2. • Para entender la realidad,
tomemos primero la
definición de los
diccionarios. Según los
léxicos, realidad es:
“calidad de lo real, cosa o
hecho real, lo efectivo o
que tiene valor práctico,
verdad, existencia real y
efectiva de una cosa”.
3. • De acuerdo con estos
conceptos, la realidad es la
parte de las cosas que podemos
ver, palpar, la existencia real y
efectiva de una cosa. Podríamos
agregar que depende de lo que
para cada uno de nosotros sea
la verdad. La realidad es
unilateral y sólo se vuelve
general cuando hablamos de
cosas, eventos, acontecimientos
o hechos que pueden ser
observados por todos.
4. • Cuando estamos en el cine y vemos un documental,
aunque sabemos que es una proyección reflejada en la
pantalla, nos parece real, a pesar de que son imágenes
captadas en otro lugar y dependientes de la objetividad
de la persona que las filmó. Podemos estar viendo sólo
un fragmento de esa realidad, podemos estar viendo una
escena actuada, en fin, no tenemos certeza de lo que
vemos. Así es que de nosotros depende creer o no en
eso que vemos, en ese documental. La realidad depende
del conjunto, no de un fragmento.
5. • Por el lado científico, tenemos la física cuántica que nos habla
de lo que se encuentra más allá de los átomos, esas
partículas subatómicas que están separadas por grandes
espacios, partículas que vibran aisladas, haciendo que cada
átomo esté constituido en un noventa y nueve por ciento de
espacio vacío. La física cuántica define quantum como a la
unidad más pequeña que puede considerarse partícula. Si
observamos un objeto cualquiera, no a simple vista, sino
analizado a través de un microscopio electrónico, veremos
partículas en movimiento, millones de partículas en
movimiento, millones de partículas que vibran entre grandes
espacios. Esto nos da una visión diferente a la real,
suponiendo que lo real es lo que vemos.
6. • Partiendo de esta definición física tenemos otro punto de
vista donde podemos corroborar que lo que
aparentemente vemos no es lo real. Que las cosas de
nuestro entorno, por más sólidas y diferentes que
parezcan, al mirarlas bajo la luz de la ciencia se
convierten en partículas fluctuando separadas. Nuestra
percepción de la realidad cambia, es fraccionada.
7. • También existen definiciones de la realidad desde el
punto de vista psicológico y filosófico, que nos han dado
a través de los tiempos numerosos eruditos en la
materia. Se plantea que una de las formas de ver la
realidad es irla asumiendo conforme se nos presente, sin
manipularla, sin acomodarla en un contexto de tiempo.
8. • La diferenciación de la realidad es un producto del intelecto.
Ésta es, sin duda, la forma en que intentamos comprenderla
para utilizarla en nuestra vida cotidiana. Pero esta forma de
entender la realidad no satisface a nuestro corazón. La
diferenciación nos ayuda a manipular la realidad, a hacer que
funcione para satisfacer nuestras necesidades físicas e
intelectuales, pero lo cierto es que no colma nuestras
necesidades más profundas. Para que esto ocurra, la realidad
debe ser asumida tal y como la experimentamos de
inmediato. Ubicarla, por ejemplo, en el espacio y en el tiempo,
la mata. Este es, precisamente, el error más grande que
hemos cometido en nuestra comprensión de la realidad
9. • Para el psicólogo Paul
Watzlawick realidad es el
resultado de la comunicación.
La más peligrosa manera de
engañarse a sí mismo es
creer que sólo existe una
realidad; que se dan, de
hecho, innumerables
versiones de la realidad, que
pueden ser muy opuestas
entre sí, y todas ellas son el
resultado de la comunicación
y no el reflejo de verdades
eternas y objetivas
10. • No obstante, durante la
comunicación algunas
veces se pierde la idea
original. Al pasar de boca
en boca un comentario se
distorsiona y deducimos
que la información que
recibe la última persona
no es equivalente a la
inicial, es como el juego
conocido como el teléfono
descompuesto
11. • Una realidad nace de nuestra imaginación, otra se va
aprendiendo en la cotidianeidad. En algunas ocasiones
nos percatamos tarde de que no es real lo que
percibimos, pues la realidad depende de la persona y del
punto de observación. Con ella convivimos, a fuerza de
repeticiones en el diario devenir la admitimos, la
aceptamos como real; pero esa realidad que se aprecia
o esa realidad creada ¿será la realidad verdadera? Es
una pregunta que nos podemos hacer si decidimos salir
de la rutina, de la inercia, si decidimos enfrentarnos a lo
nuevo.
12. • ¿Es nuestra realidad lo que vemos o lo que suponemos
que Es? Nuestra memoria, nuestros sueños e ideales,
todo ese vasto conocimiento que hemos creado, toda la
carga de vivencias, empiezan a cumplir su función, nos
dan un panorama muy particular de la realidad y ésta a
veces se desfigura, se deforma a pesar de lo evidente.
13. • El desvencijado andamiaje de nuestras cotidianas
percepciones de la realidad es, propiamente hablando,
ilusorio; y no hacemos sino repararlo y apuntalarlo de
continuo, incluso al alto precio de tener que distorsionar
los hechos para que no contradigan a nuestro concepto
de realidad en vez de hacer lo contrario, es decir, en vez
de acomodar nuestra concepción del mundo a los
hechos incontrovertibles
14. • Vamos acomodando nuestras experiencias a la realidad
del momento, en algunas ocasiones se acoplan a la
perfección con el hecho sin causarnos ningún conflicto,
pero hay otras experiencias que son contradictorias a la
realidad misma y, mientras no nos demos cuenta,
podemos caer una y otra vez en discordancias. Hasta
que logremos una visión más extensa, no fragmentaria y
de esa manera conseguimos cambiar nuestra
concepción de los hechos.
15. • La realidad puede ser ilusoria, depender de la
comunicación, del contexto, del punto de vista del
observador, de tantas cosas, pero comprender la
realidad en el momento que nos fomente el dolor, el
sufrimiento o la desarmonía, podría darnos una mejor
calidad de vida, al igual que la que provoca placer y/o
felicidad. Podríamos sortear los problemas rutinarios sin
dejarlos crecer.