Torax normal-Oscar 2024- principios físicos del rx de torax
ANESTESIA ODONTOLOGIA, EL INSTRUMENTAL
1. PRESENTAN:
CHAN CHAN JORGE RICARDO
CHULIN CAMARA FATIMA
EK CANUL ELSIE MARGARITA
ROSADO DIAZ MERCEDES
ANESTESIA
LOCAL
EL
UNIVERSIDAD PRIVADA DE LA PENINSULA
CAMPUS MERIDA
LICENCIATURA EN ODONTOLOGIA
ASIGNATURA:
ANESTESIA
MAESTRO:
CD. ROSALINDA CORREA
BUSTILLOS
2. La jeringa es uno de los tres componentes esenciales del
instrumental para administrar anestésicos locales (los otros dos
son la aguja y el cartucho). Es el vehículo desde donde se
suministra al paciente el contenido del cartucho anestésico a través
de la aguja.
En la actualidad existen en odontología ocho tipos de jeringas para
administrar anestésicos locales.
3. Los criterios de la American Dental Association para aceptar
las jeringas de anestésicos locales son los siguientes:
1. Deben ser duraderas y capaces de soportar procedimientos de
esterilización repetidos sin deteriorarse. (Si la unidad es desechable, tiene
que empaquetarse en un contenedor estéril.)
2. Deben ser capaces de aceptar una amplia gama de cartuchos y de agujas
de fabricantes diferentes y permitir un uso repetido.
3. Deben ser baratas, independientes, ligeras y sencillas de usar con una
sola mano.
4. Deben proporcionar una aspiración eficaz y estar fabricadas de tal modo
que pueda observarse con facilidad la sangre en el cartucho.
4.
5. Jeringas no desechables.-
Aspirativas metálicas de carga posterior de tipo cartucho.
La jeringa metálica de carga posterior de tipo cartucho es la más utilizada en
odontología. El término carga posterior implica que el cartucho se inserta en la
jeringa desde un lateral. En el adaptador de la aguja se acopla una aguja al
cilindro o cámara de la jeringa. La aguja pasa a continuación al interior del
cilindro y atraviesa el diafragma del cartucho de anestésico local. El adaptador
de la aguja (a rosca o de punta convertible) se puede quitar y, en ocasiones, se
tira de forma inadvertida junto con la aguja desechable.
6. La jeringa aspirativa posee un dispositivo a modo de punta afilada con
forma de gancho (a menudo denominado arpón ) que se acopla al pistón y
se usa para perforar el tapón de goma de silicona grueso (bitoque) en el
extremo opuesto del cartucho (desde la aguja). Si la aguja tiene el calibre
adecuado, cuando se ejerce una presión negativa sobre la anilla del dedo
pulgar, la sangre penetra en el interior de la aguja, y en el cartucho se
visualiza si la punta de la aguja está en la luz de un vaso sanguíneo. La
presión positiva aplicada a la anilla del dedo pulgar empuja el anestésico
local hacia la luz de la aguja y hacia los tejidos del paciente en los que se
encuentre la punta
7.
8. Aspirativas de plástico de carga posterior de tipo cartucho.-
Existe una jeringa aspirativa dental reutilizable de plástico, gracias a
los avances recientes en los materiales plásticos, ésta jeringa se
puede esterilizar en el autoclave y por medios químicos. Si se cuidan y
se manipulan bien, se pueden usar varias veces antes de desecharlas.
9. Autoaspirativas metálicas de carga posterior de tipo cartucho.-
Los peligros potenciales de la administración intravascular
de anestésicos locales son muchos; La incidencia de aspiración positiva puede
llegar a ser de hasta un 10-15% con algunas técnicas de inyección.
Los profesionales de la odontología están de acuerdo en la importancia
que tiene la prueba de aspiración antes de administrar un anestésico local.
10. Con las jeringas metálicas de carga posterior de tipo cartucho,
el odontólogo debe realizar una prueba de aspiración con decisión
antes o durante la administración del anestésico.
La palabra clave es «con decisión» . Sin embargo, muchos odontólogos no
realizan esta prueba a sabiendas antes de inyectar el anestésico.
11. Para facilitar la aspiración se han desarrollado diversas jeringas
Autoaspirativas
12. Estas utilizan la elasticidad del diafragma de goma del cartucho de
anestésico para obtener la presión negativa necesaria para la aspiración. El
diafragma descansa sobre una proyección metálica en el interior de la
jeringa que dirige la aguja hacia el interior del cartucho.
13. La presión, que actúa directamente sobre el cartucho a través del disco
del dedo pulgar o indirectamente a través del eje del émbolo,
distorsiona (estira) el diafragma de goma y genera una presión
positiva dentro del cartucho de anestésico. Cuando se libera dicha
presión, se genera la suficiente presión negativa en el interior del cartucho
para permitir la aspiración. La anilla del pulgar genera el doble de presión
negativa que el eje del émbolo. Las jeringas odontológicas autoaspirativas
permiten realizar varias aspiraciones fácilmente durante todo el tiempo
que se está depositando el anestésico local.
14. Algunos médicos pensaban que esta jeringa no les proporcionaba la misma
fiabilidad de aspiración que la que se conseguía con la jeringa aspirativa de
arpón. Sin embargo, se ha demostrado que esta jeringa aspira, de hecho, con
la misma fiabilidad que la de arpón.
15. Si bien éste es el método preferido para realizar una prueba de aspiración
satisfactoria con este tipo de jeringas, también se puede lograr una presión
adecuada de aspiración con sólo liberar la presión del pulgar sobre la anilla.
La segunda generación de jeringas autoaspirativas ha eliminado el disco
del pulgar.
El factor que más influye en la capacidad para aspirar no es la jeringa,
sino el calibre de la aguja que se esté utilizando.
16. Jeringas de presión. Aparecieron a finales de la década de
1970 y generaron un renovado interés por la infiltración del
ligamento periodontal (LPO) (también conocida como inyección
intraligamentosa [IIL]).
17. La infiltración del LPO, aunque se puede usar para cualquier
diente, ayudaba a obtener una anestesia fiable de la encía de
un diente aislado en el arco mandibular donde antiguamente
era necesario realizar un bloqueo nervioso
Los dispositivos de primera generación, que utilizaban un agarre tipo
pistola, eran en cierto sentido más grandes que los dispositivos de agarre
de lápiz más moderno
18. Aunque no se necesitan jeringas «especiales» para realizar una
infiltración satisfactoria del LPO, suponen ciertas ventajas, y una
de ellas es la ventaja mecánica que proporciona al especialista, facilitando
la administración del anestésico local. Esta misma ventaja mecánica, sin
embargo, hace que la inyección sea «demasiado fácil» de realizar,
provocando una inyección de la solución anestésica «demasiado rápida»
que molesta al paciente tanto durante la inyección como cuando la
anestesia ha desaparecido.
19. El gatillo permite administrar una dosis concreta y que un especialista
con poca fuerza muscular pueda vencer la resistencia tisular que encuentra
al realizar la técnica del modo adecuado. Esta ventaja mecánica también
puede ser perjudicial si el especialista deposita la solución anestésica
demasiado rápido (<20 seg/dosis de 0,2 ml).
Todas las jeringas de presión encajonan por completo el cartucho dental de
cristal con plástico o metal, y de esa forma protegen al paciente en el caso
improbable de que el cartucho se resquebraje o se haga añicos durante la
inyección
20.
21. Inyector a chorro (jet).
En 1947, Figge y Scherer diseñaron una técnica nueva para realizar
la inyección parenteral:
la inyección a chorro o sin aguja. Representaba el primer
cambio fundamental de los principios básicos de la inyección
desde 1853, cuando Alexander Wood introdujo en la práctica
la jeringa hipodérmica.
22. La primera publicación relativa al uso de inyecciones a chorro en
odontología la mencionaron Margetos y cols. en 1958.
La inyección a chorro se basaba en el principio de que los líquidos forzados
a presiones muy elevadas a través de aberturas de pequeño tamaño,
denominados jets (chorros), pueden atravesar la piel o las mucosas intactas
23. Los inyectores a chorro más utilizados en odontología son el SyriJet
Mark II y el MadaJet.
El SyriJet contiene un cartucho dental de anestésico local de 1,8 ml.
Está calibrado para administrar 0,05-0,2 ml de una solución a 2.000 psi de
presión. La finalidad principal del inyector a chorro consiste en obtener
anestesia tópica antes de introducir una aguja. Asimismo, puede emplearse
para anestesiar las mucosas del paladar.
24. El inyector a chorro no es un sustituto adecuado de la jeringa y la
aguja tradicionales para anestesia de la encía o para realizar
bloqueos regionales.
25. A muchos pacientes les desagrada la sensación que produce el inyector,
así como las molestias de las partes blandas que quedan tras la inyección
y que pueden aparecer aunque se aplique bien.
Los anestésicos tópicos, aplicados correctamente, tienen la
misma finalidad que los inyectores a chorro con mucho menor
costo
26. “Sistema want/STA”
-SE COMERCIALIZO EN EL AÑO 2007.
-INNOVACIÓN NOVEDOSA EN INYECCIONES SUBCUTÁNEAS TANTO EN
ODONTOLOGÍA COMO EN MEDICINA.
-TECNOLOGÍA DE SENSOR DE PRESIÓN DINÁMICO
(TECNOLOGÍA DPS).
27. ¿Qué función tiene este sistema?
Permite una monitorización precisa y un
control de la presión del líquido en la punta
de la aguja cuando se lleva a cabo una
inyección subcutánea.
Se utiliza la presión de salida del líquido en la
punta de la aguja para identificar una
localización anatómica concretado un tipo de
tejido específico basándose en este hallazgo
Reproducible.
28. Las barras de color en horizontal indican la presión en
la punta de la aguja.
A, Rojo: presión demasiado baja.
B, Naranja y amarillo oscuro: presión creciente, pero
aún inadecuada.
C, Amarillo claro: presión correcta para la
infiltración(Intraligamentosa LPO). En dicho punto
(C), la unidad STA proporcionará además una pista
audible «PDL, PDL, PDL» que indica que la aguja está
ubicada correctamente.
29. El sistema STA ofrece un abordaje único para realizar la
Inyección del LPO (intraligamentosa) aplicando la
tecnología DPS.
diseñado para identificar con exactitud la localización
precisa para la inyección intraligamentosa.
Es la correcta colocación de la aguja en el espacio
adecuado.
La posición de la aguja en tiempo real.
LPO se convierte en una técnica «guiada» que puede
llevarse a cabo con facilidad y precisión.
30. “VENTAJAS”
El instrumento STA es capaz de generar
presiones del líquido precisas en intervalos
mucho menores en comparación con otros
dispositivos de inyección.
presiones menores permite que se absorban
volúmenes mayores de la solución
anestésica con seguridad y eficacia a través
de los tejidos intraligamentosos.
permite que un mayor volumen de anestésico
sea administrado con seguridad.
31. “Estudio de inyección intraligamentosa”
Se comprobó que el sistema STA tiene una tasa de éxito
del 100% para alcanzar una anestesia eficaz de la pulpa,
con una latencia más corta.
referían respuestas dolorosas subjetivas «mínimas o
nulas».
conclusión de que el instrumento STA permitía realizar
una inyección del LPO más previsible, fiable y
confortable que con la jeringa de alta presión o con la
jeringa dental convencional.
32. “Descripción”
“SISTEMA STA”
MANGO STA
-MENOS DE 10 gr
-DE UN SOLO USO POR
PACIENTE
-CONTROL TACTIL
-AGARRE MUCHO MAS
ERGONOMICO,ESTERILIZABLE,
2 FORMAS: AGUJA ACOPLADA Y
ACOPLAR LA AGUJA EN EL
MOMENTO(INTRALIGAMENTOSA).
UNIDAD DE
PROPULSION STA
34. “Comfort Control Syringe”
El sistema CCS es un dispositivo electrónico de administración
programado de antemano.
Anestésico local más despacio y con un ritmo más constante
que mediante dispositivos manuales.
2 fases:
La inyección comienza con un flujo muy lento para evitar el
dolor asociado a la entrada rápida del anestésico local y,
pasados 10 segundos, El CCS aumenta de modo automático
la velocidad del flujo de inyección programado de antemano
para la técnica seleccionada: bloqueo, infiltración, LPO,
bloqueo del nervio ASMA/nervio alveolar superior anterior
desde el lado palatino (P-ASA) e infiltración lingual.
35. “controles del mango”
• El botón frontal con las flechas y el cuadrado
controla las funciones de «arranque/parada»
iniciando o finalizando el programa seleccionado.
• El botón del medio activa la función de «aspiración»
al retraer ligeramente el émbolo.
• El botón de la parte posterior inicia la «duplicación
de flujo» y funciona de la misma forma que el botón
de duplicación de flujo de la unidad. Duplica el flujo
de inyección programado de antemano.
36. cualquier técnica de inyección con
la más mínima posibilidad de
resultar incómoda para el paciente
pueda llevarse a cabo con mayor
comodidad mediante un
dispositivo de CCLAD.
37. Jeringas Desechables
Existen jeringas desechables de plástico de distintos tamaños con un amplio
surtido de agujas de diferentes calibres.
Suelen administrarse para la administración de fármacos por vía
intramuscular o intravenosa, pero también se puede utilizar para inyecciones
dentro de la boca.
No se recomienda usar la jeringa de plástico desechable sin cartucho de
forma rutinaria.
38. Jeringas de seguridad
Estas jeringas minimizan el riesgo de lesiones del personal sanitario por
punciones accidentales con una aguja que estuviera contaminada tras
administrar el anestésico local
Todas la jeringas de seguridad dentales están diseñadas para solo un uso, si
bien permiten realizar reinyecciones.
La jeringa dental es un dispositivo de administración de fármacos que requiere
del operador trate de controlar al mismo tiempo las variables de infusión del
fármaco y el movimiento de la aguja que realiza la inyección.
39. Sistemas de administración de
anestésicos locales controlados por
ordenador (CClAD)
La jeringa dental convencional ya descrita es
un instrumento mecánico simple que data de
1853, cuando Charles Pravaz patento la primera
jeringa.
Si el especialista no es capaz de controlar
dichas actividades durante la inyección, la
técnica puede comprometerse.
Se diseño para mejorar la ergonomía y la
precisión de la jeringa dental
40. El sistema permite que el odontólogo manipule con precisión
la colocación de la aguja con la yema del dedo y que
administre el fármaco mediante un sistema de control que se
activa con el pie.
41. Un mango ligero se sostiene como se fuera una pluma, lo
que mejora la sensación táctil y el control comparado con
otras jeringas tradicionales.
El especialista centra su atención entonces en la inserción
y la colocación de la aguja , dejando que el motor del
dispositivo administre el fármaco al flujo programado de
antemano.
42.
43.
44. Cuidado y Manipulación de las jeringas
Están diseñadas
para durar mucho
tiempo si son sometidas
a un mantenimiento
correcto
45. Recomendaciones fabricantes:
Lavarse después cada
uso, que no queden
restos AL, saliva.
Esterilizar autoclave.
Debe desmontarse
después de cada 5
sesiones esterilizar en
autoclave y lubricar todo
elemento enroscado.
Arpón se debe limpiar
con cepillo después cada
uso
Los pistones y arpones
pueden sustituirse
fácilmente a bajo costo
46. Fugas durante la inyección
Cuando la jeringa sea recargada con cartucho hay que
garantizar que la aguja penetre en el centro el tapón de goma
si esta no lo esta, provocara una perforación ovoide y se
fugara el anestésico hacia la aguja y boca del paciente.
47. Roturas de cartucho
La jeringa utilizada forma errónea daña el cartucho y
provoca rotura
Arpón doblado, no perforar el diafragma del cartucho, la
presión interior cartucho puede hacer que se rompa.
48. Acodamientos del arpón
Debe estar afilado y recto
Arpón doblado genera punción descentrada del
tapón de silicona de modo embolo rota al descender
el cartucho cristal y provocara la rotura del cartucho
49. Desconexión del arpón del embolo durante la aspiración
Se produce si el arpón esta desafilado o si el especialista aplica
demasiada presión.
Si sucede, limpiar arpón o sustituirlo
TODO LO QUE PRECISA PARA REALIZAR UNA
ASPIRACION SASTIFACTORIA ES UNA TRACCION MUY
SUAVE DEL EMBOLO HACIA ATRÁS
50. Depósitos superficiales
Acumulación residuos, saliva o soluciones desinfectantes
Los depósitos puedan simular oxido, deben eliminarse
mediante cepillado
Limpieza ultrasónica no daña las jeringas
51. Recomendaciones
Utilizar jeringa de
seguridad para
evitar punciones
accidentales
Especialista con
manos pequeñas :
Jeringas
autoaspirativas
Las jeringas no
aspirativas nunca
deben emplearse
para inyectar AL
Toda jeringa
reutilizable se
puede esterilizar
Y las no
reutilizables
deben ser
desechadas
52. MALAMED F. SATANEY; MANUAL DE
ANESTESIA LOCAL, 6ª ED. ELSEVIER,
BARCELONA 2013.
pp 78 – 92
BIBLIOGRAFÍA