🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
Antecedentes y posturas filosoficas diana
1. República Bolivariana de Venezuela
Universidad Fermín Toro
Escuela de Relaciones Industriales
Diana Cuesta
C.I. 18.961.693
Noviembre, 2013
2.
3. Sistema Tribal
La historia registra la forma en que se generaron las primeras relaciones sociales entre los seres
humanos; relaciones que se dieron a causa de la patente debilidad de éstos para atender por sí solos sus
necesidades de subsistencia; ante la necesidad de satisfacer en grupo, necesidades vitales como; la
alimentación, el alojamiento, la ayuda mutua, la defensa contra los animales feroces, la protección ante
los fenómenos naturales, y un sin fin de otras necesidades humanas. Este era un sistema basado
esencialmente en una economía de caza, pesca y pastoreo, y su organización de trabajo estaba
estructurada en pequeños grupos sociales, tribu o clan, donde cada miembro tenía la obligación de
trabajar en beneficio de la subsistencia de todo el clan. Se reconocía la especialización y las diferencias
entre los sexos; la autoridad tenía que ver con la edad, la experiencia y el sexo, y era ejercida en
representación de toda la tribu.
Las guerras entre los pueblos, que daba el derecho al vencedor de quitar la vida al vencido y a sus
descendientes o aprovecharla en su servicio, y las diferencias entre los hombres en lo relativo a deudas,
delitos, costumbres, conocimientos, gustos, poder, ubicaron a unos en posición de autoridad y dominio
sobre otros, y se convirtieron en amos y los otros en esclavos. Se instituyó un sistema laboral basado en
la esclavitud. La esclavitud era una situación aceptada y a menudo esencial para la economía y la
sociedad de las civilizaciones antiguas, donde los esclavos se limitaban a recibir y acatar ordenes y
trabajar para los amos; el esclavo carecía de derechos, la obligación de los amos se reducía a la
alimentación y al abrigo.
4. Desde los tiempos más remotos, el esclavo se definía legalmente como una
mercancía que el dueño podía vender, comprar, regalar o cambiar por una
deuda, sin que el esclavo pudiera ejercer ningún derecho u objeción
personal o legal. Un esclavo se caracteriza porque su trabajo o sus servicios
se obtienen por la fuerza y su persona física era considerada como
propiedad de su dueño, que dispone de él a su voluntad. Después de la
caída del Imperio romano, durante las invasiones bárbaras entre los siglos V
y X, la institución de la esclavitud se transformó en un sistema menos
vinculante, conocido como servidumbre.
5. Sistema feudal
El feudalismo se caracterizó por la concesión de feudos (casi siempre en forma de tierras y trabajo) a cambio de una
prestación política, económica y militar, contrato sellado por un juramento de homenaje y fidelidad; el vasallo no sólo
prestaba el obligado juramento de fidelidad a su señor, sino también un juramento especial de homenaje al señor
feudal, el cual, a su vez, le investía con un feudo. Pero tanto el señor como el siervo o vasallo eran hombres libres.
Además se aceptaba de forma unánime que las tierras entregadas al vasallo eran hereditarias, siempre y cuando el
heredero que las recibiera fuera grato al señor y pagara un impuesto de herencia llamado "socorro", además la viuda de
un vasallo tenía derecho a una pensión de por vida sobre el feudo de su marido.
De este modo, el feudalismo se convirtió en una institución tanto política como económica y militar, basada en una
relación contractual entre dos personas individuales, las cuales mantenían sus respectivos derechos sobre el feudo. Los
vínculos feudales devolvieron cierta unidad, dentro de la cual los señores renunciaban a parte de su libertad, lo que era
necesario para lograr una cooperación eficaz. Bajo la dirección de sus señores feudales, los vasallos pudieron defenderse
de sus enemigos, y más tarde crear principados feudales de cierta importancia y complejidad. Una vez que el feudalismo
demostró su utilidad local Reyes y Emperadores lo adoptaron para fortalecer sus monarquías.
El feudalismo alcanzó su madurez en el siglo XI y tuvo su máximo apogeo en los siglos XII y XIII. Su cuna fue la región
comprendida entre los ríos Rin y Loira, dominada por el ducado de Normandía. Al conquistar sus soberanos, a fines del
siglo XI, el sur de Italia, Sicilia e Inglaterra y ocupar Tierra Santa en la primera Cruzada, establecieron en todas estas
zonas las instituciones feudales.
El feudalismo asumía que casi toda la tierra pertenecía al señor feudal; bien el rey, el duque, el marqués o el conde; que la
recibía de Dios. Este cedía los feudos a sus barones, los cuales le rendían el obligado juramento por el que prestaban su
ayuda política, económica y militar, según los términos de la cesión. Los nobles podían ceder parte de sus feudos a
caballeros que le rindieran, a su vez, homenaje y fidelidad y les sirvieran de acuerdo a la extensión de las tierras
concedidas. Los nobles podían adquirir dos o más feudos y eran proclives a ceder, a su vez, parte de esas posesiones en la
medida necesaria para obtener el servicio al que estaban obligados con su superior. Mediante este subenfeudamiento se
creó una pirámide feudal, con el monarca en la cúspide, unos señores intermedios por debajo y un grupo de caballeros
feudales para servir a la convocatoria real y los siervos que sólo disfrutaban de la tenencia de la tierra, la cual cultivaban
a cambio de la protección del señor y al que le entregaban parte de los productos obtenidos.
6. Finalmente, la Iglesia consideraba que los gobernantes lo eran por la gracia de Dios y
estaban revestidos de un derecho sagrado. El florecimiento del comercio y de la industria
dio lugar al desarrollo de las ciudades y a la aparición de una incipiente burguesía, la cual
exigió a los monarcas que mantuvieran la libertad y el orden necesarios para el desarrollo
de la actividad comercial. Esa población urbana también demandó un papel en el gobierno
de las ciudades para mantener su riqueza. Se establecieron impuestos y con estos
impuestos que los gobernantes obtuvieron de las ciudades, pudieron contratar sirvientes
civiles y soldados profesionales. De este modo pudieron imponer su voluntad sobre el
feudo y hacerse más independientes del servicio de sus vasallos.
Pero al mismo tiempo este nuevo grupo social, la burguesía, aprovechó las grandes
travesías y expediciones de los siglos XV y XVI para reforzar las tendencias del
intercambio y del comercio, ya que se creó un enorme circuito comercial que abarcó a casi
todo el globo terrestre. Además el descubrimiento del Nuevo Mundo y la entrada en
Europa de enormes cantidades de metales preciosos provenientes de aquellas
tierras, produjeron un cambio de las relaciones feudales puesto que el orden económico
resultante de estos acontecimientos fue un sistema en el que predominaba lo comercial o
mercantil, es decir, cuyo objetivo principal consistía en intercambiar bienes e implicó una
reciproca influencia entre colonizadores y colonizados. Lo cual produjo que la producción
eminentemente rural, patrimonio de los señores feudales, pasara a segundo plano. Este
proceso fue capitalizado por la burguesía, la que al aumentar su poder económico y al
acumular riquezas, estuvo dispuesta a eliminar a sus principales opositores, los señores
feudales y a manejar los resortes de la economía, con lo que se dio inicio a principios del
siglo XVI a la llamada Revolución Comercial.
Para finales del siglo XVII y principios del XVIII, se comienzan a aplicar nuevos métodos
en la producción agrícola, se inicia la expansión de los talleres manufactureros, aparecen
bancos y otras instituciones para el manejo del capital. Las fuerzas que propiciaban el
progreso económico se expanden y llegan a dominar la sociedad; nace el capitalista.
7. Sistema Gremial
Comenzaron a transformarse a partir del siglo XIV a causa de la aparición de los gremios de
artesanos, agrupados por oficios, que terminaron monopolizando la producción y venta de los
productos que fabricaban. En aquellos casos en los cuales los comerciantes habían conseguido
hacerse con el poder municipal, su sistema perdió fuerza al aparecer los Estados-nación, con
gobiernos centrales que disputaban el poder de las corporaciones locales. Todo ello llevó a la
desaparición definitiva, a finales de la edad media, de este tipo de asociaciones.
Los integrantes de estos gremios, artesanos, eran hombres libres, que estaban protegidos por la
realeza; estos hombres eran artesanos, vivían en villas o pequeños poblados, desarrollaban sus
actividades en talleres y producían y comercializaban artículos necesarios para el consumo de la
población. Cada taller tenía un jefe o dueño, que era el maestro; algunos oficiales, que eran sus
ayudantes; y algunos aprendices que se iniciaban en el oficio. Es a partir de este sistema de
trabajo que el hombre comenzaba a ser dueño de su propio trabajo, ya que, generalmente, el
producto llevaba la marca de la persona que lo hacía, y casi siempre que un trabajador iniciaba
una obra la terminaba.
Este tipo de gremios apareció cuando un grupo de artesanos pertenecientes a un mismo oficio se
agruparon, imitando el ejemplo de los comerciantes de la ciudad, para defender sus intereses. En
algunos casos la asociación tuvo en su origen una motivación religiosa, como la creación de
cofradías para venerar a un santo patrón, pero al comprobar que todos sus miembros tenían el
mismo oficio, empezó a preocuparse más por las necesidades económicas de los miembros que
por sus objetivos religiosos. A mediados del siglo XII existían gremios de artesanos en toda
Europa occidental.
8. En algunas ciudades la pertenencia al gremio era voluntaria, pero en otras
el gremio ejercía un poder absoluto, y quien quisiera ejercer ese oficio tenía
que integrarse en la asociación. Los miembros se dividían en tres clases,
como ya dijimos: Maestros, oficiales y aprendices. El maestro era un
pequeño propietario, poseía las materias primas y las herramientas
necesarias, y vendía los productos en su tienda para su propio beneficio.
Los oficiales y aprendices vivían en la casa del maestro. Los aprendices,
que estaban iniciándose en la profesión, aprendían con el maestro y
recibían por su trabajo tan sólo comida y alojamiento. Cuando un aprendiz
había concluido su aprendizaje se convertía en oficial y pasaba a recibir un
sueldo fijo. Con el tiempo, el oficial podía convertirse, a su vez, en maestro
tras realizar un trabajo concreto que le servía para superar el examen que
los maestros le proponían y demostrar su capacidad. Este trabajo se
denominaba obra maestra. Pero los maestros preferían no aumentar la
competencia, por lo que las condiciones para convertirse en maestro eran
cada vez más difíciles de conseguir, reduciéndose el ingreso a miembros de
pocas familias. A partir del siglo XIV las condiciones se hicieron tan estrictas
que era casi imposible acceder al rango de maestro.
Entre los siglos XIV y XVI los oficiales se fueron asociando para exigir
mayores sueldos y mejores condiciones laborales. Estas asociaciones se
consideran precursoras de los actuales sindicatos, debido a su defensa de
los derechos de los trabajadores.
9. Revolución industrial
Los historiadores afirman que la revolución industrial fue un proceso de cambios técnicos y económicos que
empezó aproximadamente en el año 1.770 y se extendió hasta 1.850. Las transformaciones se fueron dando a
medida que se aplicaron los nuevos avances científicos, e introdujeron cambios de gran importancia en toda la
Europa occidental. Por eso decimos que la revolución industrial (aunque tiene una fecha de inicio) se trató de un
proceso y no de un cambio violento.
Los FACTORES o CAUSAS que permitieron que la revolución industrial se produjera en Inglaterra fueron:
~ La participación política de la burguesía: que le permitió tomar medidas favorables en la economía
~ La existencia de mercados externos fundamentalmente coloniales, y la posesión de una flota de guerra que
dominaba los mares y de una flota mercante que trasladaba materias primas y alimentos.
~ La disponibilidad de capital por la acumulación de riquezas provenientes al comercio internacional.
~ El desarrollo de la economía liberal: que propiciaba la iniciativa privada y la búsqueda de ganancia sin
intervención
estatal.
~ La existencia de un mercado interno: constituido por una población urbana que no dejaba de crecer debido a las
migraciones de los campesinos desplazados a la ciudad por los cercamientos de los campos.
~ La disponibilidad de recursos naturales: el carbón y el hierro, además de un importante desarrollo técnico.
10. La revolución industrial impulsó el sistema capitalista. Adam Smith fue un economista y
filosofo escocés que estableció las bases de la teoría económica denominada
LIBERALISMO. Según él, al dejar al individuo en libertad, éste no solo obtiene su propio
bienestar sino que también contribuye al bienestar común de sus semejantes. Debía existir
una total libertad para crear empresas, contratar trabajadores, establecer los precios de los
productos. Los gobiernos debían dejar actuar libremente a las fuerzas del mercado, de
acuerdo con la ley de ofertas y demandas.
Mecánicos, técnicos, inventores británicos del siglo XVIII desarrollaron aplicaciones
prácticas para aumentar y mejorar la producción minera y mano-facturada. La renovación
tecnológica que ellos generaron al multiplicar la producción y aumentar la productividad,
aminoró los costos e incrementó las ganancias y la competitividad.
El primer gran avance se produjo en 1733 cuando Jonh Kai creó la lanzadera volante que
con el trabajo de un solo tejedor permitía tejer más rápido piezas de mayor anchura.
Algunos años después se hizo evidente que la producción de hilo no alcanzaba para
abastecer a la nueva máquina. Para solucionar este inconveniente en 1764 James
Hargreaves inventó la llamada “Spining Jenny” una hiladora que podía hilar 8 copos de
lana al mismo tiempo. Pero como la nueva máquina producía hilos demasiados finos en
1768, Richard Arkwright ideó una máquina capaz de tejer hilos más gruesos, pero que por
su tamaño debía ser accionada por la fuerza hidráulica de los saltos de agua, por eso se la
llamo “Water Frame”. Fue Samuel Crompton quien finalmente logró crear una máquina de
hilar (Conocida como “Mule Jenny”) que producía hilos finos pero lo suficientemente
fuertes.
11.
Mientras tanto, James Watt analizaba un artefacto creado hacia 1720 para investigar la fuerza expansiva del
vapor. Así perfeccionó la Máquina de Vapor. Desde 1785 se la comenzó a usar para mover un elemento reciente:
el telar mecánico. A partir de entonces la producción textil se duplicó. Diversos productores de paños comenzaron
a concentrar las nuevas máquinas hiladoras y tejedoras en un mismo edificio, ésta les permitía uniformar la calidad
de producción, supervisar el trabajo, dividir las tareas de sus trabajadores. El aumento de la producción textil
pronto desarrolló otras áreas de la economía, como la minería que proporcionaba el carbón y el hierro. Antiguos
talleres fueron sustituidos por una nueva unidad de producción: LAS FÁBRICAS. Eran grandes galpones en los
que se concentraban la materia prima, los medios de producción, la energía y la fuerza de trabajo. Al inicio de la
revolución industrial, las fábricas fueron instaladas por antiguos dueños de talleres o por campesinos afortunados
que habían vendido sus medianas propiedades cuando se extendió el cercamiento de los campos, estos
empresarios gradualmente fueron haciendo grandes fortunas. Las fábricas, al utilizar máquinas de vapor y no
necesitar la fuerza hidráulica se instalaron en las ciudades y alrededor de ellas surgieron los barrios obreros en los
que se acumulaba el proletariado en casas estrechas, pequeñas y húmedas. La necesidad de acercar las materias
primas a las fábricas y de facilitar las salidas de los productos elaborados hacia los lugares de venta contribuyó al
desarrollo de caminos, canales y carreteras. Esta necesidad también dio origen al la invención de un medio de
trasporte que a partir de 1825 daría inicio a una nueva a etapa de la revolución: el FERROCARRIL.
La revolución industrial se llevó a cabo con el motor del capitalismo, permitiendo la generación de capitales cuyas
utilidades se reinvirtieron con el sistema industrial. Durante este periodo, la industria se afirmó como la principal
actividad económica. La producción industrial estableció nuevas relaciones sociales de producción entre patrones
y obreros, cuyo principal objetivo era la obtención de ganancia por el pago de un salario mínimo. La
industrialización generó una nueva y dinámica estructura social, surgieron así nuevas categorías sociales: los
empresarios (dueños de las fabricas), una burguesía rica, culta y emprendedora (que acumulaba grandes fortunas)
y los obreros asalariados que constituyeron el proletariado industrial y formaban parte de la escala social más baja.
12.
13. Católica
La tradición oral heredada desde la postura religiosa (católica principalmente)
nos ha regalado el paradigma de que el trabajo sin sacrificio y sufrimiento no
tiene recompensa ni es valioso, asociando la constancia y la perseverancia al
sufrimiento, desechando la inteligencia, la capacidad creativa, la posibilidad de
decidir, diciéndonos en cada paso que la forma de aliviar el camino es la
conformidad que brinda la religión como si fuese un plan urdido para el
divertimento de Dios.
Desde la mirada humanista, el trabajo es un derecho y un deber del
hombre, motivador de su energía creativa y camino a la autorrealización a
través del cual se desarrolla el potencial y por ende se alcanza la libertad.
Sin embargo, si nos atrevemos a juntar las partes para hacer un todo, como
planteo al inicio de este texto y desapegamos tanto la concepción
religiosa, como la mirada de alienación social planteada por Marx (en este caso
dos extremos similares) nos damos cuenta que en esencia el planteamiento del
trabajo es el mismo…es un derecho y un deber, va desde el hombre hacia el
hombre, perfeccionándolo tanto física como mentalmente, influyendo en su
entorno social, tan fuerte y tan débil como el propio hombre que lo
ejerce, siempre a medida de sus capacidades, aptitudes y determinación.
14. Clásico - Tradicional
ESCEPTICISMO: Niega la posibilidad de alcanzar la objetividad y la verdad, todo es
dudoso, lo mejor es no afirma ni negar nada.
Enesidemo: “ Tengo frio, de eso no puedo dudar, pero ¿Hace frío? No hay medio de
saberlo” .
Protágoras de Abdera: Enseñó que los seres humanos sólo pueden conocer su
percepción de las cosas, no las cosas en sí.
Gorgias: Proclamó que todas las afirmaciones relativas a la realidad son falsas y que,
aunque fueran verdad, su veracidad no podía nunca ser probada
15.
REALISMO: El realismo sostiene que el hombre es capaz de alcanzar el conocimiento de la realidad con sus facultades
cognoscitivas. Se opone al escepticismo; toma una postura intermedia entre el empirismo y el racionalismo y supera al
idealismo porque acepta el conocimiento de la realidad.
Aristóteles: Lo que ahora se conoce como lógica clásica o tradicional fue por primera vez enunciada por
Aristóteles, quien elaboró leyes para un correcto razonamiento silogístico. Un silogismo es una proposición hecha
de una de estas cuatro afirmaciones posibles: "Todo A es B" (universal afirmativo), "Nada de A es B" (universal
negativo), "Algo de A es B" (particular afirmativo), o "Algo de A no es B" (particular negativo). Las letras
sustituyen a palabras comunes como "perro", "animal de cuatro patas", o "cosa viviente", llamadas términos del
silogismo. Un silogismo bien formulado consta de dos premisas y una conclusión, debiendo tener cada premisa un
término en común con la conclusión y un segundo término relacionado con la otra premisa. En lógica clásica se
formulan reglas por las que todos los silogismos bien construidos se identifican como formas válidas o no válidas
de argumentaciones.
Santo Tomas de Aquino: Insistía en que las verdades de la fe y las propias de la experiencia sensible, así como las
presentaba Aristóteles, son compatibles y complementarias. Algunas verdades, como el misterio de la
Encarnación, pueden ser conocidas sólo a través de la revelación, y otras, como la composición de las cosas
materiales, sólo a través de la experiencia; aun otras, como la existencia de Dios, son conocidas a través de ambas
por igual.
San Anselmo de Canterbury: "El conocimiento que adquirimos de las cosas supone la cooperación de los
sentidos y de la inteligencia, pero San Anselmo no precisa el modo de esta cooperación y se contenta con tomar sin
profundizar en ellas, algunas expresiones agustinianas sobre la iluminación del alma por Dios".
16. EMPIRISMO: Sostiene que el hombre puede alcanzar la verdad por
medio de los sentidos, en cambio afirma que la razón es engañosa y es
la causante de teorías erróneas a cerca de la realidad.
George Berkeley: Inspirándose en Newton y en Locke, dice que el
conocimiento verdadero se da en el mundo que nos revelan los sentidos y
que únicamente estos le confieren realidad. Que el mundo que
conocemos sólo se hace real a través de los sentidos.
Locke: Todas las ideas del entendimiento provienen del conocimiento
sensible. De las sensaciones, llamadas por Locke "ideas simples,
proceden las demás ideas "complejas" por un proceso de asociación y
combinación.
Hume: Llevó el empirismo de Locke hasta sus últimas consecuencias.
Según Hume, el conocimiento humano se compone de impresiones
sensibles y de idéas, que se forman a partir de los datos de los sentidos.
No podemos ir, pues, más allá de lo que nos aportan los sentidos, y la
existencia verdad de las ideas resultan injustificables para nosotros.
17.
RACIONALISMO: Es la postura opuesta a la anterior. El hombre es capaz de llegar a la verdad exclusivamente o
solamente por medio de la razón, pues los sentidos nos engañan a cada paso.
Isaac Newton: Al poder explicar con sus leyes físicas su mundo, se convence de que el universo existe per se. Por
lo tanto, nuestra razón no necesita de una experiencia para poder existir.
Parmenides: El camino a la experiencia solo conduce al error; solo la razón conduce al sabio hacia el corazón de
la verdad y que forma un hermoso circulo.
Gottfried Wilhem von Leibniz: Llegó a la conclusión de que la razón pura es superior a la percepción sensorial.
Para él, lo real es una de las innumerables posibilidades que caben en el universo de la verdad.
IDEALISMO: Sostiene que el hombre solo puede alcanzar lo que esta inmerso (dentro) en su conciencia y jamás puede
conocer lo que son las cosas en si, fuera de su conciencia. Por lo tanto, lo que llamamos realidad es una creación de la
mente.
George Berkeley: Mantenía que no se puede concebir que la materia exista con independencia de la mente; los
fenómenos de los sentidos sólo pueden explicarse suponiendo que hay un dios que provoca de forma continua la
percepción en la mente humana.
Hegel: El cometido de la filosofía es explicar el desarrollo del espíritu absoluto. Esto implicaba, en primer lugar,
esclarecer la estructura racional interna de lo absoluto; en segundo lugar, demostrar de qué forma lo absoluto se
manifiesta en la naturaleza y en la historia humana; y en tercer lugar, explicar la naturaleza teleológica de lo
absoluto, es decir, mostrar el destino o el propósito hacia el que se dirige.
Fichte: El hecho de que el ego, el "yo", aprehenda su libre actividad, constituye su propia afirmación, que sin
remedio le lleva al enfrentamiento con el "no yo", el no ego, la otreidad. La conciencia consiste en este dinámico
encuentro entre el "yo" y el "no yo" por el que uno mismo y el mundo se definen y se realizan e interrelacionan. El
idealismo ético fichteano, que subrayaba el deseo moral, es una derivación y una consecuencia de dicha
concepción acerca del "yo".
18. Marxista
Para Marx la noción de trabajo va más allá de su dimensión
puramente económica y se convierte en una categoría
antropológica: Marx caracteriza al hombre como un ser
dotado de un “principio de movimiento”, principio que
determina su impulso para la creación, para la
transformación de la realidad. El hombre no es un ser
pasivo sino activo, y el trabajo o la actividad personal la
expresión de sus capacidades físicas y mentales, el lugar en
donde el hombre se desarrolla y perfecciona (más
exactamente, donde se debería desarrollar y perfeccionar);
de ahí que el trabajo no sea un mero medio para la
producción de mercancías sino un fin en sí mismo y que
pueda ser buscado por sí mismo y gozado.
19. Dada esta comprensión de la naturaleza humana como la
de un ser que sólo puede encontrar su perfección en el
trabajo, no es extraño que el tema central de la filosofía
marxiana sea la transformación del trabajo sin sentido,
enajenado, del trabajo como un mero medio, en un trabajo
enriquecedor, en un trabajo libre.
En sus primeros escritos, llamó “actividad personal” a la
realización de esta inclinación al movimiento, y cuando
criticó la forma concreta de darse esta actividad en las
sociedades de explotación pidió la “abolición del trabajo”. En
escritos posteriores estableció la diferencia entre trabajo
libre y trabajo enajenado y su crítica a la alienación se
expresó en su preocupación por la “emancipación del
trabajo”.
20. Post - moderna
Debe destacarse que en materia de organización del trabajo se
inicia, en la década de los sesenta del siglo pasado, un proceso de
crisis del taylorismo y del fordismo, de reestructuración
productiva. La discusión se centra en la nueva forma de
conformación de las sociedades y sobre el tipo de relaciones que
se estarían propiciando dentro del contexto del trabajo.
En ese sentido, implica un nuevo paradigma productivo basado en
el concepto de la empresa como modelo sistémico, en el cual el
análisis de las partes sólo tiene sentido en relación con el todo,
donde los principios de participación, de responsabilidad y
autonomía darían la tónica a la organización del trabajo y el
trabajo calificado, autónomo y responsable constituyen la base
del proceso productivo.
21. En resumen, se entiende en primera instancia cuáles son las
necesidades del hombre que busca el conocimiento en la
postmodernidad, y éstas serán derivadas de los cambios
que la postmodernidad misma sugiere. Un hombre
postmoderno entiende en primer término que su enlace con
el mundo se da a través del lenguaje, no sólo el escrito, sino
el oral y el corporal.
Deja de buscar meta relatos o abstracciones, pide que se
dejen a un lado los absolutos y que exista una
hermeneutización del saber. En la postmodernidad se
presenta una exaltación de la práctica sobre la teoría, lo
que deriva en el estudio de temas como política y sociedad.
Debemos entender que un hombre en la postmodernidad no
busca la verdad, sino llegar a la interpretación que parezca
más satisfactoria mediante la interdisciplinariedad.