A pesar de los muchos esfuerzos, la tarea de encontrar una sola relación entre nuestra genética, la información que nos hace lo que somos, y el comportamiento ha sido infructuosa.
2. LA INFLUENCIA DE LOS GENES EN EL COMPORTAMIENTO HUMANO
Durante ya varios años ha existido un debate entre la genética y la
psicología que hasta ahora sigue presente y que no se ha propuesto
aúna un ganador, puesto que de cada parte existen argumentos y
pruebas que dan parte de razón a cada una en el estudio del
comportamiento humano. Los caracteres heredados influyen
enormemente a lo largo de nuestras vidas, no solo en aspectos
físicos, y con esto quiero dar a entender que
“el peso específico de la herencia genética fue y sigue siendo, a la luz
de las últimas conclusiones vertidas desde el ámbito de la genética,
en gran medida
determinante de ciertas características personales como la inteligenci
a, el carácter o las preferencias sexuales”
3. GENES
Un gen es el conjunto de una secuencia determinada de nucleótidos de
uno de los lados de la escalera del cromosoma referenciado. La
secuencia puede llegar a formar proteínas, o serán inhibidas,
dependiendo del programa asignado para la célula que porte los
cromosomas
ADN
Ácido desoxirribonucleico, frecuentemente abreviado ADN (y también DNA,
del inglés Deoxyribo Nucleic Acid), es un ácido nucleico que contiene las
instrucciones genéticas usadas en el desarrollo y el funcionamiento de
todos los organismos vivos conocidos y algunos virus. El papel principal.
de moléculas de ADN es el de ser portador y transmisor entre generaciones
de información genética. El ADN a menudo es comparado aun manual de
instrucciones, ya que este contiene las instrucciones para construir otros
componentes de las células, como moléculas de ARN y proteína.
4. La genética del comportamiento estudia las influencias genéticas y ambientales
que dan lugar a diferencias en la conducta; en definitiva, el conocimiento de las
bases genéticas (y las influencias ambientales) de la conducta normal y
la psicopatología, así como los trastornos psicológicos asociados a las
alteraciones genéticas, ya sean estas génicas o cromosómicas.
Las enfermedades que tienen una base genética tienen un gran impacto en la
salud, porque aunque la frecuencia de algunas de estas sea muy baja, la
incidencia total de las alteraciones genéticas en la salud es importante, sobre
todo en las sociedades occidentales, donde la muerte por causa ambiental
(desnutrición, infecciones, etc.) se ha reducido enormemente. La participación de
la herencia en las enfermedades y muertes, sobre todo infantiles, ha aumentado
sensiblemente en los últimos cien años.
genética del comportamiento
5. La información genética almacenada en los genes sólo determina las condiciones
iniciales para el desarrollo del organismo.
La apariencia final de un ser vivo es el resultado de la interacción entre sus genes y
células a través de las señales y compuestos que actúan como mensajeros. En el
resultado final también están implicados factores ambientales como la nutrición, la
duración del día y la temperatura.
Esto también sucede con algunas enfermedades mentales como la esquizofrenia,
el trastorno bipolar o la depresión mayor, que tienen una predisposición o
susceptibilidad genética. Pero este factor no es suficiente para explicar el desarrollo
de dichas patologías, para que la enfermedad se desarrolle debe interactuar con
ciertos factores ambientales desencadenantes.
Resumiendo, si bien es cierto que existen personas con un mayor riesgo genético
para desarrollar una enfermedad psiquiátrica, también es verdad que poseen
mecanismos ambientales compensatorios que pueden evitarla.
6. Un grupo de científicos de Viena ha analizado la importancia de dos neuropéptidos en
la identificación de señales emocionales y en comportamiento social. De tal manera
que la exploración de éstos, podría ayudar a establecer las diferencias individuales
existentes en la expresión de psicopatías. Gracias a trabajos como este, poco a poco
se van disipando las incógnitas que rodean al desarrollo y funcionamiento del cerebro
en relación con el comportamiento humano. Por Anabel Paramá.
Cada vez son más numerosas las investigaciones que indican que los genes no sólo
determinan nuestro estado de salud sino que también condicionan nuestra conducta.
Pero, no sólo la genética influye en nuestro comportamiento sino que el entorno
también desempeña un importante papel.
Las personas generamos y percibimos “señales” sociales a través del lenguaje
corporal verbal y el lenguaje no verbal. Estas señales incluyen gestos faciales,
posturas corporales y una amplia variedad de manifestaciones. Todo este conjunto es
lo que va a exteriorizar nuestro estado de ánimo y nos permite establecer un
determinado grado de empatía por los demás.
Entorno y genética condicionan nuestros sentimientos y relaciones sociales
7. La empatía, la capacidad de reconocer y compartir las emociones de
los demás, se puede considerar como un aspecto multifacético, ya que
presenta aspectos cognitivos y emocionales. Pero, realmente son
difíciles de establecer las vías moleculares y su interacción con los
factores ambientales que modulen su expresión.
En este sentido, un grupo de investigadores de la Universidad de
Viena (Austria) ha dado un enfoque neurogenético a la investigación
que fue publicada, recientemente, en la revista BMC Evolutionary
Biology. Este estudio analiza los polimofismos (variaciones en la
secuencia de ADN de una única base nucleotídica) que afectan a los
genes receptores de la oxitocina y vasopresina. Ambas ligados a
determinados comportamientos sociales.