Este documento describe tres tipos de educación: formal, no formal e informal. La educación formal se refiere al sistema educativo institucionalizado que va desde la escuela primaria hasta la universidad. La educación no formal es intencional y organizada pero fuera del ámbito formal y no está regulada por leyes. La educación informal se adquiere a través de experiencias diarias. La educación no formal se aplica en ámbitos organizacionales, de ocio y cultura, sociales y en la propia escuela. En las organizaciones, la educación no formal se brinda a trav
1. TIPOS DE EDUCACIÓN: CLASIFICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS
Fuentes:
Candy, P. & Matthews, J. (1998. Understanding learning at work. Londres: Routledge.
Coombs, Ph. & Ahmed, M . (1974). Attacking rural poverty: how nonformal education can
help. Baltimore: The Jons Hopkins University Press.
Coombs, Ph. (1968). La crisis mundial de la educación. Barcelona: Península.
Dewey, J. (1918). Las escuelas del mañana. Madrid: Librería Hernando.
Montoya Pérez, L. (2004). Propuesta de un proceso educativo de habilidades del pensamiento
como estrategias de aprendizaje en las organizaciones. Contaduría y Administración, Nº 214.
Distrito Federal: Universidad Nacional Autónoma de México
Schein, E. (1982). Psicología de la organización. México: Prentice-Hall.
Trilla, J. (2013). La educación no formal. En: Morales, M. (Comp.). Educación no formal:
lugar de conocimientos. Selección de textos. Montevideo: MEC (Ministerio de Educación de
Uruguay).
Desarrollo:
Existen diversas definición de educación. Sintetizando algunos de los conceptos incluidos en
las mismas, podemos definir a la educación como un proceso gradual y contínuo, que se
produce a lo largo de toda la vida, mediante el cual las personas adquieren los conocimientos,
habilidades, actitudes y valores que le permiten comprender y actuar en el contexto donde se
desenvuelven.
Trilla (2013) señala que a partir del siglo XIX –cuando la escolarización empezó a
generalizarse– el discurso pedagógico fue centrándose cada vez más en la escuela. Esta
institución se convirtió en el paradigma de la acción educativa y, entonces, la reflexión
pedagógica –teórica, metodológica e instrumental– se circunscribió exclusivamente a la
escuela. Por esta razón la “educación” se identificó con la “escolaridad”. Al respecto, los
objetivos de las políticas educativa progresistas de los siglos XIX y XX se relacionaron con
la extensión de la escuela para todos, durante la mayor cantidad de años posible,
incrementando constantemente su calidad.
Con respecto a la relevancia que fue cobrando la escuela, Dewey (1918) considera que se
exagera el valor de la instrucción escolar. Al respecto, señala que rectificar esta exageración
no significa despreciar la instrucción escolar, sino examinar la extensa y eficiente educación
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2. provista por los sucesos cotidianos, con el objeto de mejorar los procedimientos de enseñanza
en la escuela.
La expresión “educación no formal” se utilizo antes de que se incluyera en el lenguaje
pedagógico a finales de la década de los años sesenta del siglo XX a partir de la publicación
del libro “La crisis mundial de la educación” de Coomb (1968). En esta obra se enfatizaba la
necesidad de desarrollar medios educativos diferentes a los escolares. A estos medios, en el
libro citado, se les adjudicaba indistintamente las etiquetas de educación “informal” y “no
formal”. Con ambas denominaciones se pretendía designar al amplísimo y heterogéneo
abanico de procesos educativos no escolares o situados al margen del sistema de la enseñanza
reglamentada. Se refirió a las actividades que se organizan intencionalmente con el propósito
expreso de lograr determinados objetivos educativos y de aprendizaje. Cabe señalar que es
poco operativo que una sola expresión designara al amplio y diverso sector educativo no
escolar. Esto llevó a que, posteriormente, Combs y sus colaboradores propusieran la
distinción entre tres tipos de educación: educación formal, educación no formal y educación
informal (Coombs & Ahmed, 1974).
Seguidamente, se describirán los tres tipos de educación citados:
1. Educación formal: Comprende el sistema educativo institucionalizado, cronológicamente
graduado y jerárquicamente estructurado que se extiende desde los primeros años de la
escuela primaria hasta los últimos años de la universidad. Es decir, es la educación
reglamentada que presenta tres características: está regulada, es intencional y está
planificada. Es decir, está regulada por normas y leyes, hay una intención detrás del acto
educativo, y está planificada porque sigue un determinado orden. La educación formal
sigue una serie de etapas que hay que ir superando de manera progresiva. Tras superar las
distintas etapas, se entregan certificados o diplomas.
2. Educación no formal: Es un tipo de educación que es intencional y organizada, pero que
está fuera del ámbito formal, por lo que no está regulada por normas y leyes. Puede
reconocerse por medio de certificados, pero no tienen valor profesional.
3. Educación informal: Es un proceso que se extiende a lo largo de la vida y en el cual las
personas adquieren y acumulan conocimientos, habilidades, actitudes y modos de
discernimiento mediante las experiencias diarias en su relación con el medio ambiente.
En la actualidad, esta terminología es de uso común en el lenguaje pedagógico y figura en las
obras de referencia de las Ciencias de la Educación.
La suma de los tres tipos de educación abarca la globalidad del universo de la educación..
Entonces, cualquier proceso que se incluya en el universo educativo debe poder incluirse en
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3. alguna de las tres clases de educación citadas. Al respecto, Trilla (2013) señala que el
problema inicial es determinar cómo y dónde ubicar las fronteras entre los distintos tipos de
educación. Al respecto, considera que la educación formal e informal constituirán subclases
de un mismo tipo de educación diferenciada de la educación informal. Según este criterio,
todos los procesos intencionalmente educativos corresponderían a la educación formal y la
educación no formal, y los no intencionales a la educación informal.
En cuanto a la educación no formal, la misma se aplica en los siguientes ámbitos
― Ámbito organizacional: Se relaciona con la capacitación en el trabajo y se trata de
procesos educativos ubicados, por lo general, fuera de los márgenes de la educación
formal. Los cambios acelerados que se producen en el contexto plantean desafíos
permanentes a las organizaciones. Esta demanda determina que los miembros las misma
tengan que adquirir, rápidamente, nuevos conocimientos y habilidades para adaptarse a
un entorno cambiante. Por esta razón, la capacitación en el ámbito organizacional cobra,
en la actualidad, cada vez mayor relevancia.
― Ámbito del ocio y la cultura: El deseo de divertirse en el tiempo libre y, además, de
acceder y disfrutar de la cultura en un sentido no académico ni utilitarista, han generado
también una importante oferta educativa no formal que tiene como usuarios a personas
de todas las edades. En este sentido, existe una amplia variedad de instituciones que
ofrecen servicios en este ámbito.
― Ámbito social: Está compuesto por todas aquellas instituciones que ofrecen programas
educativos destinados a personas o colectivos que se encuentran en alguna situación de
crisis en el nivel social.
― Ámbito de la propia escuela: Hay una amplia variedad de propuestas educativas
presentadas en formato de educación no reglamentada que, sin embargo, se ubican en la
propia escuela (actividades extracurriculares) o sirven de refuerzo a su actuación (visitas
y otras actividades organizadas por empresas, instituciones culturales, administraciones
públicas, organizaciones no gubernamentales, etc.)
La educación no formal en las empresas se brinda a través del diseño e implementación de
programas de capacitación de Recursos Humanos (cursos, talleres y seminarios) que están
enfocados en la adquisición de conocimientos y habilidades específicas. Los enfoques
tradicionales de formación dentro de las organizaciones no han otorgado suficiente
importancia a la enseñanza de habilidades de pensamiento relacionadas con actividades de
orden superior como, por ejemplo, razonamiento, pensamiento creativo, solución de
problemas, etc. (Montoya Pérez, 2004). En la actualidad, algunas organizaciones están
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4. incluyendo el desarrollo de estas habilidades en los miembros de la organización. Es
importante que los mismos aprovechen las oportunidades educativas brindadas por las
organizaciones como una estrategia de crecimiento y desarrollo, tanto personal como
profesional (Candy & Matthews, 1998).
Uno de los aspectos a tener en cuenta en lo referente al aprendizaje en las organizaciones es
que el mismo está condicionado por la cultura organizacional. Schein (1982) considera que la
misma es un patrón de supuestos básicos, los cuales son creencias profundas, fuertemente
arraigadas e inconscientes, compartidas por los miembros de una organización. Estos
criterios colectivos sobre los cuales se construye la realidad, condicionan el aprendizaje
organizacional.
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