Un entrenamiento inteligente consta de cuatro etapas: 1) evaluación inicial de la condición física y capacidad aeróbica, 2) planificación de los días para entrenamiento de fuerza y cardiovascular, 3) seguimiento a través de un diario de ejercicios y hábitos nutricionales, 4) re-evaluación para comparar los resultados iniciales con la evolución actual.