(feb.2020) De cuando en cuando se lanzan alertas mundiales que aterran a la población del planeta. A fines del siglo pasado, el SIDA causó pánico; hace unos años se declaró pandemia cuando el virus H1N1 cobró la vida de entre 150 mil y 500 mil personas. En 2020, a menos de 45 días de haber comenzado el año, más de 100 mil personas han muerto por la malaria, pero nadie habla de ello. Sin embargo nuevo el virus de moda surgido en China, que ha cobrado la vida de unas 800 personas, acapara los titulares de todo el mundo. Una vez más, la historia del Peregrino de Bagdad habla por sí sola…
Producción original: Carlos Rangel
2. Cuenta la leyenda que un peregrino
proveniente de Damasco recorría el
camino a Bagdad cuando se topó con
un misterioso personaje de aspecto
siniestro que reposaba bajo la sombra
de una palmera junto al árido camino.
3. El encuentro era inevitable.
Con cierto recelo, el peregrino saludó
silenciosamente a aquel extraño individuo
inclinando la cabeza sin alterar su lento
andar, tratando de no mostrar repulsión
ante la presencia de tan tenebroso
personaje…
4. - Peregrino ¿sabes quién soy?
- No, no lo sé, pero te deseo paz a donde
quiera que vayas.
- Me sorprende que no me preguntes quién
soy. Todos huyen cuando me ven. Soy La
Peste y me dirijo a Bagdad a cumplir una
misión. Tú te diriges hacia allá, cierto?
El peregrino sintió un frío helado recorrer su
cuerpo al escuchar esas palabras.
El hombre misterioso devolvió el cortés saludo y siguió con la mirada al peregrino que no
había dado muestras de horror ni se había mostrado agresivo ante su presencia; por el
contrario, le había saludado cortésmente continuando con sosiego su andar. Entonces le dijo:
5. Sin saber qué responder, solamente dijo:
- Es verdad que no te conocía, pero debí adivinarlo por tu
aspecto. Efectivamente, me dirijo a Bagdad.
¿Cuál es tu misión?
- Debo llevarme a diez mil
habitantes de esa ciudad.
El peregrino sintió un gran pesar de
escuchar aquello y sacando fuerzas
de su corazón, se atrevió a decirle:
- Diez mil son muchos, dejarás
demasiadas familias mutiladas y
mucha tristeza detrás de ti. ¿Hay
algo que yo pueda hacer para
impedirlo?
6. - No, nada. Es mi misión.
- Oraré a mi Dios para que tenga
piedad de ellos.
- Eres un hombre diferente a los
demás. Te propongo una cosa: si
cuando llegues al ziggurrat de Ashur
le oras a tu Dios toda la noche,
prometo salvar tu vida y llevarme
únicamente dos mil personas, a las
más débiles y sin familia, pero sólo si
haces lo que te he dicho.
El Peregrino llegó al ziggurrat y se detuvo, cumpliendo su promesa, esperando que La Peste
cumpliera la suya.
7. Dos días más tarde, al
llegar a Bagdad, se
encontró con el caos más
grande que jamás hubiese
podido imaginar.
La población había sido
diezmada y decidió
quedarse más de una
semana para ayudar a los
sobrevivientes en todo lo
que él pudiese.
8. A su regreso pasó por el mismo
sitio donde había visto a La Peste.
Sin alterarse, se acercó lo suficiente,
manteniéndose a prudente
distancia y le dijo con firmeza:
- Me mentiste. Yo hice lo que
prometí, pero al llegar a Bagdad
encontré más de cincuenta mil
muertos y tú me diste tu palabra
que sólo matarías dos mil.
9. -Te equivocas,
respondió La Peste,
yo cumplí mi palabra.
En honor a nuestra
conversación, solamente
maté dos mil personas.
Las demás murieron
de miedo…..