su
formación enriqueciéndose con otras obras de la
cultura italiana que le son pronto familiares. Ante
todo, el estudio de la gran pintura del Renacimiento
En la educación de Ribera hay otro elemento que le
distancia de los artistas españoles: es el estudio de la
antigüedad clásica, al modo que hacían los maestros
renacentistas y barrocos europeos. Se interesa por
los temas mitológicos (si bien no tuvo muchos
encargos de este tipo) y estudia las esculturas del
antiguo Imperio Romano
Su extraordinaria calidad como dibujante y su
dominio de la anatomía también le alejan de los
pintores españoles de su época, mayormente
limitados por la clientela religiosa y por cuestiones
de mo

A lo largo de sus obras, podemos
visualizar que Ribera no va a ser un
pintor con un único registro, sino
que su lenguaje va a ceñirse con
admirable precisión a cada uno de
los hechos acaecidos
Superando el tenebrismo inicial,
volverá a los intensos contrastes de
luz y de sombra cuando ciertos
asuntos lo exijan o cuando la
iconografía lo reclame

Es un creador extraordinario ya que posee
la capacidad de crear imágenes palpitantes
de pasión verdadera al servicio de una
exaltación religiosa, que no es sólo
española, sino de toda
la Contrarreforma católica y mediterránea;
su maestría colorista, que recoge toda la
opulencia sensual de Venecia y de Flandes,
a la vez que es capaz de acordar las más
refinadas gamas planteadas del más
recogido lirismo; y su inagotable capacidad
de «inventor» de tipos humanísticos que
prestan su severa realidad a santos y
filósofos antiguos con idéntica gravedad,
hacen de él una de las cumbres de su siglo.

Imágenes:
Wikimedia Commons
Google Art Project
Biblioteca Nacional de España
www.wga.hu
Bibliografía:
MORÁN, Miguel, Ribera, El arte y sus creadores 16, 1993
Esta presentación es de uso exclusivo escolar y académico

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