10. A VISTA DE PÁJARO Volando yo iba, mirando para abajo, culebras, camellos y cactus veía ¡arena y dunas a destajo! Volando yo iba, mirando para arriba lianas, monos y pájaros ¡árboles por todos los lados! Volando yo iba, mirando a los lados mar, rocas y algas había ¡azul infinito y amargo!
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12. El cantar de la primavera Ruiseñor, dulce Ruiseñor Que escoltando al despertar del sol Entonas tus melodías de amor. Eres hijo de la primavera y vuelas sobre las verdes praderas, Las flores te observan risueñas. ¿A quien le cantas Ruiseñor? ¿A la vida? ¿Al amor? Tu cantar me alegra el corazón. Dulce y angelical, Hermoso como el mar, Indescriptible es tu cantar. Laura Porto
13. Galicia y su biodiversidad Galicia y su biodiversidad, llena de vida está. Desde el esbelto ciervo hasta el viejo roble, todos en concierto, armonía en Galicia noble. Galicia y su biodiversidad, siempre verde estará. En el cielo gris cantan los estorninos ocultos en verde ciprés que les proporciona abrigo. Galicia y su biodiversidad, color de esperanza tendrá. El burdo tojo llora de frío mojado por las mañanas, frescas gotas de rocío.
14. Galicia y su biodiversidad en nuestros corazones perdurará. Y en la enmarañada silva crecen las moras como gotitas de sangre entre las verdes hojas. Galicia y su biodiversidad, mar y monte es y será. Y la fría rana al pie de la charca Con su monótono canto Órdenes del río acata. Río que fluye, río que mana, río que muere en el agua salada. Galicia y su biodiversidad tierra y vida por siempre jamás. Rubén
15. ¿Vuelas conmigo? ¿Vuelas conmigo? Te quiero enseñar un paraíso digno de recordar. Por muchos sitios he ido, poco tiempo he vivido, pero más corta mi vida será si no vienes tú conmigo. Quiero dibujarme en tu cuerpo, por tu pelo danzar, hacerte cosquillas en los labios. Una única cosa te pido: quiero volar, sólo prométeme que nunca me olvidarás. Isabel Basanta
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21. La caza del ciervo Juega inocente por el bosque Sin saber el peligro que corre. De pronto se detiene, Oye un silencio peligroso ¡En verdad es sospechoso! ¡Quizás la muerte viene! Está indeciso en lo que hacer ¿Quedarse quieto o echarse a correr? Entre los árboles ya avanza, Lo acecha el afilado diente De un hábil lebrel de caza. El ciervo, trágico pavor siente. Corre, corre sin parar Sin atreverse hacia atrás a mirar Cae derribado sobre secas hojas Tiñéndolas de rojo mora. Sus días han acabado. Él lo sabe, llora. Llora entre el estruendo De perros de caza hambrientos. Después muere en silencio. Esther
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25. OASIS Cruzando el desierto buscaba agua, palmeras y rocas solamente encontraba; en el suelo, serpentinas y huellas de patas; espinas y algunos huesos sólo hallaba. Los camellos me seguían, las serpientes me acechaban, las tinieblas aparecían y al agua yo me acercaba. Nace un nuevo día y diviso a lo lejos, una extraña estampa que de verde y azul se teñía. Ya he llegado, estoy en el paraíso. Pájaros, insectos y plantas danzaban alrededor de una laguna viva. Hidratado estaba, ¡y sólo en el desierto me encontraba! Jéssica
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27. El águila imperial En la cima de la montaña el águila espera, espera a que el viento empiece a soplar, soplando empieza a volar, vuela con la fuerza de un imperio. Deslizándose sobre el cielo, baja hasta el suelo para buscar alimento, al encontrarlo, sin aliento, el rey de los cielos vuelve de nuevo al cielo eterno. David Leira