Como se produjo la Penicilina de forma massiva en la II Guerra Mundial.pdf
Análisis de imágenes citológicas del aparato respiratorio
1. TEMA 1
Análisis de imágenes citológicas del
aparato respiratorio.
1.1 Histología del aparato
respiratorio: vías respiratorias.
Pulmón.
Punto tomado de Dr. Jonatan Kasjan
Jefe de trabajos prácticos de histología normal
y ayudante anatomía patológica
UBA medicina
2. El aparato respiratorio está compuesto por
dos pulmones y una serie de vías aéreas que
los comunican con el exterior.
Este aparato cumple tres funciones
principales: conducción del aire, filtración
del aire e intercambio de gases
(hematosis).
El aire que pasa por la mucosa olfatoria de
las cavidades nasales transporta partículas
que estimulan los receptores del olfato.
3. La porción conductora del aparato
respiratorio está formada por las vías aéreas
que conducen a los sitios de respiración
dentro de los pulmones, donde ocurre el
intercambio gaseoso.
Se consideran vías aéreas superiores las
fosas nasales, la cavidad oral y la faringe.
Las vías aéreas inferiores son la laringe, la
tráquea y los bronquios.
4. Dentro de los pulmones los bronquios
principales, también llamados bronquios fuente,
sufren una ramificación extensa para finalmente
dar origen a los bronquíolos de distribución.
La porción respiratoria es la parte de la vía
aérea en la cual se produce el intercambio
gaseoso. Comprende secuencialmente las
estructuras siguientes:
• Bronquíolos respiratorios.
• Conductos alveolares.
• Sacos alveolares.
• Alvéolos.
5.
6. El acondicionamiento ocurre en la porción
conductora del aparato respiratorio y
comprende el calentamiento, la
humectación y la eliminación de
partículas.
Las secreciones mucosas y serosas
desempeñan un papel muy importante en el
proceso de acondicionamiento.
Estas secreciones humedecen el aire y
también atrapan las partículas que han
conseguido eludir los gruesos pelos cortos
especiales, llamados vibrisas, que hay en
las cavidades nasales.
7. Cavidades nasales
Cada cavidad está comunicada por delante con
el exterior a través de las narinas (orificios del
vestíbulo de la nariz) y por detrás con la
rinofaringe a través de las coanas.
El segmento olfatorio está situado en parte del
techo de cada cavidad nasal y está tapizado por
una mucosa olfatoria especializada.
Las células olfatorias son neuronas bipolares
que ocupan todo el espesor del epitelio.
8.
9. Senos paranasales
Son extensiones del segmento respiratorio
de la cavidad nasal y están tapizados por
epitelio seudoestratificado cilíndrico ciliado
con células caliciformes.
Reciben su nombre de acuerdo con el hueso
en el que están situados y por eso se
conocen como senos (o celdillas)
etmoidales, seno frontal, seno esfenoidal
y senos maxilares.
11. Faringe
La faringe comunica las cavidades nasal y oral
con la laringe y el esófago.
Permite el paso del aire y de los alimentos y actúa
como cámara de resonancia para la fonación.
Se divide en 3 regiones: rinofaringe, orofaringe
y laringofaringe.
La concentración de nódulos linfáticos en el límite
entre las paredes superior y posterior de la
rinofaringe recibe el nombre de amígdala
faríngea.
12. Laringe
Este segmento tubular del aparato
respiratorio está formado por placas
irregulares de cartílago hialino y elástico (la
epiglotis y las apófisis vocales de los
cartílagos aritenoides).
Además de servir como conducto para el
paso del aire la laringe es el órgano de la
fonación.
Los pliegues vocales, también conocidos
como cuerdas vocales verdaderas, son dos
repliegues de la mucosa que se proyectan
dentro de la luz de la laringe.
13. Tráquea
La tráquea, un tubo corto y flexible (mide unos 2,5
cm de diámetro y más o menos 10 cm de longitud)
que permite el paso del aire y cuya pared
contribuye al acondicionamiento del aire inspirado,
se extiende desde la faringe hasta la mitad del
tórax, su extremo inferior se denomina carina y es
donde se divide en dos bronquios principales.
La luz de la tráquea se mantiene abierta a causa
de la disposición de sus anillos cartilaginosos
incompletos.
14. La pared traqueal está compuesta por:
• Mucosa, compuesta por un epitelio
pseudoestratificado cilíndrico ciliado con células
caliciformes (epitelio respiratorio) y una lámina
propia con fibras elásticas abundantes.
• Submucosa, compuesta por un tejido conectivo
apenas más denso que el de la lámina propia.
• Capa cartilaginosa, compuesta por cartílagos
hialinos con forma de C.
• Adventicia, compuesta por un tejido conectivo
que adhiere la tráquea a las estructuras contiguas.
21. Pulmones
Los pulmones son órganos pares ubicados
en la cavidad torácica, se encuentran
suspendidos por los bronquios principales y
los tallos vasculares.
Los pedículos pulmonares (bronquio,
arteria bronquial (rama de aorta y es
nutricia), arteria pulmonar (lleva sangre
venosa que viene del ventrículo derecho),
vena pulmonar, nervios (componentes
simpático y parasimpático del SNA que
modifican las dimensiones de las vías
aéreas) y vasos linfáticos).
22. La superficie externa de los pulmones está
recubierta por una membrana serosa
denominada pleura visceral, esta se continúa a
nivel del hilio pulmonar con la pleura parietal
que tapiza por dentro la cavidad torácica.
Entre ambas pleuras encontramos la cavidad
pleural, la cual contiene un líquido denominado
líquido pleural, el cual cumple con la función de
lubricar ambas pleuras y disminuir el rozamiento
con los movimientos respiratorios.
23. Bronquios
La tráquea se divide en dos ramas que forman
los bronquios principales (primarios).
Al introducirse en el hilio pulmonar cada
bronquio principal se divide en los bronquios
lobares (bronquios secundarios).
El pulmón izquierdo está dividido en dos
lóbulos, mientras que el derecho lo está en tres.
24. Bronquios
Mucosa, que está compuesta por un epitelio
seudo-estratificado cilíndrico con las mismas
células que tiene el epitelio traqueal. La lámina
propia es semejante a la de la tráquea pero su
cantidad disminuye en proporción al diámetro de
los bronquios.
Muscular, que es una capa continua de músculo
liso en los bronquios mayores. En los bronquios
menores está más adelgazada y menos
organizada y puede aparecer discontinua a causa
de su trayecto espiralado.
25. Submucosa, que permanece como un tejido conectivo
bastante laxo. En los bronquios hay glándulas que
siguen a las placas cartilaginosas, es decir que
aparecen en los mismos sectores bronquiales en los que
hay cartílago. Las glándulas bronquiales producen
mucina que, junto con la secretada por las células
caliciformes del epitelio de superficie, forma la capa
mucosa sobre la superficie luminal.
Capa cartilaginosa, que consiste en placas
cartilaginosas discontinuas.
Adventicia, que es un tejido conectivo de densidad
moderada que se continúa con el conectivo de las
estructuras contiguas.
29. Bronquíolos
Los bronquíolos son vías aéreas de
conducción que miden 1 mm de diámetro o
menos.
Los bronquíolos más grandes se conocen
como bronquíolo propiamente dicho y son
ramas de los bronquios segmentarios.
Estos conductos sufren ramificaciones
consecutivas para dar origen a los
bronquíolos terminales, que son más
pequeños y también se ramifican.
Por último, los bronquíolos terminales dan
origen a los bronquíolos respiratorios.
30. Bronquíolo, propiamente dicho
Al principio tiene un epitelio seudoestratificado
cilíndrico ciliado que gradualmente se
transforma en un epitelio cilíndrico simple ciliado
conforme el conducto se estrecha.
La pared del bronquíolo propiamente dicho tiene
muchas capas de músculo liso, el cual se
contrae tras de la preparación histológica y
genera la característica luz estrellada de este
bronquíolo.
En los bronquíolos no hay glándulas subepite-
liales ni tampoco las placas cartilaginosas.
31.
32.
33. Bronquíolo terminal
Están revestidos por un epitelio cúbico
simple en el cual hay células de Clara
dispersas entre las células ciliadas.
La capa de músculo liso y el diámetro de
este bronquíolo es menor que en el
propiamente dicho y por lo tanto lo
característico frente al microscopio es ver
una estructura circular bien definida.
34.
35.
36. Bronquíolo respiratorio
Se caracteriza por tener su pared
bronquiolar interrumpida por alvéolos y es
aquí donde comienza el intercambio
gaseoso.
Marca el comienzo de la porción
respiratoria y el fin del sector de
conducción del aparato respiratorio.
37.
38.
39.
40.
41. Alvéolos
Los alvéolos son los espacios aéreos terminales
del aparato respiratorio y las estructuras en las
que se produce el intercambio gaseoso entre el
aire y la sangre (hematosis).
Cada alvéolo está rodeado por una red de
capilares que ponen la sangre muy cerca del aire
inspirado que está en la luz alveolar.
En cada pulmón de adulto hay entre 150 y 250
millones de alvéolos; la extensión de su superficie
interna combinada es de alrededor de 75 m2, más
o menos las dimensiones de una cancha de tenis.
42. Los conductos alveolares son vías aéreas
alargadas que casi no tienen paredes sino
sólo alvéolos como sus límites periféricos.
Los sacos alveolares son espacios
rodeados por cúmulos de alvéolos. Los
alvéolos circundantes se abren hacia estos
espacios.
Los alvéolos están rodeados y separados
unos de otros por una finísima capa de tejido
conectivo (tabique alveolar) que contiene
capilares sanguíneos.
43. El epitelio alveolar
Las células alveolares de tipo I, también
conocidas como neumocitos de tipo I, son
células pavimentosas o planas muy delgadas
(con un espesor de 0,1 μm) que revisten la
mayor parte (95%) de la superficie de los
alvéolos.
Las células alveolares de tipo II, también
denominadas neumocitos de tipo II o
células de los tabiques, son células
secretoras (surfactante).
44.
45. Surfactante pulmonar
La capa del surfactante producido por las células
alveolares de tipo II reduce la tensión superficial
en la interfaz aire-epitelio. El agente más decisivo
para la estabilidad del espacio aéreo es un
fosfolípido específico llamado
dipalmitoilfosfatidilcolina (DPPC), que es la
causa de casi todas las propiedades reductoras
de la tensión superficial del surfactante.
En los lactantes prematuros su disminución causa
el síndrome de distrés respiratorio (SDR)
neonatal o enfermedad de las membranas
hialinas (debido al aspecto histopatológico al
mirar este tejido pulmonar en el microscopio).
46. Macrófagos alveolares
Los macrófagos alveolares o neumocitos tipo
III son singulares porque funcionan tanto en el
tejido conectivo del tabique como en el espacio
aéreo del alvéolo (no forman parte de la pared,
se desplazan libremente por el interior alveolar).
En los espacios aéreos barren la superficie para
eliminar las partículas inhaladas, por ejemplo
polvo y polen, y este es el fundamento de uno
de sus nombres alternativos (células del polvo).
49. Bibliografía consultada
Finn Geneser. Histología. 3ª Edición 2000
Editorial Panamericana.
Ross MH-Pawlina. Histología Texto y Atlas
color con Biología Celular y Molecular. 5ª
Edición 2007 Editorial Panamericana.
Fawcett D.W. Tratado de Histología. 12ª
Edición 1995 Editorial Interamericana. Mc
Graw-Hill.
Manuales Micromeds Histología (Riobamba
781 1ºA, esquina Av. Córdoba).
50. 2. Métodos de exploración y obtención de
muestras: cepillado. Broncoaspiración (BAS).
Lavado broncoalveolar (BAL). Esputo. Punción
• Existen métodos invasivos y no invasivos.
• El esputo es un método de obtención no invasivo, fácil de obtener y
barato, aunque con baja sensibilidad. No sirve como screening (se usa en
pacientes sintomáticos). Tiene mayor rentabilidad para neoplasias de
localización central y puede obtenerse de manera espontánea o inducido
(nebulización con agua o suero salino). Para que sea representativo de las
vías respiratorias bajas debemos observar un número significativo de
macrófagos alveolares (las células ciliadas proceden también de las vías
altas). Suele mostrar contaminación de células escamosas de la boca.
• El mejor material se obtiene nada más levantarse por la mañana mediante
tos profunda, habitualmente 3 días consecutivos.
• El procesamiento más habitual es en fresco mediante la técnica de pick
and smear (seleccionar material que no sea saliva y extender en portas). Si
no se puede, se recolecta en líquido conservador (tipo Saccomanno).
51.
52. • Mediante broncoscopio flexible podemos obtener
muestras del árbol bronquial con visión directa de la
lesión mediante cepillado o broncoaspirado (BAS).
Este último se puede centrifugar y a partir de ahí hacer
extendidos, citología líquida o citobloque. El cepillado se
suele extender en portas o utilizar en citología líquida.
Habitualmente se obtienen ambas muestras, lo cual
aumenta la rentabilidad.
• En el lavado broncoalveolar (BAL) el broncoscopio se
enclava lo más distal posible, se instila suero salino y se
recoge el producto de este lavado. Se suele centrifugar
o usar citología líquida. Es muy útil para el estudio de
procesos funcionales de pulmón o infecciones
oportunistas en inmunocomprometidos (citomegalovirus,
pneumocystis, criptococo). También puede ser útil para
diagnóstico tumoral (p. ej., carcinoma bronquioalveolar).
53.
54. • La punción transbronquial permite obtener
muestras de estructuras o lesiones pulmonares
paranquimatosas. Para el mediastino también
se puede usar la punción transesofágica. En
ambos casos se está usando cada vez más la
endoscopia.
• Podemos obtener muestras de masas
pulmonares, sobre todo si son periféricas, lejos
del alcance del broncoscopio, mediante punción
a través de la pared torácica (PAAF
percutánea) guiada habitualmente con control
por TC.
55. 3. Patrones de normalidad en citología de
aparato respiratorio. Vías respiratorias.
Pulmón.
• En las muestras procedentes
de vías respiratorias mediante
cepillado o broncoaspirado
observamos grupos de
células columnares ciliadas,
en ocasiones con células
caliciformes entremezcladas.
También podemos observar
células sueltas, dependiendo
de lo vigoroso de la extensión.
56. • La relación núcleo/citoplasma está conservada y los
núcleos son ovales o redondeados con cromatina fina y
homogénea. La membrana nuclear es lisa y regular. Los
nucleolos no se ven o son pequeños.
• En muestras obtenidas de regiones alveolares
observamos macrófagos en cantidad variable (muy
abundantes en los BAL). Son células de citoplasma
amplio, con abundantes restos fagocitados. Los núcleos
son ovales o redondeados con nucleolos no atípicos. Se
suelen confundir con neumocitos de tipo II (citoplasma
más denso y no presencia de restos fagocitados).
• En ocasiones se observan elementos no celulares,
como las espirales de Curschmann, que son moco
espesado sin relevancia patológica; los cuerpos
ferruginosos de color azul con tinción de Perls,
frecuentes en la asbestosis; los cristales de Charcot-
Leyden, de color naranja intenso; los cuerpos de
psamoma, cuerpos amiláceos y contaminantes, como el
hongo Alternaria, polen o talco de los guantes.
58. • Existen cambios celulares
benignos que pueden dificultar el
diagnóstico. En ocasiones se
observan células escamosas no
atípicas por contaminación oral del
esputo o de la broncoscopia. Si
existe inflamación, infartos
pulmonares, radio o quimioterapia,
pueden aparecer en los frotis
células con queratinización
citoplasmática y atipia nuclear que
no hay que confundir con
carcinoma epidermoide (evitar dar
un diagnóstico de malignidad sólo
con células queratinizadas).
Aquellas suelen conservar la
relación núcleo-citoplasma y los
núcleos suelen estar
hipercromáticos y degenerados, lo
que impide ver las características
de la cromatina.
Extensión insatisfactoria con
presencia de células escamosas
más oscuras por respuesta
inflamatoria
59. • Las células bronquiales también pueden reaccionar ante
diferentes estímulos (inflamación, radiación) con presencia de
agrandamiento nuclear, nucleolos grandes o multinucleación,
variación en el tamaño celular y/o nuclear
(anisocitosis/anisocariosis), llegando a formar en ocasiones grupos
grandes cohesivos de células conocidos como cuerpos de Creolá.
La presencia de cilios en estos grupos y una transición gradual de
cambios celulares permite diferenciarlos de una neoplasia maligna.
• La hiperplasia también puede afectar a las células caliciformes: no
confundir con adenocarcinomas mucinosos (núcleos aplanados
basales, sin atipia nuclear).
60. • Las células de reserva pueden
proliferar ante una agresión al
epitelio bronquial y sufrir cambios
hiperplásicos. El diagnóstico
diferencial principal es con el
carcinoma de célula pequeña (no
mitosis, no necrosis, menor suelta de
células y células de menor tamaño).
• En el caso de reepitelización de una
úlcera el epitelio presenta cambios
de reparación con núcleos grandes,
con gran nucleolo, y superpuestos.
• La hiperplasia de neumocitos de tipo
II se produce ante neumonía, infarto
pulmonar, daño alveolar difuso, etc.,
con núcleos grandes, nucleolos
prominentes, grupos
tridimensionales, etc. Todo ello
puede llevar a un adenocarcinoma,
aunque la diferencia con éste estriba
en que en un proceso agudo la atipia
desaparece al cabo de un mes.
61. 4. Citología benigna no tumoral
• Las infecciones bacterianas no suelen
dar un patrón citológico característico.
La mayoría muestran extendidos con
abundantes leucocitos
polimorfonucleares neutrófilos y gran
cantidad de detritus celulares.
• En la neumonía bacteriana
representada en la imagen se aprecia
un corte histológico de alvéolos
pulmonares normales (arriba)
comparados con alvéolos durante una
neumonía. Se puede ver cómo están
llenos de células inflamatorias y de
abundante infiltrado.
62. • Una de las infecciones
bacterianas más frecuentes es
la tuberculosis. En ella se
observan granulomas
(agregados sincitiales de
histiocitos epitelioides), con
células gigantes multinucleadas
tipo Langhans y necrosis.
• Se puede demostrar la bacteria
mediante la técnica de Ziehl-
Neelsen o auramina
(fluorescencia) o mediante PCR
para detectar ADN.
• Hay que diferenciar la
tuberculosis de otras
enfermedades como
sarcoidosis o infecciones por
hongos.
L
63. • Las infecciones virales se suelen
reconocer por los cambios
producidos en el núcleo o en el
citoplasma de las células infectadas.
Los más característicos son:
– El herpes.
• Las células son grandes,
multinucleadas con amoldamiento de
los núcleos e inclusiones
intranucleares en “vidrio esmerilado”
o gran inclusión eosinófila con
condensación periférica de la
cromatina.
– El citomegalovirus (CMV).
• Se presenta con frecuencia en
lactantes por infección intrauterina o
en inmudodeprimidos tras un
trasplante.
• Se caracteriza por células grandes
con inclusiones eosinófilas
intranucleares de gran tamaño y
rodeadas por un halo claro.
64. – El adenovirus.
• Produce llamativas
inclusiones intranucleares de
tonalidad basófila.
– El virus sincitial
respiratorio.
• Provoca células
multinucleadas grandes, a
veces con inclusiones
intracitoplasmáticas
basófilas.
– El virus de la
parainfluenza.
• Produce pérdida de los cilios
del epitelio respiratorio y
muchas células columnares
contienen pequeños cuerpos
de inclusión eosinófilos
intracitoplasmáticos.
65. • Las infecciones fúngicas
más comunes son:
– La Candida spp., que se ven
con pseudohifas (no
tabicadas) y esporas como
en la citología vaginal.
Requieren correlación
clínica porque suelen ser
contaminantes de vías
respiratorias superiores.
– El Aspergillus spp., que
muestra hifas tabicadas más
gruesas ramificadas en
ángulo agudo. Pueden verse
conidios si la lesión está
oxigenada.
66. – El Mucor, menos frecuente
y más destructivo, con
hifas gruesas y ramificadas
en ángulo de 90º.
– El Cryptococcus
neoformans se observa en
inmunodeprimidos y es
pequeño, con cápsula
refráctil que se tiñe con
tinta china (suspensión de
partículas de carbono
coloidal) o PAS por su alto
contenido en
mucopolisacáridos.
– Menos frecuente en
nuestro medio es el
Histoplasma capsulatum,
levadura cuya forma
patógena es intracelular.
67. Tratamiento exitoso de mucormicosis rino-órbito-cerebral en un paciente trasplantado
renal de 33 años
68. • Las infecciones
protozoarias más
frecuentes son las
causadas por el
Pneumocystis jirovecii
(antes carinii), que suele
afectar a
inmunodeprimidos y se
suela asociar a la infección
por CMV. Se observan
exudados algodonosos en
ocasiones con forma de
molde alveolar. Con
técnica de plata se
observan los quistes en
forma de copa similar a
una pelota aplastada de
tenis de mesa. En tinción
de Papanicolau el
microorganismo presenta
autoflorescencia.
69. • Entre las
infecciones por
parásitos destaca la
equinococosis,
provocada por el
Echinococcus
granulosus, que
produce hidatidosis.
El hombre es
huésped
intermediario, en el
que se desarrolla la
tenia en estado de
larva, dando lugar al
quiste hidatídico en
hígado, pulmones,
etc., tras eclosionar
los huevos en el tubo
digestivo.
70. • Para terminar la citopatología benigna no tumoral hay
que citar la proteinosis alveolar. Es una patología
benigna no infecciosa que macroscópicamente muestra
un aspecto lechoso y que se diagnostica correctamente
en el BAL. Se produce una acumulación de surfactante
dentro de los alvéolos, que están llenos de un material
proteináceo granular. En citología se observan grumos
hialinos de material amorfo junto a macrófagos.
71. 5. Citopatología tumoral: benigna y de
lesiones malignas. Inmunocitoquímica en el
cáncer de pulmón
• 5.1. Tumores benignos de pulmón.
– Tienen poca importancia en la práctica clínica, pero
conviene conocerlos para no confundirlos con
neoplasias malignas. Los más comunes son:
– El hamartoma pulmonar. Es el más frecuente y con
unas características citológicas fácilmente
reconocibles, puesto que se presenta como un bulto
redondo y solitario en la periferia del pulmón. Se
detecta por punción. Está constituido por epitelio
mezclado con celularidad mesenquimal (cartílago,
matriz hialina fibrilar o fibromixoide) y, en ocasiones,
adipocitos.
72.
73. – El tumor de células granulares endobronquial (TCG) o
schwannoma es el representante pulmonar de un tumor benigno
que deriva de células de Schwann que puede aparecer en
muchos órganos. Son células de citoplasma grande, granular
eosinófilo, con núcleo sin atipia, que pueden confundirse con
macrófagos. A diferencia de éstos, expresan S100 (familia de
proteínas de bajo peso molecular).
74. – El tumor miofibroblástico inflamatorio está
constituido por células fusiformes típicamente
acompañadas por células inflamatorias
(plasmáticas, linfocitos, histiocitos).
75. 5.2. El cáncer de pulmón
• Es uno de los más frecuentes en todo el mundo,
sobre todo en los países desarrollados por su
estrecha relación con el consumo de tabaco.
• Más del 90% de las neoplasias pulmonares
malignas pertenecen a cuatro grupos: el
adenocarcinoma, el carcinoma epidermoide
o escamoso, el carcinoma de célula grande y
el carcinoma de células pequeñas. El resto de
neoplasias son menos frecuentes y peor
reconocidas citológicamente.
76. • El adenocarcinoma es el tipo
histológico más frecuente (40% de
todos los cánceres de pulmón,
aproximadamente).
– Suele ser de localización periférica
y no suele dar síntomas.
– Forma glándulas, papilas,
micropapilas, acinos plana
monocapa o grupos
tridimensionales, con células
grandes de amplio citoplasma fino,
no denso como el epidermoide.
– Puede presentar vacuolas
intracitoplasmáticas.
– Los núcleos suelen ser excéntricos,
redondos con carioteca (membrana
nuclear) lisa o con aisladas
indentaciones profundas.
– La cromatina es fina, menos
hipercromática que el epidermoide y
con presencia de nucléolos grandes
y llamativos.
77. – Un subtipo del adenocarcinoma es el
adenocarcinoma bronquioloalveolar no
mucinoso o mucinoso. Es poco frecuente,
pero constituye la forma más común que
se presenta en pacientes que nunca
habían fumado en sus vidas, en mujeres
y asiáticos. Se define a un carcinoma
bronquioloalveolar como un carcinoma in
situ, es decir, no es un tumor invasivo
ni metastásico y se origina, como su
nombre indica, en una zona bastante
periférica del parénquima pulmonar, la
región terminal bronquioalveolar. A pesar
de que no invade otros tejidos, el
carcinoma bronquioloalveolar es un tumor
maligno y con frecuencia letal.
• Está constituido por placas de células
columnares que proliferan a lo largo del
marco de las paredes alveolares; más
pequeñas, con menor atipia, núcleos
uniformes, nucléolo pequeño, pliegues
nucleares o pseudoinclusiones. Se
pueden confundir con neumocitos tipo II
hiperplasiados o macrófagos, pero en
general son células bien diferenciadas. El
diagnóstico definitivo es histológico.
78.
79. • El carcinoma epidermoide o
escamoso suele ser de localización
central con frecuente hemoptisis.
– Supone entre el 25 y el 30% de todos
los cánceres de pulmón y está muy
relacionado con el tabaquismo.
– Los bien diferenciados suelen
presentarse en forma de células
grandes poligonales, redondeados o en
renacuajo, con citoplasma denso bien
definido, en ocasiones intensamente
orangófilo si está queratinizado, de
bordes citoplasmáticos nítidos.
– Los núcleos suelen tener carioteca
irregular, cromatina grosera,
hipercromatismo, picnosis y sin
nucléolos llamativos.
– Los no diferenciados pueden disponerse
en grupos grandes de células no
queratinizadas, con núcleo voluminoso y
nucléolo prominente. El resto de
características celulares se pierden, por
lo que el diagnóstico diferencial con el
adenocarcinoma es difícil.
Carcinoma epidermoide queratinizante
en el pulmón
Carcinoma epidermoide en la cavidad
oral
80.
81. • El carcinoma de célula grande:
– Representa aproximadamente un 10%
de los casos de cáncer de pulmón.
– Puede aparecer en cualquier parte del
pulmón y tiene a extenderse con
rapidez.
– No presenta diferenciación glandular o
escamosa, tanto morfológica como
inmunohistoquímicamente, por lo que
es un diagnóstico de exclusión. La
especificidad de esta neoplasia en
muestras citológicas o incluso biopsias
pequeñas es baja. Un subtipo dentro de
este grupo es el carcinoma
neuroendocrino de célula grande, que
muestra diferenciación neuroendocrina
(rosetas, empalizadas, moldeamiento
nuclear), necrosis, citoplasmas amplios
y nucléolos prominentes.
82. • El carcinoma de células pequeñas,
oat-cell o microcítico:
– Se relaciona con el tabaquismo y tiene gran
capacidad de metastatizar a otros órganos.
– Se estima que alrededor del 20% de los
cánceres de pulmón son de células
pequeñas.
– Es una neoplasia de alto grado, que suele
presentarse con masa mediastínica.
– A menudo se origina en los bronquios y
tienda a propagarse ampliamente.
– A diferencia de los anteriores, se trata
mediante quimioterapia.
– Está constituido por células de entre 7 y 21
micras (tamaño de 2-3 hematíes) que se
suelen disponer sueltas o en grupos poco
cohesivos, con abundante arrastre
cromatínico, alta relación núcleo-citoplasma,
frecuente amoldamiento nuclear por escaso
citoplasma, hipercromatismo o cromatina “en
sal y pimienta” con nucléolo invisible o de
pequeño tamaño. Suele haber abundantes
mitosis y acompañarse de fondo necrótico.
– En el esputo se dispone en ocasiones
formando regueros.
83. • Otros tipos:
– Los tumores neuroendocrinos de bajo grado (carcinoide,
carcinoide atípico) muestran células monomorfas fusiformes o
epitelioides, de núcleos redondo u oval, con cromatina “en sal y
pimienta”, sin necrosis y sin mitosis (a excepción del atípico).
Tanto los carcinoides como los carcinomas de células pequeñas
se consideran tumores con diferenciación neuroendocrina
(expresan sinaptofisina y cromogranina).
– Otros tumores primarios como el adenoide quístico o el
mucoepidermoide son neoplasias bronquiales, menos
frecuentes y citológicamente superponibles a las neoplasias de
glándulas salivales.
– Los linfomas primarios son raros y de bajo grado de la zona
marginal del tejido asociado a la mucosa bronquial. Están
constituidos por linfocitos pequeños, monomorfos y de escaso
citoplasma. Se diferencian de un carcinoma de célula pequeña
porque conservan un pequeño ribete de citoplasma basófilo, no
hacen grupos y tienen nucléolos pequeños. Además, expresan
CD45.
84. • Las metástasis pulmonares:
– Son frecuentes sobre todo en los estadios
finales de algunas neoplasias.
– Suelen ser lesiones múltiples.
– El adenocarcinoma suele ser el más
frecuente, de origen colónico, mama o
gastrointestinal. En cualquier caso, se debe
comparar la citología con muestras
histológicas o citológicas previas del tumor,
que junto con el uso de técnicas
complementarias, ayuda a confirmar el
origen primario o metastásico del tumor.
– Los tumores de mama o estómago suelen
presentarse con un patrón celular en anillo
de sello.
– En casos de origen tiroideo, renal u ovárico
se encuentra sin embargo un patrón de
morfología papilar.
– Si se observan células vacuoladas, con
citoplasma laxo y sobre todo se acompañan
de núcleos desnudos y vasos finos, hay que
pensar en un origen renal.
– Si observamos células fusiformes o
epitelioides, con citoplasmas amplios, núcleo
excéntrico con pseudoinclusiones, nucléolos
grandes y binucleaciones, habrá que pensar
en un melanoma.
Carcinoma gástrico con células en anillo
de sello
Patrón de células en anillo de sello
85. 5.1. Inmunocitoquímica en los tumores
malignos
• El diagnóstico debe basarse siempre en primer lugar en las
características citológicas. No obstante, existen ocasiones en las
que el tumor es pobremente diferenciado o debemos descartar una
metástasis. En estos casos son de gran utilidad técnicas de
inmunocitoquímica. Como regla general:
– El adenocarcinoma pulmonar expresa citoqueratina 7, TTF-1 y napsina,
a excepción del adenocarcinoma mucinoso, que puede no expresar
TTF-1 y citoqueratina 7, pero que sí expresa citoqueratina 20, como el
carcinoma de colon.
– El carcinoma epidermoide expresa p63, citoqueratina 5/6 y p40.
– Los tumores neuroendocrinos deben expresar al menos dos de los
marcadores como sinaptofisina, cromogranina o CD56. También
expresan TTF-1.
– Los linfomas tendrán un patrón especial para cada grupo. En general la
expresión de antígeno leucocitario común (LCA, CD45) y la ausencia
de expresión de queratinas nos ayudarán a diferenciarlo de los
carcinomas.
– Las metástasis tendrán un patrón de anticuerpos que dependerá del
origen: de los más frecuentes, el adenocarcinoma de colon suele
expresar citoqueratina 20, CDX-2 y villina; y el melanoma expresará
S100, Melan A y HMB45.
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90. Glosario
• Adenocarcinoma: neoplasia maligna de estirpe epitelial con
diferenciación glandular.
• Carcinoma epidermoide (escamoso): neoplasia maligna epitelial
similar al epitelio escamoso que recubre la piel y mucosas, con
puentes intercelulares y queratinización citoplasmática.
• Célula en anillo de sello: célula que, por la presencia de una
vacuola de moco intracitoplasmática que desplaza el núcleo a la
periferia, adopta una imagen similar a un anillo. Típica del
carcinoma de estómago difuso y lobulillar de mama.
• Linfoma: neoplasia maligna que tiene su origen en linfocitos con
afectación de ganglios linfáticos (adenopatías).
• Metástasis: presencia de células tumorales malignas en un órgano
alejado del origen tumoral.
• Moldeamiento nuclear: aposición de los núcleos de células con
escaso citoplasma, semejando un mosaico. Típico del carcinoma de
célula pequeña.