Eva Lavín, Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Congreso Internacional Comunicación, conflictos y cambio social

1. El corresponsal de guerra de hotel: ¿ficción o realidad?
Eva Lavín
Universidad Rey Juan Carlos
eva.lavin@urjc.es

2. Introducción
• Hasta finales del siglo XVIII, los corresponsales eran principalmente agentes en los puertos,
comerciantes o testigos mandaban cartas facilitando información (Sahagún, 2004).
• Henry Crabb Robinson cubre la guerra de Independencia española para The Times. Esto fue
copiado por otras publicaciones en otros conflictos.
• William Russell en la guerra de Crimea rompió con el esquema de sumisión a las
autoridades militares que hasta entonces había predominado y se puso a informar por su
cuenta (Knightley, 2000).
• Durante la guerra de Secesión americana ya se vio la importancia de la valía de los
periodistas ya que dependía de ellos adelantarse al rival y ser el primero en dar la última
hora (Braojos Garrido, García González, De Pablo Contreras, Paz Rebollo & Scuzle Schneider,
1999).
• La evolución tecnológica ha hecho que los corresponsales cuentes con diferentes
herramientas (el teléfono satelital, teléfono móvil, Internet, etc.) que les permite poder
transmitir desde cualquier punto en cualquier momento, pero también ha generado otras
consecuencias no tan beneficiosas como la aparición de un nuevo actor, la del corresponsal
de hotel, que sin moverse de su habitación puede enviar crónicas utilizando la información
que encuentra en Internet, redes sociales u otros medios de comunicación.

3. Metodología
• A través de la investigación cualitativa y de la entrevista en profundidad
pretendemos entender, describir y explicar el efecto que ha tenido el avance
tecnológico sobre el trabajo de los corresponsales de guerra.
• Hemos entrevistado a catorce reconocidos corresponsales de guerra españoles que
cumplen los siguientes criterios:
- Han trabajado para un medio español de cobertura nacional.
- Han cubierto más de 5 conflictos.
- Han ejercido más de 8 años la profesión de corresponsal de guerra.

4. Metodología
MEDIO Número de entrevistados
Corresponsales de Prensa 6
Corresponsales de Radio 2
Corresponsales de Televisión 2
Corresponsales de Prensa Digital 1
Fotoperiodistas de guerra 1
Corresponsales freelance 1
Corresponsales de agencias de noticias 1
TOTAL 14
Tabla 1: Nº de entrevistados según el medio en el que trabajan o han trabajado

5. Desarrollo
1. Libertad de movimientos
La evolución tecnológica ha permitido que los sistemas de comunicación (por satélite,
Internet, etc.) que se desarrollaron, inicialmente, para su uso militar, hayan pasado a
la población civil reduciéndose los costes, proporcionando tranquilidad a los
corresponsales.
La transmisión hasta siglo XIX ha obligado a los corresponsales a recurrir al ingenio
para burlar la censura o suplir las carencias que se encontraban para poder hacer
llegar sus crónicas y fotografías a tiempo, algo que en la actualidad no suele ser ya un
problema.
Los corresponsales son autosuficientes y cuentan con mayor libertad de movimientos
pero ha cambiado radicalmente las relaciones entre los corresponsales y sus jefes.
Estos cuentan con las información y pueden dirigir sus informaciones.

6. Desarrollo
2. Sedentarismo
• Muchos corresponsales son los que se lamentan los que en un pasado debido a la
nula movilidad de los medios tenían que permanecer en un hotel sin poder moverse
y poder entrar así en directo para los diferentes programas. Este sedentarismo
provocado por la aparición constante a petición del medio hace que las coberturas
pierdan calidad o incluso credibilidad, al no permitir al reportero confirmar lo que
está pasando por sí mismo. Pero hay otro hecho más pernicioso, es el sedentarismo
generado por el propio corresponsal.
• Ramón Lobo (El País) explica en su libro “El héroe inexistente”, el llamado
“corresponsal de hotel”: “Les envían los teletipos dos veces por día. Viven pegados a
la radio y al monitor. Nunca yerran. Sus textos resultan familiares. Gustan porque
pertenecen al pensamiento único. Los mismos personajes, situaciones idénticas, los
datos exactos…Periódicos iguales, lectores diferentes” (Lobo, 1999:180).

7. Desarrollo
2. Sedentarismo
• “Cuando estuve durante la masacre de Ruanda de 1994, llegaron muchos periodistas conectados por
e-mail, por teléfonos que no veían lo que pasaba allí. Ellos llamaban a sus jefes en Nueva York,
Londres, Madrid, y estos les decían “necesitamos confirmar esto…, tenemos la noticia de que en…”.
Ahí ya no eran independientes, ya no eran reporteros, solo seguían órdenes de sus jefes que ni
siquiera sabían dónde quedaba Ruanda” (Kapuściński, 2007:46).
• Para Enric González, el buen corresponsal es el que busca materiales originales, dando un giro al
enfoque o buscando nuevas historias. Para Fran Sevilla (RNE) esta actitud va más con la persona que
con la tecnología y otros como Guillermo Altares (El País) considera que el corresponsal de hotel: “Es
tan viejo como la historia del periodismo, siempre se ha hablado (…). Siempre han circulado esos
mitos” (2013). Alfonso Bauluz (Agencia EFE) lo confirma también: “Periodistas fake y narradores
fabulosos sin salir del hotel, ha habido siempre. El problema es que el sedentarismo se produce por
la falta de pundonor, la falta de exigencia o por cómo se organiza el trabajo, pero la culpa no es de la
tecnología. Si te mandan y te dicen que tienes que hacer 14 directos, evidentemente no te mueves
del punto de directo, pero eso lo sabe quién te manda. Se ha confundido el estar con informar y
presenciar” (2013).

8. Desarrollo
3. Corresponsales como protagonistas
• La guerra Franco-Prusiana tuvo un gran interés tanto en Inglaterra como en Norteamérica, ambos
países permanecieron neutrales y las noticias de las contiendas hacían que el lector se sintiera
identificado con el intrépido corresponsal de guerra. Durante esta época, el estilo de las crónicas
cambió y pasó a ser más un relato de aventuras y se convirtieron en los más demandados por los
lectores (Knightley, 2000).
• Esta mitificación de los corresponsales de guerra, en ocasiones ha sido utilizada por los medios ante
la ausencia de noticias, en la que los propios informadores se convierten en protagonistas, como
explica Gervasio Sánchez (SER): “uno de los vicios mayores de la prensa española es que la gente,
sobre todo joven, habla más de lo que les pasa a ellos que de lo que pasa, de la realidad de la
guerra”.
• Durante la guerra del Golfo o la guerra de Afganistán, donde el vacío informativo fue casi total, los
medios se centraron en la autopromoción del periodista. Demandaban a sus corresponsales crónicas
sobre cómo vivían y sufrían los periodistas convirtiéndose estos en protagonistas de sus aventuras y
desventuras.

9. Conclusiones
• Es indudable que estas nuevas herramientas están dotando al corresponsal de mayor
libertad entendida como la no necesidad de un tercero para poder realizar su trabajo y
transmitirlo. Cuentan con mayor autonomía y la mejora de equipos ha facilitado las
condiciones de trabajo a las que estaban acostumbrados. Los corresponsales dejaron de
preocuparse por cómo y dónde transmitir y han podido dedicar ese tiempo a informarme o
completar su trabajo.
• Internet y las redes sociales también les han ayudado a tener un acceso más rápido a las
fuentes y a documentarse e incluso contrastar las informaciones. Aunque tener tanta
información en la pantalla de un ordenador o un móvil, ha originado, según algunos
entrevistados, que haya un mayor sedentarismo en algunos de sus colegas, provocando
incluso, vagancia. Aparecen los llamados corresponsales de hotel, periodistas que en vez de
acudir donde se están produciendo los hechos, algunos se han pervertido al tener miles de
datos en tan solo un clic, pudiendo elaborar sus crónicas sin salir a la calle a buscar la
información, prefieren refugiarse en su ordenador y confeccionar sus crónicas con lo que
encuentra en todos los medios de comunicación que tiene a su alcance.

10. Conclusiones
• No es unánime esta opinión, algunos corresponsales consideran que han existido
siempre, y que no es provocado por la evolución tecnológica, sino en la mala praxis
de algunos profesionales.
• Pero las empresas de comunicación también son generadores de esta situación. En
ocasiones obligan al corresponsal a estar en el punto de directo o entrando en los
boletines o diferentes programas a todas horas, no permitiéndole acudir al lugar de
los hechos e informarse