2. En la literatura actual se pone de manifiesto que existe una
correlación directa entre el estado de la anatomía del
binomio pie-tobillo con las articulaciones adyacentes de
rodilla y cadera, así como una clara predisposición a
ciertas patologías, especialmente por sobrecarga (Meta-
análisis de Neal, 2014; Tong, 2013; Chuter, 2012).
La identificación de la etiología patológica (patogénesis)
del miembro inferior permitirá ser más efectivos y eficientes
tanto en la prevención como en la rutina de trabajo diario.
Por ello, tras la propuesta sobre la Evaluación Postural
ahora se verá el pie la huella plantar.
3. El pie y el tobillo son las estructuras anatómicas que
soportan y transmiten las fuerzas de reacción del
suelo al resto del cuerpo, suponiendo el ejercicio
físico un estrés mecánico sobre el que responderá
adaptativamente, atendiendo a los parámetros
intrínsecos de su contexto (modalidad deportiva,
simetría del gesto técnico, composición corporal del
sujeto, etc).
BIOMECÁNICA DEL PIE Y LA HUELLA
PLANTAR
4. Proporciona una forma válida de analizar la estructura del pie,
siendo el fiel reflejo del estado de las estructuras anatómicas.
Según la modalidad deportiva y la asimetría del gesto técnico, la
huella plantar puede variar tanto en su longitud como en su
ensanchamiento tras la finalización el ejercicio (Sirgo y Aguado,
1991), teniendo en cuenta lo siguiente:
El incremento en la longitud de la huella plantar puede entenderse
como el hundimiento del arco plantar.
Estará influido por la composición corporal del sujeto (Moen, 2012).
Las personas entrenadas mantienen un arco plantar más elevado
frente a las personas sedentarias (Sirgo, 1992), siendo el análisis
de la huella plantar un método indirecto válido para medir la altura
del arco.
5. .-Fotopodograma: descrito por Viladot (1989,
1992) nos permitirá obtener registros válidos,
duraderos y de alta calidad (Aguado, Izquierdo y
González, 1997). Se recoge el contorno objetivo de
la porción del pie que se apoya, aportando una
buena impresión de la huella plantar sin ensuciar la
planta del pie con tintas.
MÉTODOS DE ANÁLISIS DE LA HUELLA
PLANTAR
6. Pedígrafo: similar al anterior. Consiste en pisar
sobre un dispositivo de goma, impregnado en
tinta, bajo el cual hay un papel que tras la pisada
se impregna de la tinta y señala la huella plantar
(Gómez, 2003). No es excesivamente caro,
además de tener la ventaja de no ensuciar la
planta del pie.
7. Protocolo de Hernández Corvo: consiste en
tipificar el pie según las medidas obtenidas con la
imagen de la huella plantar, dando como resultado
seis posibilidades que abarcan desde el pie plano
hasta el pie cavo extremo (Hernández, 1989).
Este protocolo lo podemos emplear con el método
del fotopodograma (papel fotográfico), con el método
del Pedígrafo (instrumento con forma de libro
exclusivo para esta medición) o bien, mediante el
método propuesto por Aguado, Izquierdo y González
(1997) en el que se realiza sobre un folio, utilizando
tinta de estampación o pintura de dedos, con la
ventaja de ser el más económico y el inconveniente
de tener que limpiar la planta del pie tras su
finalización.
8. • Se marcan dos puntos, en las prominencias más internas de la huella (1 y 1´),
se realiza el “trazo inicial” que es el que une ambos puntos.
• Se marca otro punto en la parte más anterior de la huella (incluyendo los dedos) y en la parte
más posterior otro (2 y 2´).
• Se trazan perpendiculares a estos últimos puntos respecto al trazo inicial. La distancia entre
este trazo y el punto 1 es la “medida fundamental” y se ha de trasladar tantas veces como
quepa en el trazo inicial (3, 4 y 5). Se traza una perpendicular a la línea 3, pasando por la
parte más externa de la huella; otra perpendicular a 4 y otra a 5 pasando también por la
parte más externa (6, 7 y 8 respectivamente). La distancia entre el trazo inicial y 6 es X
(ancho del metatarso); la distancia entre 9 y 7 es Y (arco externo, superficie apoyo
mediopié).
MÉTODOS DE HERNANDEZ COROVO
Este método consiste en tipificar el pie según unas medidas que se realizan con base en la impresión
plantar. Se ha elegido por presentar una buena precisión, tanto en la realización como en la clasificación
del tipo de pie, que va desde el pie plano hasta el pie cavo extremo. ha sido el siguiente :
El procedimiento
9. Marcar los puntos 1 y 1’ y se hace pasar por ellos el “trazo inicial” Que son los puntos más
externos del pie.
10. Se marcan los puntos 2 y 2’ y se hacen
pasar por cada uno de ellos líneas
perpendiculares al trazo inicial. El punto 2
no tiene por qué pasar por el primer dedo,
sino que puede estar en cualquiera de los
cinco (el que sobresalga más), el punto 2´ se
encuentra en la zona más baja de la
impresión del talón; es decir, en este punto
encontramos la zona más distal y más
proximal.
11. En el trazo inicial se marca
tantas veces como quepa la
medida fundamental (MF).
12. • Se marca el punto y la línea 9, que pasan por el
lugar de la huella más externo, en el borde interno,
entre las líneas 4 y 5.
• Se marca X (anchura del antepié)
• Y (anchura del mediopié)
• ay (distancia complementaria a Y) y
• ta (anchura del talón)
• Se evalúa el tipo de pie en función de la longitud
de los dedos, para ello se toma como referencia la
línea 2. Se aplicará la fórmula:
%X=(X-Y)·100/X.
15. Con esta herramienta se pueden detectar todas las anomalías que
poseen los pies de las personas. Por lo que aquellas personas que
posean una arquitectura del pie extrema se deben orientar para que
vayan a la consulta de un podólogo para que, si es necesario, les
indiquen las plantillas con el único fin de disminuir al máximo el
número de lesiones que pueden repercutir en la práctica deportiva o
de actividad física.
CONCLUSIÓN