En Chile, la tasa de muerte fetal ha disminuido desde los años 70 pero sigue siendo un problema de salud pública. Las causas más comunes son placentarias y fetales. Se recomienda realizar estudios como autopsia fetal, estudio histopatológico placentario y evaluación citogenética para determinar la causa en el 70-75% de los casos. En embarazos posteriores a una muerte fetal, se debe identificar y tratar factores de riesgo como obesidad y tabaquismo, y realizar un seguimiento más estrecho
1. Feto muerto in utero
Revisión Guía Perinatal 2015
BECADO JORDAN TORRES
GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA UCN 2020
2. Introducción
En Chile se define como óbito fetal la muerte fetal desde las 22 semanas de edad gestacional o
desde que el feto tenga un peso de 500 gramos y hasta el momento del parto.
Muerte fetal (MF) todo feto que nace muerto (no considera peso ni edad gestacional, ni
consideración de viabilidad extrauterina).
En Chile, las cifras de mortinatalidad han mostrado un descenso a partir de la década de los 70.
Pasando de 19 por mil a inicio de los setenta a 7.7 por mil, diez años después
4.3 por mil el 2000 a 7.6 el 2005 y 8.6 el 2010
aproximadamente el 40% de los casos corresponden a fetos menores a 500 gramos.
La tasa de 8,6 por mil nacidos vivos del año 2010, el 31% corresponde a fetos mayores de 32
semanas y el 23% a fetos mayores de 2000 gramos.
Del total de muertes fetales en países desarrollados, aproximadamente un 90% ocurre anteparto. El
10 % que ocurren intraparto, lo hacen secundariamente a situaciones obstétricas mayores vinculadas
a una asfixia fetal.
3. Se ha observado que la razón de oportunidad (RO) [IC 95%] para el riesgo de recurrencia de MF
(ajustado para variables confundentes), en un segundo embarazo luego de un embarazo con
esta complicación, es de 1.94 [1.29-2.92]. Así mismo, el riesgo de muerte en un segundo
embarazo, es levemente superior si en el embarazo (con feto vivo) previo hubo un
desprendimiento placentario 1.96 [1.6-2.41], y aumenta claramente si hubo parto prematuro
7.45 [5.91-9.39] o restricción de crecimiento fetal 6.69 [5.31-8.42].
4. Etiología
Existen diferentes clasificaciones de las causas de muerte fetal. La más utilizada hasta ahora es
aquella que divide los eventos causales en tres grupos:
◦ Causas Maternas
◦ Fetales
◦ Placentarias
Causa más importante de MF en Chile
causas placentarias y fetales con un 30 a 40% cada uno.
- Las muertes fetales atribuidas a enfermedades maternas, corresponden al 10 a 15%, aumentando en la
última década a casi el 20%
- 10% que son consideradas desconocidas o no informadas.
5. Las causas fetales son lideradas por :
◦ hipoxia, la que se puede observar entre 50 y 60%,
◦ malformaciones congénitas y cromosomopatías entre 25 y 30%.
◦ restricción de crecimiento fetal y las infecciones.
Los datos de una reciente revisión sobre MF al término, muestran un 25% de causas fetales, 25-30% de
causas placentarias, 10% enfermedades maternas y entre 15-40% de los casos no se logra identificar la
causa.
6. Estudio etiológico
Evaluación que se recomienda durante el estudio de una MF
◦ Los exámenes se deben enfocar en las causas demostradas con evidencia científica. Recomendación A.
◦ Enfatizar a los padres sobre la importancia del estudio completo placentario y fetal, es decir autopsia fetal,
estudio histopatológico placentario y evaluación citogenética del líquido amniótico, ya que en forma
combinada estos exámenes pueden demostrar la causa de muerte entre un 70 y un 75% de los casos.
Recomendación B.
◦ Mujeres afectadas por una MF deben realizarse precozmente el Test de Kleihauer-Betke, para determinar
hemorragia feto-materna y administrar inmunoglobulina anti-Rh(D) en caso de mujer Rh(-) y test de Kleihauer
(+). Recomendación C.
◦ Realizar estudio anatomo-patológico del óbito como Gold Standard, para determinar la etiología de la MF.
Recomendación C.
◦ Se recomienda enviar la mayor cantidad de muestra a estudio citogenético, tanto fetal como placentario.
Recomendación C.
◦ La evaluación citogenética de líquido amniótico por amniocentesis, es una evaluación útil en la determinación
de causas cromosómicas de MFIU. Recomendación C.
◦ Se recomienda solicitar consentimiento informado a la mujer, previo a la determinación de muestra para
evaluación citogenética y/o estudio anatomo-patológico. Recomendación C.
Es claro que la aproximación etiológica, debe incluir un estudio materno y uno feto-placentario, tanto clínico como de
laboratorio. El análisis patológico de la placenta y feto junto con el cariograma son fundamentales.
7. Resolución del parto
• Se recomienda la inducción con Misoprostol, debido a su alta tasa de éxito en 24 horas y la
baja prevalencia de complicaciones maternas. Recomendación A.
• La inducción con misoprostol vaginal en MF de menos de 28 semanas, es recomendada por
sobre la ocitocina debido a su mayor efectividad y menor costo. Recomendación A.
• Se recomienda ajustar la dosis de misoprostol según la edad gestacional al momento del
diagnóstico de la MFIU. Recomendación A.
Antes de las 28 semanas, el empleo de Misoprostol en dosis de 200 a 400 mcg cada 4 a 6 horas por vía
vaginal y ocitocina iv son opciones aceptables. Luego de las 28 semanas se puede seguir el protocolo de
inducción de parto convencional. La operación cesárea debe reservarse para las situaciones de morbilidad
materna que contraindiquen un parto vaginal.
8. Momento y vía de parto en embarazos con MFIU con cicatriz
de cesárea o cirugía uterina previa?
• El uso de sonda Foley intracervical, es una opción para lograr modificación cervical, ya que ha
demostrado ser efectivo en lograr parto vaginal en mujeres con cicatriz segmentaria previa,
pero no se ha evaluado específicamente en casos de MF tardía, por lo que es aconsejable su uso
en contexto de protocolos de investigación, hasta contar con más estudios que lo avalen.
Recomendación C.
• Se desaconseja el uso de misoprostol vaginal en dosis habituales para la inducción de MF
sobre las 24 semanas, debido a su mayor asociación de ruptura uterina. Recomendación C.
Sobre 28S la evidencia indica que existe una tasa de rotura uterina semejante a la de un trabajo de parto
espontáneo y por lo tanto puede realizarse una prueba de trabajo de parto. Si hay una cicatriz corporal, el
manejo debe ser individualizado, ante la falta de evidencia respecto del manejo óptimo.
9. Manejo de gestaciones posterior a una MF
• La identificación y prevención de factores de riesgo modificables como la obesidad materna
antenatal y el tabaquismo, deben ser recomendadas en el manejo de la embarazada.
Recomendación A.
• Se recomienda la utilización de tablas de riesgo en todo control antenatal para identificar a
mujeres de alto riesgo de MF. Recomendación A.
• Se enfatiza en el adecuado y precoz manejo de la hipertensión crónica y diabetes
pregestacional como estrategia en disminuir las tasas de MFIU. Recomendación A.
10. identificar y tratar los
factores de riesgo. Los
principales desde el punto
de vista de impacto
poblacional son: obesidad,
edad materna y
tabaquismo. Respecto de
las complicaciones del
embarazo, el
desprendimiento de
placenta lidera los factores
de riesgo (Tabla 1).
11. 5.2. Estrategias de manejo preconcepcional que deben recibir las
mujeres con antecedente de una MF previa
En el manejo del siguiente embarazo, será primordial el manejo de patologías maternas crónicas
y factores de riesgo presentes en la mujer, en forma preconcepcional (pesquisa activa de sífilis).
Recomendación B.
Riesgo de recurrencia va a ser distinto según la causa, sin embargo el riesgo global se estima que aumenta
alrededor de 2 veces. Por tanto existe una alta probabilidad que el evento no se repita, lo que puede
tranquilizar a los padres. Las mujeres deben ser referidas a un nivel de atención especializado. El manejo se
inicia, tratando adecuadamente las condiciones maternas de riesgo, incluso en forma preconcepcional.
12. Recomendaciones útiles durante un embarazo
posterior a una MF
• En mujeres con antecedente de MF, se recomienda evaluar con ecografía a las 11-14 semanas, para
estimar riesgo de aneuploidías y malformaciones. Recomendación B.
• Se recomienda que a toda mujer con un riesgo de aneuploidía post test superior a 1%, debiera ofrecerse
estudio genético antenatal. Recomendación C.
• Toda mujer con antecedente de MF, debiera ser evaluada con Doppler de arterias uterinas en el primer y
segundo trimestre. Recomendación C.
• Se recomienda el uso de curvas de crecimiento customizadas locales durante el embarazo, para pesquisa
de fetos con riesgo de restricción de crecimiento. Recomendación C.
• La evaluación de la estructura fetal y funcionalidad placentaria con Doppler de arterias uterinas a las 22-
24 semanas y Doppler umbilical, es un aspecto central del control médico durante los siguientes
embarazos, la interrupción del embarazo estará indicada a las 38-39 semanas o en caso de sospecha de
deterioro fetal progresivo. Recomendación B.
13. Una translucencia nucal sobre Percentil 95 implica una RO entre 2 y 2.6 para muerte fetal en fetos
euploides. Lo mismo se ha demostrado para onda A reversa en ducto venoso.
La evaluación debe incluir la determinación de fracción libre de βhCG y de PAPPA y el Ultrasonido Doppler
de las arterias uterinas. Estudios prospectivos muestran una Razón de Oportunidad (RO) entre 2 y 3 para
muerte fetal, tanto con niveles de βhCG como PAPP A bajo 2 múltiplos de la media en fetos euploides.
El ultrasonido Doppler de arterias uterinas, debe repetirse entre 20 y 24 semanas. Si es normal, el riesgo de
Restricción de crecimiento fetal y Preeclampsia antes de las 34 semanas será extremadamente bajo. Se
recomienda seguir con curva de crecimiento fetal y Doppler umbilical a las 28 y 32 semanas. Desde las 32
semanas o una semana previo del episodio de muerte fetal en adelante, se recomienda perfil biofísico y
Doppler umbilical en forma seriada con una frecuencia de al menos una vez a la semana.
El momento de la interrupción, no debiera ser más allá de las 38 a 39 semanas,