2. Piramo y Tisbe eran dos jóvenes que vivían en casas vecinas. Se conocían desde pequeños y estaban enamorados el uno del otro, pero sus padres se oponían a su relación.
3. Los enamorados conversaban todos los días a través de un hueco en el muro del jardín que separaba las casas. Ellos se lamentaban de ni poder verse tocarse o incluso… besarse, tal fue su desesperación que decidieron verse fuera de sus casas e incluso de la ciudad, junto al sepulcro de Nino. Al pie de este sepulcro había un árbol de frutos blancos y al otro lado del sepulcro había una fuente.
4. Tisbe llego antes de lo convenido al moral, mientras esperaba a su amado Piramo se apareció una leona sedienta. Traía el hocico manchado de sangre. Cuando Tisbe la vio huyo de allí sin percatarse de que se la callo el velo. La leona antes de internar en el bosque jugueteo con el velo de Tisbe. Cuando Piramo llego y no vio junto al sepulcro a su amada pero si el velo ensangrentado, este pensó que Tisbe estaba muerta y que era por su culpa por haber llegado el después que ella se lamento y decidió quitarse la vida con un puñal que llevaba en la cintura.
5. Cuando Tisbe volvió y vio los frutos negros pensaba que se había equivocado ya que ella los recordaba blancos y de repente vio el cuerpo de Piramo en el suelo, ella coloco su cabeza en su regazo pero este murió. Entonces ella al darse cuenta de su malentendido decidió matarse y le pidió al árbol que dejase los frutos de color negro en señal de su luto y por que negro es el color de ese fruto cuando madura.