2. La relación que encontramos entre
genética y el comportamiento es que se
al largo del tiempo se han realizado
varias investigaciones, donde se ha
identificado que varios de los
comportamientos de un individuo se
puede generar no solo por su entorno
social y familiar, sino que también hay
comportamientos que pueden causarse
por los genes heredados. Hemos podido
identificar que los dos se relacionan ya
que son parte de la conducta humana.
En este sentido los aportes más
interesantes al estudio del ambiente en
el campo de la Genética del
comportamiento están relacionados con
tres aspectos: el impacto de las
influencias ambientales no
compartidas, las correlaciones entre los
genes y el ambiente, y las
interacciones genotipo ambiente.
Para poder entender un poco más podemos analizar la siguiente
información:
La genética del comportamiento o psicogenética es el estudio de
la influencia de la composición genética de un organismo en
relación con su comportamiento y la interacción de la herencia y
el medio ambiente en la medida en que afectan el
comportamiento. Todos los estudios hasta la fecha sobre la
genética del comportamiento han demostrado que casi todos los
rasgos de personalidad tienen bases biológicas y ambientales.
Las influencias ambientales se pueden dividir en dos clases, el
entorno compartido y el no compartido (o único).
El entorno compartido es el ambiente compartido por hermanos
criados en una misma familia. Esto incluye variables tales como el
estado socioeconómico y la educación de los padres.
El entorno no compartido es el entorno exclusivo del individuo.
Esto incluye variables tales como grupo de amigos, compañeros de
trabajo, etc.
Es importante tener en cuenta que no existe un solo gen para la
personalidad, la inteligencia, el comportamiento o incluso la
altura. Al contrario, tales características son complejas y
poligénicas, es decir, están influenciadas por múltiples genes.
El reconocimiento de la importancia de los factores genéticos en
el comportamiento, y concretamente en determinadas
psicopatologías y enfermedades neuronales que afectan el
comportamiento, es uno de los hechos importantes que ha sido
reconocido en las últimas décadas.
3. QUE ES LA GENÉTICA.
Es La que estudia la variación y
la transmisión de rasgos o
características de una
generación a otra influenciada
por la herencia.
GENÉTICA DEL
COMPORTAMIENTO.
Realiza estudios genéticos
y de factores ambientales
que se originan entre
individuos.
Proporciona la mejor
evidencia sobre la
importancia del ambiente
para explicar las
diferencias individuales.
4. Desarrollo del comportamiento antisocial: factores psicobiologicos,
ambientales e interacciones genotipo-ambiente.
El comportamiento antisocial puede definirse como un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás, que comienza en la infancia o el principio
de la adolescencia y continúa en la edad adulta. El comportamiento antisocial es un fenómeno muy amplio que incluye distintos tipos de acciones, de las cuales
destacan diferentes tipos de agresión, robos, engaños, conductas impulsivas, ultrajes y violencia entre sus diferentes manifestaciones.
Investigaciones recientes han puesto de relieve alteraciones estructurales que se asocian al comportamiento violento, como la corteza prefrontal ventromedial, la
corteza cingulada anterior, la amígdala o la corteza prefrontal dorsal lateral. Precisamente la lesión de algunas de estas estructuras ya se había asociado anteriormente
al comportamiento antisocial, sobre todo en relación con el empeoramiento de las conductas morales y sociales tras lesiones en la corteza prefrontal; posteriormente
se ha confirmado esta asociación, incluso cuando la lesión es infantil y se evalúan las consecuencias a largo plazo. Otros autores, como Raine et al, han estudiado
cambios estructurales más finos en el cerebro de pacientes con trastorno antisocial de la personalidad y han encontrado una reducción en el volumen de materia
blanca prefrontal en ausencia de lesiones en aquellos sujetos con una mayor predisposición al comportamiento antisocial. Otros estudios de este mismo grupo han
mostrado que, además de la reducción de volumen de materia blanca, existe un metabolismo reducido de la glucosa, al menos en ciertos tipos de asesinos y
homicidas.
Los estudios de Virkunnen et al, quienes relacionaron la función serotoninérgica con trastornos relacionados con el control de los impulsos. Con posterioridad, el grupo
de Coccaro ha relacionado con bastante éxito la función serotoninérgica con comportamientos del espectro antisocial, como por ejemplo la agresión impulsiva. La
serotonina (5-HT) no ha sido el único neurotransmisor implicado en el comportamiento antisocial, aunque sí el más importante. Concretamente, se ha demostrado que
niveles bajos de 5-HT se asocian a niveles más elevados de impulsividad y agresividad, e incluso las manipulaciones que reducen los niveles de 5-HT incrementan
posteriormente los niveles de impulsividad y agresividad También se han visto implicados otros neurotransmisores, como la dopamina. Así, parece que el
comportamiento agresivo requiere que las neuronas dopaminérgicas mesocorticolímbicas permanezcan intactas, aunque estas neuronas también están implicadas en
aspectos motivacionales en otros comportamientos. El ácido ã-aminobutírico (GABA), la noradrenalina, el óxido nítrico o la monoaminooxidasa (MAO), entre otros, se
han relacionado de una forma u otra con aspectos del comportamiento antisocial.
Las hormonas esteroides también se han involucrado en comportamientos relacionados con la conducta antisocial, como la agresión. La castración, por ejemplo,
reduce enormemente las conductas agresivas en muchas especies, aunque algunos estudios recientes han documentado ciertas excepciones. Sin embargo, incluso en
humanos, la testosterona desempeña un papel muy importante.
Otro nivel biológico que requiere análisis corresponde a las bases genéticas del comportamiento antisocial. Estudios de genética cuantitativa informan de que
alrededor del 50% de la variabilidad de este comportamiento en la población se debe a la variabilidad en los genes de esa población; así lo indican la mayoría de
estudios en humanos. Estos datos apoyan la idea de que una parte importante de la etiología del comportamiento tiene relación con los genes. Sin embargo, los
esfuerzos realizados hasta ahora para encontrar genes concretos con un gran efecto no han cubierto las expectativas generadas. Entre éstos, sin duda, el caso más
espectacular fue el hallazgo realizado por Brunner et al, quienes encontraron que una mutación puntual en el gen de la monoaminooxidasa A (MAOA) parecía ser el
responsable del comportamiento manifiestamente antisocial de los hombres de una familia neerlandesa. Como la mutación puntual identificada en los varones de esta
familia provoca la pérdida de función del gen MAOA, dicha pérdida se consiguió en el ratón por deleción de parte del gen ortólogo sinténicamente (obteniéndose por
tanto un knock-out). Estudios posteriores han sido incapaces de replicar este efecto tan potente, aunque sí han replicado efectos menores. Otros genes se han
asociado también al comportamiento impulsivo, como el transportador de 5-HT (5-HTT).
5. Vulnerabilidad Social en el Síndrome de Turner:
Interacción Genes-Ambiente
Los fundamentos teóricos que permiten considerar al Síndrome de Turner como un “modelo genético sensible” en el cual analizar asociaciones entre
caracteres psicológicos y factores genéticos y ambientales. La investigación en esta línea permitiría dilucidar mecanismos de riesgo ambiental y
comprender el grado de “vulnerabilidad” que presentan las mujeres con el síndrome.
El Síndrome de Turner es un trastorno genético, no heredable, que se caracteriza por la deleción total o parcial del cromosoma X en el sexo femenino.
El estudio de la disfunción social que presentan las mujeres con este síndrome, es decir, de la capacidad para relacionarse con el entorno y la calidad
de los vínculos tiene importantes implicaciones en la comprensión de la forma en que actúa el ambiente sobre el desarrollo psicológico, y de cómo a
su vez éste se ve afectado por factores genéticos que actúan en interacción.
Actualmente, la Genética del comportamiento es, sin lugar a dudas, uno de los principales campos de investigación psicológica. Los avances científicos
producidos en los últimos años en las disciplinas de Genética cuantitativa y molecular se han dado cuenta de que los genes juegan un papel
importante en la conducta humana, aportando, asimismo, la mejor evidencia disponible sobre la importancia del ambiente en las diferencias
individuales de los caracteres psicológicos. En este sentido los aportes más interesantes al estudio del ambiente en el campo de la Genética del
comportamiento están relacionados con tres aspectos: el impacto de las influencias ambientales no compartidas, las correlaciones entre los genes y el
ambiente, y las interacciones genotipoambiente (Plomin, DeFries, McClearn, & McGuffin, 2002). Este último aspecto se refiere a la sensibilidad
genética de los individuos a determinadas condiciones ambientales, uno de los principales objetivos dentro de este campo de investigación es
identificar factores de riesgo ambiental en individuos genéticamente sensibles.
El análisis genético clásico se centra en caracteres que están determinados por la variabilidad alélica de un único gen, presentando un modo
mendeliano simple de transmisión, donde la posibilidad de expresión fenotípica queda definida por la presencia de un determinado par de alelos. Sin
embargo, la mayoría de los rasgos de interés para la Psicología son poligénicos o multifactoriales, es decir, son el resultado de la interacción y
correlación entre varios pares de genes y el ambiente. A diferencia de los caracteres de localización única, los rasgos multigénicos no poseen una
herencia sencilla, identificable, resultando complejo analizar las contribuciones relativas de los genes y el ambiente al fenotipo (Kandel, 2000).
6. Vulnerabilidad Social en el Síndrome de Turner:
Interacción Genes-Ambiente
Algunos conceptos que marcan parte de estas relaciones, en el caso del Síndrome de Turner son: mosaicismo, impronta genómica,
penetrancia y expresividad. Mosaicismo corresponde a la coexistencia, en un mismo individuo, de dos o más poblaciones celulares con
distinto genotipo.
El fenómeno de impronta hace referencia a la expresión diferencial de los genes según sean de procedencia paterna o materna. La
penetrancia se define como el porcentaje de individuos que presentan el fenotipo correspondiente a un determinado genotipo, es la
frecuencia con que se expresa ese genotipo. Por último, la expresividad, es el porcentaje de individuos que muestran el fenotipo
completo de un rasgo en relación con aquellos que poseen el mismo genotipo pero lo expresan parcialmente, hace referencia a la
variabilidad de un rasgo heredado (Suzuki, Griffiths, Miller, & Lewontin, 1996). Cabe considerar que estos mismos efectos podrían
deberse también a la influencia de factores de naturaleza ambiental. En Genética cuantitativa la palabra “ambiente” incluye todas
las influencias excepto la herencia, esto implica un uso mucho más amplio del que se hace en Psicología.
Según esta definición, el ambiente abarca acontecimientos prenatales y circunstancias biológicas como la nutrición o la enfermedad,
no solamente los factores familiares y los relativos a la socialización
La Genética cuantitativa determina, a través de estudios poblacionales (familiares, de gemelos, de adopción y combinados), la
heredabilidad1 de un carácter. Estimando (a partir de valores fenotípicos, observables y medibles) las varianzas genéticas y
ambientales entre individuos, sin identificar genes o ambientes concretos (Plomin et al., 2002). Diversas investigaciones en este
campo (Bouchard & Loehlin, 2001; Sullivan & Kendler, 1999; Sullivan, Kendler, & Neale, 2003) han dado cuenta que los genes
contribuyen a la variación poblacional de caracteres psicológicos. Estudios de adopción realizados en Finlandia (Tienari, Wynne, &
Moring , 1994) y estudios familiares realizados en Dinamarca (Kety, Wender, & Jacobsen, 1994) mostraron claras evidencias de
influencia genética en la esquizofrenia. Sin embargo, la heredabilidad para el trastorno es del 50-60%, por lo tanto, otros factores
diferentes a los genes deben desempeñar un papel importante a la hora de determinar su inicio (O’Donovan & Owen, 1999).
Asimismo, la heredabilidad estimada para la habilidad cognitiva general (g) es del 52% (Plomin et al., 2002) y para la personalidad es
del 30-50% (Johnson, McGue, & Krueger, 2005). Si bien estos resultados proporcionan una prueba indiscutible de la existencia de
influencia genética sobre caracteres psicológicos, también proporcionan la mejor evidencia acerca de la importancia de los factores
ambientales.
7. GENETICA Y COMPORTAMIENTO
CATEGORIAS DE ENFERMEDADES
GENÉTICAS.
Trastornos Cromosómicos:
Anomalías numéricas
Anomalías estructurales
Enfermedades de herencia
monogénica
Autosómica dominante
Autosómica Recesiva
ligada al cromosoma X
Trastornos Genéticos
multifactoriales
PERSONALIDAD Y GENÉTICA
La personalidad está influenciada por
el aspecto biológico.
Temperamento: Actividad, Sociabilidad
y Emocionalidad.
Anomalías Genéticas de la Razón.
Ambientales: Como traumas
obstétricos, traumatismos y
afecciones celébrales.
Causas Genéticas: Mutaciones
genéticas, autosómicas dominantes
etc.
8. REFERENCIAS
D. Gallardo-Pujol, C.G. Forero, A. Maydeu-Olivares, A. Andrés-Pueyo “Desarrollo del
comportamiento antisocial: factores psicobiológicos, ambientales e interacciones genotipo-
ambiente” https://www.researchgate.net/profile/Antonio_Andres-
pueyo/publication/24024422_The_development_of_antisocial_behavior_Psychobiological_and_enviro
nmental_factors_and_gene-environment_interactions/links/02e7e51c71de442f8d000000.pdf
recuperado el 01 de julio de 2018
Marcela Carolina López y María José Aguilar “Vulnerabilidad Social en el Síndrome de Turner:
Interacción Genes-Ambiente” http://www.scielo.br/pdf/pcp/v29n2/v29n2a09 recuperado el 01 de julio
de 2018
Sergio Muñoz Collado “La Genética y el Comportamiento, conceptos basicos”
https://www.psicoactiva.com/blog/la-genetica-del-comportamiento-conceptos-basicos/ recuperado el
01 de julio de 2018