Actividad 4.1.b: La importancia de Condiciones para una evaluación orientada al aprendizaje en la labor Docente
1. Importancia de condiciones para una evaluación orientada al
aprendizaje en la labor docente
La evaluación es un punto clave en el desarrollo de cualquier sistema educativo, y tiene
repercusión directa en el trabajo que viene desarrollando el docente y la evolución del
aprendizaje en el alumno. Así, la metodología de evaluación utilizada que propone el
docente para todos los procesos que se den en la asociación tiene siempre que seguir
ciertas características como son: la eficacia, es decir, el grado de consecución de los
objetivos y la eficiencia, es decir, la relación entre los resultados obtenidos y los
recursos empleados.
Hay dos razones fundamentales por las que es necesario evaluar: supone hacer un
análisis de nuestra intervención y, por lo tanto, es un momento de reflexión que
culmina el proceso de aprendizaje que es el desarrollo de nuestra actividad: evaluar nos
lleva, en consecuencia, a mejorar y a progresar; y además, es un ejercicio de
responsabilidad social y política, especialmente si las actividades llevadas a cabo se
financian con fondos públicos.
El fin último de la evaluación es la mejora del trabajo de la organización y de sus
propuestas. Ha de ser útil y práctica, y ha de recoger toda la información pertinente.
La evaluación, además, significa recoger y analizar sistemáticamente una información,
que nos permita determinar el valor y/o mérito de lo que se hace.
Pero no podemos olvidar que ante todo debe ser útil y práctica y ha de ser una práctica
asumida en la entidad y con una periodicidad establecida; cómo mínimo se debe
realizar una evaluación general al cierre de cada año que nos sirva de orientación y
mejora para la planificación del siguiente.
Lo aconsejable, de todos modos, es una evaluación general por trimestre. Además,
todos los proyectos y programas deben ser evaluados independientemente de las
evaluaciones generales.
2. La evaluación no ha venido cumpliendo su función en el proceso enseñanza-
aprendizaje debido principalmente al uso erróneo que los docentes hacen de ella,
puesto que en la mayoría de las veces se confunde con la calificación de un alumno y
no como un proceso básico en la educación.
Cuantas de las veces creemos que con calificar a un alumno están cubriendo el proceso
de evaluación.
Otorgan un número y nos conformamos con ello, sin querer darnos cuenta que ese
número no refleja mucho de lo aprendido por el alumno y muchas veces pone de
manifiesto un retroceso en la labor docente.
El realizar adecuadamente el proceso de evaluación requiere un estudio minucioso de
todo lo realizado en un ciclo de enseñanza y poder así darse cuenta que objetivos se
alcanzaron, cuales se deben modificar y cuales hay que reafirmar.
Considero que es importante evitar caer en el errores que ya se mencionaron y lo que
es aún peor evitar convertirla en una amenaza, en un arma contra los alumnos cuando
por evaluar se aplicar un rigorista examen, los califican y valorar su conducta con el
único fin de darle un número, sin darse cuenta de las deficiencias y/o faltas de nuestra
enseñanza las misas que se reflejan en las notas de los alumnos.