1. Es una actividad estructurada en forma
sistemática y coherente de los componentes que
intervienen en la acción educativa (alumno/a,
docente, objetivos, contenidos, actividades,
materiales, evaluación, etc) y facilita lo procesos
de enseñanza – aprendizaje
2. FLEXIBLE: el planeamiento se constituye en una guía de
trabajo ajustable, de modo que permita a las instituciones,
docente la toma de decisiones que permitan mejorar los
procesos de enseñanza – aprendizaje.
PERMANENTE: es un proceso continuo y dinámico;
nunca es algo totalmente acabado, siempre está en
constante revisión en función de los resultados obtenidos.
RELEVANTE: es un instrumento de consulta fundamental,
que todo docente debe usar de la mejor manera posible y
cuantas veces sea necesario, para lo cual las instancias
inmediatas deben ofrecer asesoría.
3. COHERENTE: debe haber coherencia entre el
planeamiento de aula, el planeamiento institucional y los
programas de estudio, así también entre los objetivos,
contenidos, estrategias y evaluación.
PROSPECTIVO: se establece un vínculo entre los
hechos pasados, el presente y el futuro de la mediación y
práctica pedagógica.
PARTICIPATIVO: debe contemplar la interacción de
alumnos/as, padres y madres de familia y otros actores
sociales, y el responsable de lograrlo es el docente. Los
actores sociales pueden ayudar a identificar las necesidades
e intereses que deben tomarse en cuenta en el momento de
realizar el planeamiento.
4. PERTINENTE: debe responder tanto a los
programas de estudio, a los avances científicos,
tecnológicos y culturales como a las necesidades
e intereses de los estudiantes, que ayude a la
toma de decisiones y hacer los ajustes
pertinentes, lo cual ofrece seguridad y confianza
en la práctica de aula.
5. Disminuye la improvisación y los factores internos y
externos que podrían estar afectando el logro de los
objetivos que se pretenden en la política educativa y en
los programas de estudio.
Permite concretar en el aula los lineamientos de la
política educativa y los que han sido definidos por los
docentes del centro educativo.
Se puede hacer un mejor y eficaz aprovechamiento de
todos los recursos (humanos, materiales y financieros)
del centro educativo y la comunidad.
Los recursos didácticos son mejor aprovechados
cuando se planifica.
6. Disminuye la incertidumbre y refuerza la seguridad
en la práctica pedagógica.
Fortalece el trabajo en equipo y el desarrollo del
centro educativo, donde se involucran e interactúan
docentes, alumnos y padres de familia alrededor de
metas comunes.
Favorece la creatividad de los involucrados en el
proceso de enseñanza – aprendizaje.
Se logran mejores resultados en las actividades y
experiencias de aprendizaje.
7. Hay dificultades para concretar, contextualizar, moldear y
adecuar lo que dicen los programas de estudio a las
necesidades del aula y de la comunidad.
Faltan establecer coherencia horizontal entre objetivos,
contenidos, estrategias de aprendizaje, criterios de
evaluación y recursos.
El proceso de enseñanza –aprendizaje se restringe a la
información en detrimento de la formación.
La práctica en el aula no cambia y debe hacerse del trabajo
de aula una práctica renovadora.