La administración implica dirigir una organización para lograr sus objetivos mediante funciones como la planificación, organización, dirección, coordinación y control. Un administrador efectivo utiliza habilidades como la motivación, el logro de objetivos, la toma de decisiones y la planeación para asegurar la productividad de los empleados y los beneficios de la organización. La administración se aplica en diversas áreas como el marketing, los negocios internacionales y la gestión ambiental.