1. EL ESTADO COJEDES COMO ÁREA POTENCIAL PARA EL CULTIVO
DEL CACAO (Theobroma cacao, L.)
(The state Cojedes as a potential area for cacao culture (Theobroma cacao, L.)
AUTORA: ZAIMA ERNESTINA TOVAR
C.I. No. V-9.644.188
SAN CARLOS, FEBRERO DE 2020
Universidad Nacional Experimental
De los Llanos Occidentales
“EZEQUIEL ZAMORA”
La Universidad que siembra
VICERRECTORADO
DE INFRAESTRUCTURA Y PROCESOS INDUSTRIALES
COORDINACIÓN ÁREA DE POSTGRADO
POSTGRADO EN INGENIERÍA AGROINDUSTRIAL
2. EL ESTADO COJEDES COMO ÁREA POTENCIAL PARA EL CULTIVO
DEL CACAO (Theobroma cacao, L.)
(The state Cojedes as a potential area for cacao culture (Theobroma cacao, L.)
Zaima Ernestina Tovar
Abogada. Especialista en Derecho Internacional de los Derechos Humanos.
Docente Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales
Ezequiel Zamora, Unellez, San Carlos Cojedes.
Tlf: 0414-5960626 / zaimatovar2019@gmail.com
Resumen
Históricamente, Venezuela ha sido un país productor de cacao (Theobroma cacao, L.).
No obstante, como muchos otros productos, su producción fue sustituida por el
petróleo, lo que llevó a que si bien en la actualidad el sector no se ha desarrollado tanto
como podría ni el cacao venezolano es líder mundial, sí tenga presencia internacional
y su productividad se mantenga más o menos estable, a pesar de la situación económica
actual del país. Al respecto, de mantenerse la demanda mundial, habrá interés por
ampliar la superficie cultivada y la producción en el país. De esta manera, el desarrollo
de plantaciones nuevas y/o la recuperación de las existentes, permitirán acrecentar el
área sembrada y elevar su productividad, de manera que esa producción satisfaga la
demanda de la industria local, permita aumentar el consumo per cápita y obtener más
divisas por sus exportaciones. Este trabajo tiene por objetivo, conocer la factibilidad
del estado Cojedes como área potencial para el cultivo del cacao, conociendo sus
demandas agroclimáticas. Para ello, se realizó una revisión documental entre artículos,
documentos impresos y digitales, utilizando técnicas de análisis escogidas en
concordancia con las fuentes de la investigación. Como conclusión se obtuvo, que,
basados en sus condiciones hídricas y el potencial agrícola de sus suelos, se puede
establecer un marco referencial que sea útil para el establecimiento de políticas de
fomento y desarrollo de este renglón en la entidad federal.
3. Summary
Historically, Venezuela has been a cocoa-producing country (Theobroma cacao, L.).
However, like many other products, its production was replaced by oil, which led to
the fact that although at present the sector has not developed as much as Venezuelan
cocoa is world leader, it does have an international presence and its productivity remain
more or less stable, despite the current economic situation in the country. In this regard,
if global demand is maintained, there will be interest in expanding the cultivated area
and production in the country. In this way, the development of new plantations and /
or the recovery of existing ones, will allow to increase the planted area and increase its
productivity, so that this production satisfies the demand of the local industry, allows
to increase per capita consumption and obtain more Currency for your exports. The
objective of this work is to know the feasibility of the Cojedes state as a potential area
for the cultivation of cocoa, knowing its agroclimatic demands. For this, it was based
on a qualitative research, supported by a documentary investigation, with bibliographic
design and documentary-type media were used as research tools. The analysis
techniques were chosen in accordance with the research sources. In conclusion, it was
obtained that, based on their water conditions and the agricultural potential of their
soils, a referential framework can be established that is useful for the establishment of
policies for the promotion and development of this line in the federal entity.
Descriptores: cacao, potencialidad de producción, estado Cojedes.
Keywords: cocoa, production potential, Cojedes state.
4. INTRODUCCIÓN
Venezuela tradicionalmente fue considerada como país productor exclusivo de
cacao fino o de aroma. Sin embargo, pese a los esfuerzos realizados por algunas
instituciones, la producción y comercialización de cacao en Venezuela confronta desde
hace varias décadas diversos problemas que traen consecuencias negativas para el buen
desarrollo de este sector. Además, desde 1993, Venezuela pierde su condición de
productor exclusivo de cacao fino o de aroma, si bien en los últimos años se revierte
esta circunstancia, de forma que en la actualidad en torno al 95 % de la producción
venezolana es definida como cacao fino o de aroma.
De acuerdo con las cifras del Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y
Tierras (MPPAT) de Venezuela, contenidas en la base de datos estadísticos de la
Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela
(FEDEAGRO, 2015), en el año 2011 se importaron 9.299 toneladas de chocolate y
demás preparaciones que contienen cacao, que representan un 93,75 % del total de
importación de bienes intermedios y finales derivados del cacao; y 618 toneladas de
polvo de cacao (6,23 %).
En consecuencia, se debe estudiar si es posible revertir estas tendencias en
función de alcanzar una inserción más favorable tanto en el mercado nacional como
mundial, mejorando la competitividad de la cadena del cacao con criterios de
sostenibilidad socioeconómica y calidad del producto, por cuanto el cacao en
Venezuela ha sido un cultivo tradicional que cuenta con muchas potencialidades a
desarrollar; a su vez, se hace necesario analizar cuáles serían las estrategias que
posibiliten mejorar el desempeño del sector cacaotero en Venezuela, y al mismo
tiempo, procurar la generación de empleo con base en la expansión física del cultivo,
la creación y/o consolidación de atributos diferenciadores del producto y la agregación
de valor, en el contexto de un modelo de desarrollo sistémico, territorial y al mismo
tiempo alternativo con respecto a los modelos de desarrollo anteriores en Venezuela.
Venezuela, dada su disponibilidad de tierras y condiciones agroecológicas,
cuenta con ventajas comparativas para la producción y comercialización de cacao.
5. Además de ser un cultivo tradicional, en los últimos años ha sido considerado un rubro
bandera por el gobierno venezolano, aun cuando los esfuerzos realizados no han
logrado revertir la inserción internacional de Venezuela como productor y exportador
de productos básicos, entre ellos, el cacao, aunque con predominio del petróleo
(Ministerio del Poder Popular para Planificación y Desarrollo, 2014).
En este sentido, es necesario estudiar los factores que positiva o negativamente
inciden en los procesos de producción y comercialización de cacao en Venezuela, así
como las estrategias conducentes a propiciar la diversificación de la economía
venezolana sin dejar de lado la agregación de valor, la inserción competitiva del cacao
en el mercado global y nacional, así como el mejoramiento de la calidad de vida de la
población en las zonas productoras, lo que comprende la generación de empleo y por
ende el mejoramiento de los ingresos de los productores, así como otros aspectos más
allá de lo económico, que contribuyan a alcanzar una economía sostenible del cacao
Se debe resaltar, que las áreas tradicionales cacaoteras venezolanas presentan
numerosos problemas (plantaciones viejas; abandono por caídas de los precios; presión
demográfica y/o turística; tamaño de las parcelas (minifundio); edad de los
productores; calidad de la almendra; plagas y enfermedades, entre otros), que se
expresan en una productividad baja (259 kg/ha) (Agrotendencia, 2018), de manera que
habrán de hacerse esfuerzos grandes desde el punto de vista económico y técnico, para
aumentarla y así permitir a las familias envueltas en el cultivo, tener ingresos cónsonos
con la inversión y tareas que demandan. En este particular, surge la necesidad de
establecer la factibilidad del estado Cojedes como área potencial para el cultivo del
cacao (Theobroma cacao, L.), conociendo sus demandas agroclimáticas.
6. DESPLIEGUE
El cacao (Theobroma cacao, L.), es una especie de planta originaria y adaptada
al clima tropical. Para seleccionar áreas para su buen desarrollo y abundante
producción, se deben considerar las exigencias del cultivo en cuanto al clima, altura y
suelo (Moreno, 1991). Al respecto, en cuanto a la altura, el cacao se adapta bien desde
el nivel de mar hasta los 900 metros de altura del terreno. Se desarrolla en forma óptima
donde la temperatura se mantiene entre los 22 grados y los 30 grados centígrados. Este
rango de temperatura permite al cacao tener un buen desarrollo vegetativo y dar
cosechas abundantes. Cuando la temperatura entre el día y la noche varía en más de 9
grados centígrados, se afecta el desarrollo y la producción. Temperaturas mayores de
38 grados centígrados y menores de 15 grados centígrados, afectan el funcionamiento
de la planta y su productividad (Sale, 1966).
Por su parte, aquellas zonas donde caen lluvias entre 1.500 y 2.500 milímetros
por año, son las mejores para el cultivo de cacao. Es necesario que la lluvia tenga una
buena distribución durante todos los meses, porque períodos secos prolongados de más
de dos meses, afecta la producción y marchita los árboles (Alvin, Machado y Granier,
1969). En lugares donde las lluvias son menores de 1.500 mm y hay meses prologados
de sequía, es necesario establecer sistemas de riego para evitar el riesgo de perder las
plantaciones. Por ser originario de bosques tropicales, el cacao requiere un alto grado
de humedad en el aire para su desarrollo y producción (Cartay, 2001). El grado
adecuado de humedad relativa para el cultivo es de 80 %, aunque se desarrolla bien
donde la humedad relativa se mantiene mayor al 70 %. Asimismo, las tierras donde
soplan vientos fuertes permanentes no son aptas para el cultivo de cacao. Bajo estas
condiciones se deben establecer barreras rompevientos con árboles frondosos (Hardy,
1960).
Es importante destacar, que la productividad de las parcelas del cacao depende
fundamentalmente de la calidad del suelo. Esta calidad se determina por las
características físicas, químicas y biológicas del mismo. En consideración de Hardy
(1958), un buen suelo para el cacao debe ser profundo, que permita la penetración de
7. la raíz hasta 1,5 metros. Las capas arcillosas del suelo no deben ser duras que impidan
la penetración de la raíz y el aire. El buen suelo debe tener texturas medianas con buen
equilibrio de arena o tierra suelta y arcilla. Refiere el autor precitado, que aquellas
arcillas de colores grises, azules, verdes o amarillo intenso y pegajosas, no son aptas
para el cacao. Las arcillas de color negro y con pintas de color rojizo son buenas porque
permiten la entrada de aire y muestran un alto contenido de materia orgánica.
En este orden de ideas, los suelos que tienen capas profundas de arena no son
aptos para el cultivo del cacao porque son pobres en nutrientes y pierden el agua
rápidamente en el verano causando que se marchiten las plantas. Un buen suelo para el
cacao debe tener capacidad de retener agua, y buen drenaje para evitar
encharcamientos.
Por su parte, las características químicas determinan las condiciones de fertilidad
de los suelos. De alguna manera, estas características pueden ser modificadas mediante
la aplicación de abonos orgánicos o químicos que suministran los nutrientes para
corregir las deficiencias de los nutrientes. El cacao requiere una gran cantidad de
nutrientes para el desarrollo y la producción en forma sostenida (Smyth, 1967). Por
ejemplo, 1.100 plantas cosecheras de cacao sembradas en una hectárea extraen 453
kilos de nitrógeno durante el año, 114 kilos de fósforo, 788 kilos de potasio, 40 gramos
de manganeso y 10 gramos de zinc. Los suelos fértiles de las parcelas del cacao deben
tener la capacidad de garantizar estos elementos (Urquhart, 1963).
En resumen, la productividad de un cacaotal y la sostenibilidad de la producción
por largo período, depende de la calidad de vida del suelo, donde habitan los
organismos descomponedores. Estos organismos viven de los tejidos muertos,
transformándolos en nutrientes elementales. Estos nutrientes los aprovechan las plantas
para su crecimiento y producción. Un suelo con mayor cantidad de materia orgánica
tiene mayor nivel de actividad biológica (González e Izquierdo, 1999). En estos suelos,
los microorganismos descomponen la materia orgánica fresca y el humus; liberando
nutrientes elementales; esto ayuda a que los minerales del suelo los absorban las
plantas.
8. Considerando lo anterior, la selección de áreas para establecer plantaciones de
cacao es un proceso complejo que amerita varias reflexiones. Primero, se debe
determinar cuáles son los objetivos de la plantación. Luego, se deben analizar las
condiciones de clima. Finalmente, se deben determinar las propiedades del suelo para
tomar una decisión sobre la siembra del cultivo. Los requerimientos y métodos para la
evaluación de las necesidades de suelo y el clima para el cultivo de cacao, contemplan
métodos como observaciones de campo y otros necesitan análisis de laboratorio. En
varias ocasiones se pueden combinar las dos formas (Leal, et al. 1997).
Por su parte, la información sobre la temperatura, humedad, precipitación y altura
sobre el nivel del mar se debe verificar a través de fuentes oficiales. En cada país se
monitorea y proporciona información de clima y agricultura. Las estimaciones sobre la
cantidad de luz y viento se pueden realizar en base a la presencia de especies de árboles
existentes en el área potencial, a través de un inventario de las especies. Los resultados
del inventario también permitirán reflexiones sobre la distribución y calidad de la
sombra para la selección de especies para sombra temporal y permanente (Vera, 1999).
La comparación de los requerimientos de suelo y clima con las condiciones de la zona
en donde se establecerá el cultivo de cacao en un sistema agroforestal, permitirá
identificar los puntos críticos para atender durante toda la etapa de vida del cultivo
(Reyes y Capriles, 2000).
Se debe señalar, que la producción cacaotera venezolana está repartida en tres (3)
grandes regiones, que comprenden doce entidades federales. La región nororiental
(estados: Sucre, Monagas y Delta Amacuro); la región centro norte costera (estados:
Miranda, Aragua, Guárico, Carabobo y Yaracuy) y la región sur occidental (estados:
Táchira, Apure, Barinas, Mérida y Zulia) (Leal, et al. 1997).
En la región nororiental, el estado Sucre concentra la superficie mayor (28.810
ha), y una producción de más de 7.380 t, que representan el 41,30% del total nacional
(MAC, 1993), donde predomina el productor pequeño (parcelas aproximadamente de
3,4 ha), y en donde el cacao está asociado en su mayoría con otros cultivos como ocumo
blanco y chino, yuca, cítricos, coco, cambur y plátano, entre otros. En este estado, el
cacao está plantado en las zonas de vida pertenecientes al bosque húmedo tropical y al
9. bosque seco tropical (Ewel y Madriz, 1976); y en general, las condiciones climáticas
son favorables para el cultivo, especialmente en aquellas regiones donde la
precipitación es menor a los 1.500 mm/año.
En otras, como Río Caribe, Güiria y Carúpano, la precipitación es menor a 1.000
mm y está mal distribuida, por lo que se consideran marginales para el cultivo. Los
suelos en su mayoría de origen aluvial, correspondientes a los fondos de la sucesión de
valles intermontanos presentes en la zona; por ser de origen reciente, presentan una
fertilidad natural buena (Rodríguez, 1992; Sánchez, 1995).
En los estados Monagas y Delta Amacuro también el cacao está sembrado en el
bosque húmedo tropical, en suelos aluviales con problemas de drenaje y en el bosque
seco tropical, en asociaciones edáficas húmedas. El cacao sembrado en Monagas
(1.020 ha) apenas contribuye con 1,24% de la producción nacional (sólo se producen
222 t). En el Delta Amacuro, la zona cacaotera se encuentra en una franja a ambos
lados de los caños Tucupita y Cocuina, margen derecha del caño Mánamo y margen
izquierda del Macareo (Reyes y Capriles, 2000). En este estado, existen unas 1.800 ha
de cacao (2,59%), las que producen unas 540 t, lo que representa un 3,02% de la
producción nacional, donde en general los suelos tienen drenaje malo y se inundan en
algunas épocas del año. Las poblaciones de cacao están formadas por árboles viejos
que sobrevivieron a la “escoba de bruja”, y que originalmente fueron retrocruzas entre
forasteros y criollo; además, existen otros materiales forasteros.
Por su parte, la región centro-norte-costera la integran las entidades: Miranda,
Aragua, Carabobo, Guárico y Yaracuy, con una superficie cultivada de alrededor de
33.055 ha y una producción de unos 8.352 t. En ellas, el estado Miranda posee unas
31.780 ha (96,14% de la superficie cacaotera de la región) y el 45,74% de la superficie
nacional, con una producción de 8.050 t (96,38% de la producción de la región y el
45,06% de la producción nacional. En los otros estados, la producción es
extremadamente baja: 1,69% de la producción nacional) (MAC, 2007).
En general, en el estado Miranda el cacao se encuentra en suelos aluviales,
profundos, con texturas medianas a pesadas (franco-limoso, franco-arcillosos y arcillo-
limoso), con buena fertilidad natural, pH ligeramente ácido a ligeramente alcalino (6,5-
10. 7,5), y con un nivel freático de alrededor de 1,5 m. Las precipitaciones son altas, la
topografía es plana, por lo que se presentan inundaciones frecuentes, y, por lo tanto, es
indispensable la apertura de drenajes. En los valles costeros de Aragua, el cacao está
plantado en las zonas de vida bosque seco tropical y bosque húmedo tropical, donde el
cacao se explota en suelos aluviales con textura franca y franco-arenosa y en menor
escala en los francos arcillosos, con pH ligeramente ácido a neutro, con deficiencias de
nitrógeno, insuficiencia de fósforo y un adecuado contenido de potasio.
En los estados Carabobo y Yaracuy, el cacao se encuentra en el bosque húmedo
tropical y en el bosque seco-premontano (Ewel y Madriz, 1976), siendo el balance
hídrico deficitario. Los suelos en donde se explota cacao en el estado Carabobo son
parecidos a los de Aragua, pero en Yaracuy los suelos son aluviales recientes, de
texturas medias a moderadas finas y con estructura buena, a excepción de algunas áreas
que presentan capas impermeables a profundidades variables, que provocan un nivel
freático muy alto y un drenaje malo, con deficiencias de fósforo y un pH ligeramente
ácido (pH = 6,5) (Rodríguez, 1992).
Finalmente, en la región suroccidental, que incluye los estados Portuguesa,
Táchira, Apure, Barinas, Mérida y Zulia, donde se cultivan unas 4.792 ha, se producen
unas 1.375 t que representan el 7,70% de la producción nacional. Esta región presenta
un potencial agroecológico grande para el cultivo de cacao, pues se estiman que allí
existan más de 600.000 ha que podrían incorporarse a este cultivo. En el estado Zulia
(Santa Bárbara, El Vigía y orillas del río Catatumbo), el cacao se siembra en el bosque
seco tropical, pero en los estados Mérida y Táchira se encuentra en el bosque húmedo
tropical; en general, los suelos son aluviales mixtos, profundos, de una gran diversidad
y poseen una buena fertilidad para la producción agrícola, además de tener un balance
hídrico favorable (Portillo et al., 1995).
Para la determinación de la potencialidad del estado Cojedes como zona
productora de cacao (Theobroma cacao, L.), se utilizó la metodología empleada por
Leal et al. (1997), en el cual partiendo de requerimientos térmicos, hídricos y edáficos
11. del cultivo se determinan estas áreas. En esta investigación, se emplearon elementos
climáticos y edáficos aportados por Valero (1993) en el Estudio de suelos cuenca media
del río Pao, estado Cojedes. Nivel preliminar escala 1:100. Además, se toman
elementos de la metodología empleada por Avilán, et al. (1980), la cual, de manera
general, consistió en utilizar los elementos climáticos del trabajo “Mesoclimas de
Venezuela” de Sánchez-Carrillo (1981) y los elementos edáficos basados en el trabajo
“Principales limitaciones y potencial agrícola de las tierras de Venezuela” de Comerma
y Paredes (1978), contrastando ambos con los requerimientos agroecológicos del
cultivo (temperatura, precipitación y suelos) para el cultivo.
Para lo anterior, se utilizaron los siguientes parámetros (Leal et al, 1997):
I. Alto potencial: temperatura media anual entre 20 ºC y 30 ºC; precipitaciones
superiores a 1.200 mm/año; suelos con fertilidad de mediana a elevada sin limitaciones
de drenaje.
II. Restricciones muy ligeras (fertilidad): características edafoclimáticas
similares a las anteriores, pero con restricciones ligeras debido a la fertilidad natural
baja de los suelos.
III. Restricciones ligeras (topográfica): Características edafoclimáticas similares
a las anteriores, pero con limitaciones en cuanto a relieve.
IV. Restricciones por drenaje: características climáticas semejantes a las
anteriores, pero que presentan limitaciones debido a la falla de drenaje de sus suelos.
V. Restricciones severas (deficiencias hídricas y de fertilidad): características
climáticas semejantes a las anteriores, pero presentan una fertilidad natural baja y un
déficit hídrico superior a los 600 mm anuales.
Es importante destacar, que el área que se señala en este estudio está determinada
por las características generales de la misma. Las condiciones locales para los
diferentes parámetros utilizados (clima, suelo y topografía) fueron considerados para
como caso particular de estudio, de manera de obtener una precisión mayor.
El clima predominante en el estado Cojedes es el subtropical lluvioso de la
sabana, con temperaturas anuales de 26 a 28 ºC. Las precipitaciones disminuyen a
medida que se presentan en dirección sur-norte de 1.600 a 1.100 mm al año, con un
12. periodo seco de noviembre a abril y otro lluvioso de mayo a octubre. La formación
vegetal es la perteneciente a la sabana con tipos muy variados: la sabana desnuda, la
sabana arbórea y la sabana parque. Hacia el norte se hace visible el desarrollo de
bosques caducifolios. La vegetación gramínea supera los 3 m de altura. La vegetación
es principalmente de sabana, pero hay amplias selvas de galería. En el norte se
consiguen bosques tropófilos (Guevara y Paredes, 2007).
El promedio de evapotranspiración que se reporta es de 1.425 mm, siendo los
meses más altos marzo y abril; y la menor evaporación de junio a agosto, que coinciden
con los de menor temperatura y mayor precipitación. La demanda neta de riego se ha
estimado en 450 mm. Por su parte, los vientos se dirigen del sur al oeste, con una
velocidad promedio anual de 8,68 Km/h. y a insolación media diaria es de 5,9 horas,
presentando de seis a ocho meses húmedos, con una humedad relativa de 74 %,
presentándose los valores mensuales medios más altos en los meses de junio, julio y
agosto con un valor de 79 % y lo valores mensuales media mínima anual con un valor
de 69 % (Guevara y Paredes, 2007).
Tabla 1. Clima. Datos históricos del tiempo. Estado Cojedes.
Temperatura
máx. (°C)
Temperatura
media (°C)
Temperatura
min. (°C)
Precipitación
(mm)
Enero 32.8 26 19.2 11
Febrero 33.7 26.6 19.6 9
Marzo 34.8 27.5 20.2 9
Abril 33.6 27.7 21.8 81
Mayo 31.1 26.5 21.9 179
Junio 30.1 25.8 21.5 261
Julio 29.8 25.3 20.9 249
Agosto 30.5 25.7 21 223
Septiembre 31 25.9 20.9 152
Octubre 31.5 26.4 21.3 133
13. Noviembre 31.7 26.3 20.9 93
Diciembre 32.2 26 19.8 47
Fuente: https://es.climate-data.org/america-del-sur/venezuela/cojedes/san-carlos-
1035984/#climate-graph.
Fuente: https://es.climate-data.org/america-del-sur/venezuela/cojedes/san-carlos-
1035984/#climate-graph.
Figura 1. Climograma. Estado Cojedes.
14. El clima es subtropical lluvioso de sabana. En comparación con el invierno, los
veranos tienen mucha más lluvia. De acuerdo con Köppen y Geiger, el clima se
clasifica como Aw. la temperatura media anual es de 26 a 28 ºC.
Fuente: https://es.weatherspark.com/y/27368/Clima-promedio-en-Cojedes-
Venezuela-durante-todo-el-a%C3%B1o#Sections-Humidity.
Figura 2. Temperatura máxima y mínima promedio. Estado Cojedes.
La temporada calurosa dura 2,3 meses, del 26 de enero al 6 de abril, y la
temperatura máxima promedio diaria es más de 34 °C. El día más caluroso del año es
el 13 de marzo, con una temperatura máxima promedio de 35 °C y una temperatura
mínima promedio de 24 °C. La temporada fresca dura 3,8 meses, del 22 de mayo al 16
de septiembre, y la temperatura máxima promedio diaria es menos de 31 °C. El día más
frío del año es el 18 de julio, con una temperatura mínima promedio de 22 °C y máxima
promedio de 30 °C (Guevara y Paredes, 2007).
En relación a la precipitación, Cojedes tiene una variación extremada de lluvia
mensual por estación. La temporada de lluvia dura 9,6 meses, del 9 de marzo al 27 de
diciembre, con un intervalo móvil de 31 días de lluvia de por lo menos 13 milímetros.
La mayoría de la lluvia cae durante los 31 días centrados alrededor del 5 de julio, con
15. una acumulación total promedio de 136 milímetros. El periodo del año sin lluvia dura
2,4 meses, del 27 de diciembre al 9 de marzo. La fecha aproximada con la menor
cantidad de lluvia es el 25 de enero, con una acumulación total promedio de 5
milímetros.
Fuente: https://es.weatherspark.com/y/27368/Clima-promedio-en-Cojedes-
Venezuela-durante-todo-el-a%C3%B1o#Sections-Humidity.
Figura 3. Precipitación mensual promedio. Estado Cojedes.
En Cojedes, la humedad percibida varía levemente. El período más húmedo del
año dura 9,3 meses, del 28 de marzo al 6 de enero, y durante ese tiempo el nivel de
comodidad es bochornoso, opresivo o insoportable por lo menos durante el 80 % del
tiempo. El día más húmedo del año es el 7 de octubre, con humedad el 99 % del tiempo.
El día menos húmedo del año es el 28 de febrero, con condiciones húmedas el 74 %
del tiempo.
16. Fuente: https://es.weatherspark.com/y/27368/Clima-promedio-en-Cojedes-
Venezuela-durante-todo-el-a%C3%B1o#Sections-Humidity.
Figura 4. Niveles de Humedad. Estado Cojedes.
En cuanto al periodo de cultivo, sus definiciones varían en todo el mundo, pero
para fines de este trabajo, es definido con el periodo continuo más largo de
temperaturas sin heladas (≥ 0 °C) del año (el año calendario en el hemisferio norte o
del 1 de julio al 30 de junio en el hemisferio sur). La Figura 5 muestra el porcentaje de
tiempo que se pasa en diferentes bandas de temperatura. La línea negra es el porcentaje
de probabilidad de que un día dado esté dentro del periodo de cultivo. Las temperaturas
en Cojedes son lo suficientemente cálidas todo el año por lo que no tiene sentido hablar
del periodo de cultivo en estos términos. No obstante, la siguiente figura se incluye
como ilustración de la distribución de temperaturas durante el año (Guevara y Paredes,
2007).
Por su parte, los grados día de crecimiento son una medida de la acumulación de
calor anual que se usan para predecir el desarrollo de las plantas y los animales y se
define como la integral térmica por encima de una temperatura base, descartando el
exceso por encima de una temperatura máxima. En este trabajo, se usó una base de 10
°C y un tope máximo de 30 °C.
18. Asimismo, desde el punto de vista físico, los límites de Cojedes se extienden
hacia el norte hasta las vertientes meridionales de la Serranía del Interior que
conforman el paisaje montañoso y piedemontino del estado, pasando en forma
contrastante al paisaje Llanero. El paisaje de montaña, que registra alturas promedio de
800 a 1 000 m.s.n.m., está conformado por vertientes onduladas a accidentadas con
pendientes de 30-50 % y mayores a 50 %, además de estrechos valles intramontanos;
en el paisaje de piedemonte dominan las colinas onduladas o accidentadas, así como
lomas bajas, con pendientes menores a 60 % y alturas promedio de 400 m.s.n.m.
Finalmente, el paisaje Llanero, que abarca aproximadamente el 71 % del área
total del estado, y se subdivide en Llanos altos, que corresponden a planicies aluviales
intermedias extendidas desde las estribaciones de colinas y lomas bajas del piedemonte
hasta las inmediaciones del macizo de El Baúl; y Llanos bajos, que corresponden a las
áreas terminales de las planicies aluviales con una organización sedimentológica del
tipo deltaico, con amplias zonas planas y depresiones.
En lo que se refiere a su intrincada red hidrográfica, esta está formada por ríos
pertenecientes a la cuenca del Orinoco. Cojedes (340 km, afluente del Portuguesa) y
Pao, entre los más importantes; otros ríos de la región son el San Carlos y el Chirgua,
casi todos con una dirección norte-sur y sureste. El Pao que nace en el estado de
Carabobo forma un estrecho valle y fue durante mucho tiempo, junto a otros afluentes,
la única vía de comunicación con la ciudad de Valencia. Muchos de estos ríos tienen
una gran importancia socioeconómica ya que no sólo sirven como aglutinantes de la
población sino también como medios de comunicación y penetración a espacios con
escasas redes viales. Durante los meses de inundación los ríos y los caños o canales
son utilizados como único medio de comunicación. En Cojedes el uso predominante
de la tierra está dedicado a pastos y a la cría extensiva de ganado vacuno, principal
recurso económico (Guevara y Paredes, 2007).
En los paisajes de montaña y piedemonte del estado, afloran materiales de la era
mesozoica, comenzando el sistema deposicional con un conglomerado basal
constituido por fragmentos angulares de cuarzo y granito, pasando gradualmente desde
19. calizas a una serie de esquistos calcáreos. De manera inmediata, las posiciones
piedemontinas finalizan para dar paso al paisaje llanero de origen cuaternario.
Considerando la calidad de los suelos, el estado Cojedes dispone de un
significativo potencial de tierras agrícolas, cuya importancia es reforzada por la
proximidad a los grandes centros de procesamiento y de consumo. Los suelos de mayor
potencial agrológico, calificado de moderado a alto, cubren una superficie aproximada
de 528.000 ha y se localizan al centro-oeste, en el sector de los Llanos altos, Llanos
ondulados centrales, valles de los ríos Pao, Tinaco, San Carlos y Cojedes,
principalmente en las planicies de desborde de estos dos últimos (Saya y Rivera, 1991).
Esta disponibilidad de tierras agrícolas contrasta con su, aprovechamiento, ya
que en muchos casos no son manejadas con la debida intensidad o con las técnicas
acordes a sus características agrológicas. Los suelos con potencial agrícola bajo a muy
bajo, ocupan una superficie cerca de 492.000 ha y se localizan en todo el sector de los
llanos, principalmente al sur del estado.
En lo esencial, los suelos que comprenden los terrenos del estado Cojedes,
provienen de una formación aluvial donde predominan los suelos de textura arcillosa
con contenido de arcilla entre 60 % y 70 %, los cuales se agrietan al secarse. El pH es
medianamente ácido y la fertilidad natural es baja. Localmente, se encuentran suelos
profundos, fértiles y de textura media. Asimismo, la totalidad de los suelos son
secundarios, cuyo material ha sido acarreado y depositado horizontalmente
constituyendo extensiones planas de suelos jóvenes, cuyas características generales se
pueden resumir así (Saya y Rivera, 1991):
Horizontes arcillosos, compactos y plásticos derivados de las riquezas
feldespáticas de algunas rocas como lutitas arcillosas y lutitas metamorfoseadas.
Horizontes superficiales franco arcilloso arenoso, grises, derivados de areniscas
y dispuesto y dispuesto sobre un subsuelo arcilloso marrón amarillento y duro.
Horizonte franco arcilloso y franco arcilloso limoso con buenas condiciones de
granulación y compacticidad.
Horizonte franco arcilloso con un perfil de 3 abundantes cantos y gravas en la
superficie, en una fisiografía ondulada, con micro relieve de montículos.
20. Los tipos de suelos predominantes son de clase I, II, III, IV, V y VI, tierras aptas
y otras con severas limitaciones. Son aptos para agricultura, pastos y explotación de
bosques. La entidad federal posee 528.000 Has de suelos clase I, II, III y IV, aptos para
la agricultura intensiva y cultivos anuales mecanizables. Además, 800.000 Has aptas
para la actividad pecuaria y forestal. Tales suelos presentan condiciones
favorables para el cultivo de cereales como caña de azúcar, ajonjolí, sorgo, maíz,
hortalizas, leguminosas; frutales como mango, lechosa, cítricos y guayaba (MARNR,
2009).
21. CONCLUSIONES
Las áreas delimitadas, en este trabajo, fueron determinadas con base en los
requerimientos agroecológicos del cultivo, las características generales que presentan
cada una de las asociaciones edáficas presentes en el estudio agrológico, a gran visión,
y los elementos climáticos, pero haciendo más énfasis en las características edáficas
del estado Cojedes, ya que las condiciones de precipitación y temperatura
predominantes son favorables para el desarrollo del cultivo.
De las cinco (I al V) clases de aptitud para el cultivo de cacao establecidas por
Leal et al. (1997) para Venezuela, se delimitaron tres en el estado Cojedes (I, III y IV);
además se agrega una nueva clase señalada como VI. Sus características se indican a
continuación:
I. Alto potencial: temperatura media anual entre 20 ºC y 30 ºC; precipitaciones
superiores a 1.200 mm/año; suelos con fertilidad de mediana a elevada sin limitaciones
de drenaje.
II. Restricciones muy ligeras (fertilidad): características edafoclimáticas
similares a las anteriores, pero con restricciones ligeras debido a la fertilidad natural
baja de los suelos.
III. Restricciones ligeras (topográfica): Características edafoclimáticas similares
a las anteriores, pero con limitaciones en cuanto a relieve.
IV. Restricciones por drenaje: características climáticas semejantes a las
anteriores, pero que presentan limitaciones debido a la falla de drenaje de sus suelos.
El estado Cojedes posee 528.000 Has de suelos clase I, II, III y IV, aptos para la
agricultura intensiva y cultivos anuales mecanizables, de manera que se puede
establecer un marco referencial que sea útil para el establecimiento de políticas de
fomento y desarrollo del cultivo del cacao.
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