La ingesta de cáusticos puede causar lesiones gastrointestinales de diferentes grados dependiendo del tipo de sustancia, cantidad y tiempo de exposición. Puede producir necrosis por licuefacción o coagulación de tejidos, penetración en capas profundas, trombosis, isquemia y perforación. El tratamiento depende de la fase aguda, latente o crónica, e incluye hospitalización, ayuno, nutrición parenteral y en algunos casos cirugía o dilatación endoscópica.