1. 1
EL ARTE DE AMAR
ERICH FROMM
Erich Fromm no era cristiano, pero tenía unas ideas que vale la pena
analizar. En una de sus grandes obras, El arte de amar, expresa sus
opiniones acerca del amor, el instinto y de algunas otras cosas
relacionadas.
Desde aproximadamente 1930, Fromm dejó de lado las teorías de Freud y empezó a desarrollar la idea de que
el objetivo del hombre para alcanzar la felicidad no es satisfacer su instinto sino cuidar su relación con la
realidad. Esto, nos recuerda bastante a Viktor E. Frankl.
ACTIVIDAD 1. Une estos textos de Erich Fromm con la explicación adecuada (3 puntos)
(1 fallo = -0’5 ptos.)
Texto Explicación
1
El amor puede inspirar el deseo de la unión sexual; en tal caso,
la relación física hállase libre de avidez, del deseo de conquistar
o ser conquistado, pero está fundido con la ternura.
No se comporta conforme
a la verdad de su
naturaleza, no es
coherente con sus
semejantes y su propia
naturaleza.
a
2
Según Freud, la satisfacción plena y desinhibida de todos los
deseos instintivos aseguraría la salud mental y la felicidad. Pero
hechos clínicos obvios muestran que los hombres —y las
mujeres— que dedican su vida a la satisfacción sexual sin
restricciones no son felices, y que a menudo sufren graves
síntomas y conflictos neuróticos.
Estamos más cerca de la
verdad cuando aportamos
esfuerzos y perspectivas
diferentes.
b
3
La atracción sexual crea, por un momento, la ilusión de la
unión, pero, sin amor, tal «unión» deja a los desconocidos tan
separados como antes —a veces los hace avergonzarse el uno
del otro, o aun odiarse recíprocamente, porque, cuando la
ilusión se desvanece, sienten su separación más agudamente
que antes—.
Seguir los propios
institutos animales sin
control y con 'alegría' no
sólo da la felicidad, sino,
incluso, la infelicidad.
c
4
El hombre moderno está enajenado de sí mismo, de sus
semejantes y de la naturaleza.
Sexualidad movida por el
amor
d
Nombre y apellidos:
______________________
Equipo y grupo:
____________________
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5
Esa tolerancia está bellamente expresada en la historia de
varios hombres a quienes se pidió que describieran un elefante
en la oscuridad. Uno de ellos, tocándole la trompa, dijo: «Este
animal es como una cañería»; otro, tocándole la oreja, dijo:
«Este animal es como un abanico»; un tercero, tocándole las
patas, lo describió como una columna.
La fe no excluye la
independencia del propio
pensamiento.
e
6
Mientras que la fe irracional arraiga en la sumisión a un poder
que se considera avasalladoramente poderoso, omnisapiente y
omnipotente, y en la abdicación del poder y la fuerza propios, la
fe racional se basa en la experiencia opuesta. Tenemos fe en
una idea porque es el resultado de nuestras propias
observaciones y nuestro pensamiento.
La sexualidad sin amor
hunde un poco más en la
desesperación.
f
Pon aquí la solución: 1__ / 2__ / 3__ / 4__ / 5__ / 6__
ACTIVIDAD 2. Comparación entre la fe y el amor (3 puntos) (1 fallo = -0’1 ptos.)
El siguiente texto nos desvela un secreto para amar sin errores. El
descubrimiento es tal que Fromm quiso encriptarlo para que no fuera
tergiversado por nadie. Usó el método de encriptado hebreo ‘atbash’ o método
‘en espejo’. Consiste en sustituir cada letra por la que ocupa el mismo lugar en
un alfabeto ordenado al revés.
G V N V I U V I V J F R V I V X L I Z Q V , O Z X Z K Z X R W Z W
,
W V X L I I V I F N I R V H T L , O Z W R H K L H R X R L N Z
,
Z X V K G Z I R N X O F H L V O W L O L I B O Z W V H R O F H R L N .
.
H V I Z Ñ Z W L , B Z Ñ Z I , I V J F R V I V X L I Z Q V , O Z
, , ,
E Z O V N G R Z W V Z G I R Y F R I Z X R V I G L H E Z O L I V H
3. 3
U F N W Z Ñ V N G Z O R Ñ K L I G Z N X R Z ⎼ B W V W Z I V O
⎼
H Z O G L B Z K L H G Z I G L W L Z V H L H E Z O L I V H ⎼ .
⎼ .
Original A B C D E F G H I J K L M N Ñ O P Q R S T U V W X Y Z
Clave
ACTIVIDAD 3. Comparación entre la fe y el amor (4 puntos)
Leed este texto y haced un comentario explicando lo que quiere decir Erich Fromm. Dad
también vuestra opinión personal sobre estas ideas.
El capitalismo moderno necesita hombres que cooperen mansamente y en gran número; que quieran
consumir cada vez más; y cuyos gustos estén estandarizados y puedan modificarse y anticiparse
fácilmente. Necesita hombres que se sientan libres e independientes, no sometidos a ninguna
autoridad, principio o conciencia moral —dispuestos, empero, a que los manejen, a hacer lo que se
espera de ellos, a encajar sin dificultades en la maquinaria social—; a los que se pueda guiar sin
recurrir a la fuerza, conducir, sin líderes, impulsar sin finalidad alguna —excepto la de cumplir,
apresurarse, funcionar, seguir adelante—.
¿Cuál es el resultado? El hombre moderno está enajenado de sí mismo, de sus semejantes y de la
naturaleza. Se ha transformado en un artículo, experimenta sus fuerzas vitales como una inversión
que debe producirle el máximo de beneficios posible en las condiciones imperantes en el mercado.
Las relaciones humanas son esencialmente las de autómatas enajenados, en las que cada uno basa
su seguridad en mantenerse cerca del rebaño y en no diferir en el pensamiento, el sentimiento o la
acción. Al mismo tiempo que todos tratan de estar tan cerca de los demás como sea posible, todos
permanecen tremendamente solos, invadidos por el profundo sentimiento de inseguridad, de angustia
y de culpa que surge siempre que es imposible superar la separatidad1 humana. Nuestra civilización
ofrece muchos paliativos que ayudan a la gente a ignorar conscientemente esa soledad: en primer
término, la estricta rutina del trabajo burocratizado y mecánico, que ayuda a la gente a no tomar
conciencia de sus deseos humanos más fundamentales, del anhelo de trascendencia y unidad. En la
medida en que la rutina sola no basta para lograr ese fin, el hombre se sobrepone a su desesperación
inconsciente por medio de la rutina de la diversión, la consumición pasiva de sonidos y visiones que
1 Erich Fromm presenta en “La teoría del amor” el concepto de separatidad o estado de separación. Este estado de
separación inicial es la conciencia de nuestra individualidad, la percepción que no pertenecemos a nuestro
alrededor.
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ofrece la industria del entretenimiento; y, además, por medio de la satisfacción de comprar siempre
cosas nuevas y cambiarlas inmediatamente por otras. El hombre moderno está actualmente muy cerca
de la imagen que Huxley describe en Un mundo feliz: bien alimentado, bien vestido, sexualmente
satisfecho, y no obstante sin yo, sin contacto alguno, salvo el más superficial, con sus semejantes,
guiado por los lemas que Huxley formula tan sucintamente, tales como: «Cuando el individuo siente,
la comunidad tambalea»; o: «Nunca dejes para mañana la diversión que puedes conseguir hoy»; o,
como afirmación final: «Todo el mundo es feliz hoy en día». La felicidad del hombre moderno consiste
en «divertirse». Divertirse significa la satisfacción de consumir y asimilar artículos, espectáculos,
comida, bebidas, cigarrillos, gente, conferencias, libros, películas; todo se consume, se traga. El
mundo es un enorme objeto de nuestro apetito, una gran manzana, una gran botella, un enorme pecho;
todos succionamos, los eternamente expectantes, los esperanzados —y los eternamente
desilusionados—. Nuestro carácter está equipado para intercambiar y recibir, para traficar y consumir;
todo, tanto los objetos materiales, como los espirituales, se convierten en objeto de intercambio y de
consumo.
Comentario personal