Este documento describe la insuficiencia suprarrenal, una condición caracterizada por una alteración de la función adrenocortical que resulta en un déficit de glucocorticoides, mineralocorticoides y andrógenos adrenales. Se clasifica la insuficiencia suprarrenal como primaria, secundaria o terciaria, y puede ser aguda o crónica. La insuficiencia suprarrenal aguda es una emergencia médica que requiere tratamiento hospitalario inmediato con glucocorticoides y cristaloides.
2. Descrita 1ª vez: 1855: Thomas Addison.
«On the constitutional and local effects of disease
of the suprarenal capsules»
Definición: Transtorno caracterizado por
una alteración de la función adrenocortical
con el consecuente déficit de
glucocorticoides, mineralocorticoides y/o
andrógenos adrenales.
La insuficiencia adrenal se clasifica:
- IA primaria
- IA secundaria
- IA terciaria
- Aguda
- Crónica
3. Prevalencia: IAP: 35-60 casos:1000000 (144
casos:1000000)
IAS: 150-280 casos:1000000
IAP: Clínica: 90% destrucción del cortex
Casi la mitad de los pacientes con Addison: debut:
Crisis adrenal.
Relación varón:mujer 1:1,5-3
Más frecuente a la edad de 30-50 años
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21. CONSENSO MEDICINA INTERNA – NEFROLOGIA
HOSPITAL DE CRUCES PARA EL TRATAMIENTO DE
LA NEFRITIS LUPICA
- PREDNISONA 15-30 mg /día por 2 semanas
- Descenso cada 2 semanas (30 – 20 – 15 – 10)
- 10 mg al día por un mes
- 7,5 mg al día por un mes con reducción posterior hasta
dosis de mantenimiento de 2,5 mg /día
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27. CRISIS ADRENAL:
La insuficiencia adrenal aguda o crisis adrenal es una emergencia
médica que amenaza la vida y que requiere ingreso urgente en el
hospital para la administración parenteral de glucocorticoides y
cristaloides.
Entre el 40 – 50% de pacientes con Addison debutan con una
forma aguda de crisis adrenal.
Frecuencia: 6,3 crisis /100 pacientes/ año (6,6 en IAP y 5,8 en
IAS)
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37. « Yo ensalzaría especialmente al
médico que, ante las enfermedades
agudas, por las que la mayor parte
del género humano se bloquea,
conduce el tratamiento mejor que el
resto »
Hipócrates
38. Por los años que he dedicado a la noble y sagrada misión médica, prefiero la
cercanía y el contacto con el ser doliente y estoy seguro que él también lo
desea, porque como escribió el poeta Saint Exupery: “ Yo creo que llegará el día
en que el enfermo de no se qué se abandonará a las manos de los médicos.
Sin preguntarle nada, estos médicos le extraerán sangre, calcularán algunas
variantes, multiplicarán unas por otras, curarán a este enfermo con una sola
píldora maravillosa. Sin embargo, si yo caigo enfermo, yo me dirigiré a mi viejo
médico de familia. Él me mirará el ángulo del ojo, me tomará el pulso, me
palpará el vientre, pondrá su oreja cálida sobre un blanco paño y me auscultará.
Después toserá, prenderá su pipa, se frotará el mentón y con una dulce sonrisa
calmará mi dolor. Desde luego yo admiro la ciencia, pero yo también admiro la
sabiduría”.
Ramirez A. La faceta humana del médico.